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Mi prima Verónica
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Recientemente mientras andaba en el mercado en busca de las provisiones para la casa, me encontré con una prima mía que llevaba tiempo sin ver y por supuesto fui a saludarla. Mientras la abrazo noto que ya no es tan delgada como era de pequeña y en cambio tiene unas exuberantes nalgas y unos senos promedio pero que se miran paraditos y apetecibles.

Le hago compañía mientras ella realiza la compra y hablamos de diversos temas que teníamos atrasados pues, aunque éramos muy apegados mi tiempo de universidad y el de ella nos mantuvo lejos, pero entre los temas sale a relucir que se había peleado de su novio recientemente pues este le había sido infiel y que estaba destruida porque había sido con una amiga suya muy cercana y esa traición le había dolido. En fin, se veía angustiada, así que la acompañe hasta el carro y como yo no andaba en el mío porque el mercado es cerca de mi actual apartamento no la dejé conducir y la lleve hasta donde residía.

En el camino me comentó que vivía alquilada con una amiga de la universidad. La ayudé a bajar la compra y como ese día no tenía más planes me permitió quedarme con el carro, pero solo si le hacía de Uber al día siguiente puesto que mi trabajo quedaba de camino a su casa y a su trabajo yo acepté. Nos despedimos y regresé a mi casa. Para que decir que esa semana entera fui su Uber y también a la siguiente. Aprovechábamos para ponernos al día de todo el tiempo que llevábamos sin vernos y actualizar los chismes de nuestras vidas.

La siguiente semana se me apareció el sábado en la mañana en mi casa con la excusa que estaba aburrida y su amiga andaba en viaje de negocios, pero lo hizo jodidamente temprano y me despertó yo salí de debajo de las sábanas pensando que era alguna propaganda de venta por lo que no hice ademan de vestirme ya que pensaba no responder si era algo de esto así que con mi bóxer y la erección matutina típica de los hombres me dirigí a la puerta y al observar por la mirilla era ella en un atuendo muy veraniego de un top ajustado sin sostén que permitía ver a sus pezones marcados y unos shorts de mezclilla de esos a la moda que dejan media nalga afuera y unas sandalias transparentes que casi parecía descalza.

Al ver que era ella le abrí la puerta y le permití pasar la salude con un abrazo y beso en cada mejilla y me enseño una botella de vino que traía dice que para ahogar sus penas en alcohol. Y me miró con cara picarona y me dice parece que hay alguien por ahí que se alegra de verme, entonces me di cuenta de la erección, lo de la ropa interior no es problema pues nos habíamos visto en paños menores varias veces ya así que fui a buscar mi sobre todo y me lo puse, mientras preparaba algo de desayunar para mí y para ella pues se había antojado.

Desayunamos me asee y nos sentamos a ver una peli tomando el vino pues me decía que no tenía ganas de salir. Al acabar también lo había hecho la botella y busqué, pero solo tenía un whisky que la tenía dedicada a un regalo, pero ella merecía la pena así que se la ofrecí y empezamos, cuando íbamos por media botella empezó a ponerse cariñosa conmigo y salió una vieja conversación sobre los tiempos en que nos mirábamos morbosamente y nos escondíamos para besarnos sin que nadie nos viera cuando apenas éramos dos adolescentes larguiruchos y flacos.

En fin, no pasó de hablar el tema, pero salió otro que también estaba pendiente así que abruptamente me dice: sabes lo que necesito es uno de tus masajes de esos de cuerpo entero que me dabas que quedaba nueva. Y sin más se levantó del sillón vaso en mano media mareada se le notaba al andar y en la puerta de mi cuarto se viró me miró y me dijo: ¿qué? ¿No vienes? Así que tomando la botella y saliendo del estupor que me producía mirarla al andar y ver sus nalgas moviéndose me levanté y la acompañé.

Al entrar se estaba quitando el top por encima de la cabeza y me dice vírate no mires y también se quitó el short quedando solo con un bello hilo rosado y con algunos encajes en los pocos lugares que tenía tela y así se acostó en la cama boca abajo empecé masajeándole los pies, las piernas, los muslos, las nalgas, espalda baja y espalda alta, mientras yo hacía eso ella soltaba pequeños gemidos. Al llegar al cuello lo masajee y le digo media vuelta que voy a la parte anterior yo pensé que habría objeción, pero no sin rechistar dio media vuelta mostrándome dos bellas tetas que parecían montañas sobre una planicie con sendos pezones rosaditos pálidos, y varios lunares, masajee de igual forma la parte anterior y mientras estaba en los muslos varias veces mis dedos rozaron sus labios mayores y no de forma inocente tengo que admitir, y sentí la humedad que tenía y además cada vez que lo hacía ella emitía un gemido minúsculo pero excitante, lo que me provocó otra erección que la bata no disimuló en esta ocasión, y que vi como ella miraba de reojo.

Y seguí, pero la verdad no podía apartar la vista de sus senos y ella me estaba mirando y cuando la miré lo noté y sin reparo me dice que esperas para comerlas. Claro está que sin pensarlo dos veces les salté encima y las comí, pero lo hice de forma desenfrenada y mientras lo hacía recordé todas las pajas de la adolescencia pensado en ella, e esos senos que en aquel entonces no estaban tan voluminosos y como seria comerlos y lo estaba haciendo y en eso siento sus manos buscando mi cara y me atrae a sus labios y me besó desenfrenadamente también era un explote de pasión, sus labios sabían a whisky y su lengua frenética buscaba la mía.

Dios estaba perplejo en ese momento y a la vez disfrutando como hacía años solo imaginaba y mientras esto sucedía mi mente era embargada por sendos recuerdos de los deseos que le tenía a esa adolescente ahora convertida en mujer y que estaba acostada delante de mis ojos, sin mediar mucho bajé nuevamente a sus senos y los lamí, y besé por todo el borde sin tocar sus pezones en círculo mientras iba cerrando el círculo hasta terminar en sus pezones dándole un chupetón succionándolos con mis labios y mientras lo hacia los acariciaba con mi lengua eso primero en un lado y luego en el otro.

Después bajé por todo su abdomen que se sentía tenso muestra de todo el tiempo que ella dedicaba al gimnasio en las tardes, y a pesar de la bella vista que producía retiré lentamente el hiló y sin dilatar mucho el momento lamí toda su rajita de una vez de abajo a arriba pasando mi lengua fuertemente y succionando sus jugos que fueron una delicia, y mientras lo hacía escuchaba sus gemidos que ya habían dejado de ser tímidos, de ahí a su clítoris que succioné frenéticamente, lamí e incluso le di pequeñas mordidillas que no lastimaran pero en cambio fueran excitantes y escuchaba mientras lo hacía como sus gemidos se iban volviendo más frenéticos cada vez, hasta que emitió uno más fuerte casi como un grito y su espalda se tensó arqueándola, pero no dejé de lamer y cada vez apretaba más sus muslos sobre mi cabeza y se retorcía mientras lamia y succionaba sus juguitos con mi lengua, que eran todo un manjar.

Una vez que terminaron los espasmos me atrajo hacia sus labios en un beso saboreó sus juguitos en mis labios, me miró a los ojos y me dijo que delicia, pero ahora quiero probar los tuyos me retiró la bata y el bóxer con una habilidad desconcertante revelando así mi falo duro y necesitado de ella, se deleitó en el con su mirada y se lo llevó a la boca mientras me tomaba de las caderas y me acostaba en la cama, con manos expertas he de decir que me masturbó mientras me la mamaba y sentía su lengua recorrer mi glande de una forma experta y excitante.

Quisiera decir que el alcohol cumplió su propósito y retrasó mi venida pero mentiría la verdad es que me hizo estallar más rápido de lo que me hubiera gustado y a pesar de haberle advertido se tragó toda mi leche y siguió chupando frenética lo que permitió que no se bajara y se mantuviera así, que saqué un condón con sabor a fresa que tenía guardado hacía tiempo y se lo entregué, me lo colocó admito que con un poco de trabajo pero lo puso hasta el final, y se levantó poniendo un pie a cada lado de mi cadera se sentó tomo mi falo en su mano lo restregó un poco en la rajita para que se mojara de sus juguitos y con la otra mano pasó su lengua por sus dedos mojándolos y los pasó por su rajita (aunque no creo que fuera necesario) y una vez apuntado mi falo a su rajita fue bajando y dejando que se introdujera poco a poco todas mis ganas en ella.

Y mientras lo hacía sentía como su vagina se apoderaba de mi falo, sentía algunas contracciones procedentes de ella que me lo apretaban y una calidez que fue bajando junto con ella hasta quedar sentada totalmente sobre mí y mi verga desaparecida en su vagina, y entonces comenzó moverse hacia adelante y hacia arras rítmicamente y aumentando lentamente la cadencia del movimiento.

Y dios yo estaba en las nubes haciendo como hacía años no tenía necesidad y reproduciendo los productos específicamente la tabla del 7 del 11 y del 12 en mi mente para no volver a acabar, que la verdad no sirvió de mucho y ante sus frenéticos movimientos volví a venirme pero no únicamente yo, la verdad estaba tan centrado en durar que no me di cuenta que ella estaba casi lista también y acabamos juntos y ella se dejó caer sobre mi entre espasmos nuevamente y aproveché para apretarla entre mis brazos mientras seguían sus espasmos.

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