Hola, me llamo Naty, soy CD de closet y siempre me llamó la atención la ropa de mujer, me encanta su suavidad y delicadeza, y como la tanga se mete entre mis nalgas, se siente muy bien. Soy de contextura delgada, tez blanca y ojos claros Cuando quedaba sola en casa me probaba la ropa de mi hermana pero siempre con el temor a que alguien me viera.
A medida que pasó el tiempo y pude tener más privacidad me fui comprando ropa y maquillaje, hasta una peluca rubia que llegaba hasta media espalda. Todo me resultaba muy divertido mientras me vestía pero quería que alguien me tratase como a una mujer de verdad.
Empecé a buscar por redes y visitar sitios de hombres que buscaban CDs, encontrar es algo fácil, lo difícil es animarse porque una cosa es pensarlo y otra hacerlo. Un día entre los correos que me llegaban me llamó la atención uno que me daba confianza por su manera de expresarse, lo empecé a leer, me decía que era un hombre de 50 años, su nombre era Jorge y que le gustaría mucho conocerme. Nos mandamos varios correos, yo le enviaba fotos mías de medio cuerpo. Siempre fue muy respetuoso conmigo y eso me daba más confianza.
Un día me propone ir a su casa, como él vivía solo podíamos estar tranquilos. Yo tenía muchas ganas pero igual dudaba, hasta que luego de pensarlo accedí pero le dije que iba a ir como chico y luego en su casa me cambiaba, él no tuvo problema, nos pusimos de acuerdo con la fecha y la hora.
El día anterior antes de ir ya no daba más de los nervios y excitación, por fin me iban a hacer mujer, tardé bastante en elegir la ropa que me pondría. Al final elegí una minifalda roja tipo tubo de animal print que se pegaba bien al cuerpo marcando mis nalgas, tanga, portaligas y medias también rojas y unas botas de taco alto tipo pole dance en color negro. Arriba un sostén con relleno y una camisa blanca. Por supuesto la peluca y el maquillaje, deje todo en la mochila y me fui a dormir.
Al día siguiente me despierto temprano y repaso todo lo que tenía pensado llevar, una vez que tenía todo en orden le mando un mensaje a Jorge que estaba saliendo, tengo que reconocer que mientras iba en el taxi me templaban las piernas de los nervios pero estaba decidida, quería que me lo hicieran.
Una vez que llegamos a la dirección me bajo del taxi y voy caminando lentamente hasta el portón y toco el timbre, después de unos segundos abre la puerta Jorge, un hombre con barba, alto, bien parecido y con ropa deportiva, no estaba segura si le iba a gustar verme así como un chico pero me sorprendió, me tomo de la cintura, me dio un beso en la mejilla y me dijo que pase. Una vez adentro sin soltarme la cintura me llevó hasta el living y luego me señaló el baño diciéndome que allí me podía cambiar sin apuros.
Me tomé mi tiempo, me maquillé bien, me acomodé bien la peluca, ajusté bien el liguero a las medias, me metí bien la tanga y finalmente las botas de taco de 15 cm. Cuando me vi al espejo me gustó mucho lo que veía, la minifalda marcaba bien mi culo y los tacos altos lo marcaba aún más. Salí del baño caminando como una princesa al sonido de las botas golpeando el suelo, contoneando lo más que podía mis caderas.
Cuando Jorge me vio dice:
Jorge: ¡Wow! Que linda mujercita tenemos aquí.
Yo tímidamente respondo: Gracias, me alegra mucho que te guste.
Él se acerca y me ofrece un vaso de wisky, no tenía ganas de beber pero acepte para que me ayude a relajarme (aún estaba un poco nerviosa), me toma de la mano y me da vuelta quedando a espaldas de él, se acerca y siento su bulto apoyándome por detrás, siento su aliento en mi nuca y me empieza a besar el cuello, me arqueo lo más que puedo y nos besamos profundamente, eso me relajo mucho. Habremos estado así como 1 minuto, hasta que me lleva al sillón, me sentó en sus piernas y mete su dedo en mi boca, yo lo empiezo a succionar como si fuese una verga.
De pronto me dice:
Jorge: Muy bien Naty, esa boquita ya está preparada, ponte de rodillas en la alfombra.
Obedezco sumisamente, me queda mirando sin hacer nada, entonces entendí, le quite el pantalón deportivo que llevaba puesto, y cuando le quito el bóxer sale su verga majestuosamente de unos 18 o 19 cm, gruesa y venosa, era la primera verga que me iba a comer así que estaba ansiosa, la tome con ambas manos, saque mi lengua y me la metí en la boca, estaba deliciosa, me encantaba, se la chupaba despacio, disfrutando el momento, a medida que mi garganta se acostumbraba se la chupaba más profundo hasta llegar a la base, hasta producirme arcadas. Empecé a aumentar el ritmo, se la chupe más rápido, casi frenéticamente, su verga estaba durísima, por suerte la saliva ayuda mucho.
Estaba muy entretenida chupándosela cuando de repente me detiene y me dice que aún no quiere acabar, me ayuda a levantarme y me lleva en sus brazos hasta su dormitorio, me deja en la cama y de una mesita saca un recipiente con lubricante, me encantaba verlo caminando por la habitación con su verga dura y brillosa a causa de mi saliva.
Me hace poner en cuatro como una perrita, me sube la falda, me hace a un lado la tanga y me empieza a lubricar, primero con un dedo me masajea el ano con movimientos circulares, después lo introduce despacio y lo saca, hace esto varias veces, me encantaba la sensación que me producía, después me introduce dos dedos, los deja unos segundos adentro y lo saca.
Luego de hacer esto varias veces se detiene, apoya una de sus manos en mi espalda baja y me pide que me arquee lo más que pueda y pegue el pecho bien a la cama, lo hago, parece fácil, pero es difícil si no estás acostumbrada, una vez que logre hacerlo mi culo quedo más que expuesto.
De pronto siento como golpea mis nalgas con su dura verga, pasa su verga por mi zanja, arriba y abajo hasta que se detiene justo en la entrada de mi agujero, me agarra de las nalgas, las abre y empieza a hacer presión, me dolía un poco, cuando él se daba cuenta que mi ano oponía un poco de resistencia la sacaba, pero inmediatamente volvía a presionar y cada vez que lo hacía me penetraba un poco más adentro, hasta que finalmente me la metió toda. Era increíble sentir todo ese pedazo de carne dentro mío ¡Por fin me habían hecho mujer!
Estuvimos un rato en esa posición, con su verga quieta dentro de mí, hasta que empezó a moverse, me bombeaba lentamente, no sentía dolor, creo que mi culo ya estaba completamente estirado. Empezó a aumentar el ritmo gradualmente hasta que ya sentía los golpes de su cadera contra mis nalgas, me estaba cogiendo fuertemente, como nunca pensé que me cogerían, hasta podía sentir el sonido de su verga cada vez que se habría paso por mi culo.
Me estaba cogiendo tan fuertemente que no pude soportar el peso de su cuerpo sobre mí, termine totalmente acostada sobre la cama, el al darse cuenta puso una almohada bajo mi cadera, dejando mi culo bien empinado. Me separo bien las piernas, apoyo la punta de su verga en la entrada de mi culo y me penetro fuerte, sin miramientos. Sentía como me ardía el culo, sentía caliente, no sé si era por la fricción de las fuertes embestidas o por algún efecto del lubricante. Era impresionante el sonido de nuestros cuerpos chocando, el sonido de su cadera golpeando mis nalgas resonaba en toda la habitación.
Sentía mucho placer pero también un poco de dolor, quizás porque necesitaba más lubricante o porque me estaba dando muy duro, sentía que me partía al medio. De repente empiezo a sentir su voz ronca y se recuesta totalmente sobre mí, escucho sus bufidos en mi nuca y siento su verga palpitando dentro de mí. Es cuando me doy cuenta que me está llenando de su leche. Se queda en esa posición un momento, agitado, besándome el cuello y la oreja. Una vez que su verga pierde erección la saca y empiezo a sentir otra vez ese efecto calor en mi culo.
Yo me quedo un rato quieta, estaba agotada, agitada también, no podía creer lo duro que me habían penetrado, pero me sentía bien, por fin lo había hecho, después de tanto tiempo por fin me habían desvirgado.
Cuando él se recupero fue a buscar papel y me limpio mi zanja, de pronto y para mi sorpresa siento algo frio en mi ano y me lo introduce. Me dice que es un plug anal y que no me lo puedo quitar hasta que llegue a mi casa, de esta manera me llevo su leche adentro durante todo el camino de vuelta. Me dio un fuerte nalgazo y me fui a cambiar, me sentía cansada y dolorida.
La despedida fue como al principio, con un beso en la mejilla y su mano en mi cintura. Cuando llegué a mi casa me recosté en la cama y me saqué el plug, empezó a salir la leche a borbotones, me manchaba las piernas y las sábanas pero no me importaba, estaba muy cansada, me quedé dormida. Por varios días me tuve que sentar de costado.
Sigo en contacto con él, veremos si se repite.
![]()
Que relato más explícito!! Yo soy de closet y quiero encontrar una princesa como te describes. Soy virgen aun de mi culito, no he probado aún una verga real, solo mis dedos y uno que otro consolador de látex. Me gustó como describiste las sensaciones que sentiste al tener una verga real dentro de ti. Yo deseo una relación discreta donde ambos nos vistamos con lencería coqueta y pelucas. Ser ambas unas princesas. Ojalá pronto encuentre a alguien. Besitos
Excelente relato, me recordó mis experiencias penetrando a una CD de closet, cuando recien me divorcié.
Qué delicia.. a mi me han cogido así también, y es muy rica la sensación de sentirse adolorida pero con la satisfacción de haberse sentido mujer
Que rico relato.
Me sentí Naty siendo cogida, no pude evitar masturbarme
Buen relato. Muy rico para la primera vez