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¿Y si me volviera prostituta ocasional? (Parte 2)

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La semana siguiente Regina regresó de "trabajar" feliz diciéndome que ya había hablado con doña Tere y estaba de acuerdo en hacer una excepción conmigo al saber que lo hacía meramente por caliente.

Traía una bolsa llena de ropa y tomándome de la mano corrimos a la recámara para que me enseñará que traía, deje al bebé en su cuna y regresé rápidamente a ver las cosas.

Eran varias blusas y minifaldas; todas de colores brillantes como le gustaban a Regina y me di cuenta de una cosa:

Todas las blusas eran transparentes y las minifaldas eran extremadamente pequeñas aún para mí estilo con una abertura lateral hasta la mitad.

Tomando una combinación, le dije:

-¡vamos a ver qué tal me veo!

Ella aplaudió encantada y me dijo que era su regalo por haberla aceptado en mi casa.

Sonriéndole en complicidad, me desnudé y me puse el conjunto… Minifalda roja y blusa de igual color totalmente transparente…

Rápidamente ella me dijo:

-las blusas son para usarse sin bra, te atreves?

-Claro que sí! -Dije excitada

Busqué en mi clóset un par de zapatillas estilizadas rojas que hicieran juego y me las calcé para luego ir al espejo y ver el efecto del atuendo…

-Wow!! -Dije entre excitada y sorprendida, Regina sabía perfectamente cómo acentuar mi figura con esa ropa y el efecto era de una puta descarada.

La blusa obviamente dejaba ver mis tetas y pezones perfectamente y la minifalda llegaba apenas al inicio de mis nalgas por lo que al caminar se verían parcialmente expuestas, las zapatillas terminaban de estilizar mi figura y reconozco me veía realmente cachonda.

Rápidamente pensé en comprar un set de tangas que me gustaban de varios colores que había visto en el trabajo que irían muy bien con la ropa.

Regina mencionó que me veía francamente como una puta y seguramente sería la sensación en el día de mi regreso al lugar que me vio iniciar en esta locura.

El sábado por la mañana nos bañamos y cuando me iba a poner unos pants para llevar mi atuendo en una bolsa y cambiarme allá, Regina me detuvo y me dijo que creía sería más cachondo si me fuera vestida desde la casa así.

Y al llegar y dejar el coche a unas cuadras y caminar hacia el callejón, los hombres me verían y sabrían que iba rumbo a la vecindad a trabajar.

Me excitó mucho su idea así que acepté, ambas salimos vestidas ya listas para ofrecernos a los machos.

Dejando el coche en la pensión y saliendo al mundo de gente que labora y compra en la Merced inmediatamente llamamos la atención de los hombres que nos vieron caminar por la avenida circunvalación rumbo a nuestro lugar.

Todos sabían al vernos que éramos un par de putas yendo hacia nuestro lugar.

Me di cuenta que un par de hombres en distintos puntos empezaron a seguirnos adivinando hacia dónde íbamos y dispuestos a levantarnos rápidamente en cuanto empezáramos a ofrecernos.

Dando vuelta a la calle entramos al callejón llamando la atención inmediatamente del grupo de hombres que estaban esperando una puta que les gustara del grupo que caminaba en círculo ofreciéndose.

Entramos a la vecindad excitadísimas y fuimos directo con doña Tere a saludar.

-Vaya contigo! Qué cambio tan drástico! -Me dijo Tere al recorrerme de pies a cabeza… ¡Quien lo dijera! La señora casada que viene por gusto! Anden pues, a trabajar y que tengan buena mano!

Volteando a vernos Regina y yo, sonreímos en complicidad y caminamos rumbo al portón…

Mi corazón iba latiendo a mil por hora y sentía mariposas en el estómago, la ocasión anterior no estaba preparada para esto, pero hoy venía dispuesta y consiente en ofrecerme como una puta a esos hombres calientes.

Regina me tomó de la mano en la entrada y me deseó buena suerte, salí delante de ella excitadísima de cumplir esta fantasía que se volvió mi obsesión en estos días.

Me metí en la fila de mujeres meneando las caderas sabedora de que varios hombres me veían con lujuria las tetas visibles debajo de mi blusa transparente esperando llegara a ellos.

Iba caminando rumbo a un macho que me había gustado cuando sentí que una mano me detenía del antebrazo y me preguntaba: “¿cuánto?”

Era un señor de unos 50 y tantos años, le respondí excitada:

-$200 y pagas el cuarto…

-¿Te gusta? ¿Quieres esta? -Preguntó el señor a un muchacho que estaba parado junto a él y que no había visto por estar esperando la respuesta del señor.

-Sí, dijo tímidamente, está muy bien -recorriéndome el cuerpo con su mirada.

Rápidamente el señor le dio el dinero a su hijo y viéndome paternalmente me dijo:

"Trátamelo bien, es su primera vez!"

Sonriéndole le dije al muchacho:

-Ven, te voy a tratar bien!

Caminamos juntos hacia la entrada y vi que varios hombres de nuevo se movían inquietos porque les habían ganado su turno conmigo-

Al entrar alcancé a ver a Regina platicando animadamente con un muchacho señalándome.

Después de pagarle a doña Tere entramos a un cuarto y escogí una cama, corrí la cortina y sentándome le dije al muchacho:

-¿Me pagas?

Me dio el dinero y me quite la tanga, decidí guardarla en mi bolso y no ponérmela el resto de la jornada.

Lo acerqué y le bajé el pantalón y su calzón dejando ver su pene virgen y empecé a mamárselo sin dejar de verlo y llevando sus manos hacia mis pezones.

La mirada de él era de un joven caliente que se enamora de su primera experiencia y decidí darle un regalo íntimo que recordaría toda su vida…

Sin dejar de mamarle tomé un condón y antes de abrirlo le dije:

-¿Es tu primera vez de verdad?

-S-si tartamudeo él, ¡es mi primera vez!

-Ok, solo por eso te voy a dejar cogerme sin condón, pero si regresas después tendrá que ser con condón ok?

-Ok -dijo él feliz de verme la velluda raja mientras me acostaba abriéndole las piernas en franca invitación a que me penetrara.

Abalanzándose sobre mí, me penetró profundo mientras lo abrazaba con mis desnudas piernas para aumentar su placer, me puso sus manos en mis hombros apoyándose para besarme mientras me cogía rápidamente en completa ansiedad de principiante.

.Mmmm… ¡Disfrútalo! .alcance a decirle entre besos, seguro lo platicaría a sus amigos después.

Mi vagina lo apretaba fuertemente a cada metida de él y lo acompañé con mis caderas mientras lo sentía empezar a endurecerse más a punto de venirse…

En un movimiento que me tomó desprevenida porque pensaba iba a venirse dentro de mi raja se salió hábilmente y me jaló de las manos enderezándome para dejarme sentada de nuevo y entendí lo que deseaba…

Lo empecé a mamar de nuevo con lujuria viéndolo cachondamente y sentí su semen derramarse en mi boca con fuerza de joven primerizo… ¡Delicioso!

Terminó y se subió rápidamente los pantalones de nuevo y prometió regresar en cuanto pudiera.

Salió y me arreglé un poco antes de salir de nuevo, al llegar al portón me sentí más excitada aún.

Salí de nuevo a ofrecerme y decidí dar una vuelta completa para dejar a los hombres verme completamente y excitarlos más.

-¿Vas? ¿Vas? -Repetía cachondamente acercándome y apretándoles la verga a los que me gustaban, cuando me preguntaban cuánto? Les decía: -ahorita regreso fingiendo ver a otro hombre…

Casi al terminar mi vuelta, uno de los hombres que nos habían seguido desde que caminábamos por circunvalación se adelantó a mí y me tomó de la mano diciéndome: -vamos!

Riendo le dije: -pero si ni te he dicho cuánto…

-¡Vamos! Dijo de nuevo, ¡adentro me dices!

Divertida le dije: -ok, vamos!

Pagó el cuarto y llegando a la cama me dio $500 pesos diciendo:

-quiero que te desnudes!

Tomando el billete, me desnudé y se desnudó rápidamente él también.

Nos acostamos y empezó a acariciarme toda mientras trataba de penetrarme…

-¡Ponte condón y me la metes! -le dije amigablemente

-… Pero, te la quiero meter sin condón -dijo caliente

-Lo siento, respondí masturbándolo, solo con condón, si quieres te dejo venir donde quieras, pero afuera…

Aceptó y empezamos a coger intensamente, cuando lo sentí a punto le pregunté: -donde me los vas a echar?

Pensando sería en las nalgas o tetas…

-¡En la cara! ¡Quiero venirme en tu cara!

Mmmm… Aceptando que me había ganado, me acomodé y lo dejé venirse en mi cara…Sentí su semen caliente y aspiré ese aroma que tanto me volvía loca!! Estuve a punto de decirle que me cogiera de nuevo y lo dejaba venirse adentro sin condón por lo caliente que me puse al oler y sentir el semen en mi cara, pero haciendo un esfuerzo enorme, le agradecí no sin antes escuchar su promesa de regresar en la quincena por otro palo…

Terminando de vestirme de nuevo al salir al patio me encontré de nuevo con Regina que me dijo que ya me había recomendado con uno de sus clientes que regresaría en las tarde para estar conmigo, le di las gracias y salimos de nuevo a ofrecernos, esta vez ella delante de mí.

Empecé a caminar feliz y excitada deseando encontrarme con alguien vergon porque estaba muy excitada y quería venirme…

Sabía perfectamente que con la ropa que traía podían verse mis pezones perfectamente a través de la tela y la minifalda dejaba poco a la imaginación de los hombres calientes que estaban esperando encontrar alguna puta que les gustara para cogérsela.

Al caminar me pregunté qué pensarían los clientes y proveedores que atendida en mi trabajo de saber que la gerente de compras nacional se ofrecía de esta manera por muy poco a los hombres de la clase más necesitada del país.

¡Qué locura!, En eso pensaba mientras caminaba y de repente un hombre flaco y alto se puso frente a mí, debía trabajar en un taller mecánico porque su ropa estaba manchada de aceite y olía a aceite de coche.

-¿Cuánto?

Alzando la vista le dije: -$200 y pagas el cuarto…

-Cuánto por hacer anal? Haces anal? -Me preguntó inquieto…

-Sí, son $200 más… -Decidí soltarlo así, a ver qué tanto lo deseaban… Doña Tere me había dicho solo $100 más, pero decidí decir eso a ver qué respondían.

-Ok, vamos! -Me tomó de la cintura y avanzamos hacia el portón…

Llegando a la cama me pagó y me senté a ponerle el condón… Estaba vergon!

Encantada de ver su erección me puse de perrito, subí mi falda y le dije: -vas, métela humedeciendo mi ano con saliva esperando su embestida.

Se acomodó de pie detrás de mí y me penetró profundo mientras yo con mi mano derecha empezaba a masturbarme el clítoris para venirme.

-Ahhh…. Déjate ahí cabrona, primero te doy por aquí y en un momento te la meto en la raja!

-Ahhhh… mmmm! -Gemía caliente como estaba sintiendo las embestidas de este hombre que me tenía tomada de las caderas fuertemente mientras me penetraba con lujuria el ano.

Empezaba a sentir un orgasmo llegando así como me tenía cuando de repente la sábana se abrió totalmente, era Regina que estaba checando como iba.

Riendo escandalosamente dijo: -ya entregando el culo tan pronto!? Eres una cabrona caliente!!

Me quedé momentáneamente sorprendida porque los demás en el cuarto, putas y clientes, me vieron en cuatro dándole el ano a ese hombre que me estaba cogiendo delicioso.

.Sí, ya lo estoy dando y me encanta! .Dije sonriéndole a Regina y pidiéndole nos dejara terminar de coger, recorrió la sábana y volteando a ver a mi cliente mientras me movía cachondamente le pedí me las metiera ya por la raja ansiosa de sentir el orgasmo ya.

Me saco su vergota del ano y me penetró profundo la velluda raja sin dejar de embestirme cachondamente, siguió deteniéndose de mis caderas mientras me decía obscenidades y vulgaridades que me calentaron más.

-¡Me vengo! ¡Me vengooo!! -Gemía sintiendo un orgasmo enorme llegarme y llenar todo mi cuerpo de sensaciones deliciosas.

Al oír esto él empezó a venirse también en espasmos ricos que llenaron el condón de su semen, lentamente me saco la verga y mientras se quitaba el condón me dijo que regresaría la semana entrante.

Me ocupe muchas veces más esa tarde, yo feliz de empezar a convertir en clientes a los que me cogieron quedando de regresar en cuanto pudieran a echarme otro palo.

Regina y yo nos despedimos de todas las otras putas y doña Tere y salimos satisfechas de haberle dado placer a tantos hombres.

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