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Mi primer gang-bang (3)

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Hola lectores, soy Martha Cachonda, espero que les hayan gustado mis anteriores relatos y los hayan disfrutado mucho.

Continuó relatando, la primera vez que me hicieron un Gang-Bang, bueno también a mí compañera Alma Delia le tocó, su buena dosis de verga.

La música sonaba y traspasaba nuestra piel, haciendo que el deseo creciera cada vez más, pero nadie se atrevía a dar el primer, todos nos veíamos, unos a otros, con gran deseo, saboreando lo que cada uno de nosotros se podía comer; estaba a punto de pararme a sacar a bailar a Salvador, me había dejado con unas ganas tremendas de sentir sus mocos dentro de mi panocha, que no se me quitarían tan fácilmente, pero me gano Alma Delia, fue directo hacia él y lo agarró de la mano y lo saco a bailar, en la grabadora sonaba una salsa, los demás, nos quedamos a la expectativa de ver qué pasaba.

Alma Delia, llevó de la mano a Salvador al centro del círculo que habíamos formado y comenzaron a bailar, él tenía su gran verga un poco parada, ella en cada movimiento le repegaba sus nalgas, era una danza erótica muy cachonda, el le agarraba las tetas, de momento su mano bajaba hasta la panocha de Alma Delia, no se, si estaba tan caliente o si en el movimiento le metía un dedo, pero ella, daba un gemido muy rico; estábamos como hipnotizados viéndolos, cuando veo que Jose Luis se para y me invita a bailar, era uno de mis amantes habituales, me ofrece su mano para que me pare y en cuanto lo hice me jalo hacia él, estando de frente, para que sintiera su verga que estaba parada a su máxima expresión, con era más alto que yo, me tuvo que cargar un poco, para tallarmela en mi panocha, así estuvimos un rato, manoseandonos, el agarraba mis nalgas, yo trataba de que su verga no me entrará en la panocha, no porque no lo deseará, pero sentía que todavía podíamos gozar un rato más.

Acabó la música, no pasaron ni 10 segundos, cuando Ramiro, que era quien estaba poniendo las canciones para que las bailaramos, puso unas románticas, de esas que se pueden bailar pegaditos y despacio. Alma Delia ya bailaba con Joaquín, besándose muy rico, el le agarraba las nalgas, le besaba el cuello y las tetas, le acomodo la verga en la panocha, se la estaba tallando hasta que, con lo lubricada que estaba, en un movimiento, la penetró, ella dio un grito de placer, comenzaron a coger ahí delante de nosotros; mientras por mi parte, bailaba con Mario, otro de mis habituales amantes, él me tenía volteada, dándole la espalda, me besaba el cuello, los hombros y la nuca, sabía cómo excitarme al máximo, con una mano acariciaba mis tetas y con la otra, me estimulaba el clítoris, su verga buscaba con desesperación, entrar en mi culo, era muy rico todo lo que estaba pasando.

Terminó esa canción, pusieron otra igual, en esta ocasión me tocó con Ramiro y a Alma Delia con Mario, ya para estas alturas a ella, ya la habían penetrado varias veces, Ramiro que no había bailado con ninguna de nosotras, tenía la verga muy parada, sin ningún ritmo me puso de frente a él, comenzó a besarme y yo le correspondía, parecía pulpo, de como me manoseaba, tallaba muy rico su verga en mi panocha, ya no aguanto más y en un movimiento, siento como su verga logra entrar en mi panocha, sentí tan delicioso, que lo deje seguir, el me cargó un poco para que su verga entrara hasta adentro de mi, cuando lo hizo, di un grito, se empezó a mover rápidamente, bombeandome bruscamente. Mientras con Alma Delia, ya la tenían entre Mario y Salvador, la manoseaban toda y le restregaban la verga en la panocha y en el culo; en un momento, Mario la jala para adelante del cabello, la hace que se agaché y le mame la verga, ella ni tarda ni perezosa y sin importarle que Salvador estuviera detrás suyo, comienza a mamarle la verga, mientras Salvador le acomodo la verga entre sus nalgas, ella dio, un intento de grito porque tenía la boca llena de verga, no supe donde se la metió. Salvador se empezó a mover rápidamente, su abdomen al chocar con las nalgas de Alma Delia, hacían el ruido tan cachondo, del cual todos sabemos cómo se escucha y nos hace exitarnos muy rico.

Ramiro, que seguía con su verga dentro de mi, me jalo hacia unas cajas, se recostó, yo me subí en él sin sacarme su rica verga, me empecé a mover rápidamente, los 2 jadeabamos por el esfuerzo realizado, en unos minutos siento como su verga, se pone muy dura y comienza a llenarme la panocha de ricos mocos calientes y espesos.

Llegó Salvador, le pidió que se quitará, que le iba a enseñar a coger a una verdadera puta como yo; yo solo esperaba que ahora sí terminará lo que comenzó en la camioneta, Ramiro se quitó y Salvador tomó su lugar, yo estaba tan ansiosa de sentir su vergota dentro de mí, pero él me agarró de los hombros y me bajo a mamarle la verga; no me importó que tuviera el sabor mezclado de la panocha de Alma Delia y sus mocos, sabía tan deliciosa, ahí estuve un buen rato mamandole la verga.

Mientras, sobre otras cajas, Joaquín estaba acostado boca arriba, Alma Delia encima de él y Mario detrás de ella, intentaban hacer una doble penetración, pero no pudieron.

Salvador me jalo hacia arriba, mi panocha quedó a la altura de su verga, la agarre con la mano, la guíe hacia ella, me deje caer cuando sentí que estaba en el lugar correcto, no pude evitar dar un grito, ya que se había metido toda, hasta lo más profundo de mi ser, él también disfruto mucho, sentir la profundidad de mi panocha; de momento me movía rápidamente, de repente se movía él, a pesar de su supuesta "fobia" a coger conmigo, nos acoplamos de una forma muy rica, después de varios minutos de movimientos frenéticos de ambos, siento como me empiezan a acariciar las nalgas y mi culo, volteo a ver quién era: Jose Luis estaba acomodando su verga en mi culo, no me sentía lista para sentir 2 vergas tan grandes dentro de mi, pero el me sujeto fuertemente de las caderas, apunto la cabeza a mi culo, Salvador se dio cuenta y paro sus movimientos, eso permitió que Jose Luis me metiera su verga; poco a poco, sentí como aquella barra de carne dura y palpitante, recorriera todo mi interior, me dolía mucho, pero me tenían bien atrapada entre los 2.

No sé cuánto tiempo paso, pero llegó un momento, en que sentí como sus vellos tocaban mis nalgas, estuvimos quietos unos minutos, el dolor se iba transformando en placer, Salvador se empezó a mover nuevamente, Jose Luis también, en pocos minutos, literalmente, masacraban mi panocha y mi culo, yo gritaba de tanta excitación, les pedía más, que no pararan. Estalle en un orgasmo muy rico, de ahí me sacaron varios orgasmos seguidos.

Alma Delia, Mario y Joaquín, seguían intentando la doble penetración, pero no podían, Ramiro, al ver tan cachonda escena, tenía la verga bien parada nuevamente, se acercó a mi cara, la puso en mi boca, con lo caliente que estaba, la empecé a mamar también, era tan rico tener 3 vergas para mí.

Alma Delia un poco molesta, porque ella no podía sentir lo mismo, se levantó y dijo que iba al baño, salió desnuda y molesta de la bodega; entonces Joaquín, dijo que se iban a aprovechar todos de mi, con lo caliente que estaba no me importó su comentario.

Me sacaron sus vergas de mis orificios, Joaquín tomó el control de la situación, se recostó en las cajas, me dijo que me acercara, me dio vuelta, para quedar dandole la espalda y las nalgas, me dijo que me sentará y me clavara su verga en mi culo, como estaba empapada y dilatada, mi culo no puso ninguna resistencia, fue delicioso, se metió hasta adentro, después le dijo a Salvador que me la metiera en la panocha, él puso la punta en la entrada, se dejó caer un poco y la metió también hasta adentro, yo gritaba como loca, se movían acompasadamente dentro de mí, después le dijo a Ramiro que era quien la tenía más delgada que los demás, que intentará metermela en la panocha también, ya para esto, mis orgasmos no paraban, parecía una fuente; primero intentó desde la parte de atrás de Salvador, pero no sé acomodaron, Joaquín le dijo a Salvador que me la sacará y dejará a Ramiro, se salió Salvador y Ramiro me penetró, después Salvador se acomodo detrás de Ramiro y así la logró meter, yo gozaba mucho, después le dijo a Mario y a José Luis, que no se durmieran y que pusieran sus vergas para que yo se las mamara, así lo hicieron.

No lo podía creer, me sentía como una actriz porno, tenía 5 vergas para mí sola, todos nos intentábamos mover rápidamente, pero era obvio que no se podía, tratamos de disfrutar del momento; ni cuenta nos dimos de que Alma Delia había regresado, pero no le quedó de otra, que convertirse en una espectadora de tan cachonda escena.

Nosotros seguíamos, no sé cuánto tiempo pasó, de repente una verga de las que tenía en la boca, la de Mario, se puso muy dura, no me importó, no sería la primera vez que me tomara sus mocos, se empezó a venir abundantemente, después Ramiro, dentro de mi panocha y la saco, dejándole todo el camino a Salvador, el cual aceleró sus movimientos y también me echó sus mocos, fue algo increíble, sentía dentro de mí sus disparos, calientes, densos, por fin los disfrutaba, se salió de mi; José Luis que estaba en mi boca, tomó su lugar, no le costó nada de trabajo llegar hasta el fondo; el que siguió fue Joaquín dejando mi culo repleto de mocos, se quitó de abajo inmediatamente, ya que él había soportado, el peso de todos y estaba agotado; Jose Luis aprovecho, me subió las piernas lo más que pudo, las acomodo en sus hombros, se acostó prácticamente encima de mí, sabía perfectamente que en esa posición, me llegaba al fondo, penetrando mi útero, cosa que ponía a mil, todavía estuvo un buen rato moviéndose, hasta que se vino dentro de mi, soltando varios disparos de mocos, yo perdí la cuenta de las veces que me vine, estaba totalmente exhausta; con mis amantes habituales no era raro que me dejaran las piernas temblando, pero esa ocasión de plano no podía moverme, me temblaba todo el cuerpo.

Alma Delia, de lo excitada que estaba, al ver todos los mocos que escurrían de mi panocha y mi culo, se hincó frente de mi, con su lengua lenta y delicadamente, empezó a recoger los restos de leche que caían; como les he comentado en los relatos anteriores, ya había cogido con mi hermana, en muchas ocasiones, desde la niñez hasta nuestra adolescencia; era la primera vez, que una mujer "extraña" me tocaba, yo seguía muy excitada y me deje hacer, me mamo muy rico la panocha y el culo, succionando todos los mocos, me agarraba las tetas y las estrujaba cachondamente, me dejó limpia y sin rastro de mocos, así estaba empinada sobre de mi, cuando, Joaquín que ya se había recuperado, la tomó de la cadera y se la dejo ir hasta adentro, ella dio un fuerte grito; el movimiento de Joaquín la iba empujando hacia arriba, hasta que nuestros rostros quedaron frente a frente, primero me mamo las tetas y después me empezó a besar, era una sensación rara, pero yo seguí el juego, nos besábamos apasionadamente, entrelazabamos nuestras lenguas, una y otra vez, su boca tenía un rico sabor a mocos.

Mario, que también ya estaba listo para el siguiente round, puso su verga entre nuestras bocas, se la mamamos al mismo tiempo, alternabamos su verga y nuestros besos, no aguanto mucho esa caricia tan cachonda, se vino en nuestras bocas, compartimos los mocos y nos los tragamos; Jose Luis, también terminaba dentro de Alma Delia.

Por fin descansaba de tan tremenda orgía, todavía no podía levantarme, no podía mover las piernas.

Cómo los hombres tenían un baño con regadera por su trabajo, todos se dirigieron hacia ahí, dejándome acostada recuperándome; ya se imaginarán como le fue ahora a Alma Delia en el baño, con 5 vergas a su disposición, yo solo escuchaba sus gritos y jadeos; me quedé dormida no sé cuánto tiempo, cuando desperté vi mi reloj, marcaba las 5:30 am, 4 horas de mucho placer.

Salieron del baño, todos venían con los rostros satisfechos y contentos por lo que había pasado, me ayudaron a llegar al baño, el agua de la regadera fue muy reconfortante en mi adolorido cuerpo, salí del baño, ya todos estaban vestidos, Alma Delia me ayudó a vestirme, con lo cansada que me sentía, ya me importó que se agasajara con mis nalgas y mis tetas.

Cuando salimos de la oficina, el reloj marcaba las 7 am, Alma Delia me ofreció su casa, acepté porque quería descansar un poco antes de llegar a casa, al fin y al cabo, le había avisado a mi marido que me iba a quedar en casa de una amiga, no?

Bueno aquí termina este relato, gracias por sus comentarios, espero que les guste y disfruten mucho de este relato. Espero no tardar mucho en subir uno nuevo, les mando un beso cachondo.

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