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Sesión con Mirna
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Mirna es el nombre de la guapa recepcionista de un concesionario de autos. Desde que la conocí, me interesó por su nariz un poco pronunciada, ojos a achinados, con un cuerpito joven, bien pronunciado y de piel canela. Mis visitas al concesionario eran de negocios ya que manejaba la página de su social media y todas las semanas tenía reunión con su jefe. Siempre Mirna me recibía alegre pero últimamente con miradas más coquetas y curiosas.

Yo ya en mis 37, y ella en sus veinte recién cumplidos, mi atracción hacia ella fue por estética y admiración a su rostro fotogénico. Tuvieron que pasar 4 meses de visitar su sitio de trabajo para hablarle directamente y preguntarle si tenía tiempo para una sesión de fotos para portarretrato. Quería tomarle fotos y practicar fotografía de estudio, un proyecto personal que nunca he tenido tiempo de explorar. No para buscando cogerme a toda mujer que se me cruce en el camino, mi atracción hacia Mirna era de tipo artístico y no sexual porque parece una niña por su baja estatura, pero con unos ojos muy bonitos, maduros y sensuales. Siempre me han interesado las mayores, pero a esta edad he comenzado a ver chicas más jóvenes.

Al fin me anime a decirle si tenía tiempo para una sesión de la cual iban a ser pagadas. Ella no acepto en ese instante y no la presione tampoco. Le deje mi número para que cuando esté lista, podamos coordinar el día y la hora. Tuvieron que pasar 3 semanas para que escuchara de ella sobre el tema, cuando la veía en el concesionario nunca le toque el tema y ella tampoco porque era un tema personal. Mirna no era la primera chica que pregunte para una sesión, muchas me dijeron que si, pero cancelaron a última hora queriendo hacerlo en otra fecha. Cuando pasa eso, generalmente no les doy fecha y paso la página.

Mirna me dijo que tenía el día libre el viernes y quedamos que pase por mi oficina/estudio a las 2 pm. Como faltaban 3 días para ese día, y con las experiencias anteriores, separe la fecha en mi agenda, pero sin estar 100% que se iba a concretar. Yo trabajo solo en mi oficina y tengo mucha poca amistad con mujeres, en esa fecha ya habían pasado 2 años desde mi último encontrón con Silvia. No tenía en mente que algo pase con Mirna, no en tan corto plazo. Pero deje la puerta abierta que pudiera ser más adelante y esta sesión podía ser usada como excusa para conocernos más. Como manejo la social media, pude averiguar algo de Mirna como su edad, pero para ella yo era casi un desconocido, solo me conocía por mi trabajo en concesionario y mi edad lo dudo, aunque no aparento tener 37 años (eso me dicen todos cuando les digo mi edad). De todas maneras, estoy mayor para ella, ahora sería ver si a ella le incomodaría esa diferencia de edades. Para mi Mirna no era una niña, pero su estatura me hacía reflexionar seguido sobre si mi atracción era más sexual que artística.

Mirna llego el viernes sola, algo nerviosa porque nunca había estado en un estudio de fotografía. Si había tenido sesión de fotos para su graduación de la secundaria, pero fue al aire libre (Según su FB). A todas las chicas que he invitado sea para fotos u otras cosas de diseño, las invito a traer otra persona para que sientan más cómodas y no hayan “confusiones” la primera vez. Mirna llego 15 minutos antes de lo acordado vistiendo pantalón de vestir negro y una blusa blanca estilo ejecutiva con el botón de arriba desabrochado, como está de moda. Le sonríe mientras mantenía una conversación por teléfono con otro cliente y la invite a sentarse. Cada vez que levantaba la mirada, ella me sonreía, estaba nerviosa y yo también de verla bonita, pero con dudas sobre mis verdaderas intenciones con ella.

La sesión de fotos fue nada fuera de lo normal, sonríe aquí, muévete acá, cambio de posición de las luces mientras Mirna estaba sentada en una silla alta. En mis trabajos siempre trato de ser lo más profesional posible, no hablo en doble sentido, no trato de tocar a nadie y saludo siempre dando la mano. Eso sí, tuve que acomodarle el cabello, moverle la cabeza tocando el mentón y hacerla sonreír varias veces y en algunas dándome una sonrisa sexy. Ella sonreía de más, coqueta a su estilo, pero no yendo un paso más que mostrara si había venido por la sesión de fotos, a buscar amistad u otra cosa.

No hicimos sesión de cuerpo completo, mis intenciones era que vuelva para hacer eso otro día y así verla, pero tampoco tenía prisa porque no podía sacarme de la cabeza lo joven que lucía. Eso si tenía un rostro muy fotogénico por esa razón me atraía artísticamente y su cuerpo lucia joven y bien puesto. Ya estaba por cumplirse la hora, salí del estudio para revisar mi teléfono en otro cuarto y buscar su pago. Al regresar, Mirna estaba de espaldas como toda mujer, arreglándose los pantalones, la blusa y el pelo. Cuando volteó, un botón menos de su blusa estaba desabrochado, ella lo sabía porque no levantaba su mirada para verme. No había prestado atención a sus tetas bien paradas y un poco de los más grandes de las de Silvia, pero no por mucho. Su pantalón relucía un buen culito a pesar de su talla y ya con estos detalles acerca de su físico, me comenzó a gustar mucho más. Por fin levanto la mirada, con una sonrisa pícara, yo no dándole notar que había analizado todo su cuerpo, sin mirar el escote que ahora tenía.

-Quisiera hacer otra sesión de fotos -le dije-, ahora tratar de cuerpo entero.

-Y va ser el mismo precio? – Coquetamente me respondió

-Depende – me atreví a decirle por el tono juguetón que ella hablaba.

-¿Depende de qué? – Respondió haciéndose la amargada

En eso sonó la puerta del frontis de mi estudio y era Iris, una chica que trabajo conmigo en proyectos anteriores de social media, pero que por problemas con el jefe se salió. Se convirtió no en una amiga, pero en una clienta. A pesar de sus coqueteos cuando trabajábamos juntos y ella en problemas matrimoniales, nunca llego a más nuestra amistad. Me sorprendió ver a iris y ella sonrió sabiendo que me había incomodado. Le dije que ahora la atiendo que estoy terminando una sesión de fotos, regresé al estudio y le dije a Mirna que la llamaba para coordinar la otra sesión. Después de pagarle ella se acerca mostrando casi media teta, me da un beso en la mejía mientras me sostuvo el cinturón de mis pantalones con una mano y susurrándome al oídio, un “yo te aviso”.

Mirna era tímida antes de la sesión fotográfica, será que después de verse bonita y posar sexy, su lado morboso despertó? Fui atender a Iris que estaba bonita, y que me ha pasado por la mente cogérmela, pero no ahora porque solo pensaba en Mirna. Sera que Mirna puede ser mi puta?

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