Me voy a presentar para ustedes, lectores: soy Mar. Soy una mujer de 28 años al momento de escribir esto, tengo una figura muy sensual, un cuerpo esbelto aunque con unas bubis riquísimas bien formaditas, con pezones rositas, una cintura pequeña, caderas anchas y un culo gigante bien paradito (gracias a mi genética y las maravillosas clases de pilates que me permiten mantenerlo bien firme) la verdad me gusta mucho mi figura, siempre que puedo ver mi culo en un espejo me gusta como se ve.
Mi piel es blanca y suelo tener las mejillas rosadas ya sea por el rubor de maquillaje que me gusta usar o cuando me cogen y quedo así ruborizada, mi pelo es castaño claro, mis ojos son verdes y tengo una boca con unos labios grandes que me gusta resaltar siempre usando brillo labial, tengo una belleza bastante hegemónica y me gusta aprovecharla
Hay algunas amistades que perduran al paso del tiempo pero hay otras que no. Yo tenía una amiga llamada Dahlia. Hace tiempo ella organizó una reunión con algunos amigos íntimos, estuvimos charlando y disfrutando y ahí es donde apareció Gabriel su novio, un hombre alto, delgado pero tonificado, tatuado de casi todo el cuerpo, de ojos claros, pelo rubio y si, con una verga riquísima que después probé y disfruté. Cuando nos vimos él y yo por primera vez pude sentir una tensión sexual, me atraía y yo a él, aunque claro en ese tiempo yo mantuve una cierta distancia por que era el novio de mi amiga, además que ella era bastante celosa y posesiva con él, pobre no lo dejaba experimentar…
Pasó el tiempo y un día nos seguimos en redes Gabriel y yo, pero no hablábamos, yo seguía mi vida normal, a veces me tomaba fotos en lencería o bastante sugerentes de mi culo y las subía solo para que las pudieran ver un grupo seleccionado de amigos hombres, así solo ellos podían disfrutar y ver lo zorra que podía ser cuando me lo proponía sin necesidad de que otras amigas o mujeres empezaran a intervenir etc. Empecé a notar que Gabriel siempre veía mis historias primero que nadie, le llamaba la atención eso estaba claro, pero se detenía a dar otro paso y yo igual, ya que todo quedaba solo en verme a través de fotos.
Después de un tiempo Dahlia y yo dejamos de hablar, la verdad ya no compartimos mucho, así que nos distanciamos, y con eso también llego el distanciamiento de Gabriel, que aunque en ese momento no habíamos llegado a tener absolutamente nada, me imagino que por los celos de Dahlia le prohibió que me tuviera cerca, aunque dudo que ella llegara a ver alguna de las historias que yo posteaba.
Pero para mi sorpresa digamos que “la vida” hizo que Gabriel y yo nos reencontramos unos meses después y afortunadamente en un lugar en el que Rosa no estaba presente y no se daba cuenta, aunque en un principio me costó algo de esfuerzo que Gabriel se sintiera en confianza, no voy a negar que una vez que establecido eso, pudimos generar una amistad, y donde después afortunadamente él se dejó llevar por sus propios impulsos y deseos sexuales, los cuales nos han ido llevando a ambos a un éxtasis y a una gloria de placer que disfrutamos mucho.
La primera vez que tuvimos sexo, iba decidida a cogérmelo sin más, así que trate de vestirme putilla la verdad, traía una minifalda pero bien mini de mezclilla con una tanguita color rosita, me puse un top color durazno que transparentaba mucho mis pezones, unos tacones bajos pero que marcaban mis torneadas y bellas piernas y me puse mucho gloss en los labios y rubor, para esto quiero añadir que tengo una carita de “buenita” pero a la vez de perversa si me lo propongo, y a mi edad y con mi figura era el combo perfecto de seducción.
Total estábamos tonteando sin más ese día como cualquier otro, (hasta ese momento ya habíamos generado una amistad, pero solo eso sin más), pero yo ya iba ese día con un objetivo y estaba funcionando ya que él no podía dejar de verme los pechos, notaba que había estado mirando debajo de la mesa discretamente donde claramente se veían mis muslos y en medio de ellas mi tanguita. Al momento de ya estar por irnos y despedirnos decidí tomar acción.
M: ¿Sabes? Sé que ha sido algo raro como es que tu y yo a pesar de todo (Dahlia) entablamos esta relación de amistad genuina y sin esperar nada, pero creo que es momento de que sea honesta contigo y hay algo que quiero decirte.
G: Si, bueno creo que ha sido natural, quizás algo raro. Pero… me agradas, y me gusta hablar de contigo, y sé que hay otras cosas que me gustaría que arregláramos para que podamos estar bien todos, yo he estado pensando en hablar con ella, pero solo he estado buscando el momento ideal… – dijo extrañado y algo nervioso.
M: Si, yo sé, no te preocupes – en ese momento tomé su mano -lo que si quiero Gabriel es que seamos honestos ¿De acuerdo? -le dije esto mientras veía que él me veía medio nervioso y de repente su vista bajaba hacia mis pechos y la quitaba rápidamente esperando que yo no me diera cuenta.
G: Bueno, dime.
Al principio pude notar que él estaba nervioso pero después su actitud cambió a una más seria y firme, porque quitó su mano de la mía, así que tuve que optar por poner mi carita de buena y bajar el tono de voz a uno un poco más suave y a mostrarme algo complaciente.
M: Somos dos adultos conversando como buenos amigos ¿Cierto? Pero también sé que te atraigo físicamente, me has estado viendo los pechos y probablemente ya te diste cuenta de lo paraditos que están mis pezones… y eso es Gabriel, por que tu también me atraes y me gustaría que pudieras sentir como estoy de húmeda en estos momentos… En ese momento vi que le impactó que le dijera algo así y empezó a ponerse como en negación bastante serio:
G: ¡¿De qué estás hablando? ¿Cómo puedes decirme algo así?!
Así que decidí yo tomar acción primero, me acerqué a él lentamente y trate de tomar su mano otra vez, (esto para generar confianza y calma) él al principio se medio rehusó y se veía medio extrañado, sin embargo cedió, y sin más me la lleve debajo de mi falda donde la pase justo por encima de mi tanga tocando mi panocha, así el podía sentir lo húmeda que estaba. Entonces nos dejamos llevar.
G: Uhhhh estas empapada
M: Si, asi es
Solté su mano, pero él ya la dejó ahí, siguió sintiendo lo mojadita que estaba y empezó a mover más su mano y dedos. Yo me estaba calentando mucho por la situación obviamente estaba ya cediendo y empecé a gemirle.
M: Si así, mmm que rico -dije con una voz suave
En ese momento sin pensar más y cada vez más prendido Gabriel empezó a bajar, y a meter su dedo mientras se acomodaba de cuclillas, quería poder asomarse mejor debajo de mi falda mientras movía mi tanga para ver mi panocha toda mojada.
G: Qué lindos labios… ufff que panochita tan mojada
Estaba ya excitándose, realmente no le tuve que insistir mucho, que las ganas que tenía reprimidas de tiempo atrás las dejo de lado, tanto así que todo eso que hizo fue mientras estábamos en la calle. Yo también me estaba prendiendo mucho y solo quería ver a dónde nos llevaba todo esto. En ese momento él volteo a verme y yo lo tomé de la cara y él comenzó a levantarse e inmediatamente nos empezamos a besar.
Yo soy muy pasional entonces me fui con todo al besarlo, metí mi lengua y empecé a comerle toda la boca y el también, no resistimos y me tomo de la cintura mientras yo rodeaba su cuello con mis brazos, nos estábamos besando muy intensamente, así que comencé a frotar mi mano sobre su pantalón.
G: ¡Espera espera no… no, estamos perdiendo la cabeza! Esto no puede ser -dijo mientras se detuvo y me soltó.
M: Sí estuvo riquísimo, ¿No puede ser por qué? Quédate tranquilo que esto es algo entre nosotros dos, no te estoy pidiendo nada, solo disfruta.
G: No Mar, no es tan simple, perdí la cabeza por un momento y no se a donde me puede llevar eso.
M: A que disfrutes tu sexualidad, mejor ahora que casado ¿No crees? Con eso que dije Gabriel se quedó ahí pensativo más que nunca, supongo que en el fondo él estaba teniendo una batalla interna, sin embargo no se iba. Así que tomé mi celular y pedí un Uber para que nos llevara a mi departamento.
G: ¿Ya pediste tu Uber?
M: Si, ya no debe de tardar
G: Bien, creo que yo también debería hacer lo mismo
M: Quiero regresarte eso que hiciste por mí, quiero chupar tu pene
En ese momento Gabriel no esperaba esa respuesta y sin más se quedó viéndome, me acerque y comencé a besarlo de nuevo, no tardó en ceder de nuevo y me correspondió con un beso. Claro que yo estaba haciendo tiempo para el momento en que llegara el coche y así poder subirnos ambos sin que él se fuera antes, y funcionó.
M: Ya llegó, ¿Vienes? -esto mientras lo tomé de mano
G: No, yo me tengo que ir
Pero él no imaginó que llevaría su mano a una de mis tetas y lo volteé a ver con una cara de perversión y deseo, mientras que al mismo tiempo lo jalaba más hacia mí y el coche, él no dijo nada, pero me veía con unos ojos de deseo y me siguió. Así terminamos en camino a mi departamento. Mientras íbamos en camino no dijimos nada, pero por mi mente pasaban todo tipo de cosas que quería que me hiciera, íbamos a coger eso era seguro, ya en camino era más difícil que se arrepintiera, solo quería que ambos llegáramos a un orgasmo y deseaba mucho su pene.
Cuando llegamos lo dirigí hacia mi habitación, ya que en ese tiempo vivía con roomies, así que si o si tenía que estar en mi cuarto. Llegamos cerré la puerta él se sentó en la cama, en ese momento vi que sonaba su celular con varios mensajes de Dahlia, sin embargo me subí arriba de él y me senté.
M: Shhh deja eso y bésame -dije mientras tomaba su celular con la mano y lo quitaba de él, y con la otra tomaba su cabello y lo jalaba más hacia mi mientras nos empezábamos a besar, de nuevo apasionadamente.
Me correspondió y empezó a besarme también intensamente y sus dos manos empezaron a recorrer toda mi espalda hasta que bajaron a mi culo y empezó a manosearme, para esto la minifalda ya se había subido toda, así que él pudo sentir inmediatamente mi tanga y mi enorme culo que apenas y podía sostener con sus dos manos.
G: ¡Ufff que nalgotas tienes!
M: ¿Sii verdad? ¡Ya deseaba que pudieras tocarlas, agárralas todas, no pares! – y empecé hacer círculos con mi cadera, cada vez más y más mojada, porque me estaba frotando con su pene, mientras empezaba hacer gemiditos bien ricos para él.
G: ¡No mames Mar que rico!
M: Ahora quiero tocarte y chuparte el pene
Sin más nos levantamos y él comenzó a desabrocharse el pantalón rápidamente y yo me quite la falda y tanga, me puse de rodillas a él y le baje toda la ropa, quedando su pene delante de mi, así que lo voltee a ver y con mi mano lo tome y empecé a jalársela bien rico, mientras el gemía y trataba de controlar su respiración.
G: Si asi…. uhhh ahhhh que rico ¡sigue!
Su verga cada vez iba endureciendo más y más y ufff cada vez se iba poniendo más grande, y yo no paraba estaba totalmente entregada, así que acerqué a su pene y con mi mano la levante y poniendo una carita perversa empecé a jugar pasándola por mi cara y le lamí sus huevos.
M: ¡Quiero que me llenes toda la carita de tu leche, ay no aguanto te la voy a chupar!
G: ¡Chúpamela zorra! ¡Chúpamela!
En eso me empezó a pellizcar lo pezones por encima de mi top mientras pasaba su mano por ellos, una sensación de mucho placer invadiendo mi cuerpo, no aguante más y metí toda su verga en mi boca, uff tenía muchísima saliva, así que comencé a mamársela, empecé a mover toda mi cabeza de atrás hacia delante y Gabriel empezó a cogerme toda la boca.
G: ¡Ahhh que rico… no mames que bien lo haces! ¡Así así!- decía Gabriel mientras gemía
La verdad yo se que soy buena mamando vergas porque ya en otros encuentros sexuales que he tenido con otros hombres me lo han comentado, (como la vez que se la mame riquísimo a un argentino, pero eso es otra historia). Yo me estaba casi ahogando con todo su pene, así que la solté por un momento para tomar aire y después procedí a meterla en lo más profundo de mi boca, uff que placer para ese momento ya tenía mi cara llena de rímel, entre el sudor y todo lo que se la estaba mamando estaba bien extasiada.
Cuando de repente saboree un líquido pre seminal, delicioso. Seguido de eso el me empujo y saco su pene, mientras me veía ahí hincada sometida a él. Estaba intentando relajarse ya que su respiración estaba muy agitada y no por menos, había estado gozando mucho y sus gemidos eran todo lo que quería oír. En eso me levanté y me acerqué para intentar besarlo pero él se inclinó hacia atrás mientras me veía.
G: ah no putita, no puedes besarme -me dijo mientras pasaba su dedo entre mis labios y veía como yo tenía mi boca entre abierta deseosa de él.
El hecho de que me llamara así me prendió aún más y en ese momento tome su dedo y lo comencé a chupar mientras lo veía a los ojos, provocándolo aún más y más, él estaba ido viendo cómo hice eso y enseguida regresó en sí, entonces me empujo tirándome a la cama, me giro para que quedara enfrente de él y me abrió las piernas
G: ¡¿Quieres mi verga dentro verdad?! ¡Pues te la voy a dar! ¡En ese momento agarro mis dos piernas bien abiertas me jalo hacia él, y me metió su pene!
M: ¡Ahhh! ¡Si Gabo cógeme! -grite cada vez más excitada
El empezó a meter y sacar su pene de mí, que sensación tan más deliciosa, me encanta cuando hacen eso. Después empezó a penetrarme más y más duro cada vez más rápido. En esos momentos yo no podía decir nada, solamente gemía y jadeaba a la vez. Él estaba muy entrado había adaptado una posición dominante conmigo y estaba llevando el control. Lo veía en su cara.
G: Que puta eres Mar, en verdad que puta eres, pero eres mi putita -me decía mientras me veía a los ojos y me daba cada vez más y más fuerte después salió un gemido enorme de su parte porque claro que yo también no dejaba de moverme, no lo dejaba parar, estaba dispuesta a que me llenara de su leche.
M: ¡Si lo soy, soy tu putita no pareees! ¡ahhh si si!
En eso saco su pene, se que estaba cerca de venirse pero también sé que él no quería parar, ni yo, así que le di un momento y aproveche para quitarme mi top para que viera mis pechos y a mi completamente desnuda, por fin.
M: No me lo quería quitar para que cuando te vinieras en mi escurriera y llenarás mi top, pero así ahora puedes ver mis pechos, ¡Ven a chuparlos!
En ese momento Gabriel se lanzó sobre mí y empezó a chupar mis tetas, de nuevo parecía que yo tenía el control, empecé acariciar su cabello y ahí estábamos relajándonos. Lamia y lamia cada uno de mis pezones, y a la vez los tocaba con sus dedos, los movía, pellizcaba, y yo no podía contenerme así que escuchaba mis gemidos y mi respiración acelerada. Empezó a chuparlos, puso su cara en medio de mis bubis y se volvió loco.
G: Que tetas tan perfectas tienes
M: Disfrútalas, hoy soy toda tuya, desde hace mucho ya quería que estuviéramos así -dije mientras acariciaba su brazo
El de repente se acostó sobre mi pecho y se quedó pensativo. Así que yo tomé una de mis bubis y se la acerque más hacia la cara, él enseguida entendió y empezó a chuparla, estaba disfrutándome, sentía su respiración más relajada, y él me veía sin dejar de mamar. En ese momento yo lo acariciaba y podía sentir como si hubiéramos cambiado a un rol más maternal, no sé cómo explicarlo, lo que es cierto es que él es más chico que yo pero solo como por 2 o 3 años.
M: mmm si así, me encanta que me chupes y que te gusten mis tetas – decía toda excitada G: mmm podría hacer esto siempre
En eso me levante y ahora yo lo empuje a él hacia la cama quedó viéndome de frente, y yo me subí a montarlo, empecé a masturbar su pene, que no tardó mucho en ponerse bien firme y duro, así que empecé a moverme de manera que frotaba su pene con mi panocha, en mi clítoris de atrás hacia delante, lo estaba llenando de mi y mis juguitos que salían ¡que delicia!
G: ¡Ahhh eso, así! Me tienes todo lleno de ti
En eso sonreí pervertidamente hacia él, tomé su pene y me lo metí -¡Ahhh! -ambos gemimos de placer, tome ambas manos de él, me acomode para que entrara su pene lo más profundo dentro de mí, y me incliné para besarlo, entre mis movimientos de cadera y pelvis, sé que él lo estaba gozando como nunca, él estaba gimiendo pero no por eso dejaba de besarlo, lo cual intensificaba aún más y más la excitación y el placer que sentíamos, en eso me levanté y empecé a dar brinquitos arriba de su pene mientras mis pechos rebotaban.
G: ¡No mames Mar! ¡Eso carajo esooo! Que culona estas no mames, ¡que vista! que pechos! -sus manos pasaban entre tocar mi culo y mis pechos, también mi cintura.
Después cambie a enterrarme en lo más profundo de mi su pene otra vez, y empecé a moverme de atrás hacia adelante, sin detenerme por ningún instante, (bendita condición y ejercicio que me permiten estar en forma y darle la cogidota de su vida). El no paraba de gemir de placer, sentía que estaba haciendo un esfuerzo por no correrse.
M: ¿Nunca te habían cogido así verdad?
G: ¡La verdad no, que rico coges carajo!
En ese momento tuve un orgasmo, todo mi cuerpo estaba lleno de un deleite inmenso, ¡que rico es coger! y qué mejor que ambas personas puedan dejarse llevar por el placer y los inmensos y exquisitos orgasmos. Ahí estábamos Gabriel y yo haciendo algo que no debíamos ante las normas de la sociedad, pero bien excitados, satisfaciendo lo que nuestros cuerpos tanto nos pedían desde hace tiempo, estaba feliz de darle a Gabriel tanto placer, tanto cariño, tanto gozo así como el me lo estaba dando a mí.
M: ¡Me estoy corriendo ahhh! – Exclame toda llena de placer con mi carita toda rosa por la calentura de todo eso.
Entonces salí de él y él pudo sentir lo lleno que lo había dejado de mí, lo toco y lo lamió, y en ese momento es como si una euforia lo hubiera dominado, se levantó me agarro y me giro.
G: Ponte en cuatro que quiero venirme pero no sin antes darte de perrito, quiero ver estas nalgotas rebotar
Obedecí y me baje levantando todo mi culo y lo empecé a abrir para él, mientras me empecé a menear, dando circulitos, (probablemente me vi bien deseosa de verga, bien puta pero bueno así soy yo cuando estoy tan prendida). El no aguanto más y me ensarto su pene y sin más me empezó a coger.
G: ¡Oh sí eres mi perra me encanta como te pones! ¡Así así! -mientras me cogía y me empezó a nalguear
De nuevo esas palabras a mi en la cama me provocan algo que hace que mi impulso sexual se desprenda al máximo, así que empecé a apretar más, mientras movía mi culo lo más rápido que yo podía, ahora yo me lo estaba cogiendo a él, mientras seguía en cuatro estaba casi ordeñándolo, ¡gimiendo de placer -¡Ahhh siii! ¡así! ¡si si! -exclamábamos los dos.
G: ¡No aguanto más me voy a venir!
M: ¡Espera tienes que echármelos en la cara!
Sin más nos detuvimos, Gabriel sacó su pene y yo me arrodille ahí mismo en cama -Ahhh- gritó él, todo su semen me empezó a caer en mi cara, fue una deliciosa sensación sentir su semen escurriéndome en la cara, también cayó un poco en mis pechos. Terminando completamente llena de él. Agarre lo que cayó en mi pecho y me lo tragué.
Terminamos acostados en mi cama descansando un rato, estábamos exhaustos pero muy satisfechos, tanto el como yo habíamos disfrutado mucho.
Ese fue el inicio de otros encuentros, la verdad es que yo me considero una persona muy práctica y sé que lo que tenemos es una muestra de complicidad y cariño, asociado con mucha discreción ya que Dahlia no sabe nada de esto y es lo mejor.
Besos
Mar
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