Nuevos relatos publicados: 7

Virginia (Parte II)

  • 17
  • 6.456
  • 9,67 (12 Val.)
  • 0

Me desperté muy temprano a eso de las 6 am, más que nada por el sol por la ventana, había dejado las cortinas abiertas y la luz entraba a raudales, el desayuno era de 7:00 a 7:45, así que me tome el tiempo de bañarme y vestirme; antes de salir tome mi celular, tenía una multitud de mensajes y unas llamadas, eran de Virginia, me sonreí pero no le conteste y baje casi a las 7:00. Baje al restaurante del Hotel a desayunar con los demás compañeros. A las 7:15 seguía vibrando mi celular con mensajes y llamadas, seguí ignorándolos, alguien pregunto por Virginia, me miraron a mí y les dije casi como extrañado, que la había visto subir a su habitación muy cansada, una compañera comenzó a timbrarle a su teléfono, cuando la vimos aparecer entrando al comedor, me sonreí para mis adentros, al notar un poco de nerviosismo en su cara y que evito mirarme a los ojos, una compañera la llamo para que se sentara a su lado, casi frente a mí, ella dudo un poco, pero para no verse sospechosa se sentó.

Sabía bien que ella no andaba ropa interior y ese día era de vestir formal, así que estaba obligada a usar falsa, blusa y chaqueta… alguien le dijo que se moriría del calor usando chaqueta y blusa con centro, pero ella dijo que estaba bien, quien sospecharía que no andaba sostén, bajo el traje, siendo curioso, me excite al imaginar esos pechos sueltos, tratando de ocultar unos pezones queriendo sobresalir…

Hasta la hora del almuerzo estuvimos en un salón recibiendo capacitación y luego iríamos al restaurante del Hotel para el almuerzo. En el lapso de la capacitación rememore como llegue a este punto de disfrutar la situación:

Virginia entro a la empresa referida por mí, ella es amiga cercana de mi hermana menor, quien me pidió que la ayudara a conseguir trabajo. Accedí y lleve su hoja de vida y rápidamente fue contratada. Verdaderamente era eficiente y no tuvo problemas adaptándose a la empresa. Virginia es más o menos de 1.66 de alto, ojos y cabello castaño oscuro, un rostro redondo, de ancha boca, pobladas cejas y grandes ojos. Era de espalda ancha, brazos un poco rollizos, sin verse toscos o musculosos, su cintura no era tan marcada, pero ayudaba que sus caderas se proyectaran bajando a convertirse en unas piernas carnosas y pantorrillas curvilíneas, su piel tenía un tono como bronceado, sin ser morena. Usaba el cabello largo, le cubría parte de la espalda.

No di detalles anteriormente digamos que esa noche con Virginia se estaba gestando desde hacía tiempo. Trabajando en la misma empresa tuve chance de verla más seguido y encapricharme un poco por verla vestida de tacones, faldas ejecutivas algo ajustadas y las blusas con algo de escote, debo decir que aunque sea un cliché, una mujer vistiendo ejecutivo siempre tendrá un sutil atractivo. Una vez estaba con ella revisando una presentación, me acerque mucho, ella en su escritorio y yo al lado viendo hacia la misma pantalla, a ratos miraba hacia su escote, otras me pegue mucho a su silla y cuando ella movía el brazo me rozaba la pierna, luego al verla a la cara podía notar sus labios más rojos y los ojos mirándome muy intensamente. Cuando la miraba con mi hermana, siempre eran de jeans e informal y siempre era la más callada. Las miradas que cruzamos en ocasiones, siempre me pareció que coqueteaba disimuladamente, más de una vez que las acompañe a una fiesta, pude sentir e cruce de miradas con ella…

Bueno, al día de hoy, después de la noche pasada, ella evito discretamente quedarse a solas conmigo, cuando cruzamos alguna mirada, ella se turbaba y miraba a otro lado, hice igual, pero le mande un mensaje claro: “pasa a las 11 pm. Tengo las piezas que necesitas” no puse nada más, apareció la seña de que el mensaje había sido leído. Todo el resto de la tarde paso muy normal.

En la noche, comimos, platicamos y dije que me retiraba temprano, porque tenía que revisar otros mensajes y me fui a la habitación… espere a las 11 pm, y fue cuando tocaron a la puerta, deje que tocaran otra vez y a la tercera vez tocaron más apuradamente; abrí y ahí estaba Virginia, viendo para ambos lados del pasillo, otra vez en tacones y falda.

Yo: Pasa o quieres quedarte en el pasillo?

Dudo un rato, cruzaba los brazos frente al pecho, usaba un suéter sobre la blusa, la falda que había usado todo y los mismos tacones. Se decidió a entrar luego de ver a ambos lados del pasillo, entro y yo cerré la puerta, se ubicó algo apartada de mi, pero igual yo estaba frente a la puerta.

Virginia: Me tienes que devolver mi ropa! No puedo andar sin bragas y sin sostén por ahí!

Yo: Está bien, te la voy a devolver…

Virginia: Todas! Ya te divertiste suficiente!

Yo: Si, pero… la que te quite anoche la debo poner en el mismo sitio que la encontré, así que…

En mi mano tenía la prenda que le quite, se la mostré y ella hizo intento de agarrarla, yo me agache frente a ella, lo que la sorprendió y retrocedió un poco, pero alcance a levantar un poco su falda y venía con una licra deportiva, la jale pero ella se apartó.

Virginia: No, no… que haces?

Yo: Te dije que la pondré donde estaba, sino me la quedo… pero veo que ya traes algo puesto… te lo tengo que quitar.

La acerque hacia mi nuevamente, metí las manos bajo la falda sin darle tiempo a nada, baje de la prenda con fuerza, ella aunque trató, no pudo evitar que deslizara la licra hacia abajo y se la sacara por los pies.

Virginia: ¿Qué? ¡Que estás haciendo! ¡No! ¡No me la quites!

Yo: Ya está... ohhhh! ¡Y esta es de un color más atrevido! ¡Rojo fuego!

Le baje la prenda por las piernas e hice que levantara el pie, roce sus nalgas deslizándome hasta sentir el talón de sus zapato, ella miraba hacia mí, podía ver sus grandes ojos brillando con este juego, incluso su blusa no podía ocultar que, aunque pareciera estar asustada, estaba más que excitada.

Virginia: ¿Porque me haces esto? ¡Tengo novio y estoy comprometida!

Yo: Bueno, también puedes ser amiga mía… solo que conmigo juegas de otra forma

Virginia: ¡Eres un aprovechado! ¡Mejor me voy!

Yo: ¿Te vas a ir sin nada abajo? Recuerda que tengo tus prendas… que vas a decir? Que me las robe? Que entre sin tu permiso?

Se quedó pensando un rato, sé que ella estaba haciendo una falsa reticencia, su cuerpo denotaba que la situación la excitaba mucho, aunque su tono de voz fuera algo quejumbroso, podía ver que su rostro se sonrojaba, sus piernas se frotaban e incluso, sus pechos estaban duros y firmes sin sostén, y no digamos que trataba de disimular los pezones altivos.

Virginia: Devuélvemelas! No puedo andar así…

Pero si no se las muestras a nadie, quien se va a dar cuenta

Yo: De verdad las quieres de vuelta?

Virginia: ¡Si! ¡Claro que las quiero!

Yo: Bueno, como piensas convencerme de que te las devuelva?

Se quedó en silencio, su boca esbozaba una sonrisa contenida, porque sus labios se ponían más rojos. Seguía atento a que sus pezones seguían proyectándose bajo su blusa; ella pasó la mano por sobre el pecho y la otra la desplazó detrás de su cuerpo, dio unos pasos atrás y se detuvo al tantear que estaba de espaldas a la pared.

Virginia: Que quieres hacer?

Avance unos pasos y ella se tensó, puso las dos manos detrás de su cuerpo tanteando la pared, inclino un poco la cabeza hacia abajo, sin dejar de verme, para mí fue señal de que deseaba que la tomara. Me pare frente a ella, en eso alzo la cara, cerró los ojos y ladeo la cabeza, me ofrecía una vista de su cuello, de su escote, pose mis manos sobre sus hombros y ella no se movió, fui bajando las manos por sus brazos, saltando a su cuerpo, bajando a su cintura, la blusa tenía un corte en v en ambos lados, dejaba ver el borde de la falda, pase las manos por debajo de la blusa y toque su piel, a esto me pegue más a su cuerpo, mi pene ya pugnaba por salir del pantalón, me apreté más a su cuerpo. Sentí como se estremeció y soltó un bufido.

Yo: qué? Nunca sentiste que te rozaran una erección? No lo ha hecho tu prometido?

Virginia: Con el no hago eso, él no se aprovecha de mi…

Yo: Qué pena que sientas que me aprovecho de ti, pero… ayer yo te hice un servicio, creo que lo disfrutaste o no?

Virginia: Si me gusto… pero no eres tú quien tiene que hacer eso! Tienes novia…

Yo: ayer te pudiste negar y no lo hiciste, me dejaste seguir hasta que te dormiste

Virginia: Es que, me… no había sentido algo así… no me pude oponer, me temblaron las piernas!

Yo: Pues agradéceme entonces, te enseñe algo nuevo… talvez tu amigo le gustaría hacerte algo igual…

Metí las manos detrás de su espalda, la recorrí de arriba hacia abajo, en lo que pase por sus caderas y apreté sus nalgas, eso la hizo tensar los pies, metí la mano bajo la falda, entre las piernas, el calor húmedo empezaba a brotar, sus manos pasaron de su espalda a agarrarse a mis hombros casi arañándome. Pase dos dedos entre sus nalgas bordeando el interior hizo que se apretara más a mi cuerpo, sentí sus pechos apretujados contra mí, la agarre desde las nalgas alzándola contra mi cuerpo, presionando también contra la pared, se agarró a mi espalda al momento que la levante. Tome dirección al cuarto, al llegar al pie de la cama, la recosté encima, me soltó y quedo viendo el cuarto, aproveche en ese momento a quitarme el pantalón, ella se sentó al borde, no deje que se levantara. Me puse entre sus piernas, ella trato de evitarlo, pero ya estaba yo en medio. Me incline y puse mis manos sobre sus piernas, fui subiendo su falda.

Virginia: No, yo no…

Comencé acariciando sus piernas y trayendo su mano a que sintiera como se me ponía dura la verga, apartó la mano cuando la sintió, se le escapo una risita, puse sus manos sobre mi pecho y ella comenzó a acariciarlo, poco a poco guie su mano hacia mi erección, no se opuso, al principio la toco con timidez, luego comenzó a aventurarse más, a palpar bien su forma… me baje el bóxer rápidamente y mi verga se alzó frente a su cara, sus ojos se abrieron enormes, hizo ademan de apartar la mano, pero volvió a tantearla nuevamente, sus dedos cálidos fueron rodeándola. Me acerque más, de modo que casi se la pongo frente a su cara, ella se subió a la cama, se hizo hacia el centro, yo la seguí, me apoye en la cama sobre las rodillas, ella alzo la pierna para apoyarse y moverse, en eso su falda se deslizo por el muslo, la hizo recordar que no tenía nada debajo, trato de cubrirse, pero ahí jale de la falda hacia abajo, ella trato de evitarlo.

Virginia: que haces? Me vas a dejar sin ropa!

Yo: que esperabas? Te da pena que te la quite?

Me miro con sus grandes ojos, la cara totalmente ruborizada, se apoyó sobre sus codos y un rato nos quedamos viendo.

Virginia: no quiero que después me la escondas…

Yo: te prometo que si te la quito no te la voy a esconder…

Virginia: no te creo… además hay mucha luz aquí…

Me quede viéndola un rato, sus muslos carnosos, su cabello revuelto el suéter resbalándole por los hombros y la blusa estaba entreabierta y miraba un seno bajar y subir con cada respiración…

Yo: ok… apagaré las luces, solo dejaré entreabierta la puerta del baño, para no tropezar… te quites la ropa y la pones lejos de mi alcance…

No le di mucho tiempo para pensarlo, me levante de la cama y me quite la camisa, ella solo quedo viendo como apague las luces y fui hacia el baño a dejar la puerta entreabierta, pero aun así era mucha luz y ella no se decidía… así que también apague la luz.

Yo: te parece bien así?

Aunque estábamos a oscuras, por las cortinas de la ventana pasaba apenas filtrada la luz de la calle, se distinguían las formas, en un claroscuro azul pero podía ver la forma de su cuerpo en la cama. No se animó a contestar, me acerque nuevamente a la cama y me quite el bóxer, mi pene salió hacia el frente como lanza, ella podía distinguirlo bien en las sombras, se lo tire al cuerpo, dio un ligero respingo cuando agarro la prenda y se dio cuenta de que era… me quede al lado de la cama a ver que hacía.

Yo: me voy a subir a la cama si no dices nada? Te quitaste la ropa o te la quito yo?

Virginia: no, no! Deja que yo lo hago… me asustaste con lo que me tiraste!

Se sentó sobre las rodillas, en dirección hacia mí, vi sus manos ir hacia los botones de la blusa e irlos soltando, se inclinó un poco hacia adelante y sus manos fueron por detrás de la cintura por lo que seguro se desabrochaba la falda

Me subí a la cama y la acerque a mí, no se animaba a quitarse la blusa, así que la tome por la cintura nuevamente, haciendo un ligero masaje alrededor y por detrás, sentí el borde suelto de la falda, que estaba apenas sostenida por las caderas, me acerque más, de forma que deslice las manos por las caderas, ella puso sus manos en mi espalda, acerque mi boca a su vientre, entre los pliegues de su blusa le di un beso y ella se estremeció, la levante suavemente por las caderas, la fui empujando para que se recostara, se agarró de mis hombros al momento de quedar tumbada en la cama, aproveche y saque lentamente la falda por sus piernas, ella se tapó la cara con los brazos, mientras pase las manos por sus muslos, ella cerro las piernas pero la falda ya estaba saliendo por sus rodillas, se apoyó en sus pies y con las rodillas presionadas detenía que saliera la falda, fui acariciando sus caderas, sus muslos, hice fuerza para sacar la falda y poco a poco salió, ya la tenía entre sus tobillos y se los bese, seguí acariciándole las piernas y la prenda termino de salir…

Cuando le quite la falda, agarre un tobillo y le mantuve alzada una pierna, fui deslizando mi cuerpo entre las dos, ella seguía cubriéndose el rostro con los brazos, cuando comencé a besar su vientre, abriendo la blusa, ella comenzó a contonear el vientre, mi cuerpo se acomodó entre las piernas y cuando mi pene toco su pubis, ella dio un respingo…

Yo: que paso? Te asusto?

No respondió, así que seguí acercándoselo, rozando el interior de sus muslos, su pubis… su pubis se sentía con muy poco vello, le acaricié el bajo vientre con la mano y me puse sobre ella apoyándome en los brazos, comencé a mover mi cadera hacia adelante y hacia atrás y mi pene entraba entre sus labios vaginales, ella comenzó a jalarme del pecho, soltó un ligero grito, que fue ahogado por sus largos suspiros… la blusa dejo de cubrir sus senos, las arremetidas hicieron que estos mismos desplazaran la prenda en cada sacudida, pude ver lo redondos que eran y como sus pezones tenían una gran areola… me paso las manos por la cara, por los hombros, en las arremetidas entraba cada vez más en su sexo, era algo estrecha así que el roce era intenso, me mordió el hombro derecho en una embestida fuerte que le di, me senté sobre mis rodillas, mi pene salió de ella, la jale hacia mí, de forma que la senté sobre mis piernas y termine de quitarle la blusa, sus pechos se batieron frente a mí, puse mi boca sobre uno, quería probar ese pezón altivo, le di una lamida y luego a la areola, sentía la textura diferente a su piel, la redondez del seno y su forma redonda y firme me gustaba, mi mano hurgaba entre sus nalgas a la vez que ella apretaba mi miembro con su peso, haciéndome sentir como una aguda punzada con cada movimiento de sus nalgas, busque acomodarme y mi pene se deslizaba entre sus muslos duros, le di una gran palmada a sus nalgas, le mordí con los labios los pezones, ella ahora me sonreía deleitada, se inclinó sobre su espalda haciendo una amplia curva, mi cintura quedo entre sus piernas, yo me apoye sobre las rodillas y apreté sus nalgas, dirigí mi miembro otra vez hacia su sexo, la posición de ella hacia que sus pechos botaran cadenciosamente, seguí clavándoselo con energía, pasaba mi mano por su vientre, alcance un pecho y lo agarre, tome entre los dedos su pezón y lo apreté, esto le gusto y seguí haciéndolo con el otro pezón, el choque de sus nalgas con mi cuerpo hacia un sonido hipnotizante, me excitaba más y ella jadeaba y podía notar una gran mueca de placer en su rostro…

Todo su cuerpo se sentía caliente, por un buen rato seguimos en la misma posición, pero ya sentía algo de dolor sobre mis piernas, así que busque una nueva posición, la levante de los brazos y le di vuelta en la cama, quedaron a mi gusto sus nalgas, su espalda, se apoyó sobre sus rodillas y la hice inclinarse con mis manos, su cabeza apoyada en la almohada, comencé a frotarle entre las piernas, dirigí mi pene a su agujero y comencé a meterlo nuevamente, le di unas nalgadas, comencé a moverme rítmicamente otra vez, ella soltaba unos jadeos intermitentes entre sus bocanadas de aire, se apoyó sobre la manos y arqueo la espalda hacia arriba, me incline sobre su cuerpo y alcance sus pechos, apreté los pezones, esto la hizo que se mojara más, porque sentí un chorro caliente empaparme en las embestidas a su coño, agarre su largo cabello negro, que se desparramaba por su espalda, le toque la base del cuello, busque hacia su boca y ella chupo los dedos que le ofrecí, luego otra vez busque hacia sus nalgas, las agarre para hacerme más espacio abriéndola más… soltó otro grito al sentir que se la metía mas adentro,.

Virginia: Ya no más… ya no aguanto más…

Yo: aguántate, te voy a dar más…

Virginia: noo... no te corras! Sácala!

Agarre fuerte sus caderas, sentí un largo tirón punzante cuando ya estaba a tope y… se fue!!! Me descargue todo dentro de ella, fue como un latigazo, que el chorro entro con fuerza y ella levanto la cabeza, doblo los brazos y su cuerpo quedo con el culo levantado, ensartada por mi pene, llenándole las entrañas… la tome por debajo de sus brazos y la levante pegándola a mi cuerpo, aun podía bombearle más, ella se había desplomado exhausta, la tome del vientre y apreté sus pechos, ella dejo caer su cabeza hacia atrás, su largo cabello negro sudado, su cuerpo caliente, me senté sobre mis piernas y me la tire encima, podía sentir como resbalaba por mi cuerpo la mezcla de semen, sudor y jugos vaginales que salía de su torturado coño. Seguí unos minutos más bombeándola, ella apoyaba otra vez su cuerpo sobre el mío, la recosté en la cama y me puse a chupar sus pechos, lamer y morder sus pezones, aún seguía haciendo mete y saca en su coño, pero ya no con la intensidad de antes, ella me arañaba la espalda por como chupaba sus pechos, eso la mantenía aun despierta… después de un buen rato también me canse, me tumbe a su lado, ella se giró hacia el otro lado, así que tenía su espada y nalgas hacia mi otra vez, yo seguí mordiendo y besando su costado, masajeando sus nalgas y pasando la mano por su pubis, pase la mano empapada por su cara, ella dejo que metiera los dedos en su boca, comenzó a lamerlos, yo me había pegado a sus nalgas y seguía moviéndome, frotando sus nalgas, ella respondía casi mecánicamente, estaba agotada… después de un buen rato hasta yo quede agotado. Por esa noche, ella merecía descanso.

(9,67)