Profesora particular

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T. Lectura: 4 min.

Aaah, aaah, aaay, así asiii, no pares, aaaay. Sobresaltada y toda transpirada, me senté en la cama, medio dormida, estaba agitada, traté de poner en orden todo, se ve que estaba cogiendo con alguien, no sé con quien, no recuerdo la cara, no lo vi, sé que cogía rico, ¿pero quién era?

Me levanté, fui a tomar un vaso de agua, volví a la cama, eran cerca de las 4 am, tengo un rato más, me quite la remera, era un desastre, y me volví a recostar.

Sonó el despertador, y me fui a duchar, mientras enjabonaba mi cuerpo recordaba el sueño, los pezones duros, no me masturbé aunque ganas no me faltaban, tenía que ir a trabajar, y mucho tiempo no tenía.

Ya era viernes, un día un tanto relajado en la ofi, alguien trajo facturas, me preparé un café reparador, llegó Gabi mi compañera y amiga, y mientras tomaba el café me dice “Andre, tengo que pedirte un favor”.

Yo: “si Gabi dime”

Gabi: “mi sobrino va a ingresar a un empleo, mintió en algunos conocimientos, dijo que sabe Excel, pero no sabe un carajo”

Yo: “si dale, dile que venga que le explico, no hay problemas.

Gabi: “mira que mi sobrino es un huevón”

Yo: “pongo cara, y le digo ¿a qué te refieres?”

Gabi: “tiene 33 años”

Yo: “opa, casi le duplico la edad”

Gabi: “ojo con mi sobrino amiga”

Yo: “¿a qué te refieres?”

La respuesta fue una carcajada.

Yo: “¿cuándo comienza a trabajar tu sobrino?”

Gabi: “el lunes”

Yo: “mierda, dile que venga mañana a la tarde, ah y a todo esto ¿cómo se llama?”

Gabi: “Guillermo”.

Yo: “ok”, respondo.

Al día siguiente, acomodé un poco la casa, pues vendría Guillermo, yo me puse un pantalón corto de lycra (me marca el culo), y una remera con tirantes, sin sostén, ya tenía todo más o menos en orden y a esperar.

A eso de las 15 pm, un mensaje por WhatsApp de Gabriela, me dice que ya viene, a los 10 minutos, suena el timbre y abro, era él, nos saludamos, nos presentamos y hago que se acomode.

Le digo, mientras te acomodas hago un mensaje, abro el WhatsApp y le escribo a Gabi, “hija de puta, ahora entiendo porque me decías ojo con tu sobrino, es un bombón nada despreciable”, la respuesta fue ojo y carcajadas.

Pasamos buen parte de la tarde, viendo temas de la planilla Excel, le explique desde lo más sencillo, y fuimos elevando, hasta que en un momento le digo: “Ay Guillermo que tonta que fui, no te invité con nada, dime que prefieres, ¿café o mate?”

Guillermo: “mate”

Yo: “ya vengo, sigue viendo el ejercicio”

Donde estaba sentado Guillermo, tenía una buena vista, yo fui a la cocina contoneando el culo, y seguro que me lo estaba viendo.

Cuando preparé todo, llevé todo a la mesa y él tenía una duda, me paré al lado de él observando, y mitad sin querer y mitad queriendo le rosaba una teta por el brazo, yo hacía como que no me daba cuenta.

Pasamos la tarde viendo Excel y tomando mate, de tanto en tanto hablando de temas para distender; llegó la hora que él tenía que irse, quedamos en que mañana domingo a la tarde vendría nuevamente.

Después que se fue, me tire en el sillón, por Dios, lo describo, tiene un cuerpo algo trabajado, buenos modales, educado, y un hablar correcto sin elevar el tono, ufff me tenía caliente. En el WhatsApp le envió a Gabi, “ya lo despaché sano y salvo amiga jaja”, la respuesta fue emojis de risa.

Recostada así en el sillón llevé una mano al ombligo, y me lo toqué, hasta que fui bajando y me roce la vagina por fuera, estaba húmeda, me quite la remera y comencé a tocarme las tetas, entre suaves y fuertes, apreté la punta de los pezones, dejando escapar un quejido, y empecé a meter primero un dedo en la concha y luego un segundo dedo, me di fuerte, por momentos gritaba, tuve un orgasmo rápido, y me quedé relajada y agotada, hasta que me vino a la memoria el sueño, y como una voz que me hablaba en el interior, “oye Andrea, ¿no era este el que te estaba cogiendo en el sueño?”, joder dije, quizás por eso no sabía quien era, ni le vi la cara, mierda.

Al otro día, también cerca de las 15 h, Guillermo volvió para repasar y ver algún otro tema o evacuar dudas. En general es bastante inteligente, por ser domingo su vestimenta fue más relajada digamos, unas bermudas deportivas, una remera y unas sandalias crocs, yo un pantalón corto, una remera de tirantes, sin corpiño y ojotas.

Luego de un buen rato explicando y viendo algunas dudas, Guillermo me dice: “quisiera que me digas cuanto me va a salir esto, pues dos días que estoy ocupando tu tiempo, en día libre”.

Yo: “lo miro y le digo, uh yo salgo muy cara”, y hago un gesto burlón. “Dime, ¿cuánto estas dispuesto a pagarme”?, mientras que con el dedo índice juego con su pecho.

Guillermo: “no sé, dime tú un precio”

Me le pongo a su lado, lo miro fijo, me quito la remera, juego con su pelo y le digo, “así, ¿qué te parece?”. Traga saliva se me queda mirando, y sin dudar, hunde su cara en mis tetas, yo se las ofrezco para que chupe y muerda, con su lengua lame mis pezones, me hace soltar un suspiro, le saco la remera, acaricio su pecho algo marcado, él aún sentado, busco su boca y nos besamos.

Tomo su mano y lo llevo a mi dormitorio, hago que se recueste, bajo mi pantalón y mi tanga, quiero que me vea desnuda, le quito el pantalón y el bóxer, y una hermosa pija dura la que me hace morder el labio inferior, queda suspendida, me coloco sobre él, introduzco la pija en mi vagina, y lo cabalgo, comienzo con un ritmo lento, y doy un gritos, mis manos apoyadas en su pecho, y acelero el ritmo, la siento toda dentro, Guille me avisa que se va a venir, le digo “siii, llename toda”, y descarga buena cantidad de leche caliente.

Los dos quedamos recostados agitados en la cama, él me dice que se tiene que ir, sin antes decirle, “quiero saber como te va en el trabajo”, intercambiamos números, y además “cualquier duda que tengas me avisas”, me responde afirmativamente.

Guillermo se cambia, junta sus cosas, me da un rico beso y se va, yo quedo desnuda apoyada en la puerta, con leche chorreando en el muslo, mirando a la nada, no sé cuánto tiempo pasó, y un mensaje me llega a la realidad, era Guillermo que me decía, “fue la mejor cogida de mi vida, gracias.” Me hizo emocionar el estúpido, le respondo, “fue muy rico”.

Al rato otro mensaje, esta vez Gabi, me dice “no me avisaste, ¿ya lo despachaste?”, al rato otro mensaje, “no me claves el visto amiga, ¿no me digas que te lo cogiste?”

Yo: Shhh

Esta vez una videollamada, respondo y me dice “¡hija de puta, te lo cogiste…!, ¡además si no veo mal, estás en pelotas…!”

Yo: “bueno oye, tu sobrino ya es mayor de edad”.

Gabi: “eres terrible”

Bueno terminé la llamada, me fui a duchar, y con Guillermo, tendremos otros encuentros, pero ya será en la próxima.

Espero que les haya gustado.

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3 COMENTARIOS

    • Ah,ah… eso lo sabrás en el próximo relato. No seas ansioso Richard…!!!. Disfruta el momento, armate una historia en la cabeza, a ver que pasaria, y luego cuando está el relato lo comparas. Pronto lo sabras, besito.

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