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Mi tía se me insinúa y yo no desaprovecho (1)

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Un gusto, soy Armando, un joven de 24 años, les cuento soy un estudiante de humanidades, normal como cualquier otro.

La historia comienza un fin de semana cualquiera cuando mi tía de 62 años me invitó a almorzar (ella era una mujer soltera, nunca se casó, ni tuvo hijos, lo único que tenía era su pensión, una pensión bastante grande) ella es muy querida y desde pequeño siempre me ha dicho que soy muy bello muy simpático.

Hasta ese día que me di cuenta que se me había insinuado, me halagaba de más, me tocaba las piernas, las manos y hasta noté que me miraba los labios, pero bueno ese día no pasó nada, pero ella no se negó a invitarme a quedarme esa noche en el apartamento de ella, es un apartamento pequeño apenas para una madura como ella (casi una gilf).

Esa noche no me pude quedar porque mis padres me recogieron, pero no fue hasta unos días después, que tome la valentía de llamarla y decirle que me dejara quedar dónde ella, ella acepto sin dudarlo, me quedé tres días y aquí les voy a contar que paso, (sobra decir que yo también tenía curiosidad, por lo que podría pasar pues me atraía mi tía, que a pesar de ser muy conservadora, tenía mis dudas de que tan desenfrenada podía ser en la cama).

El primer día llegué en la noche, mi tía me atendió lo más de bien, y llegó el momento de dormir, me tocó dormir con ella porque en aquel apartamento solo había dos habitaciones, uno el estudio, y otro el cuarto de mi tía, un cuarto con decoración digna de una gilf como ella, esa noche dormimos juntos, no pasó nada interesante solo tuve una erección que roce un poco con el culo flácido de mi tía cuando estaba dormida, sobra aclarar que tenía el pene bastante duro y con un poco de líquido preseminal saliendo de el.

A la mañana siguiente tenía un plan elaborado para atraerla más hacia mi, me fui a bañar y me masturbe, tenía tantas ganas de coger que fue inevitable no hacerlo, el plan fue salir del baño en toalla y dejarla caer.

Fui al cuarto de mi tía y la vi y le iba a preguntar algo para hacerme el tonto y que se cayera la toalla para que mi tía viera mi pene, yo tengo un pene de tamaño promedio unos 16 cm, pero eso sí bastante grueso.

En esa época lo tenía bien peludo pues sabía que mi tía era bastante conservadora y por lo tanto le gustaría más un pene peludo que un pene depilado como es la moda (y también estaba peludo porque estaba en vacaciones de la Uni).

Me le acerque, yo sostenía la toalla con una mano y le pregunté fingiendo que no me acordaba que era, quite la mano de la toalla para rascarme y hacer como si estuviera recordando y así fue la toalla se resbaló y dejó al descubierto mi pene que estaba medio erecto por los nervios, cayo la toalla al piso, y mi tía se quedó mirando sorprendida y yo fingí que estaba pasmado mientras mi pene se iba poniendo más duro por la excitación del momento.

Paso un minuto y mi tía no quitaba la mirada de seguro se quería quedar con la imagen grabada para siempre en su mente, recogí mi toalla y me cubrí, pero igual el miembro se marco por debajo de la toalla, le pedí disculpas, pero ella dijo que tranquilo, y me halago el pene.

Parte dos pronto.

(10,00)