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Virginia (Parte VI)

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Las semanas siguientes comenzaron los chismes de oficina, por la salida que habíamos tenido; en primer lugar los cinco relacionados no decíamos nada que los demás se atrevieran a contar… Pedro había tenido su tiempo con Raquel, pero no supe si Rebeca los habrá acompañado, siendo también que ella nos había visto salir a Virginia y a mí; y que yo la vi siendo muy cariñosa con una pareja en la discoteca… así que todos llegamos a decir lo mismo: que después de la cena, habíamos ido, que el ambiente era muy terrible y que nos habíamos marchado cada quien para su casa. Rebeca que era la más entrometida, paso preguntándome que había pasado después esa noche, también acorralaba a Virginia, pero la muy sigilosa evitaba hacerlo delante de los demás…

Rebeca: esa noche, me encontré con una amiga y el novio… Me quede con ellos y me llevaron a mi casa

Yo: ahhh qué bien! La verdad disculpa, estaba seguro que te irías con Pedro y Raquel

Rebeca: No, ellos se fueron antes… al igual que ustedes… y por cierto hacia donde se fueron? O mejor dicho… que fueron a hacer?

Yo: nada, nada… solo fue la euforia del lugar, salimos y la lleve a su casa… nada más, pregúntale a ella.

Así me escape de sus preguntas por un tiempo, pero podía ver su curiosidad y cierto morbo siempre que cruzábamos miradas. Una tarde, en la que por suerte no estaba Virginia y había muy poca gente en la oficina, ella apareció por mi cubículo.

Rebeca: ven…

Yo: que paso?

Me volvió a decir que viniera, fui detrás de ella y entramos a un archivo de papelería

Rebeca: mira…

Unas dos semanas después, que me había escapado de las constantes visitas de Virginia, en parte por lo que le preocupaba que alguien en la oficina se diera cuenta de sus aventuras conmigo, ella quedo de venir a mi apartamento.

Llamó a la puerto y ella entro al apartamento, tenía puesto un vestido de una pieza, sin mangas, de botones enfrente, con una cinta arriba de la cintura, además usaba un suéter ancho, y flojo, que le cubría hasta debajo de la falda del vestido, también usaba unos botines que llegaban a media pantorrilla… ella entraba con total naturalidad, ya muy atrás quedaron sus remilgos de aparentar conmigo un falso pudor. Nos sentamos en el sofá y comenzamos a besarnos, ella disfrutaba que yo le metía la lengua en la boca y me iba deslizando poco a poco por su cuello a sus pechos, que mis manos acariciaban sus pantorrillas y subían poco a poco a sus piernas y luego a sus caderas… ella comenzaba a buscar en mi camisa espacio para meter mano y agarrarme el vello del pecho. Se inclinó sobre mi mientras yo me recostaba en el sofá, con lo que mis manos ya estaban bajo su falda acariciando sus nalgas, sus pechos se apretaban sobre mí, mientras seguía besando su cuello, que ella me lo ofrecía totalmente. Fui levantando su vestido cada vez más sobre sus nalgas, de modo que ya deja al descubierto su entrepierna, ella deslizaba la mano por mi vientre, buscando siempre hacia el sur…

Se sentó sobre mi cintura, ya con el suéter bajándole por los hombros, pero aun el vestido sin tocar, así que se irguió sentada sobre mí, con una pierna doblada y la otra colgando apenas tocando el piso… me hizo su sonrisa de lujuria y me desabotonó la camisa, después se fue soltando los botones de su blusa poco a poco, dejando ver su sostén y como sus pechos se agitaban y ponían parados esperando a que los acariciara, cuando estaba ya en los botones de la cintura metí las manos para agarrarla de los costados, justo debajo de los pechos, sus ojos centellaban y sus labios rosados brillaban más voluptuosos, le gustaba que le frotara la cintura y bordeara sus pechos, ella se contoneaba sobre mi vientre, mientras se me paraba el miembro y sus nalgas se frotaban contra él, separados por la ropa únicamente…

Pase la mano por detrás de su espalda, buscando el broche de su sostén, se lo solté y la prenda se deslizaba de sus pechos, fui metiendo mano por debajo, levantando los pechos y alzando la prenda, era sin tirantes, así que fue saliendo con facilidad, cayó sobre mi cara, con la copa hacia mi boca, aspire el olor cálido de sus pechos, ella la apartó y se inclinó sobre mi balanceándolos, sus pechos son firmes y se sentían pesados, por ser de hombros anchos sus pechos no parecían tan grandes, era una cualidad que me gustaba, que tenía una voluptuosidad que explotaba al desnudarse. Acune un pecho en mi boca, con la lengua podía sentir la diferencia de la piel del pecho con la rugosidad de la del pezón, y como cambiaba de la superficie redonda del mismo hacia la forma protuberante del pezón bien erecto…

Ella se levantó, me gustaba ver como el vestido abierto y el suéter encubrían sus pezones, dejando ver la curva de sus pechos bajando, luego pasar a su vientre, una ligera curva por su ombligo y luego cayendo la línea a ocultarse dentro de su prenda íntima, una de color azul oscuro, con detalles de bordado en trasparente, tenía unas piernas bien torneadas, que se juntaban en una rodillas de apariencia tímida… las botas completaban ese detalle exótico de mujer… su cabello revuelto, cubriendo su espalda y hombros. La tome de la mano y ella me siguió muy mandada… entramos al cuarto, encendí la luces y las puse en una intensidad tenue, la tome de la cintura y le di un beso largo, ella me desabrochaba el pantalón, hasta que logro que se cayera y me lo quitara, masajeaba sus pechos, mientras ella echaba hacia atrás su cabeza, dándome su cuello entero a mi deleite. Caminó hacia la cama y se subió a gatas en ella, me ofrecía su trasero, moviéndolo de lado a lado, me acerque y levante el vestido suelto, dejando vistas sus nalgas, le di un par de nalgadas y unas mordidas, ella soltó un suave rugido de placer, arqueo el cuerpo de modo que resaltaron sus nalgas redondas, las seguí apretando y palmeando, mientras deslizaba un dedo entre la líneas de la prenda, buscando siempre hacia donde emanaba más calor y le fui pasando el dedo, me lanzo un gemido de gusto cuando acerque la cara y le pase la lengua.

Ella se dio vuelta en la cama quedando tendida boca arriba, con sus pechos al aire y su entrepierna muy húmeda; me vio ir hacia la cómoda del dormitorio y sacar unos paños de colores y me quedo viendo extrañada.

Vv: para que sacas eso?

Yo: Viste atracción fatal?

Vv: Si… que estás pensando hacer?

Yo: Ahhh… es lo que haremos… te pondré este pañuelo y mira… te amarro las manos.

Vv: Que pretendes hacer???

Yo: te va a gustar…

Le sujete las manos con una pañoleta y comencé a jugar con su cuello y a rozar su entrepierna, eso la estremeció y me dio una mordida en el pecho, fui levantado sus brazos por sobre su cabeza y tome otra pañoleta y la sujete al respaldar de la cama, sus ojos parecían salirse de lo dilatados y brillantes que estaban, su ropa se deslizaba apenas cubriéndola, me gusto que no terminaba de resbalar por sus pechos, porque se detenía apenas en sus pezones duros y bien parados… detrás de su siempre falsa reticencia estaba su ansias sexuales de probar. Le di una mordida en el vientre y fui lamiendo hacia sus caderas, eso la hizo soltar una risa y contorsionarse, pero no pudo desatarse.

Seguí jugando con ella, lamiendo sus caderas y masajeando sus piernas, ella levantaba la cara y lanzaba suspiros, sus pechos parecían levantarse conforme se ponían más duros, estaba muy excitada, su prenda interior estaba mostrando cuan húmeda se ponía con la situación, así que aproveche el frenesí y le vende los ojos…

Entro Rebeca y mientras yo le comía su coño ella se subió a la cama y comenzó a frotarle los pechos, al principio Virginia no se dio cuenta, pero cuando una boca comenzó a chuparle los pezones, se llevó un gran susto.

Vv: que es esto! Quien está ahí!??

Vv: pero… nooo, que me vas a hacer? A quien trajiste!!!???

Rebeca se rio, sin decir palabras, pero siguió besándole y mordiéndole los pezones al tiempo que yo le comía el coño… sus jugos salían calientes y no dejaban de manar, ella apretaba las piernas y se retorcía tratando de soltarse, pero a medida que rebeca la tocaba, los pechos, el vientre, luego comenzó a acariciarle la cara, le dio un gran beso… luego se subió hasta ponerle un pezón en la boca, hizo que comenzara a chupárselos, le dio una mordida y Rebeca respingo…

Vv: Quién es?? Dime qué haces aquí!!!???

Vv: quien más está aquí??? Nooo!!! Que ultraje!!!

Rebeca le dio un beso en la boca y le apretó las tetas, al tiempo que le metí la lengua entre sus labios vaginales, ella se retorcía, le agarre las piernas para abrírselas más… estaba muy mojada y no dejaba de moverse, escuchaba como Rebeca la besaba y le mordía los pezones, también ella estaba muy excitada y se frotaba la entrepierna, se había quitado su sostén y estaba solo con su pantaleta, sus pequeñas nalgas me parecían bonitas y su espalda muy seductora, el haber disfrutado de chupar sus pechos me hizo desear continuar con ella también, le agarre una nalga y ella se sorprendió y me miró, solo me guiño el ojo y me dejo seguir tocándola, le fui bajando la pantaleta y frotándole las piernas, sus muslos, metí unos dedos más arriba y sentí que se humedecían con sus secreciones… ella estaba también mojándose mucho teniendo a Virginia a disposición nuestra…

Me senté sobre mis rodillas y levante las caderas de Virginia para poner unas almohadas bajo sus nalgas, ella soltó un gritillo que Rebeca acalló con sus pechos en la boca de ella, a la vez que le frotaba el vientre en dirección hacia su entrepierna, con sus dedos finos y juguetones. Me estaba masturbando para tener la verga dura y lista, cuando Rebeca al verme se acercó y me miro con expresión guarra, me agarro la verga y comenzó a chuparla… me la dejo empapada y dura, me acaricio las bolas y volvió hacia la boca de Virginia, le dio un gran lamida de cara…

Virginia: nooo!!! Por favor! Quien eres??? Que haces!!??? Ohhh…

Se quedó en silencio cuando sin darle mucho aviso se la metí… entro apretada, pero se deslizó tan bien gracias a lo mojada que estaba y a la lubricada que Rebeca me había dado con su boca deliciosa, soltó un gemido ahogado en los lengüetazos de Rebeca en su boca y que le jaló los pezones hasta levantar los pechos, para soltarlos luego y hacer que botaran y se agitaran un rato…

Agarre una pierna de Virginia acomodándola alrededor de mi cintura, la abrí tanto como pude y comencé a bombearla, empezó el chaqueteo de cuerpo con cuerpo, cuando mi cuerpo chocaba contra sus nalgas y muslos que se sacudían en cada embestida, ella gemía, mientras Rebeca siempre dándome la espalda puso su coño pequeño, pero prominente y mojado rozándose contra el vientre de Virginia y dándome espacio para meterle uno que otro dedo también… siguió chupándole los pechos y besándola, esto la enloquecía…

Virginia: ya suéltenme! Me duele estar con los brazos arriba! Díganme quien es!!!

Yo: no te puedo decir quien es… deberás averiguarlo después… pero si te suelto no vas a quitarte la venda…

Le di una fuerte embestida y en eso soltó un gemido

Virginia: ahhh, si, si… hare lo que quieras… ya me están haciendo lo que les da la gana…

Yo: ok, te voy a cambiar de posición, pero vas a comportarte

Virginia: Si, si… está bien…

Mientras le sacaba la verga, Rebeca se quitó de encima y se envolvió en una sábana tapándose la cara por si nos quería engañar… pase a soltarla del amarre a la cama, sin desatarle las muñecas, apenas lo hice ella trato de quitarse la venda en los ojos, aunque lo hizo por un rato, no pudo ver nada por estar a oscuras y apenas la volví a tomar la gire dejándola nalgas arriba.

Yo: ahhh… no hiciste caso… te portaste mal, ahora vienen las consecuencias.

Virginia: pero que vas a hacer ahora??? Es que tengo que saber con quién estas aquí!! Porque metiste a alguien más en lo nuestro???

Yo: calla! Si bien que lo has disfrutado… como lo de la vez pasada… te gusto tener dos vergas…

Me puse frente a ella, la hice que se apoyara sobre la manos y le acerque la verga, en principio hizo para atrás la cara, pero puse mis manos en su cabeza y la acerque a su boca, se la restregué por los labios, hasta que Rebeca se acercó y comenzó a besarla y a darme chupetones y lengüetazos a mi palo.., aquella se puso más dócil y le devolvía los besos y chupetes, fue cuando se la volví a poner frente a la boca y esta vez si la chupo; Rebeca le pellizcaba los pezones y fue lamiéndole la espalda y luego agarrándole las caderas, cuando menos espere comenzó a nalgotearla y metiendo los dedos entre las nalgas. Las caricias de Rebeca hicieron que Virginia volviera a gemir con ganas, en cada espacio que dejaba de chupármela, levantaba aún más las nalgas y contorsionaba la espalda… Rebeca comenzó a chuparle entre las piernas, tenía bien metida su cara fina entre esas nalgas, le estaba metiendo la lengua hasta donde alcanzaba y la estaba enloqueciendo; me chupo enérgicamente cuando al fin me corrí… le di un gran chorro en la boca y otro poco en la cara, le escurría parte en la banda sobre los ojos y otro poco en las mejillas, la nariz, la boca… pero ella seguí gimiendo con las atenciones que Rebeca le daba.

Virginia: para, para por favor… quién eres? Me estas matando… ohh! Ya no… ya no…

Yo: quieres que ella se detenga? Me acerque a decírselo al oído y le di en las mejillas con la verga untada de su saliva y mi leche.

Virginia: mmm… quiero saber quién es… me esta… me está haciendo bien rico… Ohhh!

En eso Virginia se corrió fuerte, llego a un largo orgasmo, en lo que pego la cara a la cama y ponía sus nalgas al aire; cuando sus gemidos se calmaron, cayo de lado en la cama, Rebeca se recompuso y me miró y luego a mi verga, se acercó con cara de gusto, vino a darme un largo beso, me paso parte del sabor salado del coño de Virginia, que ya he disfrutado, pero combinado con su boca fue más delicioso, luego se agacho a chupar mi verga, chupando lo que había quedado de la corrida en la cara de Virginia, lo hizo lo suficiente para ponérmela dura, luego se dirigió otra vez sobre Virginia, me hizo seña de que me acercara y que le abriera las piernas a Virginia otra vez… mientras lo hacía comenzó de nuevo a chuparle los pechos y a besarla y comerle la boca. Me contoneaba sus nalgas redonditas y estrechas, desee también metérsela en lo profundo, sentir que la podría partir en dos, eso me excito más y pude rápidamente agarrar ritmo dentro de Virginia. Rebeca en un rápido giro puso su coño en la cara de Virginia y comenzó a contonearse sobre ella, esta no pudo decir más, le estaba dejando empapada la cara de sus jugos… en eso ella comenzó a dirigirle el rostro para que la chupara, ella abrió la boca y comenzó a chuparle, tenía una muy hábil lengua, yo lo sabía, así que de la boca de Rebeca salió un pujido al sentir que le comenzaban a comer el coño a gusto…

Rebe: niña… que rico lames… ya entiendo porque a este le gusta tanto cogerte…

Virginia: REBECA!!!?? Que perra!!! Porque estás aquí!!!???

Cuando Virginia estaba por decir algo más, aquella giró nuevamente y le apretó la boca, a la vez que le quito la venda de la cara.

Rebeca: te gusta lo que ves? Te gustó que te comiera tu coño?

Virginia: Si! Si! Perra, si me gustó!

Yo seguía bombeando a Virginia, sentía que estaba por reventar otra vez y Rebeca ahora le ponía sus pechos en la boca, ahí me corrí otra vez… seguí bombeando dentro de Virginia, mientras Rebeca la besaba y le apretaba los pezones con fuerza, luego me hizo señas de que me acercara a sus caras y entre las dos me lamieron la verga y chuparon del semen y jugos que aun tenia. Al terminar me aparte para sentarme al lado, ya que estaba seco y quería ver bien a las dos mujeres. Porque Rebeca no le dio tregua a Virginia, siguió lamiéndola y chupándole el coño otra vez, se la comió tan bien que Virginia tuvo otros dos orgasmos, luego aquella se puso nuevamente sobre la cara de Virginia y le exigió que hiciera lo mismo, pero no logro llegar a un clímax tal como el que ella le había provocado.

Rebeca: Necesitaras practica chiquita… mucho coño que probar para alcanzarme en destreza!

Después de un rato se cansó y Virginia ya estaba agotadísima, poco se dio cuenta cuando le solté las muñecas y salimos con Rebeca a la cocina, buscamos algo que probar, unas galletas, un jugo, ahí ella me dio una última chupada, dijo que para el camino… luego se vistió y se despidió, hablaríamos después sobre la despedida de soltera de Virginia. Y me tocaba esperar a que aquella despertara, que seguro preguntaría muchas cosas…

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