Otra vez y orgulloso que me pidan plasmar un relato, hoy me lo solicito una persona que comparte mi espacio laboral y por casualidad leyó un uno de los míos sin saber que era yo quien lo hacía, otro compañero le comento, se decidió y me lo pidió.
Hay lazos familiares que involucran vínculos, que ubican como personajes centrales muy complicados, por cierto, van en varias direcciones, humanos entre sí, hijos a padres o padres a hijos, en si involucra toda relacion interfamiliar construyendo unas prácticas colectivas, las que llamamos, amor filial, un sentimiento de amor idealizado que es la temática que nos ocupa en este relato.
La experiencia me ocurrió cuando alquilamos una casa quinta para vacacionar en familia, a escasos ocho kilómetros de casa. El predio poseía una casa con varias habitaciones, dos baños y medio, living comedor, sala de estar y juegos, para completar el espacio, una cocina amplia. Su terreno es amplio, con pileta grande y arcos para jugar futbol y/o vóley, más juegos para niños.
Somos varios de familia, padre y madre cabeza de familia, los que viven en eterna discusión por cualquier tontera, cuatro hermanos, cada uno con sus respectivas parejas e hijos, sumando dos primas que recién llegaron de una localidad del interior a pasar sus vacaciones.
Voy a ir a lo que me ocupa, pues si relato todo el entorno familiar este sería extenso, diría, muy extenso.
Mi relación marital Viene fallando hace más o menos un año, vivimos juntos, no tenemos descendencia aun, pensábamos buscar un niño, pero de común acuerdo decidimos esperar por la situación económica, nos pareció que traer un niño y no poder cubrir sus necesidades como corresponde, era todavía muy apresurado, queríamos afianzarnos más económicamente, y yo, veo venir el final de mi matrimonio en forma inminente. No deslindo responsabilidades, creo en este punto, que gran parte de lo que está ocurriendo es mía, no por infidelidad, si no por desatención hacia mi esposa, quise reparar el daño, pero la herida es irrecuperable, solo me aboqué al trabajo desatendiendo todo el entorno, matrimonio, amigos, familia.
Como está la situación, en este punto ya ni relaciones sexuales tenemos, debo confesar también, que hasta el día de hoy no engañe a mi esposa.
Era un día sábado y soleado, el calor apretaba demasiado a primera hora de la tarde, por lo que aproveche la siesta familiar y las compras que otros habían salido a realizar.
Mi futura ex esposa, se retiró, según me dijo no quería ser hipócrita, argumento problemas de su familia y desapareció.
Con ese clima hermoso, me zambullí a la piscina en cuestión para disfrutar del frescor del agua cristalina que reposaba en ella, me detenía cada tanto en un rincón a disfrutar el golpeteo producido en mi cuerpo por el movimiento del líquido elemento.
Disfrutaba con mis ojos cerrados, tanto del sol como la frescura del agua, cuando de repente el sol se escondió, abro los ojos muy despacio para que la resolana no me ciegue, pensando que se había nublado, pero no, era la sombra que producía el esbelto cuerpo de mi prima. Puedo observar a contraluz su figura andando hacia el borde, su refinada estampa no era escultural, pero traía lo suyo, redondeado culo, tetas aparentemente firmes que bailaban dentro de su sostenedor, cosa que después confirmaría, debajo de su abdomen marcado por el ejercicio sus piernas largas y rollizas, cabello a media espalda, que le ponía fin a la vista que tenía desde mi lugar. Luce verdaderamente espectacular dentro de su bikini.
– Hola Fabiana, ¿descansaste?
– Hola primo, no ni un poquito, mucho calor en la habitación.
– Qué pena, debes estar cansada del viaje.
– No, para nada, soy de las que duerme todo el viaje, sobre todo si el clima dentro del ómnibus es agradable.
– Por qué no vas a ponerte la malla y haces pileta conmigo.
Sin mediar palabra se sacó la remera y unos cortos futboleros que lucía, dejando ver un bikini diminuto, tirándose a la pileta de un salto, su ingreso al agua fue tan perfecto que no salpico nada de agua.
Menos mal que me encontraba en el agua, mi sexo se encontraba en plena erupción, haciendo bulto con mi short.
Emergió del agua como en las películas, haciendo el pelo hacia atrás, reflejando en las gotas de agua el sol.
Cruzamos unas palabras, le ofrezco algo de tomar aceptando.
Para esto mi erección ya no era tal, salgo para preparar un par de tragos escuchando mientras lo hago.
– Por favor primo, que sean tres.
No entendí por qué, pero lleve tres copas, duda que se aclaró al momento de pisar el deck de la piscina.
Se encontraba también Carolina, la hermana de Fabiana, quien es tal vez más escultural que Fabi, pero más enjuta.
Quien rompe el silencio y me saca del asombro es Caro.
– Que cara de asombro Robertito, tanto tiempo que no nos vemos y te quedas mudo, siempre fuimos el trio bravo.
Cuando dijo trio, mi cerebro rebusco en sus lugares más recónditos todas las obscenidades que se pueden tener en esa caja de pandora que tenemos dentro del cráneo.
– Para nada Caro es que te creí reposando.
– Mmmmm. Que tenías pensado con Fabi que no podamos hacer de a tres.
Lo dijo tan lanzada y sin filtro que, hasta me hizo ruborizar. Brava la pequeña.
– Nada primita, sinceramente no pensaba en nada.
– A que no te creo, tartamudeaste, te pusiste colorado y estas sin palabras y entre otras cosas tu entrepierna dice lo contrario (reía a carcajadas) a ver cómo está el amigo, al fin y al cabo es de la familia también.
Me tomo del miembro y lo acaricio al tiempo que ambas reían con total desparpajo.
Totalmente sorprendido y con un dejo de vergüenza atine a decir.
– Caro que puede venir el resto de la familia (lo dije buscando tiempo para pensar con claridad)
– No sé si te diste cuenta, estabas tan abstraído…
– Hace un rato salieron todos.
– Cuando decidí venir a la piscina.
– Los vi charlando y me dije que no quería perderme la fiesta.
hablaban alternadamente y rapido, lo que no me dejaba pensar con claridad. No sabía que decir ni que hacer en este momento, cuando me di cuenta y quise reaccionar estaba rodeado por los brazos de mis primas que hacían una ronda después de acercarse nadando hacia mí.
– No tengas miedo primo, tengo entendido que no vuelven hasta entrada la madrugada y no te vamos a comer.
– Por el contrario, la vas a pasar de diez y no lo vas a olvidar nunca más en tu vida.
Mientras me decían eso se acercaron entre sí para fundirse en un beso y acariciarse mutuamente mientras una le iba sacando la ropa de baño a la otra, quedando totalmente desnudas.
– Que pasa primo cagón, tenés miedo de dos indefensas niñas (riendo)
Tímidamente me acerque, Fabi me tomo del brazo para de un tirón hacerme unir a ellas, mientras Caro, “buceando” comenzó a sacarme el short quedando liberado mi pene, sin perder la oportunidad de pasarle la lengua, intento meterlo en su boca pero no pudo, después me diría que le entro agua.
Perplejo por lo que estaba ocurriendo (reconozco que me gusto) me fui soltando más rápido de lo imaginable, mis manos recorrían ambos cuerpos disfrutando la redondez de los pechos tallados en esos cuerpos como también sus entrepiernas, sedosas y depiladas al detalle.
Siendo un inexperto en estas huestes no sabía desenvolverme, así que empecé a crear.
Caro que fue la más lanzada fue la elegida para comenzar la tome de sus axilas y la eleve hasta sentarla en el borde de la pile, pues a esa altura me quedaba justo para posar mis labios en su vagina, cosa que empecé a disfrutar de inmediato, mi curiosa lengua recorrió todo el contorno de sus labios carnosos abriéndose paso a una fiesta de fluidos que emanaban de su interior, mientras las manos de Fabiana jugaban con mi pene y testículos.
En un instante Fabi de un brinco salió de la pileta poniéndose al lado de su hermana pidiendo que le haga lo mismo cosa que me apresure a realizar de idéntica manera, estaba disfrutando a pleno, cuando llego a tocar con la punta de la lengua en clítoris ambas se pararon y tomándome de los brazos me sacaron a mí también.
Nos besamos entre los tres por un largo rato, hasta que el sol nos secó la piel, Carolina nos tomó de las manos, nos guio hasta la habitación donde ellas dormían, cerro con llave Fabi se sentó en la cama yo en una silla, con mi verga dura, comienza con una masturbación leve, arrimo mis manos a sus tetas profiriendo pequeños pellizcos en sus pezones, me mira como enojada, entendí el mensaje, estire sus pezones con firmeza, escuche sus primeros gemidos de placer, en realidad era una mezcla de placer y dolor, mi calentura iba en aumento.
Arrodillada frente a mí veo como desaparece dentro de su boca toda la extensión de mi verga, como puede, saca la lengua, intenta tocar mis huevos, al no llegar los sujeta con una mano acercándolos a ella, mientras me masturba con la otra.
Como un acuerdo tácito sin mediar palabras Fabi se integro a la reunión para un trabajo en equipo poniéndose de cuclillas para chuparla a dúo elevándome al séptimo cielo.
Me estaba regocijando con ese cuadro que estaba admirando, cuadro digno de los mejores pintores.
Pasado un tiempo de juegos, tanto con mi verga como con sus lenguas que iban y venían por toda la extensión de mi sexo, entrelazándose por momentos en ellas mismas para acabar en un beso libidinoso.
Nos incorporamos de la posición en que estábamos para ir al lugar que iba a ser participe de nuestro encuentro, ya recostados le pedí a Caro que pusiera su vagina en mi boca, deseaba probar los jugos que emanaban de ella, Fabi se resistía a dejar mi miembro en paz, continuaba mamando de él.
Seguía admirando el espectáculo que me estaban brindando, mi morbo se retorcía en el cerebro, estaba a su máxima expresión cuando ambas me “ordenan” ponerme cómodo, tomo la silla y me siento en una posición privilegiada para poder observar con lujo de detalle lo que estaba por venir.
Besándose intensamente comenzó lo que nunca pensé ver en directo,
Poniéndose enfrentadas emprendieron la faena hurgar con sus lenguas el interior de sus vaginas en una hermosa posición a la que llamamos sesenta y nueve, con grititos y gemidos de placer cambiaron la pose, Caro poniéndose en posición de perrito para que su hermana continuara en el agujero más chiquito curioseara con su lengua, esto hizo que arqueara el cuerpo, en pleno éxtasis me pide acercarme y que seguir la faena, sin perder ese ritmo impuesto por ellas, con mi lengua semi dura escarbe ese culo maravilloso, con unos glúteos suaves y sedosos que lo protegía, poniendo su culo en alto me hace la invitación para que lo penetre, aprovechando la lubricación que se había hecho acreedor por las lenguas apunte la punta del pene y apoyándola comencé a introducirla, hizo algo inesperado, empujo hacia atrás haciendo que se pierda todo mi miembro de una vez, solo un pequeño grito escapo de su boca el resto eran gemidos de placer.
Mientras caro me recibía por su duro y apretado trayecto rectal, Fabi hacia lo propio con su lengua en su sexo depilado hasta hacerla acabar con un gemido que nos asustó.
Después del gran orgasmo, invertimos los roles, acostándome boca arriba Fabi se sentó en mi sexo para cabalgarme, mientras caro se arrodillo en mi cara ofreciendo su vagina chorreante de líquido agridulce el que me propuse saborear.
Luego de estar disfrutándonos por un rato siento la inminente descarga de mi semen la que pongo sobre aviso con mis gemidos, ambas imprimieron mas vehemencia en sus movimientos experimentando por primera vez un orgasmo simultaneo, como lo logramos no sé, pero los tres acabamos descargando nuestros fluidos casi al mismo tiempo, antes que mi pene perdiera firmeza la saque de esa vagina cálida que la cobijaba, Fabi lo limpio con su lengua, mientras Caro le hacia lo mismo acicalando el sexo de su hermana, tomando todo el semen que salía del lugar donde segundos antes, lo ocupaba mi verga.
Por un largo rato quedamos acostados y abrazados, con un beso fugaz entre medio.
– La verdad primas, nunca me imaginé, ni en sueños vivir esta situación.
– ¿Estas arrepentido?
– Ni en broma, estoy más que feliz, solo que al ser familia…
– Cleopatra, reina de Egipto, gobernó en matrimonio primero con uno de sus hermanos y luego con otro.
– En España, por ejemplo, el incesto no es delito, no se permite el matrimonio civil entre adultos con vínculo familiar si con un tío o tía, pero no puede casarse con su sobrino o sobrina.
– Algunos países desarrollados no sancionan las relaciones sexuales entre dos adultos con vínculo familiar directo o indirecto.
– Pero sin embargo, en Nairobi, es grave, en esta parte de Kenia, según la tradición hay comunidades que si del incesto nace un niño, se le da muerte al pequeño.
Me apantallaron con datos, recapacitando en lo hablado y sucedido me puse a investigar sobre el tema.
Pasamos unas vacaciones de maravillas, no me falto mi dosis de sexo ni un solo día, con una, con otra, con las dos, estaba más que fascinado.
Finalizadas las vacaciones, de vuelta en casa, resolví mi situación marital, por decisión propia y por lo lejana y distante de la convivencia.
Ya viviendo solo, tanto Fabiana como Carolina, pusieron la excusa en su casa que necesitaban abrir sus horizontes pues en el pueblo no había futuro y venían a probar suerte a la capital.
Hace un tiempo somos un trimonio, o un matrimonio grupal como nos gusta llamarlo, vivimos muy felices, hasta estamos programando la llegada de un hijo.