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Una cita casi médica (segunda parte)

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Entonces comenzó el tratamiento, él me tenía así amarrada con las piernas abiertas en una silla ginecológica, aún tenía mi vestido de flores puesto y solo me había quitado las pantis por lo que en remplazo me hacía usar pañal lleno de lubricante, tenía un vibrador en mi culito lleno de su semen, me tenía con las piernas abiertas, completamente atada y fue jugando con cada velocidad de juguete que tenía adentro de mi culito mientras me filmaba, tocaba y humillaba como una perra, como una puta, yo me dejaba hacer y sentía como me mojaba toda, me sentía mojada y abusada, estaba súper excitada y me encantaba la sensación de estar sometida y sin poder resistir, él se reía y acomodaba la silla para poner su verga en mi carita o entre mis piernas, en eso escuche que sonó su celular, el subió el nivel de la vibración y contesto, respondió con monosílabos, decía si, aja, claro, no hay problema, mientras me miraba y subía o bajaba el nivel del vibrador haciéndome gemir como una puta. Luego de colgar volvió a bajar la sillas para colocarse con su verga y sus bolas en mi carita y mi boquita, yo solo las sentía encima y me calentaba más entonces me dijo que tenía una sorpresa, que era algo que no había planeado pero que debía hacer como su putica, entonces escuche la voz de vigilante, él lo saludo diciéndole que no había problema, y mientras me explicaba que el vigilante nos había estado mirando todo el tiempo por las cámaras que había en cada consultorio fue abriendo mi pañal para sacar el vibrador de mi culito mientras le decía que estaba listo para su verga.

El vigilante me comió igual de duro, me lo metía hasta el fondo, y aunque no era tan grande como la de mi amigo si se sentía muy gruesa, el comenzó a meterla y sacarla rápidamente mientras yo notaba lo caliente y excitado que estaba, y aunque no podía verlo porque tenía una verga que se iba poniendo dura en mi carita, sentía como su verga se ponía más dura y caliente, hasta que sentí como lleno mi culito con su leche caliente, sentí como me llenaba toda de leche, como me mojaba toda y luego de agradecer a mi amigo el vigilante saco lentamente su verga de mi culito, cuando la saco mi amigo rápidamente volvió a meter el vibrador y a colocar el pañal tras lo que se movió quitando su verga de mi carita, mientras se despedía y recibía los agradecimientos del vigilante fue subiendo la silla hasta tenerme sentada, entonces tomo una silla, se sentó frente a mí y con el mando del vibrador a la mano saco nuevamente su tabla para hacerme preguntas humillantes mientras jugaba con el vibrador en mi culito, luego de varias preguntas de si o no que respondía con mi cabecita, el me quito la mordaza y siguió con preguntas sobre la cita que teníamos, así me pregunto cosas como si había disfrutado, si quería que me diera nalgadas o si necesitaba más lechita en mi culito o si quería mejor que la próxima vez se viniera en mi boquita, yo respondía sumisa y obediente, y confesaba mis más oscuros pensamientos, por lo que dije que siempre quería más leche en mi culito, entonces le comencé a rogar, a suplicar que me comiera toda otra vez, que me llenara de leche y me dejara bien mojada.

Entonces el levanto mi faldita y me quito el pañal que tenía, me quito las pantis cortando la otra parte y me saco el vibrador de mi culito, cuando lo hizo mi culito se mojó todito con el semen que tenía todavía adentro así que no fue nada difícil para el meterme su dura verga hasta el fondo, me la metió completa y comenzó a comerme toda, yo superexitada gemía como una hembra, le agradecía entre gemidos, mientras él seguía dándome lo más duro que podía. Yo movía mis caderas frenética mientras él me tocaba mi colita con una mano mientras que con la otra tiraba de la cadena atada al collar de perrita en mi cuello para hacerme mirar cómo me penetraba toda, como me comía como una perra, así me hizo mojar toda en su mano, el me dejo mientras seguía comiéndose mi culito y cuando termine puso su mano en mi boquita para que lambiera mi lechita, así me comenzó a tratar como una perra, como una puta y a comerme más fuerte hasta que sentí como su verga se puso rígida y muy dura, la metió bien adentro de mi culito y me lleno de leche nuevamente, sentí varios chorros de semen llenando mi culito. Dejándome súper deliciosa, él se dejó caer encima de mí un momento mientras yo sentía como su verga iba disminuyendo su tamaño adentro de mi culito hasta salirse, cuando salió sentí como salía leche de mi culito, sentí mis nalguitas mojaditas y mis muslos, me sentía como una perra comida y marcada por su macho.

Cuando se recuperó se levantó y fue por agua, mientras tomaba miro el reloj y me dijo que la sustancia que me había dado para excitarme iba a comenzar a hacer su mayor efecto, me pregunto si quería seguir y yo le indique con mi cabecita que sí, el me pregunto nuevamente y de forma delicada le respondí que no solo lo quería, deseaba seguir siendo sometida, usada y comida como una hembra, el sonrió y mientras me desataba me indico lo que debía hacer, primero me desato las manos y mientras seguían mis piernas me entrego el plug negro para que lo metiera en mi culito, yo lo obedecí y cuando estuve libre me ayudo a parar pues estaba con las piernas muy temblorosas , el me tomo de la correa y me llevo al baño para que me cambiara. Siguiendo sus órdenes y agradecida de la lista que me había enviado sobre a ropita femenina que debía tener para la cita me desnude completamente sin dejar salir el plug de mi culito, luego me coloque un sostén y unas pantis de licra muy apretados, me coloque mis rellenos y cambie mis medias de liguero blancas por unas negras y me volví a colocar los tacones que había llevado, luego me coloque mi traje erótico de sirvienta, era solo una faldita corta y un sostén, venía con unos guantes blancos y negros y una diadema para la cabeza, cuando estuve completamente vestida me maquille y antes de salir recogí todo y me senté en la tasa a hacer chichi.

Cuando salí lleve todo a la recepción del primer piso como me había indicado, allí encontré un balde con productos de aseo, apenas estaba mirando que había cuando el apareció, llevaba una botella de agua la cual me entrego junto con una pastilla, la cual me dijo era para que me pusiera más obediente y sumisa, yo la tome como me indico y el me tomo por la correa, primero me llevo al consultorio en donde habíamos estado y me ordeno limpiar todo muy bien, incluyendo el baño, mientras el daba una vuelta para ver que había, yo lo obedecí y comencé limpiando la silla con un paño, el salió dejándome en mis tareas de sirvienta, mientras limpiaba la silla me sentía muy excitada y en mi mente solo se repetían sus palabras, limpia sumisa, limpia, yo obedecía y cuando regreso ya estaba terminando con el baño. El me miro terminar y tomándome de la correa me indico que tomara mis cosas para limpiar, yo lo obedecí y cuando tuve todo me llevo por los corredores hasta el primer piso en donde estaba el baño grande de hombres, me llevo adentro del baño y después de usar uno de los orinales me ordeno que limpiara ese baño, yo obedecí mas excitada y mientras limpiaba el me miraba y hablaba por su celular, cuando termino de hablar lo uso además para tomarme fotos haciéndome posar de formas muy humillantes y pervertidas en ese baño.

Lo que siguió lo contare en una tercera parte, lamento mucho extenderme pero confieso que disfrute mucho escribiendo este relato y como lo imagine en espacio médico me dio pie para escribir varias de mis fantasías eróticas, espero quienes lo lean también lo disfruten, como siempre dejo mi correo esperando recibir cualquier cosa que quieran escribirme, besos [email protected].

Prissy Coqueta “cuquitos”.

(9,00)