Placer en la playa.
Desperté sintiendo la brisa matinal que entraba por la ventana abierta, ese aroma a mar me dio la bienvenida a un nuevo día de vacaciones, a mi costado estaba mi degenerado tío aun durmiendo placenteramente, al hacer un leve movimiento de mis piernas sentí un pequeño dolor, cuando hice un movimiento más brusco sentí un dolor más fuerte y cuando trate de levantarme sentí aun un dolor mayor desde mi cintura hasta mis piernas, había follado como loca en la noche anterior y ahora sentía las consecuencias de mis lujuriosos actos, me dolía la vagina y más aún mi culito, lo desperté inmediatamente
—¡Despierta Dormilón!
—QUE… ¿qué sucede?
—mira como me has dejado, me duele mucho el cuerpo
—jajá… son las consecuencias por haberme puesto en aprietos o ¿me equivoco?
—Claro que no, pero esta vez exageraste —se me acerco a mis labios y me dijo
—ambos exageramos y nos gustó muchísimo pero ahora tú te llevaste la peor parte, pero no te preocupes mi amor, te cuidare todo el tiempo que sea necesario para que te recuperes así sea días enteros estando en el hotel.
Sus palabras me confortaron, me robo una sonrisa y me beso dulcemente pero unos segundos después lo separe de mis labios por su mal aliento, al notar mi dolor me levanto y me llevo a la ducha, me sujetaba de su cuello y me dejo en la bañera, el tonto este exagero mucho cargándome en brazos como a una persona discapacitada
—bueno ahora voy a recepción a pedir que hoy no venga el personal de limpieza a la habitación
—sí, es buena idea porque quiero descansar todo el día —antes de irse me dio un beso, salió a la sala y minutos más tarde salió de la habitación mientras que yo me bañé quedando limpiecita, cuando termine Salí y me acosté en la cama y me quede ahí acostada, la puerta del balcón estaba abierta y dejaba entrar el aroma de mar y también los rayos del sol mañanero, unos minutos después recordé que tenía que tomar la píldora anticonceptiva, en anteriores veces que había follado con Steve había tomado la píldora del día siguiente y me habían ocasionado mareos y nauseas además no era muy recomendable porque era un método de emergencia y no habitual por lo que había decidido en usar píldoras anticonceptivas y tenía que tomarlas todos los días y a la misma hora para ser más efectivo.
—joder la píldora, casi me olvido y peor que ayer folle como una loca
Por suerte la había guardado en la cajita del pequeño armario al lado de la cama por lo que no tuve problema además Steve había dejado una botella de agua mineral y un vaso encima del armario cajonero, ya sabía que yo tenía que tomar la píldora todos los días más aún que habíamos follado en la noche anterior
—bueno ahora descansare hasta que llegue Steve
Como a los 20 minutos regreso Steve con algunos víveres, agua mineral, frutas y otras cosas, dejo las cosas y se me acerco
—no te habrás olvidado de tomar la píldora ¡No! Cariño
—por supuesto que no me he olvidado, has traído mi desayuno que buen tío eres preocupándote siempre por tu sobrinita golosa y lujuriosa
—jajá… tu misma lo has dicho, bueno déjame ducharme y después preparo el desayuno
—está bien no te demores
Mi tío se fue a ducharse y después preparo el desayuno, todo ese día estuvo conmigo en la habitación sin aburrirse, más bien hacia sus ocurrencias para que me riera, ya en la noche descansamos abrazaditos y dándonos besitos dulces.
Al día siguiente el dolor había disminuido y por fin podía caminar mejor que el día anterior aunque podría hacerlo a pesar del dolor pero decidí no salir para descansar y estar más cómoda por eso estaba más mejor ese día, al no sentir tanto dolor en mis tesoritos pude hacer mis necesidades mejor que el día anterior, ese día quería salir pero Steve no me dejo diciendo que estaría mucho mejor si descansaba otro día y como me lo pidió dulcemente le hice caso, Steve estuvo a mi lado atendiéndome como a una paciente aunque el tonto ese exageraba demasiado por momentos, al tercer día el dolor había desaparecido por completo y esta vez Steve preparo todo para el día para por fin pasar un día más de playa.
El miércoles salimos a pasear más por los lugares afuera de Rímini, el jueves nos fuimos a otras playas más al sur y el viernes nuestro penúltimo día en Rímini la pasamos en la playa en frente del hotel.
Como siempre el día estaba soleado, yo estaba acostada en una de las sillas camas por debajo de una gran sombrilla, Steve estaba a mi costado disfrutando el día.
—sabes Steve estoy pensando que me sobrepase de loca ese día en la disco al hacer tal cosa y más aún cuando salude a esos chicos en la disco y también a los del auto al lado de nosotros
—y recién te das cuenta jajajá… —se rio intensamente de mí, mi degenerado tío
—joder Steve, si te sigues riendo así, no te dejare que me folles de nuevo
De golpe él se quedó mudo y sorprendido cuando termine de decir esas palabras
—de acuerdo, de acuerdo ¿me perdonas?
—solo si me traes varios helados y también el otro bloqueador solar que está en el hotel
—¡QUE! En el hotel
—es que me equivoque pensando que era el que estaba lleno, bueno ¿lo harás o no?
—está bien con tal que me perdones
—que buen tío muack…
Steve se fue hacia el hotel y me quede solita pero unos minutos más tarde me percate de unos chicos que estaban más o menos como a 20 metros de mí, era una chica y dos chicos, al mirarlos detenidamente me puse a pensar como seria si esa chica decidiera follar con esos dos chicos, que cosas haría para poder gozar mutuamente con esos dos, unos minutos después me apeteció ir a nadar así que me fui directamente al mar, nade alejándome como hasta 50 metros, como hay pocas olas en esta playa podía flotar tranquilamente y observar las personas, como a los 5 minutos un chico estaba nadando en dirección mía , no se detuvo hasta que estuvo a solo dos metros más o menos de mí se detuvo y me dirigió la palabra
—¿hablas italiano o inglés? —me pregunto en inglés y yo le respondí en italiano
—cualquiera de los dos
—grandioso, mi nombre es Maximiliano ¿tu cómo te llamas?
—Érica
—lindo nombre, es agradable conocerte
Por alguna razón le estaba siguiendo la conversación al chico desconocido, algo que normalmente no lo haría en esas circunstancias
—gracias y tu ¿eres italiano o vienes de otro país?
—italiano como la pizza, nací, crecí y vivo en Rímini
—entonces quiere decir que tienes el mar todo el año a tu alcance
—solo en verano, porque en invierno no me metería al mar ni aunque estuviera borracho
—jajajá muy obvio
Después de algunas risas Max empezó a decirme algo que me sorprendió
—sabes Érica no es la primera vez que nos vemos
—así, pues yo ni me acuerdo de haberte visto y eso que tengo buena memoria
—hace 3 días me mirabas y me sonreías mientras hacías cosas placenteras a tu novio en la disco
Me quede en shock y muda, de golpe me recordé de los 2 chicos que salude antes de irme de la disco y Max era uno de los 2, los cuales les sonreía mientras masturbaba a mi tío, me sonroje de la vergüenza
—Ahora sí que te recordaste —lo dijo con una sonrisa
—ah… yo… —no sabía ni que decir mientras lo miraba
—no te sientas avergonzada, no tiene nada de malo es más me pareció algo divertido que muy pocas chicas hacen en esa situación
Sonríe débilmente aunque no se me quitaba la vergüenza, fue mi borrachera y lujuria lo que había causado eso y como dijo Steve ahora pagaba las consecuencias
—Disculpa por hacer esas cosas en público, es que estaba borracha que no pensé en lo que estaba haciendo —me disculpe ante Max
—jajá no te tienes que disculpar ante mí y ni con nadie, como dije me pareció muy divertido que una chica haga algo así entre tanta gente
La vergüenza me seguía atormentando
—nunca he conocido una chica como tú, hermosa, divertida y atrevida todo a la vez
Aunque me sentía incomoda en vez de terminar la conversación y regresar a la orilla le seguía conversando a Max
—pues no creo que sea la única, debe de haber otras chicas así
—unas tienen solo belleza, pero no picardía, otras divertidas y bellas pero nada atrevidas pero tú tienes todas las 3, una maravillosa combinación, que suerte tiene tu novio
En mi mente decía ¿novio, Steve? Ese depravado en mi propio tío
—Sí que tiene mucha suerte al tenerme —afirme sonriendo
Max sonrió y se atrevió a decirme cosas muy atrevidas
—pero me imagino que harán cosas más atrevidas uds.
Nuevamente en mi mente pensé en las cosas que había hecho con Steve
—Si algunas —sonríe débilmente
—¡Que maravilloso!, y no te gustaría que me una a uds. En un trio, seria fabuloso
Otra vez me quede en shock incluso el me proponía tal cosa y todo a causa de lo que había hecho esa noche en la disco
—pues… yo no creo que Steve le guste tal cosa
—pero eso quiere decir que a ti si no te desagradaría la propuesta
Max me lo decía con una mirada penetrante y combinada con una bella sonrisa, su belleza masculina me tenía retenida por varios segundos sin poder liberarme de esa situación incomoda
—a… e… disculpa tengo ya que regresar con mi novio, un gusto conocerte Max
—chau Érica, piénsalo, estaré siempre en esta playa esperándote
Me aleje nadando con más velocidad de lo que había hecho para entrar, al llegar a la orilla voltee hacia atrás y Max aún seguía donde lo había dejado, de seguro estaba contemplándome y más cuando alzo su brazo saludándome, y yo seguí hasta llegar a la silla cama y por suerte mía Steve aun no llegaba, Me quede ahí pensativa y algunos minutos después llego Steve que por suerte no noto nada extraño en mí, más bien lo reprimí por tardarse tanto
—joder Steve tanto te demoraste, ya me estaba aburriendo
—ya disculpa, disculpa, además por lo que veo tú ya te fuiste al mar
—si porque te demorabas tanto
Me estaba desquitando con mi tío por lo que me había pasado con Maximiliano pero en el fondo fue culpa mía que me llevo a esa incómoda situación.
Después de desquitarme con Steve como a los 10 minutos nos fuimos al mar a nadar y me percate que a lo lejos estaba Maximiliano con varios chicos y chicas, en un momento me estaba mirando directamente.
No sé qué estaría pasando en su mente pero en la mía pasaba mil cosas, nade más adentro del mar y Steve me siguió, me puse a jugar con él, ahogándole, subiéndome encima de él, en un momento lo abrase del cuello y le comí a besos intensamente, él se sorprendió un poco pero me siguió la corriente, después me solté de él y seguí jugando hasta que me canse y le dije que regresemos a descansar para ir a comer.
Cuando Salí del mar de reojo mire hacia Maximiliano y el aún me estaba viendo detenidamente y de golpe me lance a mi tío comiéndole a besos como si estuviera desesperada por besarlo, Steve no entendía mi actitud inusual, bueno si estuviera borracha lo entendería pero no había tomado ni una sola gota de alcohol
—Érica ¿estas borrachita?
—jajá ósea que si te beso de esa manera piensas que estoy borrachita
—es que estas algo extraña, desde que regrese del hotel, ¿algo te paso?
No sabía si decirle o callarme, pero al final decidí no decirle nada
—ya olvídalo más bien, vamos a comer que ya tengo hambre
Nos fuimos a comer, después le dije a Steve que nos valláramos a otra playa y el tontito me hico caso, ya en la otra playa me sentí más tranquila y pasamos el resto de la tarde en ese lugar.
Todo estaba tranquilo hasta que le llamaron a Steve al celular y era el hotel de Pesaro, había algunos inconvenientes con la reserva que había hecho, y si no queríamos perder la reserva, Steve tenía que ir a Pesaro, le dije que vaya si o si y no le quedó más remedio que hacerlo, por suerte Pesaro está cerca de Rímini así que no se demoraría mucho en ir y regresar, nos tuvimos que regresar al hotel y después de tener las llaves del auto se fue.
Me quede solita en el hotel y me puse a pensar en las atrevidas palabras de Maximiliano, y de cómo me había incomodado a tal punto de irme de esa playa, decidí no pensar más en Max y follar con mi tío como loca otra vez, prepare el enema y todo lo demás, tanto Steve se demoraría al menos dos horas, el tiempo suficiente para prepararme, quería olvidarme lo que me había pasado con Maximiliano follando como loca con mi degenerado y perverso tío aunque era yo la perversa y mucho más esa noche.
Pasaron 2 horas y ya estaba secándome el cabello después de la ducha, estaba sola vestida con la bata de ducha tanto no necesitaba vestirme si iba a follar cuando llegara mi tío, después de estar lista me acosté en la cama esperándolo pero pasaron como media hora y no llegaba, pensé que seguro había mucho tráfico así que espere otra media hora más.
Ya eran 3 horas y no llegaba, me desespere de esperarlo y lo llame al celular para mi sorpresa estaba cerrado intente varias veces y supuse que lo tenía apagado, no me quedo más que seguir esperando mientras tanto había comenzado a tocarme con mis suaves dedos mi pechitos, mis pezones, mi ombligo hasta descender a mi tesorito y ahí estimule mi clítoris ummm… lleve mis dedos a mi boca y saboree mi delicioso sabor vaginal, los humecte con mi saliva y los lleve de regreso a mi tesorito
—Umm… joder Steve porque te demoras tanto Umm… —entre suaves gemidos lamentaba la no presencia de él, a cada segundo aceleraba la estimulación, varios minutos más tarde me metía varios dedos dentro de mi tesorito, sacaba y metía, golpeaba y masajeaba —Umm… ste….ve
Los minutos pasaban y pasaban, mis latidos se habían acelerado, la temperatura de mi piel se había incrementado hasta que minutos después apareció esa deliciosa sensación de placer de un orgasmo, y gemí deliciosamente
—Ahhh… —después que ese placer se había ido lleve mis deditos humectados con mi fluido y saboree cada gota mía Umm…
Después de 10 minutos volví a llamar a Steve y aún tenía el celular apagado, nuevamente comencé a estimularme y correrme de lo rico, otra vez lo llame y nada, otra vez me corrí y lo llame por tercera vez y como seguía igual de nada me canse de esperarlo, joder me había malogrado todo, me vestí, fui al balcón y al ver algunas personas en la playa decidí ir a caminar por ahí, cogí los cigarrillos y salí del hotel.
Ya en la playa, comencé a caminar por la orilla, había algunas personas también caminando o en grupos sentados, regrese a la parte que estaba enfrente del hotel, me senté y prendí un cigarrillo mirando el cielo oscuro y las pocas estrellas que lo acompañaban, a los minutos después me percate de una luz que se me acercaba cada vez más hasta estar a solo un metro de mí y su propietario un vigilante de la municipalidad
—buenas noches señorita quiero advertirle que está prohibido tomar bebidas alcohólicas en la playa
—bueno solo tengo un botella de agua mineral no creo que me pueda embriagar con esto
El vigilante sonrió cuando le dije eso mientras le mostraba la botella
—muy bien señorita la dejo gracias por su colaboración
El sujeto se fue y seguí mirando el mar oscuro hasta que unos minutos después sonó mi celular y que sorpresa era mi querido tío
—Érica abre la puerta que estoy acá fuera
—A cuando tienes las ganas de venir te tengo que abrir inmediatamente —lo dije firmeza y él lo comprendió
—ya te contare con todo detalle pero ábreme
—no te puedo abrir porque no estoy en el hotel
—ah y donde estas
—como me arte de esperarte me fui a caminar a la playa ahorita estoy enfrente del hotel sentada fumándome un cigarro
—así, entonces ahorita llego no te vayas a ir a otro lado
Pasaron varios minutos hasta que se me presento el que me malogro la sorpresa
—hasta que por fin te apareciste
—no pude llegar antes porque se me rompió una llanta y no tenía recambio
—y porque no trajiste una llanta de recambio si sabias que íbamos a viajar
—fue error mío, tuve que buscar un lugar de reparación, llame al auto grúa para que lleve el auto a la confeccionaría y cuando te iba a llamar ya se había acabado la batería
No sabía si reprimirle por todos sus errores o comprender que fue mala suerte la suya pero al ver su sinceridad decidí creerle pero como me había malogrado todo lo que había hecho esperándolo con ansiedad decidí reprimirle
—Pues otra vez no te olvides idiota —lo dije con énfasis y él se quedó perplejo de mi reacción
—lo siento mucho te pido perdón
—para ti te es fácil pedir perdón así por así y luego de nuevo lo vuelves a hacer idiota
—te juro que no sucederá nuevamente
Lo mire muy seria hasta que el —¿qué puedo hacer para que me perdones? —al escuchar sus palabras cambie mi seriedad por morbosidad
—metete debajo de mi falda y chúpame la concha hasta correrme
—ah, ah está bien, regresemos al hotel entonces
—joder te dije que te metieras debajo de mi falda y que me chupes la concha hasta correrme
—¡Acá mismo! —la reacción de su mirada cambio drásticamente
—carajo me vas hacer caso o quieres que tome mis cosas y me largue a suiza
Steve estaba más que sorprendido, no sabía cómo actuar ante mi actitud, miraba a los alrededores y veía a las personas que estaban a una distancia no tan confiable
—esas personas de allá y si alguien se nos acerca —pregunto
—joder ya me hiciste enfadar me regreso a Suiza
Estaba por levantarme cuando Steve me retuvo
—no te vayas sobrinita lo hare pero me avisas si alguien está demasiado cerca
—así me gusta que me hagas caso y no me des la contra, yo te avisare cualquier cosa
Abrí mas las piernas dejándole espacio suficiente para que entrase, se acostó boca abajo y metió su cabeza por debajo de mi falda, al sentir sus labios en mis muslos me hizo erizar la piel, besaba, lamia cada centímetro de mis muslos, mi excitación se incrementaba a cada segundo trascurrido, cuando comenzó a chupar mi tanguita que cubría mi tesorito comencé a delirar y mire alrededor con cara de excitación, me gustaba esa situación de peligro que nos descubriese alguien, a los minutos después quería mas
—Por favor Steve quítame la tanguita y chúpame mi deliciosa conchita hasta que me impacte un riquísimo orgasmo —pedí con una voz delicada y excitadísima
—no te distraigas y sigue mirando si alguien se acerca
Acto seguido me acosté más a la arena y mi tío pudo quitarme la tanguita y ya al estar acostada y estar en una mejor posición, mi pervertido tío aunque yo también y más en ese momento inicio a chuparme la concha, mi excitación se incrementó de golpe, mis latidos se aceleraban, mi temperatura se alzaba, mis gemidos que hasta el momento eran débiles, se volvieron fuertes a pesar que hacia el esfuerzo por no liberarlos del todo a causa de que alguien me escuchara
—Ahhh… uhhh… mnnnn
Mis labios me dolían de tanto morderme, apretaba con tanta fuerza la arena como si fuese algo sólido, el peligro de ser descubierta y al estar al aire libre, incrementaba mi extrema excitación, segundos, minutos trascurrían, miraba el cielo oscuro y las estrellas con cara de gozo, cerraba por momentos mis ojos, mis latidos se incrementaban más y más, por un instante Steve dejo de chuparme
—aún no se percatan esas personas, Érica por lo menos tapate la boca con fuerza, si no nos descubrirán
No le di tiempo a nada a Steve, le cogí de la cabeza y le empuje con fuerza hacia mi conchita, ahí le retuve como podía le sujetaba la cabeza le apretaba el cabello, no quería por nada dejar de gozar de esa manera increíble y deliciosa
Casi 5 minutos después, mis latidos se aceleraron, mi temperatura se alzó de golpe, estaba por estallar una bomba de placer, empujaba más la cabeza de mi tío hacia mi caliente conchita, mis dientes apretaban, miraba hacia esas personas, cuando ya no pude más y con la mano derecha cogí mi tanguita que lo tenía encima de mi estómago, me lo lleve hacia mi boca y mordí con suma violencia estallando una inconmensurable orgasmo en mi
—Uhhh… Ahhh…
Joder como hubiera querido que el tiempo se detuviese o que trascurra en cámara lenta, para gozar como nunca en este mundo, ese fue el orgasmo más delicioso e intenso que jamás he tenido siendo chupada por una lengua al aire libre en mi vida.
A los segundos trascurrido mordía mi tanguita como si fuese una perrita rabiosa con su hueso disminuyendo mis deliciosos gemidos, miraba en dirección de las personas con mi tanguita en boca, cerraba los ojos y por alguna razón imagine que Max estaba en ese grupo y que pronto vendría hacia mí, alce más mi la faldita y abrí mas las piernas para que mi tío me coma con más intensidad mi jugosa conchita uhhh… Ahhhh…
En mi mente perversa exclamaba
—“Ahhh… Max ven por favor y bésame, introdúceme toda tu lengua y juega con la mía Ahhh… Por favor Uhhh… Max tócame los senos y bésame en el cuello Uhhh… vamos Max que mi boca está a tu merced, Uhh… saca esa polla que quiero saborear con mis carnosos labios Ahhhh…”
—Érica ya mejor vamos al hotel si no nos descubrirán —Steve suplicaba que nos vayamos del lugar y en parte tenía razón porque en cualquier momento nos descubrirían pero mi morbosidad y el placer me impidió razonar bien, mire a la izquierda a lo lejos había las casitas donde estaban las sillas de playa y estaba un poco más cubierto así que me levante, lo tome de la mano a mi tío y nos fuimos a ese lugar
—me nos mal que me hiciste caso Érica, estaba con miedo que nos descubriesen
—No te alegres aun querido tío que quiero más —lo bese con lujuria y giramos los dos y sorpresivamente lo empuje cayendo el en la silla cama que estaba detrás suyo, sin darle tiempo a levantarse le saque la polla y comencé a chupársela como una desespera por lechita caliente Uhhh….
Como una putita caliente me comía esa polla como si fuera la última en la tierra, mis labios masajeaban con intensidad, mi lengua recorría cada milímetro de abajo hacia arriba succionando la punta y metiéndomelo casi de golpe hasta mi garganta haciéndome toser y saliéndome más saliva de lo normal, los segundos pasaban no declinaba en mi lujuria haciéndome lagrimear cuando me lo metía hasta la garganta
—sobrinita estas más putita que nunca y eso me enloquece pero aun es peligroso acá, vamos al hotel que ahí estaremos mejor
Cuando me dijo eso deje de chupárselo y me senté encima de él y gemí fuerte cuando su polla entro en mi jugosa conchita
—Ahhh… Uhhhh… el hotel NO, quiero gozar aquí mismo Ahhhh…
—Érica por favor Ahhh… vamos al ohhh… hotel ahhh…
Incluso Steve gemía con más fuerza a pesar que me suplicaba para ir al hotel y yo seguía cabalgándolo como desenfrenada por placer, a cada segundo aceleraba mis movimientos introduciendo esa polla con fuerza
—Ahh… —para cubrir mis gemidos le introduce mi lengua y entrelace con la suya a pesar de la cabalgata que le aplicaba
—Ahhhh… uhhh… ohhhh… —mis latidos se aceleraron y deje su boca para dejar escapar un gemido de intenso placer
—Ahhhh
Que delicioso orgasmo me impacto y en vez de detenerme e irnos gire mi cuerpo y le di la espalda a mi tío y me introduje esa polla en mi riquísimo culito
—Ayyyhhh… Siii… Ahhh… goza tío perro… que esta perrita esta ardiente
Me metía esa polla sin tregua alguna, mi calentura me impedía detenerme, como toda una putita golosa me introducía salvajemente esa polla en mi ano, mi desenfreno era tal que en ese momento volví a imaginar a Max que venía hacia mí y me contemplaba como follaba por el culo a mi tío
—“wuaoooo Érica eres una golosa anal sabía que eras un perversa lujuriosa, deja de mírame Max que quiero tenerte dentro de mi”
Que morbosa alucinación experimentaba en mi mente mientras cabalgaba con desenfreno la polla de mi tío, el no paraba de gemir cada vez más fuerte, yo seguía con los ojos cerrados y me alucinaba a Max follándome la conchita, alucinaba que dos pollas entraban en mí y que me hacían gozar como nunca, mis dedos me los metía en mi conchita para hacer parecer que Max me follaba, unos minutos más tarde pude notar que a lo lejos una luz se acercaba y en vez de terminar esa locura seguí con más intensidad.
—Ahhh… uhhh…
—sobrinita putita vamos al hotel… Por favor ahhh…
La luz se acercaba más y más y seguí con más fuerza y locura hasta que ya no pude y me corrí de lo más rico en ese momento inolvidable.
—ahhh… uhhh… tío
Steve al darse cuenta que una luz de linterna se acercaba y en medio de mi orgasmo me empujo y se libró y me tomo de la mano y me jalo con fuerza alejándonos del lujar y yo me reía como una loca cuando estábamos ya lejos de ese lugar, sentí un aire por debajo de mi falda y me percate que se me había caído mi tanguita mientras me desagarraba el culito ja jajá, que noche que tuve, en ese mismo momento decidí ir a cenar así sin tanguita al restaurante.