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Y todo por un baño (IV)

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Me desperté por la sed, busque un bóxer para vestirme, Keyra seguía profundamente dormida, desnuda totalmente, solo medio cubierta con la sábana de la cama, me gusto verla dormida, con un pecho semidescubierto y la sábana apenas cubriendo sus partes íntimas.

Tome su ropa y la metí en una caja escondida en el ropero, me dirigí a la cocina a preparar algo de comer. Ya eran las 9 am, preparaba unos huevos revueltos cuando ella salió del cuarto, todavía con expresión aturdida, seguro busco su ropa y no la encontró, porque salió descalza y apenas con una de mis camisas, que le quedaba grande, pero que no ocultaba que no llevaba nada por debajo.

-Que hiciste mi ropa?

-la deje por ahí

-ya me voy, dámela

-por qué la prisa?

-porque la prisa?! Después de que me han violado no hay que explicar

-mmm, ya veo, pero antes que nada, no quieres comer algo?

Ella no quería decirlo pero la verdadera molestia que tenía, es que Daniela le hubiera hecho una jugada como la de anoche; además que estoy seguro que se moría por comer algo.

-quieres comer antes? Es mejor que comas algo, necesitas recuperar la energía perdida anoche-

No dijo nada, pero se acomodó el cabello y no me miraba a los ojos, pero se sentó en la mesa y para mí fue señal de que estaríamos bien.

Puse frente a ella un plato servido y no tardó mucho en comenzar a comer, también un vaso con jugo y ella al final disfruto del desayuno servido.

-Me engañaste- me dijo, después de tomar el ultimo sorbo de jugo.

-Digamos que aquí todos han engañado a alguien.

Le conté lo que Daniela me dijo y ella me dio su versión, en la cual todo comenzó con un reto que se lanzaron entre ambas para salir con ese chico, pero que ella hubiera ido más lejos y le ganara la partida, era la verdadera afrenta de la que se hacía victima Daniela… tanto así que, años después cuando Keyra empezó a salir con otro chico, uno con el que si sentía mucha afinidad, mi querida novia, le dijo que ella podía hacer que la engañara, Keyra me dijo que no le había hecho caso, que no quería jugar, no se lo creí del todo, luego dijo que al final Daniela, si comenzó a coquetearle y logro que fueran a un hotel, de donde ella la llamó para que llegara y cuando lo hizo la encontró con los pechos al aire, las piernas abiertas y el tipo chupándole la concha.

-Así que les encanta retarse- le dije asombrado.

-No te dijo que fue un reto que ella me hizo?

-No de esa manera, ustedes tiene una amistad rara- dije al momento de estirarme un poco y sutilmente mostrarle que se estaba hinchando la verga dentro del bóxer.

-pero mira que bien te ha ido con eso- me dijo, poniendo los ojos hacia mi entrepierna

-es cierto, me gané una licencia completa

-licencia completa?

-si le seguía el juego, dijo que tendría libre para hacer lo que quisiera

-Ahhh, pues… yo también gané

-Aja?

-lo mismo, derecho a todo

Entonces corrí la silla hacia atrás abriendo las piernas y dándome un suave masaje sobre la entrepierna, ella lo entendió muy bien y se puso de pie, me dio chance de ver sus piernas bien formadas, de cómo la curva interna de sus piernas dejaba un pequeño hueco que se apreciaba a contraluz, de cómo se dibujaba la aureola de sus pezones en esa camisa vieja que andaba, de la postura de falsa inocencia que estaba haciendo, que la hacía ver más deseable, entonces vino a mí, se recogió el pelo y se sentó de cuclillas, sus manos fueron frotándome las piernas, luego metiéndose bajo mi bóxer alcanzando a rozarme las bolas… lo que hizo que me empalara, comenzó a jugar nuevamente con mi miembro, lo sacó y esbozo una sonrisa de oreja a oreja y comenzó a lamerlo, cruzábamos las miradas, me sonreía con esos labios carnosos y la mirada de lujuria que le gustaba ocultar…

Ella movía la lengua con habilidad, la sentí por todo el miembro, luego se lo saco de la boca y me dio una lamida en las bolas, puso sus pechos entre mis piernas y su barbilla apoyándose en el glande.

-Te gusta esto?

-Me encanta

Comenzó a mover sus pechos contra mi cuerpo y su barbilla contra mi vientre, me lamia y mordía y apretaba mi verga con sus pechos, volvió a posar sus labios encima del glande y fue metiéndoselo en la boca en pequeñas chupadas, luego se puso en pie, recuperando el aliento, su cara estaba empapada y tenía una mueca de placer increíble, me tomo de la mano y la seguí viendo sus nalgas hacer un movimiento cadencioso y provocador, pasamos por la sala y ahí la jalé hacia mí, le agarre las nalgas con fuerza y ella solo me sonrió, la fui llevando al sofá y me senté, haciendo que ella se acomodara sobre mí, en la sala tenía un amplio ventanal por lo que estaba muy bien iluminado a esa hora, podía ver apreciar como sus pezones estaban bien erectos bajo la camisa, comenzó a mover las nalgas sobre mi verga, subí su camisa hasta la cintura, dejando sus nalgas al aire, iluminadas por la luz que entraba por la ventana, nos besamos, mordí un pecho y ella se levantó la camisa por sobre la cabeza, para que disfrutara a plena luz de tenerlos a disposición de mi boca, chupe alternadamente los pezones y ella movía las caderas acomodando mi verga para que se rozara directamente con su pubis, me tenía a mil, de pronto me recostó más en el sofá y se dio vuelta para exponerme sus nalgas, no había notado antes, que dos lunares sobre una nalga, le pellizque la piel y ella dio un pequeño grito, pero le gusto que le notara los lunares, sus nalgas eran dos bellas formas bronceadas, sabrosas y suaves, le fui abriendo entre las nalgas y ella se acomodó, mi verga fue buscando su camino y ella me ayudaba.

Escuche la puerta abrirse y vi entrar a Daniela, ella se quedó muda al vernos… yo tenía a Keyra montada sobre mí, dándome la espalda, la tenía empalada y ella apoyaba sus manos sobre mis piernas y yo agarrándole los pechos desnudos. Daniela soltó las cosas que traía, se quedó muda sin decir nada.

-hola amiga, aquí estamos, estoy cobrando lo que apostamos- le dijo entre jadeos Keyra

-yo cumplí con lo que querías, ahora estoy cobrando mi derecho- le dije.

Siguió sin decir nada, pero ahora con la cara roja de furia, yo me mantuve moviéndome dentro de Keyra, hasta que estalle y ella se arqueo hacia atrás, se estremeció y se levantó, le temblaban las piernas y se quedó apoyada en cuatro sobre la alfombra, aun recuperaba el aliento cuando le dije que me la chupara otra vez. En eso escuche un portazo y era que Daniela se había ido sin decir nada. Keyla quiso parar e irse, pero no la deje, le dije que me la chupara nuevamente y después yo le daría atención a ella, no se decidía y comencé a jalármela descaradamente, al final ella se vino a gatas hacia mí y comenzó a chupármela hasta que me corrí una vez más y ella lo dejo todo limpio con su boca, estaba nuevamente agotada, sudada y cubierta de semen en su cara y cuerpo, la ayude a levantarse y me la llevé a la tina del baño, use las sales que ya habían probado ser efectivas, estuvimos como una hora así, yo acariciando su cuerpo, metiendo mano por donde podía y acariciando sus pechos, después de una breve ducha la lleve nuevamente a la cama y se recostó. Al subirme encima de la cama me dirigí directo a sus piernas, comencé a besárselas y masajearla… metí la lengua entre sus piernas, comencé a pasarle la lengua por todo adentro, ella gimió, sin que se diera cuenta saque un juguete… ella se asustó cuando empezó a sentir como le succionaba y vibraba el clítoris, ese juguete era de Daniela, lo tenía desde hace tiempo en mi cuarto, mientras se lo pasaba por ahí, ella apretaba las piernas y me dirigí a sus pechos a seguirlos chupando, paso como una hora en la que ella nuevamente tuvo orgasmos y se corrió…

Se tuvo que bañar nuevamente y tomar un buen jugo azucarado, porque le temblaban las piernas al terminar de vestirse, se acomodó en el sofá de la sala sin saber que decir, no éramos novios, ella era amiga de mi novia, la vi ser cogida por otro, al tiempo que también se cogieron a mi novia, pero ella creo que no se dio cuenta de eso, aparte de que mi novia la había masturbado, chupado sus pechos y compartido una corridas de semen de boca a boca, ahora parecía que caía en cuenta de todo lo pasado; salió corriendo después de pedir un UBER, porque ya eran las 5 de la tarde del día siguiente y no sabía cómo explicar en su casa que no volvió en la mañana como había dicho.

Daniela no me hablo en una semana, después de la cual tuvimos nuestra reconciliación, fimos de fin de semana a la playa, al gusto de ella, al final aceptó que aprovecho a cogerse al Pato, pero este era tan simplón que se sintió usado para vengarse de Keyra, por lo que apenas pudo tener una cogida decente, incluso después de que nos vio en la sala lo fue a buscar, pero tampoco llego a gozarlo igual, al menos eso me dijo, así como lo hacía conmigo; y fue una decepción, además que le dio coraje que yo si hubiera cogido tan a gusto con Keyra y que está en vez de sentirse avergonzada lo disfrutara tanto o más que yo.

A Keyra la volví a ver hasta como dos meses después… para una fiesta en la cual Daniela, siempre inventado, nos envolvió en otra locura.

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