Salí tempano aquel lunes para visitar algunos clientes. Los años de manejo hicieron que al subir a un auto éste comience a ser parte de mi cuerpo.
El tránsito se puso lento y pesado, sin poder soportar el caos que es Argentina en estos momentos apague la radio y busque en mi biblioteca de Spotify “Amused to Death de Roger Water”, mi imaginación comenzó a volar y mis pensamiento derivaron a los chart que intercambiamos con Alma y como sería si llegara a conocerla.
-Señor va a tomar café, dijo la azafata con su mejor sonrisa, perdón por despertarlo.
-Si café, por favor muchas gracias.
Jamás había pensado viajar a Bariloche ese Lunes tan temprano luego de enviar el mensaje por Telegram a Alma, el sábado por la mañana.
-¿Sos Alma?, escribí en mi Telegram, rápidamente dos tildes verdes confirmaron que la dirección anunciada en la página de relatos eróticos era correcta.
-Si soy yo. Responde.
Leí todos los relatos de Alma, todos escritos en la categoría infidelidades, me llamo mucho la atención lo arriesgado de las situaciones, lo joven que era cuando comenzó con sus aventuras y como sus dudas ante de los encuentros la terminaban excitando.
Leí la infidelidad antes de su matrimonio, luego el relato de su luna de miel para el olvido que paradójicamente le trajo un lindo recuerdo (el mejor para mí), y el reencuentro con su compañero del secundario.
-Escribí rápidamente. Hola Alma mi seudónimo es Sicutta, leí todos tus relatos me parecen increíbles, creo que puedes ayudarme a comprender algo de lo que estoy viviendo, en este momento estoy pasando por situaciones similares a las que describís en tus relatos.
-Uhh en serio. Te aclaro que no estoy nada orgullosa de lo que hice, solo escribo porque me hace bien. Ya estoy alejada de las infidelidades y solo estoy dedicada a mis hijos.
El chat siguió hasta que ella debía ir a comer y yo seguir con mis tareas.
Claramente Alma no estaba para nada receptiva para una aventura pero al igual que en los relatos tenía esperanza que sus dudas terminaran excitándola.
Chequee mi Telegram a las 3 de la tarde y tenía un mensaje de A C así la tengo en mi agenda.
-Ya terminé de comer.
No respondí, tenía tareas por hacer, ya tendré tiempo más tarde cuando me encuentre solo en casa.
Mi imaginación seguía planeando y mi interior estaba despertando como si me desdoblara en dos personas. Sonaba “Perfect Sens I” y seguía recordando lo que había hablado con Alma y como sería el viaje para visitarla.
“Recibí mi café acomodándome en el asiento del Embraer 195-E2, rogando que la azafata no haya notado mi infaltable erección de las 7:00 de la mañana, no quería ser grosero en observar su culo cuando ella gire para ofrecer café a la mujer que se encuentra en el asiento de la ventanilla opuesta.
La mujer toma el café y observo su mirada cómplice al apoyar su boca en el vaso plástico para tomar el primer sorbo.
Estuve soñoliento por a próximamente media hora y posiblemente la mujer desde ese ángulo si haya estado observando la protuberancia en mi bragueta.”
El abrupto corte de “Perfect Sense II” y un auto conducido por una mujer me rajo una puteada me volvió a la realidad.
-¡Estas boludeando pelotudo! Gritó.
No me importo seguí en mis pensamientos.
“El sábado a las 9 de la noche tuve un partido de tenis, durante el viaje envié varios mensaje a Alma, disculpando por no haber podido contestar, respondiendo ella, que no hay problema y que estaba con unas amigas tomando mate.
Esperando mí turno para entrar a la cancha le comenté lo del partido, quede en escribir luego si estaba despierta y si tenía ganas, podíamos hablar cuando ya esté en casa tranquilo y solo.
No tuvo problemas.
Las miradas de la mujer de unos 50 años eran intermitentes y la azafata paso nuevamente recogiendo los vasos plásticos y ahora no pude evitar observar su orto.
Justo cuando la azafata se corre me encuentro con la mirada de la mujer que sonrío al descubrirme, respondí su sonrisa observando cómo acomodaba su escote ofreciéndomelo.”
El semáforo rojo me saco un poco de mis pensamientos que me habían abultado el pantalón. “The Bravery being of range” y el verde del semáforo me volvió al mi mundo interior recordando la situación del sábado a la noche intercambiando los mensajes con Alma.
“Derrotado por mi falta de concentración en mi partido de tenis volé a casa para continuar el chat con Alma, compré dos porciones de fugazzeta en el camino y llegué a casa a la velocidad de la luz.
-¿Estas Alma? Escribí.
-Buenas, buenas, si, si.
La charla continua con comentarios sobre el partido me dijo que vive en La Patagonia y que ya tenía 6 años de haber dejado de ser infiel y 6 meses de divorciada.
Pregunte si había leído mis relatos y me dijo que solo había leído “Vértigo” y ahora estaba leyendo “Devorado como un cordero”.
Como las repuestas se demoraban aproveche para dar una ducha que me relajo y me dejo con la pija bamboleante.
-Están buenos deberías escribir más. Escribió.
-Gracias. ¿Leíste “La flor impura”?.
-Si es el que más me gusto. Escribís los relatos como si fueran un “corto“. ¿Son relatos reales?
-Es mi idea. Si los relatos son situaciones reales. ¿Se ven mis fotos de Telegram no recuerdo si las tengo bloqueadas? Pregunte.
La respuesta me impacto, el mensaje decía: estoy un poco despeinada jaja, e incluía una foto de ver una sola vez. Toque en la foto que duro unos segundos abierta. La imagen fue fugas, una selfie de una hermosa mujer, quedo revoloteando en mi cabeza durante los siguientes días hasta aterrizar en Bariloche. Su cara perfecta, ojos vivaces grandes, una sonrisa hermosa, su cara enmarcada con cabellos castaños claro y también alcance a observar 2 buenas tetas que estiraban un suéter color beige.
La erección persistía, cuando sonaba “Too Much Rope” y un nuevo semáforo me permito enviarle un Whatsapp a Mile.
-Hola Mile. ¿Estás en el centro?
-Hola Amor. Si.
-En media hora estoy. Alcance a Escribir.
-Dale te espero amor
“El piloto anuncio la llegada a Bariloche la mujer ajusto su cinturón sacando pecho regalándome una nueva mirada que respondí, con mis ojos apuntado a sus pezones activados por el frío y calculo que por la perversión de sus pensamientos.
El aterrizaje fue perfecto las tetas perfectamente operadas de la mujer no se movieron.
Apenas el avión se detuvo, los pasajeros se pararon para retirar sus equipaje de mano, la mujer giro ofreciendo su portentoso culo, me pare tratando de esquivar el porta equipajes y sin querer rose su hombro.
-Perdón. ¿Te ayudo? Dije.
-Si gracias por favor no debí traer tanto equipaje. Respondió.
Estiré mis brazos por sobre su cabeza y pude sacar la voluminosa valija, la mujer movió su culo hacia atrás acertando en mi consistente paquete.
Apoye la valija en el piso y quede parado detrás de la mujer.
Me retire un poco hacia atrás para evitar rozar su cola, a pesar del deseo que este acto me provocaba.
Una moto me hizo un filo por la izquierda me encierra por delante gira su cabeza y alcanzo a escuchar.
-¡La concha de tu madre forro!
“Comí la porciones de pizza mientras hablábamos de nuestras vidas le pregunté sobre sus relatos, y le dije que no me la imaginaba a una mujer tan hermosa viendo porno, me conto que fue un momento de inseguridad pero que no era lo que más le gustaba.
Me hablo sobre su divorcio y entonces caí en la cuenta del momento en que se encontraba la mujer detrás del teclado del Telegram y entendí todo.
-Ya pregunté demasiado. ¿Pregunta vos? Escribí.
-¿Cuánto hace que sos infiel? Pregunto.
-Yo no soy infiel. Creo que la descoloque con mi respuesta.
-¿Y las chicas de los relatos? Preguntó.
-Escorts, respondí.
-Jajaja. ¡Lamento decirte que sos recontra infiel! Jajaja.
Una nueva pausa en el tránsito. Me dio tiempo para escribir. Estoy cerca Mile.
“Ya en Aeropuerto la mujer caminó rápidamente delante de mí, seguí tranquilo sus pasos observando su andar provocativo.
Ella salió de la zona de desembarque para encontrase con un hombre algo panzón giró su cabeza y me encontró cerca. Lo sentí como un saludo y un te perdiste cogerme.
Y si, había ido a Bariloche con otro objetivo, con la excusa de una reunión laboral quería conocer a Alma.
Ya en el taxi escribí, estoy en Bariloche voy a estar el Hotel Almas del Lago en el restaurante a las 21 h te espero.
Un solo tilde se reflejó en mi pantalla.”
Llegue al departamento de Mile, escuchando la mitad de “Its a Miracle” la barrera me permito el ingreso al estacionamiento, estacione y baje del auto acomodando mi falo hacia arriba para disimular la pija que pugnaba con romper la tela.
“Llegue al hotel desempaque me pegue una ducha descanse una hora y a las 15 tendría mi reunión con Marcela. Chequee el mensaje de Telegram enviado a Alma ya estaban los tildes verdes pero sin respuesta.
La reunión fue bastante exitosa Marcela fue muy amable conmigo y me ayudo a presentar de la mejor manera posible mi proyecto ante los dueños de la empresa.
Nuevamente chequee Telegram y nada solo 2 tildes verde.
Camine un poco por el centro de Bariloche y regrese al hotel me pegue una nueva ducha y ya estaba listo a las 21 h en el restaurant de hotel con vista al Lago Nahuel Huapi.
A punto del chequear Telegram nuevamente levanto la vista y la veo.
Jeans algo ajustados a sus largas piernas que se deslizaban en cámara lenta sobre estiletos rojos, campera de cuero al tono con los zapatos, su pelo fino y largo cayendo por sus hombros. Sus ojos grandes me miran y solo atiné a pararme con el corazón latiendo a mil.
Mi metro ochenta y cinco permitía mirarla directo a sus ojos sin inclinar la cabeza.
-Hola Alma, pensé que no llegarías.
-Si yo también pensé que no llegaría pero acá estoy. Viaje muy rápido desde mi ciudad dudando en el viaje si venir o no, pero acá estoy, será por eso de que la duda me excita.
Comimos salmón y bebimos un riquísimo vino blanco.
Reímos como nunca me había pasado con la mejor vista al Lago Nahuel Huapi.
No pude quitar la vista de sus ojos y mantener en segundo plano sus tetas redondas y sus aureolas que aparecían de tanto en tanto a pesar de la penumbra atreves de la tela del suéter esta vez blanco similar al que tenía en la foto.
Terminando la última copa de vino Alma apoyo su mano en mi muslo, olvide sus ojos y fui directo a su boca roja, que bese sin freno, su mano siguió en mi muslo pero su dedo índice llego a tocar la cabeza dura de mi verga que se había escapado del bóxer.
Caminamos abrasados, riendo salimos del restaurant, dos camareras que secaban las últimas copas nos saludaron y con risas cómplices, note como observaban el notorio bulto rebelde que marcaba su forma fálica bajo la tela del Levis”
Mile abrió la puerta del departamento y fui directo a su boca. Los besos de garganta no pararon. Nuestras ropas volaron quede sentado en la cama. Sonó el timbre.
Se volvió a colocar el buzo sobre sus tetas desnudas.
-Ahora vengo Amor. Me vienen a cobrar el alquiler, serví algo, ya vuelvo.
Fui al baño me quité la ropa que no soportaba la dureza de mi pija.
Me recosté en la cama con la poronga mirando al techo.
“Ya en la habitación del hotel me recosté en el king size”
-Ya volví amor. ¡Como estamos hoy! No esperaba que estés así.
Mile se quitó rápido el buzo, sus tetas duras le permite estar sin corpiño, subió a la cama y me ofreció su suave vulva que apoyo y movió sobre mi lengua blanda.
Mi falo era succionando por su boca a toda velocidad, con ambas manos la tome de las caderas y acerque mi boca a su ano que saboree con locura. Recorrió todo mi tronco y mis huevos, navegue su canoa con esmero.
“Seguí saboreando la flor de Alma y no podía creer lo inundada que estaba”
Mile exploto con abundantes fluidos y explote con varios chorros que pegotearon su pelo.
Se recostó de perfil con una pierna estirada y la otra flexionada casi sobre su pecho y abrió esa pierna un poco, dejado su concha a mi merced.
Mi erección persistía y la ensarte hasta el fondo.
Mi pene medio curvo hacia la derecha me permitió actuar insistentemente sobre su punto G y con mi mano menos hábil la derecha, pero no por eso menos perversa active su clítoris mientras profundamente la penetraba y desde esa perspectiva no podía dejar de ver sus pechos mover a mi ritmo.
“Ya estaba Alma ensartada de perfil sus lindos senos del tamaño justo se movían a mi ritmo”
Exploto ella nuevamente.
-Dejame cabalgarte de espaldas. Susurro en mi oído.
Quede boca arriba.
Se sentó sobre mi pija de espaldas dejando mis brazos atrapados entre sus pierna comencé a reír porque no me permitía meter mis dedos en su culo algo que hago habitualmente y sé que le encanta cuando usa esa pose.
Zafé mis brazos y comencé a trabajar su culo.
La cabalgata fue a un ritmo mortal observe mi pija salir casi completamente de concha para volver a entrar brutalmente.
Ya con dos dedos en su culo y ensartada profundamente me regalo su tercer orgasmo y explote nuevamente
-¡Uhhh! exclamó. ¿Que fue eso? Qué manera de acabar amor lo sentí a través del forro.
Durante ese encuentro alucine, no había volado a Bariloche tampoco tome café ni mire el culo de la azafata, no intercambie miradas con la mujer del asiento opuesto del avión, no tuve la reunión con Marcela ni fui al hotel Almas del Lago no cene con Alma y tampoco la conocí, aquel lunes mi mente voló muy alto mientras disfrutaba de Milena mi amante impura.
Es sábado de un noche fría en algún lugar de la Patagonia, Alma había dejado a sus chicos en la casa de su ex marido entró a su casa amplia y solitaria, llevaba puesto un vestido corto color verde musgo se quitó los zapatos camino hacia su habitación moviendo sus anchas caderas, aflojo los breteles del vestido y lo dejo caer, no llevaba su corpiño de encaje, si su tanga negra. Se costo en su cama abrió la página de relatos eróticos y leyó “De Alma a mi amante impura”.
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