Son las 4.41 de la noche, tengo como una hora que llegue a casa. Fui a una “reu” con un grupo de amigos del trabajo, todos hetero que saben de mi bisexualidad, pero no que me encanta vestirme y comportarme como mujer. Sabiendo esto, solo me puse unos jeans de niña negros, ajustados levanta pompa y abajo un cachetero morado (mi color favorito). Arriba una playera y sudadera grande para cubrir hasta los muslos pero de niño. Todos estaban con sus parejas; me preguntaron si pensaba tener novio o novia pronto, bla bla bla; todos hablaban menos uno que iba solo ya que su mujer había salido de viaje y que en esa plática de mis relaciones en particular, no pronunció sílaba alguna.
Creo que es importante regresar un poco el tiempo y contarles la historia de “él”.
Hace unas semanas, estábamos los mismos amigos de la chamba en mi departamento. Yo, en fachas pero de niño. Fue pasando la noche y se acabaron los cigarros, me ofrecí a ir a la tienda. El amigo que iba solo, pues volvió a ir solo. Su esposa tuvo una reunión de amigas de secundaria y llegaron al acuerdo de que cada quien se iba a su respectiva reunión. Se ofreció a acompañarme a la tienda por cigarros.
De hecho tengo que confesar que era mi jefe directo, pero neta ya lo veía más como amigo, hicimos desde el inicio buena mancuerna laboral. Con el resto del equipo éramos muy unidos también.
Tomé mi coche, salimos, se sentía tensión en el ambiente. Por fin una pregunta, indiscreta:
-¿Entonces eres bi?
-Yep, mientras afirmaba con la cabeza
-Entiendo que algunos reciben, otros les gusta dar… y así. ¿A ti que te gusta?
En las siguientes oraciones que diré, el subconsciente neta que me traicionó.
-Pues como sabes soy bisexual, entonces obvio con mujer activo Con Trans y TV soy Inter. Con hombre soy completamente pasiva, más cuando me visto; me siento y me encanta que me traten como mujer. Cuando acabé de decir eso si me dije: ¡¡¡que pendeja estoy!!!
-No mames que te vistes de mujer, imagino tienes fotos. ¿Puedo ver?
Me quedé pasmada sin saber qué decir, ¡¡¡era mi jefe!!! ¡O sea si somos amigos, pero al final es mi jefe! Abrí mi álbum buscando algo que no estuviera tan atrevido. Al final le mostré una donde ando vestida con un vestido largo azul. Cuando me vio, sus ojos casi se le salen de las órbitas.
-¡¡¡No mames!!! Neta no te pareces nada. Si te viera por la calle no te reconocería. ¡¡¡Te ves mujer real!!!
-¿Pero por lo menos una mujer bonita o una mujer fea?
Exactamente cuando le hacía la pregunta, pasa a la siguiente foto sin permiso donde estoy en lencería, mostrando el camel toe que se marcaba en la tanga de animal print que use ese día para mi sesión de fotos. Lo que más le sorprendió fue el chaleco de chichis postizas debajo del top que combinaba con la tanga y que medio salían de una bata del mismo diseño.
-¡¡¡No mames!!! No solo bonita, ¡te ves buenísima!
Con toda la pena del mundo y siendo quien era y todo… No pude decirle más que “gracias”.
Llegamos de la tienda, pasó como una hora cuando poco a poco se fueron retirando mis invitados hasta que nos quedamos solo mi jefe y yo. Al inicio fue plática de trabajo aunque no tardó en retomar el tema.
-Lo que me agrada es que no eres amanerado ni nada
-Soy discreto. Me encanta mi masculinidad, pero también amo esa parte femenina, más siendo que pues me gusta también la verga. Soy mujer y sumisa.
-¿Cómo se llama tu yo niña?
-Lía
-¿Ya sales a la calle y todo?
-Sí he salido, pero jamás desde mi casa y solo en la noche a lugares de ambiente. Se puede decir que soy de “semi-clóset”
-Pues fíjate que si no te molesta o algo, me encantaría conocerla y es que ¡no te imagino!
Por dentro estaba muy sacada de onda pero pues…
-Si la quieres conocer, le llamo y llega como en 30 minutos. Mientras porque no vas por más cerveza que eso nos faltó comprar.
Pensé que me iba a mandar a volar o decirme que otro día o algo. Acepto al momento.
En lo que salía, fui en chinga a sacar mi ropa. En mi mente pasaban mil cosas, pero igual y en efecto solo era su curiosidad. Por cualquier cosa me vacíe y me lave por dentro con mi enema, en contraste, no me puse algo tan provocador como acostumbro cuando recibo a mis… visitas.
Vestido negro corte A hasta medio muslo, medias negras, liguero, tanga roja y bra rojo. Obvio con chichis y peluca, maquillada y ese día por fortuna me había depilado. ¡Estaba vestida muy ejecutiva y mega linda para mi jefe! Lo cual me llenaba de nervios pero también igual solo estaba pensando cosas.
La verdad es que él es guapo, medio gordito pero va al gym. Sí me gusta pero volvemos. Es mi jefe…
Llegó cuando yo me estaba poniendo el último arete, respiré profundo y salí a la sala. Cuando me vio, no solo fueron los ojos los que casi se le salen, literal dejó caer la mandíbula. Mi chip había cambió de niño a niña de la misma forma que la gente bilingüe puede pensar en español y cambiarlo a inglés u otro idioma. En esa habitación había un hombre y una mujer.
-Pues mucho gusto, me llamo Lía, mi primo (siempre procuro separar lo más posible mi lado niño de mi lado niña) me ha platicado mucho de ti.
-¡En serio! ¿Qué tanto te ha platicado de mí?
-Que eres un hombre trabajador, muy lindo y buena onda. Lo que olvidó mencionar es lo atractivo que eres.
¡Otra vez metí las 4!
¿O no? Ahorita Lía ya estaba al mando.
Me agradeció mientras se sentaba en el comedor, no sin antes arrimarme la silla para que me sentara. Cómo toda una dama me senté. Crucé las piernas muy femeninamente con el objetivo de que con el paso del tiempo subiera un poco el vestido, dejando ver un poquito del liguero.
-Pues estoy sorprendido.
-¿Pero por qué? Tu conoces a mi primo, es la primera vez que me vez. Di una risita muy juguetona.
-Aunque sé que somos la misma persona, procuro mantener esa fantasía. Por eso es mi primo y él ya no está aquí.
-Tardas mucho en arreglarte normalmente?
-Bastante. Ahorita fue rápido porque ya estaba depilada y afeitada que es lo que más tiempo me toma. La maquillada tarda pero no tanto. Vestirme tampoco y pues “montarme en mi misma” pues depende que tan abajo estén los ovarios jiji.
-E imagino que usas ropa interior de mujer, ¿cierto? Otra cosa: No entendí eso de montarte en ti.
-Pues procuro cuidar todos los detalles, obvio uso lencería y amo el encaje. El montarme en mi, es esconder mi paquete para que parezca de niña.
Levanto las cejas sorprendido.
-¡Las chichis también se te ven bien!
-La neta es que me encantan, rebotan genial (mientras las hacía rebotar para él), aparte se siente, digo, no al 100% real pero rico.
Entre el alcohol y la calentura, había perdido toda vergüenza ya para este momento.
-Si quieres tócalas y dime que opinas. Se sienten reales o no.
-¿Puedo?
No tardé en decirle que si, cuando ya me estaba amasando mi chaleco de silicon por encima del vestido. Su atención se centraba en ellas, se notaba a kilómetros que ya empezaba a excitarse.
-Pues se sienten bastante reales la verdad.
Ahí es cuando ya lance el anzuelo. Ya me valía si era mi jefe o no.
-Pues es lo que te digo. Procuro verme lo más femenina posible. También es por eso que tengo que usar copa DD. Imagínate una copa B, me vería ridícula con mi espaldota. Así mismo lo hago cuando me monto en mi misma para que se vea planito. Especialmente con vestidos ajustados. ¿Quieres verla?
Mientras me decía que sí, yo me levantaba el vestido, dejando expuestos mi ligero, el encaje de las medias y mi tanga.
-¡¡¡Verga, parece panocha!!!
Creo que la calentura de los dos ya superaba cualquier vergüenza o cuestión laboral.
-No papi, la verga me entra en la panocha jajaja. ¿Te gusto? ¿Quieres ver como se siente?
Empezó a manosearme la flor por encima del calzón.
-No pues sí eres toda una mujer, que bárbara Lía, ¡¡¡te ves divina!!!
Esa primera vez que me habló por mi nombre de niña, me sentí más mujer. El hecho de que me haya tocado, me haya visto y le haya gustado a mi jefe, a mi patrón, me puso más puta.
-Bueno y ya para que me des toda tu opinión. ¿Mis nalgas se ven como de niña con esta tanguita?
Le di la espalda, se paró de la silla, se acercó a mi oído para decirme mientras embarraba su cuerpo en el mío, con una mano agarrándome una nalga y con la otra jugando con la tanga
-Me encantas, solo no le digas nada a tu primo y por fis que no salga de aquí que recuerda que soy casado.
Di la vuelta para darle la cara pegando mi “pseudo-panocha” a su paquete que ya se empezaba a sentir duro y mis brazos abrazándolo de los hombros
-Obvio, la que come callada, come dos veces, ¿no? Aparte mi primo te adora, no te apures.
Su lengua se adentro en mi boca y sus manos en mi cintura, bajaron hasta mis nalgas, apretándolas sobre el vestido, no tardo en subírmelo, sintiendo sus manos en mis nalgas desnudas. La sala no quedando tan lejos del comedor, me fue llevando sin dejarme de comer y manosear hasta el sillón grande… no recuerdo el nombre de este tipo de mueble.
Me acostó boca arriba, abriendo mis piernas metiéndose entre ellas. Besándome muy apasionadamente los muslos y entrepierna. Ya era imposible tener mi “clítoris” de 16 cm escondido. Con una mano y la tanga, escondía mi verga, tratar de ser lo más mujer para él.
-Me da curiosidad tus tetas
-Pues que te parece si me ayudas a desnudarme y te las enseño
Me paré del sillón dándole la espalda para que me ayudara a bajar el cierre del vestido. Me alejé lentamente hacia mi cuarto, al llegar a la puerta, lo vi a los ojos y le cerré uno de forma algo coqueta y hasta me atrevo a decir inocente.
Había dejado luz solo para tener penumbra en mi cuarto, lo suficiente para distinguir las formas. Cuando entró, dejé caer el vestido al suelo, levanté los tacones para salir de mi outfit lo más sexy posible. Doblando las piernas, exagerando los movimientos, poniendo un tacón enfrente del otro, acercándome a él.
-Se ven lindas tus tetas
Me empezó a besar mientras hábilmente con una mano desabrochaba el bra, me hice para atrás y lentamente me lo fui quitando hasta dejarlas desnudas.
-uuuffff, me imagino una rusa.
-Ya lo he hecho, ¿quieres que te haga una rusa?
-¿Me puedo venir así?
Asentí con la cabeza, quitándole la playera besando su cuello y pecho, le sobaba su verga por encima del pantalón. Se sentía grande. ¡Ya me urgía verla! Le desabroche los jeans y los boxers los bajé a media nalga dejando ver una verga como de unos 17 cm y gruesa. Mi macho hizo a un lado mi tanga, dejando ver mi panocha ya desarreglada y la rayita recortada de vello púbico. Yo escupía a mi mano para lubricar su verga lo más posible y meterla entre mis piernas, simulando que me estaba dando por la panocha, frotando mi creciente verga también.
Me senté en la cama seduciéndolo mientras se desnudaba completo. Se paró enfrente de mí, poniéndome su verga en la cara, con gusto la acepte, dándole besitos primero con mi labial rojo. Luego solo me metí la cabeza jugando con mi lengua, hasta metérmela poco a poco. No pasó mucho tiempo cuando ya la tenía en la garganta, salivando y escupiendo a los huevos para luego sobarlos.
Sentía que esto iba a ser muy rápido, tenía que venirme pronto y que mejor manera que yo montada, ya si duraba más, pues… Es lo bueno que las mujeres somos multiorgasmicas ¿no? Jajaja
Saqué el condón y se lo puse con la boca como me encanta hacerlo. Normalmente si me monto pregunto si de espaldas o frente. Sabiendo que mi jefe moría por las tetas…
Me fui clavando yo solita poco a poco, moviendo el culo para dilatar más y pues: ¿A que hombre no le gusta que la vieja que se van a coger le mueva las nalgas?
Al momento que me senté totalmente en él, empecé a moverme primero lento, subiendo el tono hasta que ya me estaba dando de sentones. Él fascinado de cómo rebotaban mis tetas como si fueran reales.
Tuvo la decencia de decirme que ya se quería venir pero que me viniera yo primero. Mega gesto.
Me empecé a mover a mi ritmo hasta que me vine, no le importó que le haya echado mi leche sobre él lo cual me dio pena pero pues ya no dijo nada.
Lo prometido es deuda…
Se quitó el condón y me pidió el lubricante. Con una sonrisa le dije:
-Tú no necesitas lubricante, yo sí.
Aún con su cara de “what” Me volví a meter la verga en la boca. Ya si con eso no entiende…. Jajaja. Procuraba ahogarme en ella lo más que pudiera para hacer la mayor cantidad de saliva posible.
Me acosté boca arriba poniendo lubricante entre las tetas. Se monta en mi pecho poniéndome la verga en medio. Con mis manos aprieto mis chichis al mismo tiempo que empezó a moverse. A pesar de que no sentía nada, me excitaba el hecho de tenerlo así.
Yo gemía mientras se frotaba hasta que me disparó su semen a mis labios, tan exacto que si le atina no le da.
Se dio cuenta y puso cara de pena. Lo miré fijamente, abriendo la boca para lamer su semen de mis labios.
Creo que me extendí mucho mi querido lector. Es por eso que esta historia la dividí en 2 partes. Les diré por qué es tan cierta la frase:
Mientras unos se lo pierden, yo lo ahorro y otros me gozan.
Ya les contaré en:
“El uber casado (2)” (Las mujeres TV son las mejores amantes 1)
Quería que se repitiera, fuéramos a mi casa y me vistiera full. Se puso de sangrón y pues me quedé sin nada ahí, medio tomada y bastante caliente.
Hoy tocó Uber y pues ya lo pedí. Llego por mi, me subo y me empieza a hacer la plática el conductor: “ de la fiesta, que tal, como le fue?”
Decidí lanzar el anzuelo y con voz fémina: “Pues fue una reunión con amigos, estuvo bien, pero no acabó como quería.”
-“porqué, como la querías terminar”
-“pues no pensaba llegar sola, pero se puso sangrón. Ya ni porque me puse jeans y calzón de nena que es lo que le gusta, ppppffff”
Me veo sorprendido por el retrovisor “Entontes te vistes de mujer, wow!!! Tienes fotos de ti así?”
Solo pensaba, creo que ya mordió el anzuelo.
Rápido se la enseñé, una foto no tan… atrevida.
“No quieres pasarte adelante?”
-sip, ya mordió el anzuelo jiji
Ya estando en el asiento de adelante, me pude ver más fotos. “Pues si te ves rica eh. Me debías que tenías calzón de mujer puesto ahorita, cierto?”
-si, quieres verlo?
Luego luego dijo que sí.
Me desabroche los jeans y los bajé. Me puso la mano sobre la pierna y dice: “no, pues si quieres te puedo completar la noche”
Obvio le dije que sí.
Llegamos a mi casa, obvio apago la app, le dije que me diera a 10 min para ir al baño. Se quedó en la sala, yo me quité todo menos el calzón, me puse el top y liguero, bata, cabello y así salí como en las fotos. Me beso muy rico, me abrió la bata y me manoseo toda. Dejo caer la bata al piso dejándome solo en lencería. Fajamos, nos besamos todo y me hizo suya en el sillón de mi sala.
Gracias por leer.
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Que rico relato, me caliento y excito toda imaginando que soy la protagonista (Lia).
Me gusta usar lencería a escondidas cuando estoy solita en mi habitación, también he usado lencería bajo la ropa de hombre cuando salgo a la calle pero me falta hacer lo que Lia y coquetear a un macho.
Dani hermosa, que linda y muchas gracias por compartir!!! Sé que no soy una escritora profesional pero lo que sí tengo claro es que quiero ser lo más detallada posible. Trato de recordar los más mínimos detalles con el fin de crear una película en la mente de mis queridos lectores. Lo más hermoso es que la película en tu cabeza es tuya. Puedes ser la directora y ver tu película en tercera persona o ser la actriz y verte en primera persona. Así cada personaje de mis historias ya sea una amiga o un hombre que haya estado conmigo. La idea de escribir así fue cuando una vez estaba viendo una película de adultos con Trans. Yo me imaginaba siendo ella.
Muy excitante final, andar cachonda, seducir y darle las nalgas literalmente al primer macho disponible…
Holi!!!! Muchas gracias por tus palabras!!!! Pensé que no se me haría con el Uber porque si soy masculino sin vestirme. Tuve suerte
Creo que su instinto de macho reconoció a la hembra en celo dentro de ti.
Me encantó también tu historia!!! Escribe más nena. Mucha buena vibra!
Gracias! Estoy trabajando en otra historia.
Que ricas historias!!! espero la continuación…
Pronto! La parte final solo fue el comienzo de la segunda parte y donde comentó la razones por las cuales las mejores amantes son las TV’s