Relato de una traición (2)

2
8804
16
T. Lectura: 3 min.

Después de aquel día, las cosas se fueron poniendo más y más calientes.

Yo sentí culpa, por lo que traté de enfriar algo para no ir más allá, pero la carne es débil y la mente traiciona con fantasías y deseos imposibles de detener.

Tampoco podía cambiar mucho mi comportamiento porque iban a preguntarse la razón, por lo que los momentos a solas seguían ocurriendo y el contexto no ayudaba, calor, playas paradisíacas, poca ropa todo el tiempo…

Él me buscaba con sus caricias suaves disimuladas, sus comentarios al oído de lo sensual y bella que era, o preguntándome si estaba pensando e imaginando las mismas cosas que él, eso me mataba, cada vez que me decía algo así mi mente volaba a ese momento y recordaba su pija y a él metido entre mis piernas, era demasiada excitación, yo vivía caliente y claramente él también.

En uno de los días, alquilamos un bote en Cabo Rojo y nos fuimos con bebida y comida a uno de los cayitos cercanos. Un paraíso literalmente, había otros botes y pequeños veleros y lanchas en el lugar, algunos algo alejados para no invadir la privacidad (como el nuestro) y otros agrupados para armar fiesta juntos con música y conocer gente.

Mi novio y mi amiga dijeron de ir hasta donde estaba agrupados dado que se veía super divertido, yo dije que sí, pero que me dejaran agarrar mi vaso y un sombrero del bote primero. Ellos empezaron a alejarse mientras yo iba por mis cosas al bote. No me di cuenta que nuestro amigo venía detrás mío.

Di un rodeo al bote porque por el otro costado parecía algo menos profundo y me resultaría más fácil super. Cuando me dispongo a subir (lo cual por mi estatura y profundidad no me resultaba fácil sola, escucho detrás de mí que mi amigo dice “¿te ayudo Ro? no vas a poder subir sola sino”

Mi corazón se aceleró, del lado del bote donde estábamos nadie nos veía, yo con un bikini diminuto, él obviamente solo con un short de baño.

Le dije que sí, que solo necesitaba un pequeño empujón desde mi cintura.

Me preparé para subir, sentí sus manos en la cintura, pero no me empujó hacia arriba sino hacia él.

Ufff, sentir nuevamente su pija dura pero ahora incrustándose entre mis nalgas, hizo que me mojara instantáneamente y largué un suspiro que no pude reprimir.

Mis brazos se aflojaron y quede agarrada al bote, pero parada en el agua con él apoyando su pija en mi culo.

Me besó el cuello y me dijo que no aguantaba más, que se estaba matando a pajas pensando en mí y que cada vez que cogía con su esposa (y amiga mía) pensaba en mí.

Sus manos corrieron el corpiño de mi bikini y masajeaban mis tetas acariciando mis pezones, cada vez que mordía suavemente mi cuello apretaba mis senos y hundía más su pito entre mis nalgas.

Yo jadeaba suavemente y empinaba mi culo hacia atrás para sentirlo más.

La adrenalina subía sabiendo que no podíamos tardarnos tanto y estábamos ahí, escondidos detrás del bote.

Yo estiré la mano hacia atrás y liberé su pija para sentirla en mi culo y pajearlo, él no dudó, corrió mi diminuta tanga y desde atrás se acomodó para penetrarme, lo que le facilite empinándome más y bajando algo mi torso.

La traición se había terminado de consumar, su hermosa pija entraba y salí de mi conchita que la recibía abierta y humectada, aun siendo debajo del agua entraba y salía suave, profundo. “Cógeme fuerte Ale, dame rápido” le pedía, estaba caliente, deseosa de que me pegue una buena cogida, el agua no permitía un ritmo muy rápido, así que él hacía su mayor esfuerzo y el agua se agitaba como si fuera una tormenta alrededor nuestros mientras me apretaba las tetas y yo me agarraba al bote y empujaba hacia atrás en cada embestida para sentir más y más profunda su pija en mí.

No tardé mucho en tener mi orgasmo, “aaaah, acabame adentro, dale, cogeme y acabame Ale, coge a la puta novia de tu amigo hijo de puta, dame la leche, ahhh” contrayendo mi vagina lo sentí contraerse y largar potentes chorros de semen dentro de mí.

Me di vuelta y nos besamos apasionadamente, él me apretaba tocándome el culo con fuerza y yo me apretaba a su poderoso pecho con mis tetas, yo quería más y él también, pero no podíamos demorarnos más.

Me ayudó a subir al bote, tomé mis cosas y nos fuimos al encuentro del resto.

Estando en el agua, fue sencillo que no quedaran rastros de semen en nosotros.

Nos encontramos con mi amiga y su amigo, nuestras respectivas parejas que ya estaban integrados a la fiesta con el resto de la gente de otras embarcaciones.

De todas formas nos preguntaron por qué la demora y Alejandro les dijo, es que la pequeña Roxi no podía subir al bote, menos mal que yo fui, sino seguía ahí. En fin, tampoco prestaron demasiada atención a la explicación y nos presentaron a varias personas que estaban ahí.

Terminamos de disfrutar el día y nos regresamos al departamento para luego salir a cenar y seguir compartiendo las hermosas vacaciones entre mejores amigos… y ambos pensando en el momento en que pudiéramos estar a solas para poder cogernos bien y sacarnos todas las ganas.

Loading

2 COMENTARIOS

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí