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Secuestro bondage (Experiencia)

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Desde mis 20 años tenía el interés de conocer personas con quienes podría tener sesiones y aprender más del bondage, pero no llegaba a dar con personas con tal interés, o bueno eso creía, nunca imagine que, Maira una amiga que conocí por un juego en línea le atraía el bondage, pero no fue algo que descubrí inmediatamente si no me tomo un par de años descubrirlo.

Ya por mis 22, casi 23 años la señal que me dio a entender ese interés de ella, fue cuando publico en si Facebook compartió una publicación en donde ella escribió que: ”sentía curiosidad sobre eso” esta frase estaba acompañada con fotos de una chica y su sesión de bondage. Le hable al privado en donde conversamos sobre el tema, en dicha conversación no solo descubrí que ella tenía este interés, si no que la publicación que hizo fue con la intención de conocer a amigos que puedan tener el mismo interés. Por ese entonces ella tenía miedo y vergüenza de tener una sesión con otra persona y yo no tenía experiencia sobre eso, motivos por los cuales no se daba algún encuentro a pesar de la confianza que ya teníamos, eso y que ella se fue de viaje.

Ahora soy un chico de 24 años de 1,78 cm y peso 70 kg, soy de tez trigueña clara, contextura delgada y pelo castaño algo largo y Maira tiene 27 años ella es de casi 1,70 cm más o menos, es de piel morena y pelo ondulado, según ella tiene un “cuerpito caribeño” ya que su cuerpo tiene curvas llamativas desde su pecho hasta sus piernas. Ambos vivimos en la parte oeste de la ciudad de Cochabamba en Bolivia, a una distancia de 5 km por lo menos.

Con la confianza que ya teníamos, Maira me conto que las fantasías que ella tenía era que primeramente ella quería atar a alguien, una situación similar como si ella estuviese secuestrando a alguien daba igual si fuese hombre o mujer y la otra era que a ella la aten y la traten como si la hubiesen secuestrado, como ella ya sabía que yo quería estar atado y sentir algo de desesperación y me propuso que fuese primero su rehén y luego su secuestrador, yo acepte después de pensarlo un poco. Para este punto ella ya tenía cierta experiencia en eso ya ella ya había tenido varias sesiones de bondage con alguien de mayor experiencia.

Quedamos para un día jueves a las 8 am, días antes ella me había recalcado como debía ir preparado, además para tener algo de seguridad iba a estar Boris, un brasilero de 33 años que era la persona con experiencia con la que Maira ya tuvo sesiones y estaba al tanto de la situación y suele alquilar su casa para este tipo de encuentros. Maira un día antes me envió un mensaje que decía:

-Dylan, recuerda que mañana tienes que estar tranquilo, pero tienes que ponerte en situación para que esto funcione.

Ese jueves llegue puntual a la casa de Boris, Maira me abrió la puerta toda amable, según recuerdo, mientras esperaba en la sala en el sofá alguien (Boris) se me acerco por atrás con un trapo con alguna especie de anestésico y Maira sostuvo mis brazos y ambos me dejaron inconsciente. Cuando desperté note que estaba en ropa interior (un bóxer negro corto) atado de manos y pies y los brazos atados al pecho, estaba vendado por los ojos con una tela y amordazado con otra, como apenas estaba despertando, empecé a desesperarme, me movía como loco, intentaba gritar, pero mis gritos no se oían, el primer pensamiento que se me vino a la mente era que de verdad me habían secuestrado, me tomo un tiempo recobrar la totalidad de mi conciencia y entendí la situación real, con lo poco que podía observar vi que estaba en el suelo en un cuarto con poca iluminación, no podía ver nada más, estuve al menos así por media hora, escuche unos pasos y la vos de Maira en todo serio decía:

-Si quieres acabar con esto tienes 10 minutos para liberarte si no lo consigues ya no tendrás retorno hasta que quede satisfecha

Entendí que Maira se había cambiado el chip a una postura dominante, no tenía tiempo trate de ver si podía encontrar algo con que cortar la cuerda pero nada, trataba de desatar mis manos mientras más movimientos bruscos hacia solo conseguía cansarme y no deshacer las ataduras, cuando se cumplieron los 10 minutos apenas había aflojado la atadura de mis manos, Maira entro al cuarto y con tono algo serio y burlón a la vez, dijo lo siguiente:

-Buen intento, vi cómo te retorcías en tu desesperación, pero a partir de ahora serás mi juguete, mi presa, mi mascota y me divertiré contigo.

Me puso otra vez a dormir con el anestésico, cuando desperté estaba atado, colgado de pies boca abajo mis manos seguían atadas como mis brazos seguía en ropa interior y amordazado, pero me habían quitado la venda de los ojos. Pude ver el cuarto en el que estaba parecía ideal para mantener secuestrado y torturar a alguien lo primero que pensé. Estuve así por varios minutos, Maira entro vestida con un jean azul y botas estilo militar un abrigo café con capucha y se tapó parte del rostro con una bandana, era una total secuestradora y yo su rehén, se agacho para verme a los ojos y me dijo:

-Ahora me voy a divertir contigo, voy a jugar con tu miedo y desesperación y tu cuerpo.

Tomo un látigo delgado y empezó a manosearme los muslos mientras ella decía: “Que lindas piernas tienes” y procedía a azotarme con el látigo, mientras yo sudaba frio y la mordaza bloqueaba mis gritos por los latigazos. También me apretaba las nalgas y ella decía “me gusta ese culo que tienes, y me tienta a violarte”. Después de azotarme ella tomo un mini electroshock de defensa y empezó a darme toques eléctricos, mientras me manoseaba y me decía cosas subidas de tono.

Y tomo un cuchillo de plástico y empezó a pasarlo por todo mi cuerpo como si fuese a descuartizarme, como estaba metido en el papel comencé a desesperarme y no había notado que por el calor del momento mi pene estaba totalmente erecto Maira al darse cuenta lo apretaba de vez en cuando, estuvimos así según Maira por hora y media, ella volvió a tomar el trapo con anestésico antes de hacerme dormir de nuevo me dijo:

-Me estas excitando quiero más de tu desesperación!! Me gusta tu cuerpo

La tercera vez que desperté estaba atado en una cama de resortes, seguía amordazado pero ahora me había tapado la cabeza con una bolsa y Maira se puso a repetir lo mismo me azotaba y manoseaba. Después de estar otra hora así me dijo:

-Quede satisfecha gracias Dylan

Me soltó de mis ataduras y me dio un abrazo, al vestirme vi que las marcas se notaban más en mis pies, piernas y un poco en mis hombros y manos, esto había empezado 8 am y termino a las 14:00 aproximadamente. Boris me explico que el anestésico lo consigue en farmacias para estas situaciones y los mescla ya que es farmacéutico de profesión, también me explico que el cuarto en el que estuve “secuestrado” lo alquila para sesiones de bondage.

Mientras recobraba fuerzas Maira me dijo que estaría fuera de la ciudad por 3 semanas y que a su regreso me tocaba a mí ser el “secuestrador”, esto paso hace 3 semanas y durante ese lapso me reuní con Boris para que me diera algunos consejos sobre las ideas que quería ejecutar con Maira. Si lo que tengo en mente sale bien, relatare la experiencia estando del otro lado.

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