Amigo de club
Me puse en cuatro en el borde de la cama. Él se paró detrás de mí, posó una de sus manos sobre mi cintura y con la otra dirigió la punta de su verga erecta hacia mi hoyito. Empezó a darme piquetitos cortos, jugando conmigo hasta que no pude más y le dije, “Ya métemela toda, por favor”