Lorena y su suegro (3)

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20221
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T. Lectura: 4 min.

Estamos de regreso después de un tiempo, espero poder seguir siendo de su agrado, y seguimos.

Lorena salió del despacho sintiéndose más mujer que nunca, pero también más puta y perra que nunca, su suegro acababa de echarle la cogida de su vida y solo pensaba en cuando lo iba a repetir.

Se paseo por las calles y llegó a un salón de belleza, se decidió y entro, pensó que hoy nacía una nueva mujer, una nueva hembra, se mandó a cortar las puntas del cabello y pintarlo de rojo intenso.

Luego salió y entro en una tienda de lencería, Lorena se veía radiante con su nuevo corte, pero también arrasaba miradas masculinas, el vendedor de la tienda que era un señor de unos 50 años se le acercó se ofreció a ayudarla, Lorena decentemente le menciono que solo veía, que no buscaba nada en especial, el señor Braulio, como se llamaba el vendedor la guio hacia la zona hot, dónde exhibían las prendas más finas y pequeñas, diciéndole que es seguramente lo que ella debe usar, Lorena se sorprendió al ver al ver los precios de las diminutas prendas pero el ágil vendedor le dijo que le iba a regalar una como cortesía ya que era el dueño de la tienda.

Lorena se sonrojo y no se atrevía a escoger nada, por lo tanto el señor Braulio tomo un pequeño hilo color rojo fuego y se lo dio, le dijo, este te combina con el cabello, llévalo y otro día que pases me avisas si te queda bien.

Lorena salió excitada de la tienda, toda esa charla con el vendedor la hizo mojarse nuevamente, algo había nacido en ella, ahora parecía que estaba con los sentidos más alborotados, y sintiendo las miradas a su alrededor.

Cuando llego a su casa su esposo se quedó perplejo, se veía radiante con el nuevo peinado pero algo había cambiado, el brillo de sus ojos era diferente.

Ahora Lorena parecía más atrevida más sexy y su esposo no sabía ni cómo tocarla, la saludó con un tímido beso porque se sentía cohibido ante tanta belleza el día pasó normal y cuando llegó la noche Lorena estaba caliente nuevamente ella misma no entendía cómo podía estar tan caliente durante todo el día.

Lo que Lorena no sabía es que cuando estaba en el despacho con su suegro, este aprovechó un descuido de ella para colocarle una gotitas de viagra femenino en el vaso de agua y eso la hizo alborotarse tanto así que llegó a coger con su suegro y luego coquetear con el vendedor de la tienda y aún todavía estaba caliente, eso era algo que el viejo Ernesto tenía preparado para su nuera y ella cayó fácilmente en su plan.

Cuando Lorena despertó al día siguiente se sentía sucia, se acordaba perfectamente todo lo que había hecho, pero no daba crédito no entendía cómo había hecho eso.

Alrededor de las 10 de la mañana sonó el timbre de su casa, se encontraba solo ya que su esposo salió a trabajar cuando abre la puerta para su sorpresa era su suegro que tenía una sonrisa de oreja a oreja y rápidamente La saludó con un beso en el cachete sin que ella pudiera evitarlo y pasó caminando y se sentó en el mueble en la sala.

El viejo traía dos vasos de limonada en las manos uno para él y uno para su nuera le dijo que como el día estaba tan caluroso quería traerle un vaso de limonada para refrescarla.

Lo que no sabía Lorena es que en el vaso ya había colocado nuevamente un chorrito de viagra del que anteriormente le había dado y así poder emputecerla poco a poco.

Lorena agarró el vaso pero no tenía ganas de tomar nada sino por el contrario le decía su suegro que por favor se fuera que había sido un error, el viejo pausadamente, tranquilamente tomaba su limonada y la escuchaba y le decía que él está de acuerdo que había sido un error que hicieron las paces y no había pasado nada y seguía tomando su vaso de limonada tratando de que su nuera cayera en la trampa nuevamente y así fue el cabo de unos minutos y cuando ya según estaba listo para irse el suegro le pidió a Lorena que por favor no le despreciara al menos la limonada, está a regañadientes tomó el vaso entre sus manos y de un solo jalón se lo tomó todo, el viejo comenzó a reírse poco a poco porque sabía que lo mejor estaba por comenzar.

El viejo le dijo a Lorena que está bien que se marchaba pero que primero por favor lo dejara ir al baño que necesitaba orinar antes de irse que la limonada ya le había hecho efecto, cuando el viejo se dirige al baño dejó la puerta entreabierta, Lorena al escuchar el chorro de orín en la poceta sintió que se comenzaba a mojar no entendió por qué pero comenzó a imaginar el guevo de su suegro y poco a poco comenzó a sudar la frente pero también a sudar en la cuca.

Cuando el viejo salió del baño se dio cuenta que la actitud de su nuera había cambiado está más amable y con los ojos vidriosos él se dio cuenta que ya había hecho efecto y que la tenía caliente como él quería así que cuando se dirige a la puerta pasó para despedirse y cuando le fue a dar un beso de despedida en el cachete llevó su boca hacia los labios de su nuera y sus manos rápidamente agarrándole las nalgas a lo que la nuera solo suspiró y se dejó hacer.

Seguidamente el viejo le echó una repasada de cogida que nunca olvidaría su nuera, comenzaron a ser un 69 en el mueble y luego le llevó a su cuarto donde dormía con su esposo y se la cogió de todas las maneras posibles le metió guebo en la boca y en el culo, su nuera solo gemía y pedía más.

En cierto momento de la cogida Lorena estaba a cuatro patas mirando la foto de su matrimonio y con el viejo taladrándole la cuca y con un dedo metido en el fondo del culo, Lorena está extasiada te sentía perra se sentía muy perra pero se sentía mujer más que nunca, el viejo le azoto una nalga con una mano mientras con la otra seguía con El pulgar en medio de las nalgas de su nuera que eso lo pedía más y aullaba como una loba como una cerda que quería guevo y más guevo.

El suegro sabía que la tenía como quería y comenzó a decirle que eso era un error que mejor paraban pero Lorena no podía necesitaba ser cogida necesitaba guevo por todos lados y le comenzó a decir que no que por favor siguiera cogiéndola que ella necesitaba ese guevo, que ella era su perra, que era su perra y que podía hacer con ella lo que quisiera.

La pareja estaba en la mejor parte de la cogida cuando se escuchó la puerta de la casa, era el esposo de Lorena el hijo del viejo que había llegado del trabajo…

Continuará.

Muchas gracias por leernos.

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1 COMENTARIO

  1. Lindo relato pero más lindo sería que no te tardes otro 3 años en continuar….capaz y el viejo ya se muere y la historia queda sin final jajaja

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