Nuevos relatos publicados: 13

Mi suegro nos visita y me llena la cola

  • 5
  • 86.897
  • 8,40 (5 Val.)
  • 1

Desde que empezamos a coger, chateaba con mi suegro con cierta frecuencia. Siempre me enviaba fotos de su pene erecto y más de una vez de las mujeres con las que estaba cogiendo. Me tenía siempre caliente pensando en tenerlo dentro. Era y es un viejo pendejo y sabía que me tenía sumisa a sus requerimientos. Cuando me mandaba fotos cogiendo a otra me decía “nuerita te mereces tenerme dentro”. Ardía de ganas de que fuera así.

Un lunes por la mañana me escribe y me dice “nuerita debo ir un par de días a Lima, me quedaré con ustedes”. Unos minutos después mi esposo me dice que su papá vendría y se quedaría en la casa. Me dijo “por una sola noche, espero no te moleste”. Le dije que claro que no, que era su papá, que nuestra casa era su casa (y, por cierto, mi culo también su culo).

Mi suegro llegaría el jueves. Desde que supe que vendría andaba literalmente chorreando. Todo el tiempo pensando en ser su hembra. En tenerlo dentro. En llenarme de su leche. En tomarla. En que me trate de puta, siendo su nuera, la esposa de su hijo mayor.

Llegó el jueves por la mañana. Poco antes de que mi esposo se fuera a trabajar. Desayunamos los tres juntos y mi esposo finalmente se fue a trabajar. Ni bien cerró la puerta, mi suegro me abrazó por atrás y me dijo “putita ahora eres mía”.

Cuando se me pegó, sentí su pene ya tieso en mi nalga. Me excite aún más de lo que ya estaba. Era demasiado obvio que yo estaba entregada a él. Que era su perra. Él lo sabía.

Me soltó. Me di la vuelta y lo quedé mirando. Como esperando obediente sus órdenes. Y me las dio con la fuerza que le daba tener ese pene tan enorme que me ponía loca. Me dijo “arrodíllate y chupa”. Me arrodillé sobre la alfombra. Le desabroché el jean, le saqué la verga del bóxer y comencé a chupársela.

Cogió su celular. Llamó a mi suegra. Empezaron a hablar en altavoz, mientras yo se la mamaba. Tras unos minutos de charla de pareja, comenzaron a hablar sobre mi esposo. Él le decía que lo había encontrado bien y contento. Con sus ojos y sus manos me indicó que me desnudara. Lo obedecí y se la seguí chupando desnuda.

Él como si nada. Seguía hablando con mi suegra, mientras yo estaba allí como una puta cualquiera a su servicio. Eso me excitaba aún más y él lo sabía.

De pronto mi suegra le preguntó por mí. En ese momento él me cogió de la mano, me llevó al sofá, me acomodó en perrito sobre el mismo, sin dejar de hablar con mi suegra. Con el celular en la mano me acomodó en forma que el pudiera cogerme a su placer, con la separación de piernas ideal para estar exactamente a la altura de su verga. Ni bien estuve en la posición adecuada para él, sentí como me ponía algo de saliva en el coño, supongo por costumbre. Se paró detrás de mí y me penetró. Seguía hablando en altavoz con mi suegra.

- La encontré bien. Creo que se había bañado pues estaba bien vestida. Pero ya sabes, seguro como yo llegaba no estuvo todo el día tirada en cama sin hacer nada.

- Me apena que nuestro hijo no haya conseguido una mujer que le sume. Ella es linda y no es mala, pero no sirve para ser una buena esposa.

- No seas tan dura, la chica se esfuerza, quizás no sepa cocinar ni mantener bien una casa, pero para otras cosas seguro es muy buena.

- Pero no trabaja y ni siquiera puede mantener la casa en orden. Tiene tiempo de sobra para hacer algo útil y nada.

- Si pues. Es muy relajada y quiere todo fácil sin esfuerzo. Se sacó la lotería con nuestro hijo. Pero él la ama ¿Qué podemos hacer?

- Si pues. Ni modo, seguro lo atiende muy bien en la cama, jejeje.

- Pues te aseguro que eso debe ser así.

Mientras los escuchaba hablar me sentía tan puta, tan poca cosa, tan sumisa, dándole el coño a mi suegro y él, mientras tanto, hablando mal de mí con mi suegra. En lugar de molestarme y dejarlo allí, sólo me sentía aún más sumisa y entregada. Hasta premiada con semejante verga haciéndome gozar.

Mi suegra siguió hablando.

- Habla con ella, trata se ser sutil y amable. Dile que sería bueno que trabaje o estudie algo.

- Pero sabes que es algo limitada y lenta, ¿Qué podría estudiar?

- Quizás cocina y así lo atiende mejor.

- Si pues, tal vez para eso sea buena.

En ese momento mi suegro me la sacó. Sentí como se arrodillaba detrás de mí y, con el celular en la mano, me escupió el culo. Me escupió dos veces.

Se volvió a levantar y con su mano libre acomodó su verga en la entrada de mi culo. Sin mayor esfuerzo empujó y me abrí para él. Sin pausas la metió toda. Sentí que me ardía el culo, pero lo deseaba tanto que lo dejé entrar, dejé que me posea por el culo con toda su enorme verga.

Quería gemir y gritar. Pero no podía, el seguía hablando con mi suegra. Hablando ambos mal de mí. Yo en cuatro patas con su verga en el culo. Llegué. Me tuve que morder los labios para no gritar y gemir. Él siguió bombeándome. Yo estaba como ida, perdí un poco la noción de lo que pasaba. Dejó de hablar con mi suegra. Me cogió de ambas nalgas y se concentró en mí.

Que puta eres nuera. Eres una puta cualquiera. Me la empujaba hasta el fondo y la sacaba casi toda. Tuve un segundo orgasmo y un tercero casi inmediato. El seguía. Yo me moría allí sobre el sofá. Sentí como me llenó de leche. La sacó y me dijo “límpiala”. Lo obedecí y con mi lengua se la dejé muy limpia. Sin olor ni sabor a semen, sin olor ni sabor de mi coño y mi culo.

Me dio una palmada en la nalga, se fue, se duchó y salió. Regresó muy mareado en la noche y se fue a dormir. La mañana siguiente volví a ser suya.

(8,40)