Visita a mi suegra en el trabajo que me cambia la vida

5
38607
97
T. Lectura: 6 min.

Pasaron unos días, María estaba enojada porque no quería tener hijos con ella y con la prima y que fuéramos una pareja de 3 conviviendo y criando a los niños, que ella siempre había tenido problemas con la prima, pero que esta era una oportunidad para estar las dos juntas y en paz.

Belén me llamaba diciendo que si nos íbamos a vivir los tres juntos dejaba la prostitución y se dedicaba solo a ser enfermera.

Recibí un llamado de mi suegra, porque no entendía qué había pasado y quería saberlo de primera mano, así que coordinamos para que la pasara a buscar por el trabajo a última hora, tomar un café y conversar.

Al salir de mi trabajo me dirigí al de mi suegra, que era a 15 minutos, así que llegué, le avisé por mensaje y me pidió que subiera porque iba a demorar unos minutos, así no tomaba frío.

Llegué al quinto piso y estaba ella en su escritorio terminando un informe, en el escritorio de al lado estaba su novio (el tipo casado con el que tiene una relación desde hace dos o tres años).

Ambos despachos están separados por un vidrio que va del piso al techo, por lo que se veía todo.

Pasé al despacho de mi suegra, ella estaba enfrascada con unas fórmulas en una planilla, así que me ofrecí a ayudarla.

Me paré al lado de ella inclinándome para ver qué pasaba con la planilla y había algunas inconsistencias en la info, pero cuando estaba trabajando, siento una mano que me acariciaba la pija que se me puso dura enseguida.

Y: Pare suegrita

S: No quiero

Y: Está Horacio al lado y nos puede ver

S: Quiero que nos vea, que vea como me rompes el orto.

Y: Dejame terminar con esto.

S: Dejalo, ya tengo el informe, solo quería que vinieras a garcharme acá, en mi trabajo.

Y: Serás puta.

S: Si, lo soy.

Me sacó la verga del pantalón y empezó a masturbarme, me senté en el escritorio, ella en la silla, quedando a la altura para empezar a mamar.

Le pasaba la lengua como a un cono helado y miraba para la oficina de al lado, donde Horacio ya tenía la verga afuera y se masturbaba mirándonos, así que no la deje chupar, la levanté, la apoyé en el escritorio, le bajé el pantalón y la tanga en un movimiento, le escupí el agujero del culo y empecé a clavarle la pija en el culo mientras su novio nos miraba y seguía con su pajote.

Ella gozaba con mi verga en el culo, gemía, se había sacado las tetas de la blusa y se las tocaba.

S: No te voy a dejar ir de la familia, no puedo perder esa verga que me garcha tan rico, ufff siga yernito siga cogiéndole el culo a su suegrita que está bien caliente.

Se la saqué del culo y la puse de rodillas a que siguiera mamando verga, le cogía la boca y miraba a Horacio que estaba pajeándose y apretando uno de sus pezones, le hice seña para que viniera y salió como disparado de su despacho caminando como pingüino porque tenía los pantalones bajos.

Y: Un gusto en conocerte Horacio

H: I… igualmente.

Y: Suegra, levante el culo que su novio la va a coger mientras se la sigue chupando a su yerno.

Hizo caso, así que Horacio empezó a penetrarla con fuerza y hacía que se tragara más mi verga, se le daban vuelta los ojos de como gozaba, la agarré del pelo para cogerle la boca, mientras horacio le daba y miraba.

H: no sos así de puta conmigo, hoy me las voy a cobrar.

Acto seguido le sacó la verga de la concha y se la enterró en el culo.

S: ¡¡Ayy animal, avisame!!

H: Me tenés a pico seco hace 2 semanas, viene tu yerno y te lo coges frente a mí.

S: Te calentó, ¿no? Te vi como te pajeabas mirando como se la chupaba y como me cogía el culo y yo gozaba como una perra en celo, ahora garchame fuerte papito, hace tiempo que quería a mis dos machos garchándome.

Horacio se sentó en la silla, mi suegra se ensartó con la verga del novio en el culo, quedando de frente a mí, ni lerdo ni perezoso le clavé la pija en la concha, sintiendo la presión de la verga de Horacio que se clavaba en el orto de mi suegra. Ella se movía con las dos vergas clavada y gritaba “ah aaah que placer tener mis dos vergas a la vez aaaah me acabo, ¡quiero que me llenen de leche!”. Empezó a contraer la concha y el culo de manera que ninguno de los dos aguantamos y le llenamos concha y culo.

Me fui al baño a recomponerme un poco, mi suegra fue al de mujeres, mientras Horacio atendía su teléfono que no paraba de sonar.

Me lavé bien el pito, me acomodé la ropa y salí.

Horacio se despidió porque lo llamó la mujer, yo esperé a que saliera mi suegra del baño.

S: Hijos de puta, como me llenaron de leche, tuve que lavarme bien. ¿Dónde está Horacio?

Y: Se fue, porque lo llamaron de la casa. ¿Nos vamos?

S: ¿Estás apurado?

Y: ¿Que tenés planeado?

S: mmm nada en especial.

En ese momento sonó el timbre, abrió la puerta y era mi cuñada.

J: ¡hola mami! que era lo que tenías que mostrarme que me hiciste venir urgente?

S: Pasá por acá, preciso de tu ayuda.

Josefina me vio y vino corriendo a abrazarme y besarme.

J: No quiero que te vayas de la familia, te voy a extrañar mucho cuñadito.

Josita no paraba de besarme y sollozaba, “no te vayas, no te vayas por favor”.

Estábamos besándonos como si no hubiera más nadie en la oficina, fuimos a una sala de reuniones que tenía un sofá y seguimos besándonos, le tocaba los pechos por encima de la ropa, ella se me subió encima y nos refregamos como si tuviéramos 15 años, las bocas no se separaban y las lenguas se hacían un nudo, la tenía agarrada de las nalgas. se sacó el buzo y debajo tenía un sostén blanco de algodón, ahí me acordé que hacía poco que había cumplido los 18.

Liberé esas tetas hermosas y empecé a chuparle los pezones , ella seguía refregando su concha sobre mi paquete y no paraba de decir, no te vayas, no te vayas.

Y: ¿Cómo te voy a dejar de ver?

J: Te quiero cuñado.

S: Todos lo queremos y no vamos a dejar que se vaya por locuras de tu hermana y tu prima.

Josita me besaba el cuello, estaba con una pollerita tableada y me daba acceso a tocarle la conchita, le bajé la bombachita también de algodón blanco, mientras tanto mi suegra me sacó los pantalones y se tiró de cabeza a chuparme la pija, en una ,maniobra cuasi circense, Josefina se puso en posición de 69, siguiendo yo sentado en el sofá, me dediqué a chuparle la concha y el culo, mientras ella se metía mi verga en la boca y mi suegra me chupaba los huevos, la conchita de Josefina largaba juguito y yo me lo tomaba todo, con el pulgar le masajeaba el clítoris mientras le lamía el agujero del culo.

Josefina se incorporó y de espaldas a mi se me sentó en la cara, refregándome la concha y el culo por toda la cara, a mi se me dificultó respirar un poco, pero poco me importaba, mientras tanto, mi suegra se había ensartado mi verga en el culo, la veterana se había vuelto adicta a que le hagan el culo.

Tenía a mi cuñada sentada en mi cara y como podía movía mi pelvis para darle duro a mi suegra que a los pocos minutos se acabó y salió de la habitación.

Mi cuñada tomó el lugar de la madre, me la chupó un poco se acostó sobre la alfombra de la oficina y me pidió.

J: Haceme el amor cuñado.

Y: Por supuesto cuñadita.

Me posé sobre ella y la penetré, al llegar al fondo, ella me capturó con sus piernas en mis caderas.

J: haceme sentir toda una mujer cuñadito.

Yo la penetraba a un buen ritmo, pero sin desbocarme, sacaba más de la mitad de la verga y la volvía a meter, la sacaba casi toda y le jugaba metiendo solo la cabecita.

J: uy siii uy siii, amo sentirte así cuñadito.

Y: Estás tan linda Josita…

J: Ahora garchame fuerte.

Dijo agarrándome de la nuca y plantándome un beso, así que empecé a darle con todo y las pelvis volvieron a aplaudir, plaf plaf plaf.

Y: Quiero tu cola Josita

J: Si cuñadito, es toda tuya.

Se paró, se puso contra la pared, sacando culito y fui directo a penetrarla, primero despacio y después con más fuerza, mi cuñadita de 18 años recién cumplidos bancaba estoicamente mientras le daba tremenda cogida de orto.

J: ¿Me estoy portando bien amor? ¿viste que mi cola es toda tuya? Haceme lo que quieras, que soy tuya cuñadito.

Y: Tenes una cola hermosa y que rico se siente hacértela, toma, sentí como te la meto toda hasta el fondo.

J: Sacate las ganas, si, pero ahora después te quiero cabalgar. Quiero que te sientes en una silla y cabalgarte cuñadito.

Me senté en una silla de la sala, ella vino, se clavó mi verga en la concha y empezó a subir y bajar, más suave más fuerte, me agarró del cuello, me escupió dentro de la boca, yo le escupí la cara, me pegó un cachetazo y no paraba de cabalgar, le mordí una teta y ella gritaba de placer, bajó el ritmo y al mejor estilo de su madre empezó a contraer su vagina mientras acababa y yo le llené la concha de leche.

Me besó y mirándome a los ojos me dijo gracias, gracias cuñado, gracias mi amor.

Si la hermana estaba loca, esta tampoco no tenía todos los patitos en fila…

Me arreglé la ropa y mi suegra nos estaba esperando para irse, así que le di un beso a cada una y me despedí.

Las visitas siguieron, pero un poco más esporádicas, ya no me quedaba todos los fines de semana en lo de María.

Al mes recibo una llamada de mi suegro, que quería hablar conmigo.

Fui a reunirme con Rubén en sus estudio (es abogado) y al entrar estaba María, Josefina, mi suegra, el tío de las chicas (con menos cara de buenos amigos que antes), su esposa y otros 2 abogados más.

R: Te hicimos venir, porque cuando murió el abuelo de las chicas, dejó una cláusula que para su primer nieto iban a quedar el campo con el ganado y 2 de las casas que hoy en día están alquiladas y la renta se deposita en una cuenta que administran los señores.

Y: Que bueno, ¿pero yo qué pito toco?

R: ¿No le dijeron? Pensé que estaba al tanto.

A María se le caían algunas lágrimas, su madre la tomaba de la mano, Josefina se levantó, se acercó a mí con un sobre en la mano.

J: Amor, estoy embarazada, vamos a tener un hijo.

Me mareé un poco, me trajeron un agua.

Y: Agua no, whisky por favor.

R: Traiganle a mi yerno un whisky del que tengo en mi despacho.

Y: Gracias.

Josefina se había sentado a mi lado y me agarraba la mano.

J: Vamos a ser felices, muy felices.

R: Hay una condición en el testamento de mi padre, se tienen que casar.

Y: Pero… dije mirando a María.

M: Sos libre, igual vas a seguir siendo parte de la familia.

A los dos meses, me iba a casar con Josefina, ya estaba todo arreglado.

S: Rubén, este muchacho merece una despedida de soltero, ¿no?

R: Obviamente, la hacemos el fin de semana en mi casa, así todos nos podemos quedar y decile a tu novio que también venga.

¡Bienvenido a la familia querido yerno!

Loading

5 COMENTARIOS

  1. Eso sí ojalá y desarrollaras más la historia como la continuación de la historia como que paso en esa reunión o porque la novia se calmó o que se dijeron la mamá y la ex novia ahora jajajaja , aún así me encantan tus relatos

    • Flaco un muy buen relato el giro de la historia y como queda todo , si así estuvo la fiesta no me quiero imaginar la despedida de soltero

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí