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Mi primera vez con mi esposa

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Después de algunos meses jugando por cam, llego el día en que conocí a tan linda mujer de frente. Decidí regresar a mi país de origen, muy nervioso porque al fin iba a conocer a esta mujer que cada noche me llenaba de placer.

Era una noche de diciembre, no entraré en muchos detalles, toda esa noche derramé miel junto a ella, pero no pasó a mayores más que besos, abrazos, cariños etc.

Al día siguiente de mi llegada la invité a salir, cenamos paseamos por la ciudad y al final me la llevé a un lindo hotel de la ciudad, con las palabras más exquisitas la invité a donde iba a ser nuestra primera vez en cuerpo físico.

Llegando al hotel y mientras nos dirigíamos al cuarto la deje que cambiará por delante, llevaba una falda negra, una zapatilla negras, una camisa blanca, con sus nalgas levantaba la falda de su trasero era una imagen hermosa.

Ya estando en el cuarto y apenas cerrar la puerta, comencé a tocarla por detrás, la tomé de la cintura, pegué sus nalgas a mi miembro que ya está bien parado, ella me restregaba su culo lentamente, le toqué los pechos por encima, (qué grandes y hermosos son) así duramos un rato, ella se dio la vuelta, y me tomo del cuello, comencé a tocar sus pechos solían salir pequeños gemidos de su boca. Nos dirijamos a la cama cuando ella me toma la delantera y me tira a la cama.

Estando ahí, se monta en mi, tocaba sus piernas y los besos no cesaban, el toqueteo ardiente seguía en su más alto esplendor, desabrocho mi camisa y sin tardío rápidamente quite su blusa, he ahí a un paso de ver esos enormes pechos, una piel hermosa blanca apiñonada, super suave. Los besos corrían por todo su cuello ella tocaba mi pecho, nuestros cuerpos ya agitados por el éxtasis nos pedían más. Me tire a la cama cuando sus manos se dirigieron a mi miembro, un pené ya chorreante de la excitación, quito mi cinturón, a continuación bajo mi pantalón. Se quedo viéndolo durante un momento, nunca supe porque...

Dejándome en bóxer, me levante y era mi turno, la voltee y me dirigí a su abdomen, lo lamia, lo besaba ella gemía una y otra vez, se retorcía, estando ahí la volví a voltear boca abajo para contemplar su culo, lo mire y le di una nalgada, regrese su cuerpo a la posición anterior, la incline un poco y le quite el sostén, estando ahí, volví a nalguear, desabroche su falda y estando así baje su falda, ella en forma de provocación, y boca abajo, levanto su culo bese sus nalgas y me toque la verga en forma de dominio sabiendo lo que venía a continuación.

La volví a colocar boca arriba, wow, mis hijos no podían creer lo que estaban viendo una hermosa imagen que siempre llevaré en mi mente, esos pechos, esa pose, esa mujer estaba siendo mía.

Sus pechos grandes y un aureola a la perfección, sus piernas resaltaban en la imagen, una pierna entre cruzada por el movimiento unas pantis negras de encaje qué le había pedido que llevara, con sus tacones. Wow!

Me reincorpore, abrí sus piernas de par en par, me metí entre ellas estando así restregué mi pené en su "puchita" (como ella dice) se lo restregaba mi boca no tardía busco sus pechos lamia y lamia, mi boca incapaz de tragar por completo sus pechos hacia todo lo posible por abarcar lo más que pudiera, ella gemía, sus caderas se movían, me tomaba de las nalgas, sentí su éxtasis cuando sentí una fuerte nalgada, nuestras bocas se juntaban una y otra vez, mis manos recorrían sus pechos.

Y una vez más ella tomó el mando, dándome vuelta, era su turno de tomarme. Encima de mi beso mi cuello y paso su lengua por mi oreja, su mano en mi verga como tentando todo lo que se iba a comer e iba a entrar su cuerpo. Bajo hacia mi pené, me quito el bóxer, y ahí, salió ese gran trozo de carne, sumamente erecto, no tardó en dar una pequeña lamida a mi cabeza, me enderecé un poco como pude quedando las almohadas a mis espaldas, ella busco mi pené, le dio una pequeña escupida para lubricarlo un poco más, y hundió su boca en mi pené, sacaba y metía su boca, no contenta con eso, lo tomo de la mano, comenzó a masturbarme, pero, con su lengua lamia desesperadamente mis huevos, los tragaba.

Estando en mi posición logre deleitarme de todo su cuerpo, su espalda era perfecta, y esas nalgas qué paraba para que yo las contemplara. Así duramos buen rato, me levante deteniendo aquella sensación, pero no iba detenerme, me puse de pie, la puse boca arriba la lleve a una orilla de la cama, me puse de rodillas abrí sus piernas, quite delicadamente su panti, al ir las quitando sus pies se elevaron y sus pies quedaron en mis hombros, volví abrir sus piernas y fue ahí donde explore todo ese tesoro qué llevaba entre sus piernas, ya no había necesidad de lubricar y nada por el estilo, estaba completamente mojada, tan mojada qué sus bragas estaban húmedas, así poco a poco...

Bese sus labios, uno, luego el otro, su vagina cerrada me invitó a dar un lengüetazo de abajo hacia arriba a esa linda raya, mi lengua comenzó a jugar por fuera sus entrañas, una vez viendo lo que producía abrí tiernamente su vagina, mi lengua se hundió ahí, lamia una y cada parte de ella, a veces rápido, a veces lento, pero deje un lugar para el final, mi boca mi atención se dirigieron a su clítoris, cuando comencé a estimularlo sus piernas comenzaron apretar mi cabeza, era mi señal de placer, seguí, seguí, seguí sin parar mi lengua hacia movimientos rápidos, su clítoris estaba hinchado, lo sentía en mi boca y lengua dure un buen raro así, no me importaba el tiempo, estábamos siendo felices ambos con lo que estábamos haciendo. Cuando de pronto, los movimientos en ella fueron excesivos, sus piernas me a paraban de ella, pero yo no contento seguí ahí, y ella, comenzó a decirme:

-Para, para, me voy a orinar, de verdad me quiero orinar.

Yo haciendo caso omiso sentí sus manos en mi cabello, ella comprimo su cuerpo y después de eso, un chorro de un líquido escaldozo, salió de su vagina, restregué mi boca en todos sus líquidos, pase mi lengua como limpiándola, en sabor escaldozo en mi lengua fue instantáneo después de eso, sabía a gloria.

Cuando me levante ella se disculpaba.

-Perdón, perdón, nunca me había pasado, discúlpame, no sé qué me paso.

Yo sin decir nada, abrí sus piernas y me dirigí con mi pené erecto entre ellas, me acerque a su cara y con una sonrisa la bese. Ella entendió mi sonrisa y continuamos.

Ya encima de ella, pase mi verga sobre su clítoris y por toda su vagina, como para que se fuera preparando, una vez listos, hundí mi verga en ella, tanto ella como yo nos quedamos abrazados por un instante, después comencé a meter y sacar, sentía la fuerte humedad de ella que me llenaba de excitación, ella por su lado gemía con aliento agitado, alcé sus piernas en mis hombros mis manos buscan sus pechos, en un momento mi mano paso por su boca, ella la tomo y se metió mi dedo en su boca como si estuviera mamá do verga, la veía, ella con ojos cerrados disfrutando todo lo que hacíamos.

Después de un buen rato ella se subió en mi, ambos frenéticos por la excitación las nalgadas no se daban esperar, deje su nalga izquierda roja, y ella dejo mojado mi cuerpo hasta el estómago de tan húmeda qué estaba, pero aún no me venía, la voltee metí mi verga en ella y después de un rato ella me dice:

-Te quiero sentir, ya quiero que te vengas, échamelos todos, por favor.

Y así fue, me vine en ella, un fuerte chorro como jamás lo había sentido hundió su vagina de mi se en guardado por meses tan solo para ella. Nos tiramos los dos en la cama abrazados durante un buen rato.

Y después de eso sigo otro episodio, y otro, y otro y otro... Nunca me había venido tanto, el tiempo que duramos los dos sin tener relaciones, la distancia, la excitación, la novedad de tener a alguien con quien tenerlo, y sobre todo el sentimiento y el amor con que se hizo.

Fueron factores primordiales para que esa noche, fuera inolvidable. Y si... Me saque la lotería con ella, una mujer sumamente cachonda, hermosa, un cuerpo perfecto, con un lívido por el cielo, es lo que siempre había querido.

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