Sasha, la guerrera de cuerpo fornido y pecho prominente, acababa de regresar de un feroz combate. Exhausta pero satisfecha, dejó su armadura y espada a un lado y se dirigió a su tienda de campaña en busca de descanso.
Mientras se quitaba la ropa y se disponía a relajarse, su escudero, un joven apuesto y fuerte, entró en la tienda con una jarra de agua y una toalla en la mano. Sasha le sonrió y le indicó que se acercara.
"Sé que has estado observándome, joven escudero. ¿Te gustaría aprender de la maestra?", preguntó Sasha con una voz firme y seductora. El escudero asintió con timidez, incapaz de apartar la mirada de la impresionante figura de la guerrera.
Al principio Sasha tomó y guio las manos del escudero por su cuerpo, enseñándole cómo complacerla. A medida que los dos empezaron a excitarse, Sasha demostró su poder y dominancia masturbando fuertemente con una mano el pene del escudero, a la vez que le introducía por el ano la otra mano.
Después de unos intensos movimientos y gritos por parte del escudero, junto con la presión de la mano de Sasha en su trasero, no pudo contenerse más y eyaculó fuertemente sobre el pecho de Sasha.
Sasha le beso y le ordenó marcharse.