El machote del barrio

3
12382
18
T. Lectura: 3 min.

Había recibido un mensaje anónimo que rezaba “Yo que vos, vuelvo a tu casa ahora”. Vivía en un barrio un tanto complicado, me había mudado a esa zona porque estaba viviendo con una novieta 5 años mayor que yo, que había heredado una casa de una tía.

En el barrio había gente trabajadora y algún malandrín que otro, entre los que destacaba “El Alex” que era un narco de baja monta, pero que aparentemente tenía una verga más que respetable y no perdonaba a mujer alguna en el barrio.

Me imaginaba lo peor, así que antes de llegar apagué la moto y llegué con el impulso para no hacer ruido, entré por la puerta del fondo, siendo lo mas silencioso posible. Desde el cuarto se escuchaban voces y quejidos

-Uff que grande que es, me estas partiendo el orto que todavía no se lo entregué al pendejo, ¡ay ay! La puerta estaba abierta y cuando llegué vi una imagen que no se me va a borrar de la mente, Alisson (mi novia) de pie, apoyada en la cómoda, con El Alex atrás de ella penetrándola por el culo.

-¿Por qué te coges a todas por el culo? ¡yo quiero que me cojas la concha!

-Nooo mamita, a mi me gusta por el culo y mas si es culo robado.

Él le daba por el culo, se agarraba una nalga con una mano, se la pellizcaba y en un momento veo que se tocaba el agujero del culo. Este carga carne por popa pensé, fue todo muy rápido, se me paró la pija, porque El Alex tenía el culo depilado y era un culo bubble, tipo de mina.

Saqué la trincheta que tenía en la mochila, pelé la verga, me acerqué sin que me vieran y le puse el filo en el cuello al gritándole “déjate de tocar el orto que te lo voy a garchar”.

Fue como si se parara el tiempo, quedaron congelados los dos, él gritaba que era mentira, yo le repetía, “daaale Alexito si te vi tocándote la entrada del culo mientras le dabas bomba a esta puta y ahora vas a ser mi putita”, le acerqué la punta de la verga al culo sin aflojar el filo de la trincheta en el cuello, le exigí que se abriera las nalgas, no se resistió, pero de su boca salía un “no quiero, no quiero”, pero su cuerpo decía lo contrario, sumergí mi miembro viril en su recto y empezó a gemir como una putita, trató de sacar su pija del culo de mi novia, pero no lo dejé y comencé a trincarlo, la puta barata de mi novia se quejaba que se le puso más dura mientras le hacen el culo.

-No sabía que te gustaba que te mamporrearan en culo, se te puso más dura que nunca, al final eras un putito tapado, miralo al machote. A esta altura el aullaba de placer y chillaba pidiendo más y más.

-Ay que me corro, se me va la lechita, ay ay desflorame siii

Al terminar en el culo de mi novia, lo hice ponerse en 4 en la cama y a mi novia ponerle el culo al alcance de su boca, para que se bebiera todo lo que salía y lo dejara limpito, mientras yo seguía sodomizando, dominando al machote del barrio.

-Mirá que resultaste brisco, le voy a contar a todo el barrio y todos los maridos de las minas que te cogiste, te van a dejar el orto bien comidito

-¡Ay nooo ay siii llename el culo de juguito, lo necesito!

-Vos puta, sacale una foto con buena perspectiva, que se le vea la cara de puta gozando mientras le hago el hoyito y mandala al grupo del barrio, que todos sepan que le gusta sentarse en el bayo.

-¡llename el culo de juguito por favor!

-No, te la vas a tomar toda con la puta esta.

Se arrodillaron los dos con las bocas abiertas sacando las lenguas pidiendo néctar, así que me dejé ir y les largué un par de chorros a cada uno, los hice limpiarme el miembro y El Alex agarró su ropa y se fue.

-Vos andá a lavarte puta.

Ella fue al baño y yo empecé a guardar mis cosas en un bolso. Me iba de ese barrio de mierda. Por unos días a lo de un amigo mientras buscaba donde vivir.

-No te vayas, por favor, ahora sé que sos el macho que quiero en mi vida, te entrego el orto, pero no te vayas.

La agarré del cuello, la puse de cara contra la pared, le frotaba la verga en el culo, cuando la tuve bien dura, se la hundí hasta el fondo, a ella se le daban vuelta los ojitos, los ponía en blanco mientras yo penetraba una y otra vez esa gruta hasta ahora nunca explorada por mí.

-Así que te gusta meterme los cuernos, ¡¿eh?! ¡Soputa!

-¡No sabía que tenía este macho en casa! Perdoname.

-El que perdona murió en la cruz.

Seguí penetrándola una y otra vez, ella sollozaba, chillaba, gozaba con la pija en el orto. Yo estaba entre enojado y excitado, el estar domándola de esa forma me hacía sentir potente, poderoso.

Le llené el recto de semen, hice que me limpiara con la boca, guardé mi pija, agarré mi bolso y fui hacia la salida.

En la esquina estaba El Alex rodeado por tres vecinos, él les sonreía y los tocaba, lo último que vi, fue que entraba a la casa del gallego con los tres.

Que fiestón se deben haber mandado.

Loading

3 COMENTARIOS

  1. Yo comprendo a Alex pues es muy rico darse placer por el culo.
    Le hiciste un favor, ahora Alex tendrá lo que más le gusta

  2. Que buen relato, la verdad que le rompiste el orto al machon del barrio jajaaaa que buena historia. Saludos

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí