Los que han estado siguiendo mi historia, gracias, para los lectores nuevos, acá les cuento: soy una chica trans y esta parte de mi historia es durante los primeros meses de mi transición. En esas épocas tenía 21 años, medía 1.82 m y pesaba 72 kilos gracias a una dieta que me estaba matando y el ejercicio que hacía hasta morir, mi cabello ya caía debajo de mis hombros y tenía un culazo redondo y duro y unas piernas muy bien puestas.
El verano ya había terminado y con ello, meses de descubrir mi lado femenino y tener las sesiones de sexo más increíbles. Vivía con mi novia de 2 años en su departamento y tenía un novio no oficial (Diego), que me había vuelto una golosa por la verga de un hombre. Pero llevaba las primeras 3 semanas de regreso a la universidad sin ver a mi macho, no me estaba arreglando como en el verano, no me podía vestir de mujer, aunque usaba mis tangas de mujercita debajo de la ropa, y en casa solo en calzones y tacos.
Este semestre en la universidad estaba bastante fuerte y necesitaba darle mucho tiempo al estudio, pero la verdad es que me sentía deprimida e intolerable por no poder continuar con la vida que había llevado durante el verano.
Ese viernes, mi novia llegó a casa temprano de trabajar, me encontró haciendo la tarea de la universidad, vestida con tacos, una minifalda y un top sin mangas, no tenía maquillaje. Se fue a la habitación y regresó en tanguita y brasier, ella era una chica bellísima, 1.70 m, cabello negro azabache y lacio hasta un poco antes de la cintura, unas tetas bellísimas 36 D y dueña de una coquetería y sensualidad inigualables. La verdad es que la miraba y me excité mucho, pero a la vez me daba envidia sus dotes de mujer natural. Preparó café y nos sentamos juntas a conversar, de todo un poco, y poco a poco Tania llevó la conversación a lo que ella quería:
-te veo muy aburrida últimamente, ¿estás extrañando a Diego?
-la verdad que sí, no te lo voy a negar
-¿lo extrañas a él o hacer el amor con él?
-las dos cosas, ¿qué me crees? Jajaja
-a ver cuéntame, tengo curiosidad, ¿qué es lo que extrañas más, o qué te gusta más de tener sexo con él?
-¡oye! No seas indiscreta, jajaja.
Le di un puñete ligero en el hombro, mientras nos reíamos con complicidad
-bueno, la verdad es que me encanta todo, pero… cuando estoy arrodillada, mirándolo mientras le chupo la verga… jaja, ay no puedo creer que te lo estoy contando
-me tienes en suspenso, cuéntame Sandy
-es doble la sensación, y la verdad es que es muy raro. Por un lado, lo miro y siento que tengo en mi control el placer que él está recibiendo, que lo tengo en mis redes, pero a la vez, me siento totalmente entregada y sumisa, o sea, en verdad estoy fuera de control y él es el que es dueño de mi en ese momento
-wow, con mis amigas nunca lo hemos visto con tanta profundidad… ¿y por qué no formalizas con Diego?
-pues porque tu y yo somos novios y en eso habíamos quedado
-ay cariño, tú y yo ya nunca vamos a poder seguir siendo novios, a mí me hace falta un hombre de verdad, que me haga sentir mujer… tú eres un buen chico, me gustas mucho y te amo, no lo dudes, pero eres más una marica que un hombre. Pensé al principio que sería una faceta, algo pasajero, que experimentarías y te darías cuenta de que no era para ti, pero cada vez eres más mujer.
Me quedé callada, quería llorar, quería gritar, estaba temblando por dentro
-Sandy, no hay nada malo, tú eres la chica linda que has descubierto dentro de ti. Mira, vamos a bañarnos, nos ponemos lindas, insoportables y vamos a bailar, noche de chicas, ¿quién sabe?, puedo llamar a Jorge y quizás tenga un amigo para ti. Vamos Sandy, te plancho el cabello y me maquillas los ojos, así como haces los tuyos que pareces una gata.
Entre sonrisa y queja acepté finalmente. Fuimos a la ducha, empezamos a jugar, nos besábamos y nos pasábamos el jabón la una a la otra
-cariño, quiero que veas como me folla Jorge esta noche, ¿quieres?, uhmm, sé que lo quieres, ¿verdad perrita?
Me decía eso mientras que me mordía los labios cuando me besaba, Tania tenía una manera especial de dominarme, yo le decía que sí, quería verla como Jorge metía su vergón en la concha de mi novia. Tania se arrodillo en la ducha y empezó a chuparme el paquete.
-uhm, uhm, que rica verga tienes Jorge, quiero que la marica de mi novio vea cómo te la chupo, uhm, glup glup
Se levantó y se dio vuelta, la agaché contra la tina y empecé a follarla, estábamos muy cachondos, como en nuestros mejores polvos, ella abrió la puerta de la ducha
-así Jorge, ¡así! ¡así! ahgg, que rico me culeas. ¡Mira maricón!, mira en el espejo, aghh, mira como entra la polla de Jorge dentro de mí, ¡agh!
Veía en el reflejo su culazo y como ese falo entraba y salía de su coño, traté de no mirarme, estaba muy enfocada en pensar que era Jorge culeando a mí novia, era mucho morbo. Empecé a besar su espalda húmeda y apretar sus tetas redondas mientras la follaba, su cabello chorreaba agua y cubría su rostro, cerré los ojos, recordaba la noche que Jorge la hizo suya delante de mí.
Apreté su cintura y empecé a moverme rápido y fuerte, ella gemía y gritaba el nombre de su macho, ya aceptaba que ahora Jorge era el macho de mí novia y que me harían un maricón cornudo esta noche, me estaba volviendo loca. Apenas le empecé a llenar su coño de mi leche, Tania tuvo un orgasmo fuerte, el espejo ya estaba cubierto del vapor de la ducha y el eco de sus gritos comenzaron a desaparecer. Que buen polvo nos habíamos metido.
-me encanta que seas tan puta, quisiera ser la mitad de mujer que eres tú. (Le dije al oído).
Empezamos la noche de chicas, poniéndonos cremas y comparando nuestras pieles. Tania me secó el cabello y me lo planchó lindo, mientras que ella se dejó el suyo que seque natural con unos ruleros enormes para darle ondas. Inmediatamente empecé a maquillarnos a las dos, de verdad que había aprendido de Franchi muy bien, le puse los ojos de pantera que quería ella, éramos unos hembrones.
Me puse un cachetero negro con control en la barriga, me levantaba las nalgas muy bien, debajo me puse una trucadora C para que se me vea más natural. Seleccione mi minifalda plisada y con pretina de 8 centímetros, de color gris verduzco, la cual me cubría apenas mi culito. Me pareció demasiado de perra para salir a bailar, pero Tania me convenció, decía que cuando de vueltas se me vería muy sexy, como bailarina de prostíbulo, jaja. De top me puse una blusa pegada al cuerpo, con cuello alto que me cubría la manzanita, no tenía mangas y los brazos se me veían increíbles, cero grasa y bien marcados.
Me puse un brasier nuevo, negro con las siliconas por dentro, me daban un busto pequeño, pero atractivo. Tania me puso mis uñas postizas y las pintó del color de la faldita, los zapatos eran negros, tipo botines, de solo 4 cm ya que no quería verme demasiado más alta que Tania, alhajas, aretes, perfume y lista. Tania se puso una minifalda negra de cuero, de top tenía una blusa de cuero que hacía juego, sin mangas y que dejaba su espalda semi descubierta, y no, no llevaba brasier, sus tetas se veían apretaditas a su blusa y me moría de envidia. Terminó con sus accesorios y unos tacos abiertos con tiras de 10 cm, estábamos casi de la misma altura.
Llegamos al local y de golpe sentía las miradas de todos, hombres y mujeres, parecíamos prostitutas profesionales, jajaja. Jorge se encontraba en una mesa esperándonos, y tenía un amigo con él, se me aceleró el corazón de los nervios. Jorge saludó a Tania con un beso en la boca y la abrazó de la cintura desde el comienzo como si fuera su novia. No me gustó eso, pero la verdad es que también me excitó mucho, sobre todo verlos besándose me ponía muy cachonda.
Me presentó a su amigo, Enrique, de muy buena facha el chico, buen cuerpo, medía 1.88 m, cabello corto, ondeado y castaño claro, ojos marrones claros, de tez blanca y con una barbita de esas de 3 días que se le veía más hermoso aún, uhm, me encantó el chico.
Nos emparejamos en la mesa y empezamos con los shots de tequila, uno tras otro.
Tania y Jorge parecían la pareja del año, no se dejaban de besar, por momentos era muy obvio que los miraba, un par de veces me mordía los labios mientras los miraba entrelazar sus lenguas. Enrique se me pegó y cogía mi mano, dándome cumplidos de mis uñas, me hizo sonrojar sobre todo cuando se dio la libertad de poner su mano en mi muslo desnudo.
Eran muy divertidos, nos hacían reír con sus bromas y anécdotas, por momentos Enrique me hablaba al oído por la bulla del local y eso me propinaba escalofríos en mi espalda. Las mujeres dicen que en unos minutos ellas ya saben si se van a entregar al hombre que las está cortejando, me reí yo sola pensando en ello, en cinco minutos ya había decidido que Enrique me iba a follar esta noche, lo quiera él o no.
Estuvimos bailando más de una hora, Enrique me daba vueltas, me tocaba las piernas, la espalda, se aventuró a agarrarme por debajo de la cintura, y yo le reía, le coqueteaba, lo invitaba a que siguiera, que descubriera que tan lejos podía llegar. En eso estábamos bailando lento, bastante pegados, él me tenía apretada por la cintura y yo me derretía, mientras que mis brazos estaban entrelazados atrás de su cuello.
E: De verdad estás bellísima Sandy, pero dime… bueno, me intriga… ¿eres o no eres?
-¿soy o no soy qué corazón?
E: tú sabes… o sea, Jorge me mencionó, pero no estoy seguro si creerle o no
-No sé qué te habrá mencionado Jorge cariño, pero no te preocupes, no te voy a raptar, jiji
E: es que me pareces…
No lo dejé terminar, ya estaba entrando en territorio desconocido para mí y no quería que siguiera, le puse el dedo en la boca para que se calle, me acerqué y le planté un beso el cual me correspondió. Estuvimos así un buen rato, él me apretaba la cintura y bajó una mano a mi colita, yo me pegué más a él, hasta que me separé, abandonando nuestros besos.
-tontito, eres bello. Vamos a la mesa
Nos sentamos con Tania y su nuevo macho, terminamos nuestros tragos y Jorge sugirió continuar en otro lado. Ese otro lado era un hotel elegante que estaba cerca. Aceptamos, pero antes fuimos al baño, nos secamos el sudor, perfumamos y yo me quité la trucita C, me acomodé mi paquetito lo mejor que pude hacia atrás y nos fuimos.
Ya en la habitación los besos seguían, Tania estaba rompiéndose los labios con Jorge, y Enrique me tenía en las nubes con lo profundo de sus besos. Las dos nos separamos de los chicos y nos sentamos al borde de la cama y comenzamos a besarnos con mucha pasión, había una complicidad entre las dos y una excitación especial de estar ahí, hechas unas perras juntas, nos amábamos más en ese momento.
Jorge y Enrique se desnudaron mientras gozaban de nuestro show lésbico, las dos nos arrodillamos en la cama poniéndonos en cuatro, cada una al borde opuesto y nuestros chicos estaban parados frente a nosotras al borde de la cama que era gigante. En esa posición cada una de las dos le empezamos a mamar la verga a nuestro macho de la noche, ummm, Enrique me sorprendió con una verga de 19 centímetros y un poco curva hacia arriba, olía delicioso y sabía riquísimo.
Tania pronto se bajó de la cama, colocó una almohada en el piso y se arrodilló frente a Jorge para seguir mamándole su tranca. De vez en cuando volteaba para mirarla, ya se había quitado la minifalda y su blusa, y se la estaba tragando con gusto mientras acariciaba las piernas de su hombre. Mientras tanto, Enrique aprovechó para echarse en la cama, yo seguí en la misma posición solo que retrocedí un poco, me encontraba a 90 grados con su cuerpo y me agaché para seguir chupando ese falo rico. Enrique me levantó la faldita a la cintura para manosear mi cola con su mano izquierda y de paso descubrió la sorpresita que tenía entre las piernas, no se inmutó el chico. Desde atrás oí a Tania decirle a Jorge:
T: que culazo tiene mi amiga, ¿verdad?
J: así es, y claro que lo recuerdo muy bien
Me sonrojé un poco, pero seguí dándole placer a la verga de Enrique, la estaba tragando por completo. Esta era una situación extraña, los chicos gozaban mientras Tania y yo éramos unas perras, hablando de lo rico que estábamos pasándola sin mirarnos a alta voz
-uhmm, que vergota tan rica tiene tu amigo (le decía yo a Jorge)
T: goza cariño, uhmm, se ve que lo estás haciendo muy bien perrita, que bien mamas verga Sandy
Tania y Jorge subieron a la cama y nos re acomodamos, ahora nuestros hombres se echaron uno al costado del otro con sus cabezas a los pies de la cama. Me quité la faldita y la blusa, quedándome como Tania, en bragas y brasier, les abrimos las piernas y cada una se arrodilló entre las piernas de su macho y continuamos mamándoles sus falos ricos. Con una mano sujetaba la base de la tranca de Enrique y con la otra subía y bajaba, masturbándolo rico mientras succionaba su glande rosado, sus gemidos eran intoxicantes. Tania estaba tragándose toda la carne de Jorge en una garganta profunda que me dejó impresionada.
-Wow Tania, que tragona que eres
Le soplé un beso mientras ella seguía, me pareció ver unas lágrimas de placer y asfixia caer de sus ojos. Enrique tenía los ojos cerrados y gemía delicioso, me ponía más cachonda saber que estaba gozando de la mamada que le daba. Decidí meterme su escroto en la boca y succionar sus huevos, uhmm, que rico sentía mi boca llena con la hombría de un macho.
Por momentos veía a Tania que le mamaba a Jorge de chupetones rápidos y cortitos, yo aprovechaba por segundos darle descanso a mi boquita golosa y seguía masturbando a Enrique, de ahí bajaba y le chupaba los huevos nuevamente sin dejar de darle una corrida a su paquete, lo tenía en la gloria y me sentía muy mujer por darle ese placer.
Tania se paró en la cama y le seguí yo, ella se desnudó por completo y empecé a hacer lo mismo, cuando Enrique tuvo una idea.
E: Jorge, quiero probar a esa perra (por Tania), me has hablado muy bien de ese coño.
Sin que Jorge contestara, los chicos se movieron e intercambiaron posiciones, esta vez seguían echados como antes, pero a lo ancho de la cama, uno con la cabeza a la izquierda y el otro a la derecha de la cama, pero Enrique la agarró a Tania y la puso encima de él. La perra de mi novia no perdió el tiempo, y con esa concha mojadísima se sentó sobre la tranca de Enrique, mientras tanto, empecé a chuparle la verga a Jorge, mojándola y lubricándola.
Tania ya tenía toda la verga de Enrique dentro de su coño, gemía como la puta que es y tenían movimientos suaves, yo no me quedé atrás y lubricando con saliva mi ano, me senté sobre Jorge, su verga me atravesó y se deslizaba con aspereza en mi maricoñito, uhhmmm, me hizo ver estrellas, que placer. Tanto Tania como yo estábamos a la misma altura, sentadas sobre esas vergas, pero mirando en dirección contraria, poco a poco nos agachamos para descansar nuestros pechos en los cuerpos de estos dos hombres y dejar que nos follen al ritmo de ellos, que fue rápido y fuerte, gritábamos las dos al unísono.
Tania se incorporó y puso sus manos sobre el pecho de Enrique, sus gritos ya se podían oír a kilómetros, eso me puso súper cachonda y comencé a dar brincos violentos encima de Jorge, me estaba clavando ese mástil con mucha fuerza.
Paré un poco mi ritmo y volteé a ver a mi novia, ahora tenía las manos sobre la cama y Enrique la estaba empalando con movimientos de pelvis muy duros. Extendí mi mano derecha y le acaricié las nalgas, se me escapaba una sonrisa de complicidad. Jorge me levantó y me di vuelta de inmediato, ahora tanto Tania como yo estábamos montadas sobre nuestros machos con nuestros cuerpos de lado a lado, nuestras rodillas se rozaban. Yo estaba en cuclillas recibiendo una follada increíble del “nuevo novio” de mí novia.
T: ¡aahh! ¡aahh! ¡aahh! ¡aahh! ¡así! ¡aahh! ¡aahh! ¡aahh! ¡Que rico! ¡Jorge!… que rico culea tu amigo… ¡aahh! ¡aahh! ¡aahh!
Tania tenía los ojos cerrados, la boca abierta y sus últimos gemidos la paralizaron, estaba quieta, aferrada a la cama con las manos y explotó en un orgasmo poderoso que lo llevó a Enrique al borde y se corrió dentro de ella. Después de 30 segundos, Tania colapsó y se echó al costado del cuerpo de Enrique, exhausta, sudada y llena de semen. Al ver esto me levanté y me puse entre sus piernas, con las manos acariciaba sus senos redondos y jugosos, y con la boca empecé a limpiar su coño. Me tragué todo el semen de Enrique, y le chupaba la concha mientras sentía como Jorge me penetraba de nuevo por atrás.
Después de dejarla limpia, incliné mi cuerpo para limpiar la verga de Enrique, aún seguía un poco dura y en mi boca, sentí como volvía a crecer. Mi mamada lo puso a punto otra vez al que debería de ser mi macho esta noche.
E: Jorge, quiero culearme a esta marica, tenías razón, es un maricón con falda, le hace falta que lo reviente
Jorge no dudó en salirse de mi y me senté encima de Enrique, estaba de cuclillas yo con mis manos debajo de sus pectorales. Jorge se echó encima de “su novia” y se empezaron a romper las bocas a besos. Acomodé mis rodillas a cada lado de mi macho, dejé mi mano izquierda sobre su pecho, casi hundiendo mis uñas en su piel, y la otra recostada sobre la cama al costado de su cabeza. Me tiré para adelante, poniendo mi cara a escasos centímetros de la de él, estaba fascinada con esa posición, sentía el placer que me daba este hombre y lo veía fijamente a los ojos mientras gemía de placer en su cara.
-¡aahh! ¡aahh! Oohh, que rica verga tienes papacito, uhmm, ¡aahh! ¡aahh! ¡así! ¡dame duro! ¡aahh! ¡aahh! ¡dame duro! ¡feminízame!… ¡aahh! ¡feminízame! ¡hazme mujer papi!
Mi paquetito estaba durísimo, sin dirección, sentí la mano de Tania cogerme, me empezó a masturbar. Jorge ya la estaba follando en misionero, mientras me daba una buena paja, ella tenía las piernas hacia arriba con los pies cruzados, apretando así la tranca de Jorge en su vulva, su vagina daba ruidos de humedad con cada clavada.
T: ¡aahh! ¡aahh!… mira Jorge, mira al maricón de mi novio siendo clavada… por el pene de tu amigo, ¡aahh! ¡aahh!
Enrique me estaba destrozando por dentro con una follada feroz, apretándome de la cintura, atrapándome en su cuerpo
-¡aahh! ¡aahh! Que rico papito, ¡aahh! ¡aahh!
Enrique me apretó más aún y nos empezamos a besar, mordía sus labios como una posesa y llegué a un orgasmo tremendo, mientras que sentía como él me estaba llenando el culo con su semen, se había corrido junto a mí. Mi cuerpo cayó sobre él, y nos quedamos besando mientras dejábamos que nuestros orgasmos se disipen lentamente.
A mi costado la oía a mi novia gritar de placer otra vez, ahora follada a fondo por Jorge, de verdad que estos chicos eran deliciosos y sabían muy bien tratar a una mujer en la cama. Desde mi posición estiré mi mano derecha y empecé a masajear la teta de Tania, apretando su pezón, se le escapó un gemido de dolor rico. Bajé y comencé a jugar con su clítoris, esto la trajo a un nuevo orgasmo, Jorge bajó el ritmo y siguió follándola suavemente mientras se besaban. Enrique era un tremendo semental y en 5 minutos estaba listo para seguir con la faena, me puso en cuatro y me penetró si problemas, mi agujerito estaba totalmente dilatado y lubricado con su leche de macho.
Me cogió las manos y puso mis brazos hacia atrás, aprisionándome, con su mano tenía él el control de mi cuerpo, tirándome hacia arriba para que me de vuelta y me besara, y de golpe me tiraba hacia abajo, golpeando mi rostro contra la cama. Era una muñeca de trapo y ese abuso de fuerza me estaba excitando muchísimo.
Tania se estaba recuperando de su corrida y Jorge se salió de ella y la movió, ahora las dos estábamos en cuatro, frente a frente, folladas y besándonos. Que morbo tan increíble, ahí estaba echa toda una mujercita, follada por un semental, en cuatro, mientras que me novia estaba igual que yo, frente a mí, culeada por otro hombre. Si pueden tener eso con sus parejas, ¡háganlo!, entrelazamos nuestras manos y nos besamos con pasión, nos repetimos la una a la otra lo mucha que nos amábamos, era increíble compartir ese momento de sexo animal con nuestro amor, éramos unas lesbianas demasiado perras.
Enrique sacó su verga hermosa de mi coñito y se vino encima de mi culo y mi espalda. Agaché mi cabeza contra la cama, exhausta, y me eché boca arriba debajo de la cabeza de Tania. Enrique se fue al baño, yo estaba demasiado cachonda, me empecé a masturbar. Tania estaba agachada sobre mi rostro y nos besamos, gemidos salían de su boca y entraban en la mía, sentía como la follaban por atrás… me corrí, me corrí muy fuerte. Jorge salió de Tania y la llevó a arrodillarse frente a su verga, yo me incorporé rápido y puse mi rostro al costado del de ella y Jorge se corrió en nuestros rostros, chorros tras chorros de leche, cayendo sobre nuestros rostros, bocas y cabellos.
Jorge fue al baño donde Enrique se estaba duchando, Tania y yo nos quedamos juntas, nos abrazamos y nos besamos mucho, compartiendo el semen de “su novio”.
T: te amo Sandy, amo poder tener esto contigo
-te amo mi vida, gracias por haberme ayudado a ser mujer
Después de bañarse, los chicos se despidieron sin más y nos dejaron en la habitación.
T: nos han dejado como a unas perras
-nos han intercambiado como unas putas baratas Tania
T: ¿cómo te sientes? ¿qué mierda con ellos?
-¿cómo me siento?… pues muy satisfecha, feliz Tania, ¡feliz! Te amo y amo que podamos ser lesbianas y perras juntas.
Nos quedamos en el hotel un par de horas más, hablando cosas de chicas, besándonos y gozando de nuestro amor lésbico.
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La historia está hermosa.!!!❤️❤️❤️
Espero con ansias la siguiente parte..
Besos querida 😘😘😘