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Una cita casi médica (cuarta parte, final)

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Esta es la última parte de esta historia de fantasía, confieso que he disfrutado mucho mientras escribo cada una de mis fantasías en una clínica, pues cosas como una silla ginecológica siempre despiertan mi interés, debido a esa curiosidad ahora estaba conociendo que existía en un lugar como fisiatría, allá estaba vestida como una puta barata, atada a un potro, limpiando la verga del vigilante que había acabado de llenar mi culito con su leche, todo porque con las drogas que mi amigo me había dado solo servía para obedecer sus órdenes, así cuando termine de limpiar las vergas de los vigilantes, el más grande de ellos le dijo que le ayudaría a colocarme como quería, así mientras mi amigo volvía a poner la mordaza en mi boquita, ordenaba mi ropa y me soltaba de donde estaba amarrada pude escuchar como movían un interruptor y luego un aparato, lo cual no me asusto, sino que me excito aún más, no tuve que moverme y ya tenía un arnés en la barra que tenía entre mis piernas que comenzó a levantarlas hacia arriba, mientras subía el vigilante me fue ayudando para que quedara en el aire atada, con las piernas abiertas justo a la altura para que mi boquita chupara la verga de mi amigo, él nos dejó llevándose el aparato donde había estado amarrada y mientras mi amigo pasaba su verga por mi carita me decía lo puta que era, mientras lo hacía me dijo que quería abrir más mis piernas y tomando una silla la coloco al lado, luego tomo un dildo vibrador y un vibrador con control, los prendió y los coloco entre mis piernas, eso fue fácil, como estaba vestida con mi faldita y de cabeza solo fue ponerlo entre mis piernas, luego se paró en la silla y puede ver como movía algo en la mitad de la varilla haciendo que se pusiera más larga, abriendo más mis piernas hasta que mi faldita no soporto más y comenzó de subirse por mis piernas.

El bajo de la silla y quito la mordaza de mi boquita para meter su verga, yo obediente la comencé a mamar mientras acariciaba sus bolas con mis manitos, las cuales seguían atadas a mi correa de perrita, mientras lo hacia el tomo los juguetes eróticos, luego de meter un vibrador entre mis pantimedias justo en donde estaba el plug que tenía el culito y el dildo vibrador entre mis tetas falsas, soltando botones de mi camisa, me quito la faldita. Entonces comenzó su juego de humillación y castigo, todo por tener las pantis tan mojadas, primero rompió mis pantimedias y corriendo mis pantis estuvo metiéndome el plug, el vibrador y luego el dildo por mi culito hasta que me hizo mojar toda en los pantis, gimiendo y mamando como una puta, cuando me vio asi toda mojada comenzó a pegarme más fuerte, me humillo más, me sometió mas dándome nalgadas mientras me comía por la boquita, entonces se separó y tomando el control me bajo justo lo suficiente para que mi culito estuviera a su disposición y me metió la verga toda hasta adentro haciéndome gemir como una puta, así me tenía toda mojada, sometida y atada, abusada como una puta y llena de semen, y me comía toda mientras me ordenaba que repitiera que era una puta, una perra sucia, una hembra en calor que deseaba verga, que quería verga, yo obedecía extasiada y excitada mientras gracias a un espejo podía mirar cómo era tratada como una hembra sucia, como una puta, como una perra caliente, el me comió toda por el culito durante un rato, siempre muy fuerte, muy duro y mientras me hacía sentir como la más sucia de las putas, hasta que lo saco de mi culito, metiendo el plug de inmediato y tomando la silla se sentó acomodando mi cabeza entre sus piernas y mi boquita en sus testículos, así se masturbo hasta venirse en mi carita, entonces metió su verga en mi boquita para que la limpiara y tomara las ultimas gotas de su leche que salían de su deliciosa verga y con ella llevo también toda la leche de mi carita a mi boquita mientras yo disfrutaba de su delicioso sabor.

Luego de que dejara su verga bien limpia me soltó mis manitos y se paró para ayudarme a bajar lentamente, cuando estuve en el piso acostada me dijo que me pusiera de pie y me quito la correa dejándome mi collar de perrita, mientras me ordenaba que recogiera todo, yo lo obedecí mientras sentía mis piernas muy débiles, mi culito todo abierto y lleno de leche que no podía salir por el plug, cuando termine me entrego una sudadera negra y me dijo que me la colocara, yo obedecí y salimos hacia su carro llevando nuestras cosas, en mi maleta había un par de juguetes y ropita nueva, además todavía tenía mis pantis y sostenes nuevos, el plug en mi culito, él me dijo que todo eran regalos para mi mientras salíamos de la propiedad, luego de salir el saco su verga y me ordeno que a metiera en mi boquita el resto del camino, yo obedecí sumisa y me coloque en la silla para ir el resto del camino con su verga en mi boquita hasta llegar a mi casa, allí el me beso y me ordeno que me fuera directo a la cama así como estaba. Yo me baje del carro y caminando de la forma más femenina que pude, lo cual fue fácil cuando note que aún estaba usando mis tacones la bajar de carro, entre a mi edificio sacando las llaves de mi maleta y subí rápidamente por las escaleras hasta mi apartamento, agradecí no encontrarme con nadie y estar solita en casa en ese momento.

Entre directo al baño en donde deje la maleta y luego de lavar mi dientes, saque una manta y me acosté tal y como había llegado, pues no sabía hacer otra cosa que obedecer sus órdenes en ese momento, desperté a la mañana siguiente, el plug había salido de mi culito y aún estaba en mis pantis, yo seguía en sostenes, sudadera, pantis, pantimedias rotas y sudadera, después de entrar al baño me mire en el espejo y note que mi sudadera decía en mi espalda y en mi nalga perra sucia, me excito mirarme así, tenía restos de semen en mi cara y en mi pelo, un plug en mis pantis mojados y estaba completamente sucia y con el culito muy abierto, rápidamente comencé a tocarme así vestida, a tocarme como una hembra sin quitarme la ropa, me sobaba mi verguita así vestida, sintiendo el encaje en mi colita y mis nalguitas, entonces primero volví a meter el plug en mi culito notando que estaba todo mojado y lleno de semen, lo cual me calentó más, luego tome el vibrador y después de ponerlo entre mis piernas me seguí tocando hasta mojarme toda en mis calzones mientras repetía que era una perra sucia.

Espero quienes hayan seguido esta historia la disfrutaran, confieso que me extendí más de lo que había pensado al principio pero me gusta mucho el resultado final de esta historia, agradezco a quienes me escribieron y me animan a seguir publicando mis relatos, adoro saber que los disfrutan y se excitan imaginando todas las situaciones que describo. Espero comenzar un nuevo relato pronto y recibo todo tipo de sugerencias en mi correo [email protected].

Besos.

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