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Puedes entrar cuando quieras mi amor

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Leticia es una mujer de 35 años, morena aperlada de rasgos finos de la cara, ojos pequeños, nariz pequeña pero puntiaguda, barbilla afilada y de complexión delgada en general, cabello extenso y lacio color castaño oscuro, sus pechos son pequeños y su cintura también pero contrastan con las nalgas grandes pero no exageradas que tiene, ella es de 1.70 de estatura, tiene un hijo de 18 años llamado Diego delgado también y de 1.78 m, ella trabaja en una oficina como recepcionista de llamadas y su hijo es estudiante y también trabaja de medio tiempo en una tienda, Leticia es desde hace 5 años madre soltera y desde ese entonces ha estado todavía más cerca de Diego para ayudarlo en sus problemas a veces económicos o escolares y en ocasiones le da uno que otro tip para los días de desmotivación que el sufre a causa de su timidez con las chicas.

Un día sábado que era día de descanso para los dos estaban en la sala, Leticia estaba viendo la televisión cuando Diego que estaba en un sillón al lado, dejando un momento su celular le dijo tímidamente a su madre.

-Mamá te voy a hacer una pregunta un poco íntima pero que me preocupa mucho...

Leticia lo miró extrañada, pero él prosiguió:

-¿Es normal que mis erecciones sean muy frecuentes en mi edad? Es que ya pasé la edad de "las pajas" creo yo, pero mi pene está cada vez más "inquieto".

-Ay mi vida creo que es muy normal todavía a tu edad esas cosas no te preocupes y además yo creo que no has pasado la edad de la masturbación si no que apenas estás empezando. Respondió Leticia.

-Mamá la verdad me da pena decirte pero tengo fantasías...

-Qué tipo de fantasías hijo

-Que... Que... Ay me da vergüenza confesarte mamá...

-Cariño antes de que me confieses tus fantasías debo aclararte que yo estoy aquí para escucharte cuando tú quieras decirme algo y es mejor que me digas y no te guardes nada porque después puede ser más difícil hablar y eso es malo para nosotros entonces te digo que no tengas corte en decirme lo que pasa mi amor adelante por muy raro que pueda parecer lo que quieras contarme solo cuéntame.

Estas palabras le dieron confianza a Diego de contarle sus fantasías a su madre y comenzó a decirlas:

- Es que ya que no tengo novia debido a mi timidez de mierda mis deseos de estar con alguien se intensifican cada día más y quisiera que aunque sea alguien me haga una paja y sentir por primera vez una mano ajena agarrándome mi pene.

Diego le dijo esto a su madre agachando la cabeza y se agarraba ambas manos frenéticamente denotando así el nerviosismo que le causaba decirle una de sus fantasías que más tenía en mente a su progenitora.

-Hay mi amor eso también es normal no te preocupes es lo más normal del mundo tener esos deseos y de verdad que te lo agradezco por confiarme este secreto, y pues bueno sé que eres tímido y por eso no tienes novia pero no te preocupes mi amor que yo aunque sea tu madre te puedo ayudar a bajar tus erecciones pero eso si también se quedaría como secreto ¿ok?

Los ojos de Diego se abrieron y se iluminaron como si le hubieran dado el mejor regalo del mundo o como si hubiera encontrado un tesoro con mucho dinero, pero lo que más noto Leticia fue que en el pantalón de su hijo crecía un bulto que indicaba la excitación que le produjo las palabras de "consuelo" que ella expresó.

Y solo atinó a decir;

-¿Mamá me ayudarías ahora mismo?

-Si hijo pero te propongo algo; las primeras veces te ayudaré en el baño y de hecho cuando yo esté orinado y bañándome puedes entrar desnudo y con tu pene erecto para que yo te ayude masturbándote así que puedes entrar cuando quieras mi amor y te juro que puedes ver mi intimidad en ese momento así que no te preocupes.

-Si mamá, vamos al baño por favor

En ese momento caminaron los dos al baño y el apresuradamente bajo su pantalón y sus boxers para dejar salir su verga erecta.

Su madre se acercó a él y tomó su miembro y empezó a masturbarlo y aunque su pene no estaba muy grande (14 cm aproximadamente) a ella le gustó verlo y agarrarlo porque su glande estaba abultado e hinchado, como quién dice, tenía una cabezota y (de hecho eran su fetiche secreto las vergas cabezonas) y en un momento ella sintió en sus manos que el pene de su hijo se hinchaba cada vez más y agarro un pedazo de papel y segundos después Diego eyaculó ocho chorros de semen espeso en el papel que su madre tenía dispuesto, y al acabar de hacerlo lo limpio con otro papel y el solo atinó a decir:

-Gracias mamá te amo.

-De nada mi amor, y ya sabes cuando yo esté aquí en el baño o me esté bañando puedes entrar a que yo te masturbe y me puedes ver la vagina con toda confianza pero eso si cuando la puerta esté entre abierta, tu pene está muy bonito por cierto.

En ese momento Diego le dio un beso en los labios a su madre y su pene comenzó a pararse otra vez.

Continuará...

 

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