Nos quedamos descansando unos minutos, luego le sugiero bañarnos ya que estábamos llenos de sudor y embarrados de semen y sangre. Maryori asiente, cojo su mano y nos dirigimos a la ducha. Enciendo la regadera y el agua nos va limpiando poco a poco, era un placer contemplar su hermosa figura, Maryori no decía nada solo estaba en silencio mientras el agua recorría todo su cuerpo, agarro el champú y me echo en mis manos. Me coloco detrás de ella y cojo su cabello y empiezo a lavarlo, ella intenta detenerme con sus manos pero me acerco a su oído y le hablo en forma sensual.
Yo: Tranquila chiquita, déjame ser el primero en poder bañarte.
Maryori solo sonríe y baja sus manos
Luego de lavado el cabello agarro el jabón y me coloco detrás de ella empezando a enjabonarle cada parte de su cuerpo envolviéndola entre mis brazos, subo el nivel del agua, mis manos recorren sus senos, su vientre hasta llegar a su vagina donde introduzco mis dedos, ella lanza un pequeño gemido, meto mi nariz entre su cabello e inhalo profundamente.
Yo: Qué bien hueles, Maryori y que rico cuerpo tienes
Maryori sonríe y cierra sus ojitos dejándose llevar por las sensaciones.
Un temblor recorre su cuerpo, esto es una fantasía hecha realidad estoy desnudo en la regadera de mi casa con la chica que fue mi catequista que también esta desnuda tomándonos un baño juntos, esto es mejor que las fantasías que tenía con ella en mi cabeza.
Deslizo mis manos por sus pechos, y respiro hondo y empiezo a masajearlos suavemente, Maryori arquea su cuerpo instintivamente y aprieto sus pechos con mis manos. Ella agarra mis manos con sus manos colocándolas encima y desliza mis manos hasta su vientre y luego vuelve a colocarlos sobre sus senos, se le acelera la respiración y su corazón late a toda prisa. Mi miembro comienza a revivir teniendo otra erección contra su trasero.
Ejerzo presión apoyando mi miembro con su trasero, las sensaciones se apoderan de nosotros, Maryori inclina su cabeza hacia atrás colocando sus ojos en blanco y la boca entreabierta. Gime
Yo: Siéntelo, preciosa
Maryori: Oh… por Dios
Yo: Creo que ya estás lo suficientemente limpia
Me detengo, Maryori se queda sorprendía abriendo los ojos.
Maryori: ¿Qué? ¡No! ¡No! ¡No! ¿Por qué te paras?
Yo: Porque tengo otros planes para ti
Maryori: ¿Qué…? pero… estaba…
Yo: Date la vuelta también tengo que lavarme
Maryori gira y se queda pasmada al ver que agarro con fuerza mi miembro erecto.
Yo: Quiero que, para empezar, conozcas bien la parte más valiosa de mi cuerpo, mi favorita. Le tengo mucho cariño, fue el responsable brindarte esos orgasmos así que espero lo trates bien.
Maryori lo comienza a mirar con una sonrisa perversa, tragando saliva
Maryori: ¿Todo eso ha estado dentro de mí? Es grande parece imposible
Yo: ¿quieres enjabonarla?
Maryori se queda unos segundos pensando, cierro por un momento la regadera, agarra el jabón en sus manos hasta formar espuma se inclina y rodea mi miembro con sus manos, no sabía cómo agarrarla era la primera vez que tenía un pene entre sus manos.
Se pone a jugar con mi miembro, suelta una sonrisa nerviosa.
Maryori: Es dura y blanda a la vez, como acero ¿Lo estoy haciendo bien?
Yo: Si pero sería mejor que te arrodilles así también podrás enjabonar los huevos
Maryori: ¿Eso también tengo que enjabonar?
Asiento.
Se arrodilla y comienza a enjabonarlos, luego agarra con su mano mi miembro de arriba y abajo sujetando con fuerza. A este ritmo terminare eyaculando dentro de poco, así que abro la regadera Maryori lo lava con sus manos.
Maryori: Listo ya está limpio
Yo: Muy bien lo hiciste excelente
Le doy unos toques en su cabeza como a una perrita, ella sonríe.
Yo: Ahora ponla en tu boca y mueve la lengua
Maryori: Espera ¿Qué? ¿Quieres que te la chupe?
Yo: Exacto compláceme
Maryori: Yo nunca he hecho sexo oral, no sé como se hace.
Yo: Te acuerdas cuando metí el pulgar en tu boca y comenzantes a chuparlo, eso es lo mismo que tienes que hacer.
Maryori: Pero una cosa es el tamaño de tu dedo pulgar y otra es el tamaño de tu miembro, mi boca no es muy grande.
Sujeto su barbilla y levanto su cabeza quedando nuestras miradas fijamente por unos segundos luego la suelto.
Un líquido pre-seminal comienza a salir por la punta Maryori coloca sus labios alrededor de mi miembro y lo chupa deslizando la lengua por la punta.
Yo: Uau… Maryori
Introduce mi miembro en su boca hasta el fondo, chupa más fuerte y pasa la lengua por la punta de mi erección. Lo presiona con la boca cubriéndome los dientes con los labios. Diablos tiene mi miembro bien agarrado como un ternero tomando biberón. Arqueo mi cuerpo para sujetarle la cabeza y empezar a follarme su boca.
Yo: Oh… chiquita… es fantástico
Empujo con fuerza mi miembro hasta el fondo de su garganta, y luego en los labios otra vez. La suelto para que tome un poco de aire y pasa su lengua por la punta. Chupa cada vez más deprisa, empujando cada vez más hondo y girando la lengua alrededor, ya entendió la mecánica. La agarro del pelo con fuerza. Ya no puedo más estoy llegando al límite empujo todavía con más fuerza llegando hasta su el fondo de su boca, donde finalmente consigo eyacular sintiendo como mi semen se desliza por su garganta. Maryori se encuentra atónita sin saber que hacer suelta mi miembro de su boca y se traga el semen depositado dentro, tiene una cara de duda, como preguntándose si hizo bien tragarlo. Caigo rendido sentado sobre el piso de la ducha ella todavía de rodillas.
Yo: Dios, Maryori… ha estado… muy bien, de verdad, muy bien. No lo esperaba al ser tu primera vez tienes un sobresaliente en técnicas orales. Te debo un orgasmo te lo has ganado.
Maryori: ¿Otro orgasmo?
Yo: Si otro pero este te prometo que te hará estallar de placer ¿Confías en mí?
Asiente con los ojos muy abiertos, de pronto me doy cuenta que efectivamente confía en mí. Supe ganar su confianza eso me alegra para lo que le tengo preparado.
Yo: Buena chica —le dijo paseando el pulgar por su labio inferior.
Ya le había quitado su virginidad en su vagina y boca, pero todavía faltaba un orificio por explorar, uno con el que fantaseaba y deseaba que fuera mío, aquel trasero redondito tenía que ser estrenado y follado sin contemplaciones.
