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Sometida por su hijo (1)

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I

Hace tiempo intente darle una lección a mi hijo Rodrigo para que dejara de jugar con las chicas. Mi hijo tenía 18 años y estaba terminando la secundaria y normalmente no causaba problemas en la escuela, pero es muy guapo, y siempre se comportaba algo delicado, eso hacía que siempre estuviera rodeado de chicas, tenía muchas amigas, lo que en un principio me preocupaba un poco porque temía que pudiera ser gay. Poco después descubrí que no era gay si no por el contrario era una forma de seducirlas, usarlas, follarlas y después las dejaba. Eso me indigno aún más pues no podía creer que había criado un machista seductor, así que decidí enseñarle lo que se sentía que jugaran con tus sentimientos, decidí seducirlo y dejarlo con las ganas para que lo entendiera pero todo se me salió de las manos.

Me empecé a comportar de forma seductora, a vestirme sexy, para que mis curvas se marcaran y tuve éxito en mi objetivo. Cuando me di cuenta mi hijo estaba perdidamente enamorado de mí, sin darme cuenta lo seduje mejor de lo que esperaba; pero cuando quise acabar con eso él se enfureció.

Llegamos una noche de cenar, íbamos muy cariñosos él me besaba el cuello y yo acariciaba su rostro, incluso lo dejé meterme un poco más la mano fingiendo que estaba un poco borracha; en la casa me tomo de la cintura y me beso en los labios a lo que yo correspondí, pero después lo alejé le dije que habíamos llegado demasiado lejos y que era hora de que entendiera que se sentía que jugaran con lo que uno sentía, que no podía nada más seducir y abandonar a las mujeres, que el juego iba a terminar allí para que lo entendiera.

Él se enojó demasiado y dijo que nadie jugaba con él y que la lección me la iba a dar él a mí, que si quería portarme como puta iba a ser su puta, Allí fue donde entendí que no solo jugaba con las chicas, las dominaba y las trataba como putas, aun así no entendía por qué ellas siempre regresaban a buscarle.

Mi hijo me tomo en sus brazos, me besó y mordía mi cuello, el descubrió hace tiempo que era mi punto débil, me arrancó la ropa, y se puso a chupar mis tetas mientras trataba de empujarlo, pero lo hacía tan bien que antes de darme cuenta solo acariciaba su cabello, entonces se sacó la enorme verga que tiene y me arrancó la tanga que me había puesto, me penetró sin contemplaciones y con su celular grabó mientras me violaba, luego sacó su pene mientras seguía grabando y me lo metió a la boca para que se lo chupara y explotó en mi boca y cara llenándome de su leche.

Desde la muerte de su padre no había estado con nadie más, y cuando estaba con mi difunto marido nunca hicimos algo como lo que mi hijo me hizo, la sensación fue humillante, aunque en el fondo excitante, estaba aterrada de lo que había provocado.

II

Mi hijo tomó el control de mi vida, me amenazó con hacer público el video, y por miedo cedí a sus demandas, hizo varios cambios en mi vida, me hacía vestirme más sexy fuera de la casa porque dentro me hacía ir desnuda, y cuando me permitía salir me hacía hacerlo sin ropa interior. Además debía darle una mamada cada mañana y tragarme su semen; por las noches tenía que darle una rusa con mis tetas. Además debía dejarme follar por él o por quien él ordenara y eso fue lo que me dejó helada. La primera vez que me sodomizó me horroricé, el dolor fue agudo pero la humillación que sentía fue peor y más aún cuando al oído me dijo “acostúmbrate perrita, algunos quieren disfrutar de este agujero”

Sin saberlo mi comportamiento también había atraído la atención de a algunos amigos de mi hijo, vecinos y alumnos míos, ya que soy maestra en una secundaria. Mi hijo aprovechó eso para hacer negocio conmigo, les cobraba una cantidad a los chicos y él permitía que me follaran y cumplieran su fantasía. Lo peor era cuando mis alumnos me sodomizaban y me decían cosas como “Que rico se siente romperle el culo maestra” mientras me daban nalgadas. Y lo menos salvaje era cuando algún vecino iba a que le chupara su verga y estaba tan acostumbrada que incluso me tragaba su leche sin que me lo pidieran, incluso con los hijos de amigas mías. Eso hacía que mis resistencias cayeran cada vez más, con cada “servicio” que daba mi resistencia se debilitaba e iba aceptando lo que me estaba pasando.

Incluso en una ocasión mi hijo preparó una orgia con sus mejores clientes, que fantaseaban con hacerme un Gang Bang. Me puso un collar de cuero, ató mis manos a mi espalda, me puso una bola en la boca y un tapón anal. Bajé las escaleras con mi hijo por delante jalando mi cadena y en la sala de la casa me encontré con siete chicos semidesnudos, tres de mis alumnos más problemáticos, dos vecinos que se sentían raperos y dos amigos de mi hijo: su mejor amigo y otro que era el hijo de mi mejor amiga, incluso me decía “tía”. Todos incluido mi hijo me follaron por mis tres agujeros.

"¡A disfrutar de la puta, amigos!" Dijo mi hijo quitándome la bola de la boca y todos hicieron un círculo conmigo arrodillada en el centro y comencé a chupar cada una de las vergas que me ofrecían esos adolescentes, aun con las manos atadas a mi espalda. Sentía la verga de uno de los chicos en mi boca, la sentía crecer, pero después alguien me jaló hacia otra deliciosa polla que empecé a mamar como puta desinhibida y cuando apenas estaba disfrutando de esa verga, alguien más me jaló hacia la suya. Así pase chupando las ocho vergas. En un momento todos los penes empezaron a eyacular sobre mí. Me vi cubierta de leche en medio de la sala. Mi hijo me desato las manos y me limpie como gata todo el semen recogiéndolo con el dorso de mi mano y lamiéndolo para poder tragarlo. Las vergas de los chicos no habían bajado así que me acerque gateando al hijo de mi mejor amiga a chuparle el pene mientras uno de mis alumnos se puso detrás de mí para penetrarme de perrito. Los chicos fueron tomando turnos uno después de otro detrás de mí y cuando el hijo de mi amiga se cansó otro chico tomo su lugar en mi boca y también se fueron rolando de mi coño a mi boca probando los sabores mezclados de las vergas y mi coño. Me sentía como toda una siendo montada por una jauría. Y en algún momento alguien dijo "No mames Rodro, No puedo esperar a la puta de mi mamá haciendo lo mismo" yo seguí chupando y me imagine a las madres de esos chicos como sus esclavas sumisas, pues las conocía a todas.

Acepto que en algún momento llegué a disfrutar; en especial cuando me hicieron una doble penetración uno de mis alumnos y un vecino y me decían lo puta que era, mientras se la chupaba al hijo de mi amiga, y masturbaba a mis otros alumnos con las manos y con un pie sobaba la verga al otro vecino y con el otro se la sobaba la mejor amigo de mi hijo y todo mientras mi hijo me grababa en mi más clara entrega a la degeneración y degradación… No sé cómo pude coordinar mis movimientos pero fue el acabose, terminé en un gran orgasmo, que casi me dejó inconsciente. Después de eso fui comprendiendo porque las chicas regresaban con mi hijo: Para que las tratara como putas, porque ser tratada así y usada es lo más morboso y delicioso que he podido experimentar.

III

Cuando creía que las cosas no podían ser peores mi hijo invitó a sus primos a quedarse un mes de vacaciones con nosotros, mis hermanas me llamaron para agradecerme y yo no podía decirles que no, incluso les dije a mis hermanas que también vinieran ellas, no quería que se enteraran de la forma como mi hijo me trataba; por eso pensé que si mis hermanas estaban aquí él se limitaría, grave equivocación. Primero llegarían Víctor y Luis, mis sobrinos que son de la misma edad de mi hijo ya que las tres nos embarazamos casi al mismo tiempo, y un mes después llegarían mis hermanas.

Cuando mis sobrinos llegaron mi hijo me hizo recibirlos en un vestido ceñido a mi cuerpo, que llegaba casi a mis glúteos y un pronunciado escote con la espalda casi descubierta hasta el límite ente mi espalda baja y mi trasero. Las caras de mis sobrinos no tenían nombre, sus rostros reflejaban una mezcla de sorpresa, excitación, alegría y deseo. A la mañana siguiente de su llegada desperté atada a la cabecera de mi cama y mi hijo y mis sobrinos a mi alrededor, “ya te despertaste mami, bien primos lo que les prometí, es toda suya”, cuando mi hijo dijo eso mis sobrinos se abalanzaron sobre mí. Víctor se dirigió directo a mis tetas, chupándolas como si su vida dependiera de ello, por su lado Luis hacía lo mismo con mi coño.

“Venga chicos a cogerse a esta puta" al decir esto Luis me separó las piernas, tomó su pene con una mano, lo dirigió a la entrada de mi vagina y dejó caer su peso sobre mí. “Ahhh, que rico” dijo Luis y comenzó a moverse primero despacio y después fue subiendo la velocidad. “Ohhh tía Lore que rico, aquí adentro está muy caliente, es la primera vez que lo hago, me voy a correr me corro dentro” le grité, le supliqué que no lo hiciera, pero no le importó y me dejo su leche dentro. Mientras tanto Víctor se puso sobre mi cara y me restregó su polla en la cara “Estas muy escandalosa puta, es mejor que te calle, ándale chúpamela”, al decir esto Víctor me clavó toda su polla en mi cara me tomó de los pelos y me comenzó a follar la cara, hasta que se corrió y me tragué sus líquidos. Pasaron como 20 minutos abusándome cambiando de lugares.

Víctor y Luis me voltearon quedando boca abajo sobre la cama, aún con las manos atadas a la cabecera de la cama Luis puso un cojín por debajo de mi vientre levantando mi culo, Víctor por su parte se colocó atrás de mí, me tomó de las caderas y comenzó a meter su enorme polla en mi culo “esto es genial nunca lo había hecho por aquí, siempre quise violarte, tía Lorena”, lo tuve que haber hecho antes, me corro, tía me corro” rugió mi sobrino Víctor que se corrió dentro de mi culo. Durante todo ese día y esa semana fui esclava no solo de mi hijo, terminé siendo la esclava sexual también de mis sobrinos.

La siguiente semana me enteré de que todo era en realidad práctica para que mis sobrinos pudieran hacer lo mismo con mis hermanas. Mis sobrinos aprendieron a ser rudos, y a ponerse duros conmigo, Víctor no tuvo problemas, pero a Luis le costó un poco más de trabajo hacerse el rudo. Yo cocinaba para ellos, y los escuchaba hacer planes para cuando las tres estuviéramos en casa, una parte de mí se horrorizaba y pensaba en advertir a mis hermanas; pero a otra parte de mí, le excitaba de pensar en mis hermanas en la misma situación que yo: sometidas y emputecidas por sus hijos. Al parecer había ido aceptando mi condición sin darme cuenta y quería compartirla con mis hermanas.

IV

Dos semanas después tocaron el timbre de la casa, Rodrigo se asomó, eran mis hermanas: la dura Laura mi hermana mayor, madre del rudo Víctor y la pequeña y sensible Leticia madre del tierno Luis… Intenté jugar un juego con mi hijo el cual creí dominar, pero al final la dominada fui yo. Supongo que quien juega con fuego, termina quemándose y en ocasiones provocando un incendio.

“Miren primos al parecer han llegado nuestras nuevas esclavas sexuales.” Dijo mi hijo sonriendo maliciosamente a mis sobrinos que le devolvieron sonrisas igual de macabras mientras mis hermanas esperaban inocentemente a que abriéramos la puerta… Y mi hijo tenía razón. Gracias a las manipulaciones y enseñanzas de mi hijo y mis sobrinos, mis hermanas también terminaron siendo las esclavas sexuales de sus propios hijos… Y, claro, yo les ayudé a someterlas.

A la mañana siguiente cada uno ató a su madre justo como habían hecho conmigo durante todos estos días, y me hicieron lamer los sexos de mis propias hermanas, era deliciosos y yo lo hacía tan bien que ellas se retorcían de placer y gemían de gusto, me encantaba escucharlas gemir. Después sus hijos les pusieron sus penes cerca de la cara, mis hermanas estaban tan calientes por mi lengua que ni siquiera dudaron en comerse el pene de sus propios hijos hasta hacerlos eyacular en sus bocas. A continuación las penetraron haciéndolas gritar aún más de gusto, su pongo que ellas tampoco tenían mucha acción sexual desde que se separaron de sus esposos.

Todo lo que sucedía era grabado por mi hijo, La grabación iba ser usada para chantajear a mis hermanas, y tuvo mucha efectividad, ambas aceptaron las condiciones de nuestros hijos, que básicamente eran las mismas reglas que mi hijo me aplicó a mí. Pero yo creo que en parte fue la grabación y en parte el placer de sentirse usadas y aprovechadas, pues claramente sentí como mis hermanas se corrieron varias veces en mi boca ese día.

Durante las siguientes semanas mis hermanas se fueron rindiendo y a mí me encantaba verlas subyugadas y sometidas pidiéndole a sus hijos que las follaran más duro, no podía creer lo rápido que ellas lo aceptaron, y eso me hizo terminar de aceptar totalmente mi propia condición. En ocasiones cuando se cansaban de follarnos nos hacían hacer un triángulo lésbico, las tres tiradas en el piso comiéndonos los coños una a la otra, Leti me molo comía a mí, yo se lo comía a Lau y ella a Leti así se cerraba el triángulo. Eso nos encantó pues podíamos probar nuestros sabores y en ocasiones también podíamos saborear las leches que nuestros hijos dejaban en nuestros coños húmedos lo que les daba un gusto especial.

Nuestros hijos nos hacían cocinar para ellos desnudas y de igual forma hacer otras tareas domésticas solo por el gusto de vernos hacerlo, y a nosotras nos encantaba complacerlos. Las tres estábamos sometidas a nuestros vástagos, nos encantaba ese nuevo juego que nos habían mostrado, habíamos encontrado una razón diferente para vivir llena de morbo y rompiendo tabúes, pero también repleta de gozo y satisfacciones.

V

Para cuando las “vacaciones” terminaron cada uno de mis sobrinos se llevó a casa una esclava bien entrenada y dispuesta a complacerlo en todo. Ninguna le diría que no a algo que nuestros hijos nos pidieran, no, pedir no, mejor dicho nos ordenaran. Pasaron varios meses desde que las tres fuimos sometidas y hoy nos hemos vuelto a reunir. Descubrimos con gran alegría que las tres estamos embarazadas, seremos con muy poca diferencia madres de nuestros nietos.

Por mi parte desde que ayudamos a someter a mis hermanas a los deseos de mis sobrinos encontré un raro placer en ayudar a hijos a dominar a sus madres y por su parte mi amo/hijo vio un negocio lucrativo y sin competencias por lo que ellas fueron las primeras mujeres que convertimos en esclavas sexuales de sus hijos, pero no las ultimas ¿Les gustaría conocer otros casos?

Este relato puede ser real o ficticio según el criterio del lector.

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Saludos incestuosos a todos los lectores de CuentoRelatos. Si alguna persona ha tenido o le gustaría tener alguna experiencia de incesto o tiene fantasías con cualquier miembro de su familia me gustaría que nos pusiéramos en contacto para compartir. También si alguien quiere dejar algún comentario o crítica del relato por favor háganlo creo que aún me falta mucho para ser realmente una buena escritora y me gustaría ir mejorando. Mi correo es: [email protected].

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