Anoche, te vi en una pesadilla
Estaba a punto de deleitarme en mi habitación, un cuarto oscuro, apolillado y mugroso, mediante las caricias de mis propias yemas, cuando una figura oblicua, como un vórtice negro, te dio a luz. Vomitó una suerte de humo maligno, al que vi formándose cada vez más a mis pies. Tomó tu forma.