Inicié a mi catequista y se enamoró de mi (1)

0
14421
21
T. Lectura: 9 min.

Maryori era una chica de 20 años cuando la conocí, de 1.60 cm, cabellos y ojos negros, piel mestiza, universitaria de la carrera de Literatura y los domingos brindaba catequesis en la parroquia. Ahí fue donde la conocí por aquel entonces yo tenía 18 años y también era universitario.

Ella era mi catequista designada y me brindaba las charlas para el sacramento de confirmación, al comienzo no hubo mucha química entre nosotros, no nos llevábamos muy bien. Fue conforme que nos fuimos conociendo que descubrimos que teníamos muchas cosas en común como gustos musicales, libros, autores favoritos, hobbies.

A ella le encantaba escribir, igual que a mí. Tenía un diario donde escribía sus vivencias del día y llevaba siempre varios cuadernos donde escribía cuentos o historias que le salían de su mente, su sueño era publicar grandes obras y ser una escritora reconocida.

Debo reconocer que al comienzo no sentía atracción por ella, solo la veía como una amiga. Pero conforme la fui conociendo me empezó a gustar, me atrajo su pequeña boquita y su trasero redondito, me imaginaba lo rico que se sentiría follarme ese culo.

Más de una vez me jale el ganso mirando fotos que le tomaba sin que se diera cuenta, soñando con esa fantasía.

Maryori era distintas a las demás, era inteligente con ella podías hablar de varios temas interesantes como economía, obras literarias, cultura, perspectiva de la vida, etc. No como otras chicas con 0 IQ que solo pensaban en fiestas y divertirse. Ella prefería quedarse en casa leyendo un buen libro, tomar licor y emborracharse lo consideraba algo tonto, recuerdo que una vez con la gente de la parroquia la invitamos a una fiesta y ella se negó a acompañarnos, también la invite un domingo a que me viera jugar futbol al estadio municipal y me choteo. No le gustaba hacer vida social, creo que fue por eso que nunca le conocí un enamorado.

Hasta se le podía considerar una chica nerd, después de recibir mi confirmación nos veíamos todos los domingos en la misa de jóvenes a las 6 pm luego íbamos al parque que estaba al frente, nos sentábamos en una banca a conversar.

Un domingo todo cambio, nos quedamos conversando hasta casi las 22 pm se nos pasó el tiempo conversando de obras de Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa, Ricardo Palma, José María Arguedas. Nos dimos cuenta de la hora cuando suena su celular eran sus padres, la regañaron por estar hasta altas horas de la noche en la calle. Hay me di cuenta porque ella era así sus padres la tenían muy controlada, ella se comenzó a desesperar.

Maryori: Mis padres ahora me van a castigar

Yo: Porque no has hecho nada malo solo conversamos, tranquilízate. Mira te acompaño a tu casa y converso con tus padres, les diré que fue mi culpa y me responsabilizare por todo.

Maryori: En serio harías eso por mi

Yo: Claro, yo soy la razón por la que no has llegado a casa, a ver vamos.

Aproveche y puse mi mano sobre su hombro abrazándola y nos dirigimos a su casa.

Cuando llegamos abre la puerta, sus padres la estaban esperando en la sala.

Su madre al verme queda petrificada como si hubiese visto un fantasma y su padre me escanea de arriba abajo, les explico lo que en verdad paso y como se nos había ido el tiempo su padre comienza a hacerme preguntas sobre mi nombre si estudiaba o trabajaba, que carrera estudiaba, en que universidad etc. Parecía que yo era el primer hombre que Maryori traía a casa, si era el primero. Luego me despedí de sus padres y de Maryori con un beso en la mejilla.

Salgo y cierro la puerta, me reclino en un poste de luz que esta al costado de su casa y en eso escucho la conversación de Maryori con sus padres:

Mamá: ¿De dónde demonios lo conoces?

Maryori: Él es uno de los chicos a los que yo les brindaba catequesis

Mamá: Quiero que te alejes inmediatamente de el

Maryori: Que dices mamá, ¿por qué? el ya explico que fue lo paso

Mamá: No es por eso hija, te acuerdas de Clotilde la señora que vende en el mercado. Su hija anduvo con él, Clotilde me contaba como hacia sufrir a su hija se comporta demasiado encantador al principio las enamora, las usa y luego busca a otras, ese tipo es un mujeriego.

Maryori: ¿Y como sabes que es él?

Mamá: Clotilde me mostraba fotos de el con su hija, además una vez vi a su hija besándose con él, cuando se aburrió de ella busco a otra, Clotilde me conto como hizo sufrir a su hija, lloraba por él, hasta le diagnosticaron depresión y estuvo en tratamiento médico.

Maryori: Solo somos amigos mamá

Mamá: Eso espero pero preferiría que mejor te alejaras de el

Papá: A mí no me pareció tan mal muchacho trabaja para pagar sus estudios universitarios, dentro de poco será ingeniero de sistemas, en esa profesión los salarios son altos. Sabe vestirse bien no es como esos jóvenes que anda deambulando sin saber que hacer de su vida. Me agrado el muchacho.

Mamá: Ese tipo es un lobo disfrazado de oveja, estoy segura que es el, mañana iré a hablar con Clotilde para que me muestre unas fotos del ex de su hija para corroborar.

Papá: Bueno mañana tenemos que madrugar así que mejor vamos a descansar

Ahora entiendo porque quedo petrificada cuando me vio, la señora me conoce. Me retire del lugar y regrese a casa a descansar.

Los domingos siguientes su madre la acompañaba a misa, apenas terminaba la misa se retiraban, solo nos veíamos de lejos. Los siguientes domingos dejaron de ir a la misa de 6pm cambiaron por la de las 12 de mediodía, seguro para evitarme.

Le enviaba mensajes por correo y a su celular pero no respondía.

Pasaron varios meses hasta que un día regresando tarde de la universidad caminando por una calle, la veo caminando en la vereda de al frente. Grito su nombre pero no me escucha o no me quiere escuchar. Acelero el paso hasta llegar donde ella, la toco por la espalda se asusta y voltea. Tenía una expresión de molestia.

Yo: Hola Maryori, ¿como has estado?

Maryori: Bien gracias, ¿como te va en tus estudios?

Yo: Muy bien acabo de tener una clase de desarrollo de videojuegos en UNITY, no puedo esperar a llegar a casa y descargar de la asset store plantillas para mis juegos.

Maryori: Que suerte que tu si tienes internet en casa

Yo: ¿Por qué dices eso?

Maryori: Es que hoy tenía trabajos de investigación que hacer y fui a la cabina de internet que está en la avenida, tuve que esperar como 20 minutos a que una maquina se desocupara, luego había un grupo de jóvenes estaban con sus juegos a todo volumen hacían una bulla que no me permitían concentrarme y la computadora estaba muy lenta, fue todo un caos.

Yo: Lo siento, me encantaría poder ayudarte. Espera..

Saco un papel y le apunto mi dirección.

Yo: Mira si un día necesitas utilizar internet para tus trabajos universitarios, puedes venir a mi casa y hacerlos en mi computadora.

Maryori: No como crees… no te quiero incomodar

Yo: Maryori tú nunca me vas a incomodar, al menos considéralo.

Le acaricio sus mejillas con mis manos, ella cierra los ojos y sonríe, guarda el papel en su bolso y nos despedimos.

A la semana siguiente me encontraba haciendo ejercicios en el mini gimnasio que había armado en la azotea de mi casa, mis padres habían salido y mi hermana se fue con su grupo de amigas iban a regresar de noche, estaba solo en casa con el torso desnudo y unos shorts cortos, saltando cuerda cuando en eso suena el timbre. No hice caso y de nuevo volvió a sonar, entonces era alguien, baje tal como estaba, seguro es un vendedor pensé. Cuando abrí la puerta me sorprendí a ver a Maryori, ella también se sorprendió al verme ya que estaba casi desnudo.

Yo: Hola Maryori

Maryori: Hola, este perdón que te moleste mejor vengo en otro momento.

La agarre del brazo.

Yo: No está bien

Maryori: Es que tengo mucha tarea que hacer y las cabinas de internet están ocupadas, necesito hacer urgentemente este trabajo.

Yo: Te entiendo pasa.

Entra a la casa nerviosa con miedo.

Maryori: ¿Y dónde está tu computadora?

Yo: En mi habitación

Voltea a mirarme, saliéndole los ojos.

Maryori: ¿Y tus padres?

Yo: Salieron pero ya deben estar venir, vienen en camino.

Le dije eso para que tenga un poco de confianza aunque sabía que iban a llegar a altas horas de la noche. Subimos al tercer piso, abro la puerta de mi habitación y entro, Maryori se queda parada en la puerta dudando si entrar. Enciendo la computadora e inicio sección.

Yo: Que pasa Maryori, adelante.

Entra con miedo agarrando con sus manos fuertemente sus cuadernos.

Yo: Mira te quiero mostrar algo que te va interesar, este es EBSCO es una plataforma con una gran base de datos que contiene artículos académicos, revistas, periódicos, libros electrónicos y esta es Scopus también una base de datos pero de citas y resúmenes de literatura. Te servirá mucho para tus trabajos de investigación. Puedes utilizar el correo de mi universidad si no te permite registrarte con tu correo.

Maryori: Muchas gracias

Yo: También puedes utilizar mi silla gamer es cómoda Ergonómica y Reclinable además cuenta con reposapiés, te apetece un poco de limonada hay en la cocina.

Maryori: Bueno

Bajo y le traigo un vaso de limonada y un pedazo de keke de vainilla que había sobrado.

Yo: Bueno ahora te dejo hacer tus tareas tranquila, cualquier cosa voy a estar en la azotea entrenando, ya solo falta un mes para el Campeonato Nacional Universitario y quiero sacar medalla.

Maryori: Verdad que me contaste que estas en la selección de karate de tu universidad

Yo: Exacto y tengo aun algunas cosas que mejorar, el baño es la última puerta de la izquierda

Maryori solo sonríe ya se le veía más animada y con confianza, subí a la azotea a seguir con el entrenamiento. Luego de casi unas 3 horas ya de noche, ella sube a la azotea y se queda parada viéndome cruzando los brazos, yo me encontraba haciendo la kata Bassai-Dai termino y agarro unas mancuernas de 10 kilos una en cada brazo, hago como si no la hubiera visto continuando con mi entrenamiento, la veo de reojo noto que no dejaba de mirarme, sus ojos le brillaban mientras se mordía los labios. Sentía que me miraba con deseo luego comienza a jugar con su cabello. Bajo las mancuernas y comienzo la kata Kanku-Dai al terminar, Maryori comienza a aplaudir con una sonrisa en su rostro.

Yo: Vaya, no sabía que tenía una admiradora

Comienza a acercarse donde estaba, me siento en un banquito a descansar

Maryori: Eso estuvo genial, ¿ que es?

Yo: Se le conoce como Katas son secuencias coreografiadas de movimientos como la simulación de un combate, claro con oponentes imaginarios.

Maryori: Que interesante

Maryori mueve sus manos como queriéndome tocar pero algo la detiene.

Yo: ¿Pasa algo?

Maryori: estas sacando músculos

Yo: Quieres tocarlos adelante

Maryori pasa su mano por mi brazo

Maryori: Esta duro y sudoso

Yo: Es por el ejercicio creo que me voy a tomar un baño

Maryori me suelta.

Maryori: no es que quiera abusar pero tienes impresora

Yo: Si claro, ponlo todo en un Word y lo imprimo

Maryori: ok ahora lo paso a Word -me lo dice con un tono suave e inocente

Baja y yo aprovecho en bañarme, regreso a mi habitación solo con una toalla puesta en la cintura.

Yo: Ya está todo lo que hay que imprimir

Maryori se encontraba sentada en mi silla gamer.

Maryori: Si es esto

Maryori volvía a mirarme con deseo hacia puño con sus manos tratando de aguantar las ganas, sabía que era mi oportunidad. Enciendo la impresora me inclino detrás de ella colocando mi mano sobre el mouse mandando a imprimir, volteo y nuestras miradas se cruzan.

Yo: Tienes una hermosa carita

Nos quedamos quietos, mirándonos mientras la impresora comenzaba a imprimir, nuestras respiraciones eran cada vez más cercanas.

Le acomodé un mechón de pelo que le caía sobre el rostro. Maryori no se apartó. Al contrario, inclinó la cabeza un poco, apenas. Lo justo.

Y entonces pasó, nuestros labios se encontraron comenzando un beso lento, suave, sentí en ella un temblor involuntario de esos que llegan cuando sabes que estás cruzando una línea.

Sus labios eran cálidos y dulces, nuestras lenguas jugaban entre si, duramos casi un minuto besándonos la impresora termino de imprimir y nos separamos, ella sonrió. Una sonrisa corta, honesta, como si también supiera que algo había cambiado.

Acaricio su mejilla con mi mano y con mi dedo pulgar juego con su boca, meto mi dedo en su boca y Maryori comienza a chuparlo. Mi miembro comienza a ponerse erecto al igual que sus pezones. Con la otra mano acaricio sus senos, Maryori se está excitando, baja su mirada y ve mi miembro erecto elevándose detrás de la toalla, suelta mi dedo de su boca y se aparta un poco.

Maryori: Detente, esto no está bien

Sabía que Maryori estaba excitada y esta era mi oportunidad de hacerla mi mujer pero algo la detenía, trate de mantener la calma y darle confianza e seguridad.

Yo: Maryori, dime que pasa puedes confiar en mí, te prometo que guardare tu secreto.

Maryori me queda viendo fijamente unos segundos

Maryori: Es que yo nunca he…

Yo: ¿Nunca has estado con un hombre?

Asiente con la cabeza.

Ya me lo imagina, pero ahora confirmado estallo de felicidad por dentro, es virgen tenía que hacer algo para romper esa barrera.

Yo: Te comprendo no es fácil aventurarse a algo nuevo, siempre existe un temor a lo desconocido pero hay que vivir el momento, quien sabe quizás sea algo maravilloso lo que nos espera después no quiero apresurar nada, solo déjame decirte que eres muy especial para mí y desearía tenerte entre mis brazos esta noche pero también te sabré esperar.

Maryori: Es que yo si deseo hacerlo.

Le acaricio el rostro y le doy un beso en la boca

Yo: Tranquila te prometo que será una experiencia inolvidable

Agarro su mano y nos dirigimos a mi cama, me siento y la paro en frente le desabrocho el jean y se lo bajo le pido que alce los brazos quitándole su blusa, luego le pido que se dé la vuelta le desabrocho el sostén y finalmente le bajo las bragas dejándola completamente desnuda. Miro hipnotizado su trasero redondito, aquel trasero con el muchas veces fantaseaba y ahora sería mío. Maryori se da media vuelta cubriéndose con un brazo los pezones y con su mano su vagina yo con mis manos la suelto agarrando sus manos.

Yo: Maryori tienes un hermoso cuerpo

Maryori: En serio ¿te gusta?

Yo: Claro es bellísimo

Maryori: Eres la primera persona que me ve desnuda

Comencé primero acariciándola y besándola todo el cuerpo, luego con mis dedos fui tocando su clítoris de arriba a abajo y lentamente los fui metiendo dentro de su vagina, para ir abriéndola para meter mi miembro dentro, estaba completamente mojada su vagina emite un rico aroma, no resistí más y fui pasándole la lengua.

Maryori comienza a gemir a lo que le pregunto si ya está lista, asiente.

Yo: Maryori, al ser tu primera vez te dolerá un poco va hacer normal el dolor, yo nunca haría algo que te causara daño ¿Ok? Si me pides que me detenga, lo hare

Maryori: Esta bien soportare dolor, pero hazme tuya

La agarro de la cintura y el hecho sobre mi cama, me quito la toalla haciendo saltar a mi miembro, ella se sorprende me coloco arriba de ella en posición de misionero. Coloco mi pene en la entrada de su vagina y luego de darle vueltas comienzo a introducirlo poco a poco y escucho un chillido de ella.

Maryori: ¡Auchh!… Me duele, espera

Yo: Tranquila y relájate, lo dejare donde esta y cuando te acostumbres continuare.

Ella asiente

Luego de unos minutos continuo hasta que poder meterme dentro de ella, sentía como se reventaba algo dentro era su himen. Comencé a moverme de atrás hacia adelante poco a poco, acariciaba su clítoris tratando de darle placer mientras movía mi miembro dentro de ella y fue cuando Maryori comenzó de nuevo a gemir, empecé a moverlo un poco más sin tanto esfuerzo de adentro hacia afuera, mire de reojo mi miembro y estaba lleno de sangre y sus labios vaginales estaban rojos, sus ojos se hallaban llorosos.

Maryori: más despacio por favor, me arde un poco

Me quede inmóvil unos minutos, para iniciar nuevamente un meter y sacar de manera lenta, Maryori me abrazaba por la espalda y luego siento como sus uñas se clavaban, mi miembro ya se podía deslizar dentro de su vagina con toda confianza, con mi lengua lamia sus senos rectos mientras empujaba dentro con un poco más de fuerza y así fue hasta que con mis manos toque su clítoris y Maryori pudo tener su primer orgasmo con mi miembro en su interior, aumento la velocidad tratando de no venirme pues quería disfrutar más de su bello cuerpo, comencé un poco fuerte dándole más profundo Maryori gemía cada vez más fuerte. Sentía como mi miembro le abría toda la vagina.

Maryori: que rico se siente esto, por favor no pares

Lo cual me motivo a darle más duro y rápido hasta que finalmente expulse todo mi semen dentro de ella lo que le provoco un segundo orgasmo luego me desplome tomándola entre mis brazos.

Yo: Maryori ¿Te gusto?

Maryori: Nunca había sentido algo así, nunca olvidare este día.

Yo: Este día dejaste de ser una jovencita, ahora eres toda una mujer.

Le doy un beso en la frente.

Maryori: Si ahora soy tu mujer

Y así comenzó el inicio de la vida sexual para Maryori.

Loading

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí