Trío con una chica trans

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T. Lectura: 6 min.

Ya conocen muchas de nuestras historias, esta pasó hace un tiempito atrás.

El trabajo José tiene una compañera trans, operada de sus tetas y toda una incógnita lo que tiene o no entre sus piernas. Ella tiene el pelo largo rubio, altura media, apenas más alta que yo, siempre muy bien vestida, con escotes profundos para mostrar sus tetas echas un tiempo atrás, una cola bien, solo que no tiene cintura y la nuez son los detalles por lo cual alguien que no la conoce se pueda dar cuenta que es trans.

Ella siempre en el trabajo le insinúa a José, que hasta sus compañeros se dieron cuenta que se lo quiere transar.

José como todos saben es hetero, nunca tuvo sexo con hombres, si bien hemos estado juntos en nuestros tríos e intercambios, pero él nunca toco, ni se dejó tocar por un hombre.

Hacía tiempo que José cada vez que llegaba a casa, me contaba como lo provocaba y decía a esta me la voy a culear algún día, un poco en broma y otro poco enserio. Si bien siempre se reía de esa situación.

Las provocaciones de Tatiana eran cada vez más evidentes, me proponía vamos a hacer un trio con ella. La verdad que la idea no me disgustaba, nunca estuve con una chica trans, he estado con chicos que se han culiado entre ellos delante de mí, pero nunca con una chica trans y la curiosidad me mataba.

Ella nunca supo que nosotros somos una pareja abierta, y que hemos tenido encuentros con chicos y chicas juntos, no sé porque tenía la obsesión de provocar ininterrumpidamente a José.

En una de esas provocaciones José le propone si ella quería hacer un trío con nosotros, casi sin dudarlo acepto. Ahí que fue donde José medio que arrugo, jajaja. No estaba convencido de querer culear a Tatiana.

Como todos los domingos por la mañana salimos a caminar, y esas putas casualidades nos cruzamos con ella que paseaba a su caniche blanco, que llevaba un moñito rosa en la cabeza, con una correa. Ahí nos pusimos a charlar, siendo ella la que enseguida recordó la propuesta que José le había hecho. preguntándome si yo estaba de acuerdo en que concretemos un trío.

Cortamos la caminata y fuimos a tomar un jugo en un bar que estaba ahí, para charlar más seriamente. Por supuesto que yo y ella éramos las que más ganas teníamos de concretarlo. José dudaba, aunque también tenía un punto de excitación bastante importante. Me lo había dicho en alguna ocasión. Hacer un trio y verme disfrutar de esta situación que teníamos ahora mismo delante le iba a hacer muy feliz y le iba a poner super cachondo.

Les manifesté de encerrarnos en algún sitio para estar solos, así que nos dirigimos hacia su casa, al entrar se encendieron luces azules y rosas tenues, era un departamento chico con una sola habitación, pero muy lindo, sexy, preparado como para la ocasión. Yo pedí pasar al baño antes, quería lavarme, así que entraron los dos y me esperaron allí. Cuando entré ya Tatiana se había casi desnudado. Solo tenía una tanguita muy chiquita. ¿sabes esa sensación de cuando tienes curiosidad por algo, mucha, mucha curiosidad, que estás deseando mirar, pero no quieres que se note que tienes esa curiosidad? Pues, eso me pasó.

Tenía un morbazo impresionante por ver ese cuerpo y deseaba, pero no podía mirar directamente. Pero fue más fuerte que yo y la miré y vi, me parecía que dentro de la tanga nada tenía, abría apostado en ese momento que no tenía pene. Mientras me desnudaba, atónita todavía, les dije que empezaran sin mí con una gran sonrisa.

Tatiana se recuesta en la cama, José se acercó hacia ella, para bajar el pantalón empezar a chuparle la pija. Ufff… ¡madre mía! ¿pero esto empieza así de fuerte? Ver cómo se le llenaba la boca con la pija mi marido me puso a mil por hora. ufff

Me di prisa en desnudarme completamente, hinqué la rodilla en la cama y me eché hacia Tatiana. No sé si me querrá besar en la boca, así que voy a ir despacio, pensé. Acerqué mi mano a su pecho, moldeé con mis yemas su pezón y le gustó. Entre la mamada y ese magreo creo que estaba a gusto, muy a gusto.

Mi boca se iba acercando a la de ella, por lo que también se acercaba a la verga de José. Quería compartirla, quería que las dos mamásemos la misma pija. Alternamos nuestros labios con ese glande ofrecido, me la metía yo en la boca, luego ella la tenía dentro, yo chupaba y lamia todo lo que quedaba a mi alcance. Un juego muy divertido y que parecía que a nuestro macho lo estaba activando bastante.

Nos fuimos incorporando cada vez más para tumbarnos casi por completo en la cama. Yo seguía manoseando esas tetas, preciosas, por cierto, y abrí mi coño para que José me lo comiera. Me sentía muy zorra y perra… quería hacer de todo en ese momento, pero esperé el ritmo de los demás. Quiero ver como penetra a Tatiana, quiero que me penetren a mi… ufff… quiero tantas cosas y todas se agolpan en mi cabeza… Ahí le bajo la tanga para ver que aparece debajo de ella, veo una pequeña pija con dos bellos huevitos chicos, ese era causa por la cual bien acomodados hacia atrás parecía que no los tenía.

José me pregunta que si quiero ver cómo se pone. ¡¡Pues claro que sí!! José es heterosexual, pero tiene la mente abierta al disfrute de cualquier manera y eso, me encanta! Tatiana pone su culo en pompa a disposición de esa pija ya bien dura para que despacio empiece a penetrarlo.

Entonces me pongo boca arriba con las piernas bien abiertas apuntando a Tatiana que se mete entre ellas, mientras sentía su boca en mi coño borboteante mientras le daban duro por el culo. No podía más de morbo, lujuria y pasión. Sujetaba su cabeza, mi clítoris quería reventar, desde ahí corrientes de placer surcaban todo mi cuerpo a través de mis venas, subía hasta la cabeza, tras las orejas, mis axilas, mi tripa, mi culo… todo vibraba, me volvía loca y quería seguir sintiendo eso. José decía una y otra vez: “Te gusta que le dé por el culito?“. “Ufff… si, me encanta”. Tenía la pija super dura, se notaba a Tatiana como gozaba, le gustaba que la culearan fuerte, por momentos se olvidaba de mí, solo me quedaba mirando el disfrute de ellos. Es muy muy placentero.

Entonces propongo un trencito. Vamos, que quería ser culiada yo también, aunque sea con la pijita chiquita de Tatiana. José se sienta en el sillón, enseguida Tatiana sobre él, acomodando su pija con una mano que entro con facilidad en su culo ya dilatado, y yo sobre ella, que a su vez tenía que controlar el ritmo para que esa verga que le culeaba no se le saliera. La sensación fue brutal. Ese empeño que ponía José en penetrarlo era el que me llegaba a mí de rebote para que la pija de ella me entrara hasta el fondo. Yo gemía, me volvía loca… me estaba encantando, Tatiana estaba muy muy salida, estaba disfrutando de lo lindo.

Me bajé del trencito para tener mejor vista y ver como Tatiana se movía sobre la pija, su cara era un poema, le encanta meterla toda hasta el fondo, tocando todo el fondo. Mete, mete, mete, se la oye gritar, se retuerce, yo espectadora de lujo, toco sus tetas, la beso en la boca diciéndole con una voz muy dulce que vaya culiada te están pegando. “¿te gusta, cariño?”. Claro, claro que me gusta. Pero debo tener cuidado porque cada embestida, le echa tan adelante que temo darme un golpe contra la cara. Así que dejo de besarla para escucharla gritar, gemir y decir lo hijo de puta que es por la manera que la está culeando.

Hasta que José empieza a gritar y darle cada vez más fuerte, entre gritos y gemidos de ambos, acaba dentro del culo de Tatiana.

Después de un rato para reponer fuerzas, ella nos propone almorzar algo, el hambre nos estaba consumiendo, llama al delivery que nos traiga sushi, al llegar toco el portero, no podíamos bajar porque todavía seguíamos los tres desnudos, así que tome una bata de ella me la puse y baje sin nada más que eso. Al llegar el ascensor bajaba una pareja mayor y aprovecho a provocar al señor que no me sacaba los ojos de mis tetas que se asomaban.

Subo con el sushi, entre risas y buen rollo entre los tres, la verdad es que lo estamos pasando muy bien. Volvemos a hablar de todo, esta vez mucho más distendido, entre nosotros ya hay algún tocamiento. Es divertido, muy divertido. Bebemos, bastante José y yo, Tatiana no toma. Nos vamos a la cama mientras ella junta y ordena, estamos solos.

Comenzamos sin tanto ansia, más tranquilos, pero con mucho morbo le pregunto si le gusto culearse a Tatiana, jajaja. Tumbada, dejando que me comiera la concha de nuevo, Ella llega posa sus manos sobre mi cuerpo. Me acariciaba y yo a ella. Ella le cogía la pija a José y para mi sorpresa y creo que para la de José también, ella fue acercando su boca a mi conchita. Poco a poco José se corre para dejar que ella ponga su lengua en mis labios, mi agujero, juguetona, placiente… Mmmm… ¡me encanta! mientras, me acaricio las tetas me invade de nuevo esa sensación de placer.

Mi culo le tiene loco, necesita culearlo. Me abandono al placer, hacia donde mi cuerpo me quiera llevar, estoy como borracha de gusto. Puede ser de las copas que me he bebido o por lo caliente que estoy a sentir su lengua, dedos dando vueltas por mis agujeros. Es esa sensación de ir flotando entre nubes, nubes sensacionales que transportan de placer en placer para goce y disfrute de todos mis sentidos. Esta vez pone su pequeña pija dura sobre mi asterisco que sin ningún esfuerzo traspasa para bombear ferozmente, José coloca un par de dedos en mi concha empapada a esa altura, para que rápidamente llegase mi orgasmo y toda la leche de Tatiana caiga sobre mi espalda.

Me abrazo a José, me meto bajo su brazo para sentir que me abraza después de habernos limpiado y aseado. Ella está al otro lado, le preguntamos si se encuentra bien y nos dice que si, que perfectamente. Le damos las gracias por habérnoslo pasado tan bien. Ella también ha disfrutado mucho. Estamos cansados, la semana pesa y la sesión de sexo ha sido muy intensa. Nos quedamos dormidos, los tres completamente desnudos.

Cuando nos despertamos de esa pequeña siesta son las 5 y media de la tarde, nos vestimos. Salimos hacia nuestra casa caminando con una nueva experiencia cumplida, mi cuerpo cansado y satisfecho.

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4 COMENTARIOS

  1. Hola! Que hermosa experiencia, que para Tommy y yo es una materia pendiente. Acabó de leerlos y voy a iniciar una campaña para tratar de hacer algo con un trans en nuestras inminentes vacaciones y gira de trabajo de Tommy.
    Besos
    Sofía.

    • Si, la verdad que fue una experiencia linda, la cual pudimos cumplir.
      Dale pónganse en campaña, así cuenta en un hermoso relato su experiencia.
      Besitos nuestros a los dos.

  2. Hermosa experiencia, he tenido intenciones de hacerlo asi con mi novia; de hecho la propuesta vino de ella. Mi esposa aunque de mente muy abierta a pesar que somos swinger no me copia para esa experiencia y me ha dado permiso que lo haga con mi novia, ella desea ser poseida pór una trans de color y a mi no me disgutaria hacer de todo también. El problema es que aqui en Colombia y en particular en el eje cafetero es un poco complicado conocer trans que sean de confianza; las poca que he conocido son 100% pasivas, asi que no aplican para esta experiencia

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