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Una aventura con el sobrino de mi esposo

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Hola, me llamo Ana, tengo 59 años vivo en Barcelona con mi esposo Manuel de 61 años y su sobrino Raúl que tiene 35 años. Hace 2 años Raúl nos mandó el pasaje para que saliéramos de El Salvador y buscar un futuro mejor aquí, al llegar al aeropuerto, nos estaba esperando y nos llevó en su auto para instalarnos en su chalet y luego nos dio un paseo por la ciudad donde cenamos.

La historia comenzó hace un año cuando Raúl le consiguió un puesto a mi esposo en un almacén como ayudante por medio de un amigo, yo le pedí ayuda también a Raúl para que me ayudara con un empleo para colaborar con los gastos, pero me dijo que con el sueldo de él como gerente de un restaurante y la ayuda de mi esposo íbamos a salir adelante, que si yo necesitaba algo le dijera.

Pasaron los días y todo iba bien hasta que un buen día a mi esposo le toco viajar a El Salvador a arreglar unos papeles de migración y visitar la familia mientras yo me quede sola con Raúl. En esos 27 días en una ocasión estaba yo preparando la cena cuando Raúl me abrazo por detrás y me dijo que todavía teníamos tiempo que dejara lo que estaba haciendo que más tarde íbamos a cenar a un buen restaurante y me llevo a mi cuarto y me dijo que me tumbara en la cama y empezó a desnudarse.

Tenía un cuerpo increíble. Se tumbó encima de mí y me besó apasionadamente. me bajo las pantaletas y me desabrochó los botones superiores del vestido y vio mis senos, los cuales empezó a chuparlos con tanta ira y pasión, que me empecé a excitar y bajando hasta mi vagina la beso y su lengua jugaba con ella pasándola por todos mis labios vaginales, mi respiración se hacía mucho más rápida soltando mis primeros gemidos. Ahí estuvo unos 20 segundos y yo solo decía:

-Ahhh... Ahh... Dios míooo...

Era la primera vez que experimentaba eso y de pronto comencé a tener un orgasmo, luego se desabotono el pantalón y cayó al suelo y me dijo que se la chupara le dije que ni a mi marido le hacía eso pero accedí porque estaba muy excitada así que puse su verga en mi boca y comencé a bombear suavemente de vez en cuando la sacaba de su boca y lo acariciaba y besaba el tronco de su verga hasta que me la metió hasta la garganta y me hizo hacer unas arcadas, luego la saco y seguí chupando su verga hasta que no aguanto más y eyaculo en mis senos..

Luego me coloqué a cuatro patas mirando al cabecero de mi cama. Raúl se incorporó de rodillas por detrás e introdujo su pene sin mucha dificultad por la lubricación que tenía. Con sus manos llegaba a masajear mis tetas, y empezó a embestirme mientras yo seguía disfrutando del mejor polvo de mi vida con mucha diferencia. Me estaba quitando las penas y devolviéndome la ilusión que pasaba un mal momento en el apartado sexual, En esta posición estuvimos más de 10 minutos hasta que tuve el segundo orgasmo, luego me acostó de lado y tomándome de mis senos me penetraba, era despacio y sensual, nos besábamos, el acariciaba mi clítoris y levantaba mi pierna para meter sus dedos en mi ano, eso me encanto, eso me hacía gritar y gemir duro varios minutos.

Pose a pose, metida a metida, Andrés me tenía loca, me cargaba y caminaba penetrándome, me estaba dando la cogida de mi vida, Raúl me preguntaba en pleno acto si él lo hacía mejor que mi esposo, no demore ni un segundo en responderle que sí; que él era muy superior, luego abrí mis piernas, y su verga entro en mi vagina, después puso mis piernas en sus hombros, y ahora me penetraba más duro, fuerte y rápido, sentía verga golpearme, después bajo mis piernas saco su verga la froto en mi vagina y la introdujo duro, nuevamente la saco, y la metió ahora suavemente, hizo esta acción varias veces, esa día después de terminar nos bañamos y salimos a cenar y hacer unas compras. Esa noche no pude olvidar lo que paso no podía creer lo que había hecho, pero lo había hecho.

Todos los días a partir de esa fecha lo hicimos sin parar, inclusive tuve que comprar y tomar pastillas anticonceptivas para protegerme por si algún accidente pasaba. Inclusive como Raúl tiene una computadora y una cámara en varias oportunidades Raúl me grabo en pleno acto sexual, en un inicio no sabía eso lo descubrí más tarde. Un buen día mi esposo salió para el trabajo yo estaba en la cocina lavando cuando Raúl me beso y me montó en la mesa de la cocina y me desnudó toda, me puso en cuatro y me empezó a coger durísimo por el culo. Me sentí toda irritada, adolorida y muy excitada, adoraba la sensación que estaba teniendo.

Luego de unos 20 minutos se aburrió de mi culo y comenzó a perforarme la vagina, ya estaba toda mojada y fue demasiado divino sentir como mi vagina me quedó partida después de tanto sexo. Yo gemía fuertemente y no me importaba nada en ese momento. Estábamos a punto de corrernos, empecé a sentir un chorrero de leche y mi vagina está llena, se desbordaba todo ese semen. Me preguntó si ya estaba lista para un nuevo orgasmo y le dije que sí con la cabeza. Me besó con la lengua tan dentro como pudo y empezó a acariciarme directamente el clítoris.

Me corrí con sus besos y a pesar de ser mi tercer orgasmo, fue quizás el más placentero luego se fue para el cuarto y luego salió vestido con su traje forma con el maletín a trabajar no sin antes besarme.

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