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Todo en familia

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¿Qué sucede cuando ves a tu hermano tocándose, mientras ve algunos videos; pero, tienes miedo de quedar embarazada?

Cierta vez, mis padres salieron de viaje y mi hermano y yo nos quedamos solos en casa; ya éramos mayores de edad y nos podíamos cuidar.

Yo me había peleado con mi novio y no planeaba salir; y mi hermano no tenía novia, porque era muy tímido. En la noche, cada quien estaba en su cuarto, cuando mi hermano llegó a mi cuarto y me preguntó alguna manera de conquistar chicas, porque ya se había cansado de masturbarse y quería saber lo que se sentía el sexo.

El solo vestía un bóxer, yo traía una pijama de 2 piezas muy corto. El bóxer dejaba entrever que mi hermano tiene muy buen equipo. Empecé a tener pensamientos sucios; sólo había visto el falo de mi novio y me mojaba pensar en verlo.

Le pregunté si alguna vez había besado a alguna chica o si había estado con ella; me contestó que era muy tímido y que tenía miedo de no funcionar.

La abstinencia me estaba traicionando; al ver a mi hermano tan sólo con bóxer, me estaba mojando. Le dije que si quería una opinión, debía yo ver el equipo; a él le dio pena. Le dije que se acercara.

Estaba yo sentada a la orilla de la cama; cuando estuvo frente a mí, tomé su bóxer de sus caderas y lo bajé lentamente; su falo estaba a la altura de mi cara; largo, dormido; las bolas colgaban desafiantes, escondidas en una mata de cabello. No pude resistirme y las acaricié; él reaccionó con un gemido y el falo pareció despertar; se hinchaba y crecía con cada caricia. El jadeaba y trataba de controlarse, pero el deseo era más fuerte; el prepucio estaba a punto de explotar por no poder contener la cabeza. Seguí acariciando sus bolas, y con la otra mano, eché el prepucio hacia atrás, liberando la cabeza, enorme, casi morada; una gota de líquido transparente brotó de la punta.

No sé porqué lo hice, pero mi lengua salió para recoger ese líquido. La punta de mi lengua percibió un sabor salvaje, fuerte; mi vagina chorreaba y comenzaba a palpitar de deseo. Él bufaba, gemía.

En un movimiento que yo no esperaba, me tumbó sobre la cama, hizo mi pijama hacia arriba, dejando mis pechos desnudos, los pezones estaban erectos por la excitación, necesitaban ser chupados; él se subió encima de mi y comenzó a chupar con desesperación, mordía, lamía, apretaba; me lastimaba, pero ese dolor me excitaba más. De un movimiento, me quito mi short y mi panty; sus fosas nasales se abrieron, recibiendo el olor de hembra excitada.

Le dije que se detuviera, traté de empujarlo, pero si excitación y la mía fueron más fuertes; el líquido que salía de la cabeza, ahora la cubría completa y brillaba. Embistió y el falo no encontraba la entrada.

Le pedí que se detuviera, que al menos se pusiera un condón; no me escuchaba, sus ansias eran más grandes que su razón. En una estocada, la cabeza encontró la entrada; y a pesar de que estaba yo lubricada, le era difícil entrar por el grosor. Empujaba sin detenerse, quería sentirse todo dentro de mi.

Seguía yo lubricando y sentía cada centímetro que entraba en mi, él sudaba a chorros, yo jadeaba y pujaba, tratando de dejarlo entrar; levantó mis piernas y entró por completo; sentí la cabeza golpear algo dentro de mi y sus bolas tocar mis nalgas.

Le dije que no se moviera; podía yo sentir el palpitar del falo; le ofrecí mi pecho y lo chupó con desesperación; me dolía, pero ese dolor acrecentaba mi placer.

No resistió más y comenzó a bombear; él ocupaba todo mi espacio; mi clítoris era rosado por el movimiento; mi clítoris se había hinchado y gozaba con el roce. El bufaba y gemía, gruñía que se sentía muy rico y apretado mi coño, que cogerse a una mujer era delicioso; me excitaba oírlo hablar así.

De repente, se salió por completo; todo mi jugo salió de mi, era abundante y resbaló hasta mi culo, ese jugo caliente se sentía delicioso ahí. Él se volvió a meter completo de un golpe; no pude más que suspirar de placer. Así como estaba, su mano busco la entrada de mi culo, lo sintió húmedo; comenzó a meter uno de sus dedos.

No aguante más, el roce en mi clítoris, mis agujeros ocupados, el sentirme totalmente llena; lo mordí en el hombro, le encajé mis uñas en su espalda y empecé a temblar en el orgasmo más delicioso que nunca había tenido; podía sentir mi vagina palpitando, queriendo exprimir esa verga que la invadía.

Él gruñó más fuerte y me dijo que se estaba viendo; mientras seguía yo temblando por mi orgasmo, traté de quitarlo de mi para que no se viniera adentro; pero su mano en mis nalgas me impedía moverme; su bombeo se hizo más rápido y, en un momento, se enterró hasta el fondo. Puso los ojos en blanco, respirando rápidamente; emitió un bufido animal; sentía como la verga se hinchaba más; un chorro ardiente golpeó el fondo de mi vagina, después vino otro; era mucho, creí que se orinaba dentro de mi; él bombeó un poco más dejando toda su semilla dentro de mi; él se iba a salir y lo atraje hacia mi; me estaba viniendo otra vez; él gozaba con el palpitar de mi vagina en su falo.

Él me pidió perdón, yo no supe que decir; pero mi hermano me había hecho gozar como nadie.

Quizá lo convenza de repetir…

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