Después de un rato desperté por el frio, estaba descobijado. Reconocí mi habitación, mi casa. Me sentía tranquilo. Voltee y ahí estaba, la vecina completamente dormida. Aun me daba vueltas la cabeza de ese cumulo de pensamientos que había tenido el día anterior. Presentaba síntomas de resaca emocional y sexual.
Me levanté al baño y me llevé mi cel. Estaba sentado y vi que tenia varias notificaciones de Watts. Mi corazón se empezó a acelerar y parecía que m i verga le hacía segunda.
Puse el seguro de la puerta del baño para evitar sorpresas y la sorpresa me la lleve yo al ver el índice de mensajes que tenía.
–5 mensajes de diferentes grupos.
–15 mensajes de trabajo.
–2 mensajes de familiares
–1 mensaje de Nayeli
–0 mensajes de Valeria.
Respiré hondo. No era posible que me estuviera obsesionando así con la hija de mi reciente novia. Al final, solo era una chavita caliente, con ganas de coger y conocer y a lo cual yo ya tenía a mi sobrina y un par de alumnas con las que estaba pasando.
Decidí abrir el mensaje de Nayeli y ver qué pasaba.
-Hola corazón, desperté y ya no te vi, espero se haya resuelto lo de tu trabajo de lo mejor. ¿Oye y cuando nos veremos? Tengo muchas ganas de verte.
Me quedé pensando en todo lo que estaba pasando y francamente solo deseaba paz mental y esta relación apenas comenzaba. No deseaba involucrarme de manera insana con ella por todo lo que estaba pasando con su hija. Hice de las cosas que no me gustan hacer pero que consideraba que era lo mejor. Decidí terminar con ella. Además, tenía a la vecina desnuda en mi cama y francamente ella cogía delicioso, era joven y la tenia viviendo justo arriba de mi departamento así que para que complicarme.
Estructuré un mensaje más o menos decente y se lo envié:
-Hola Naye, pues me dijeron que hay que ir de urgencia a lo cabos, hay un proyecto que requiere de mi atención y tengo que salir hoy mismo. perdón por lo abrupto, pero no quisiera lastimarte ni que pensaras cosas. No se cuanto tiempo estaré lejos y prefiero que ambos sigamos nuestro camino. Se que no es la manera y menos por mensaje, pero no encuentro otra forma. Estoy saliendo rumbo al aeropuerto en este momento. Te quiero mucho Naye, francamente espero que encuentres a tu gran amor y pueda darte lo que yo no puedo. Te mando besos.
Presione el icono de “enviar”, me levanté de la tasa, me lave la cara, Sali del baño y mi vecina seguía acostada pero ahora estaba boca abajo, con ese culo grande y delicioso al aire, completamente expuesto y dispuesto para que yo lo tomara.
Ni siquiera quise esperar a ver si Nayeli veía el mensaje. Mi miembro ya se estaba poniendo bastante duro como para desperdiciar el momento.
Me puse al pie de la cama y empecé a besa los tobillos de mi vecina. Comencé a subir de a poco. Dejando que mi lengua la fuera recorriendo poco a poco. Ella suspiró profundo, me dio los buenos días y se acomodó. Abrió mas las piernas siguiendo boca abajo. Seguí subiendo llenándola de besos hasta que estaba ya, en el borde inferior de las nalgas. Deslice la punta de mi lengua en medio de su trasero recolectando su sabor, su sudor y ese olor fuerte que deja la cama después haber tenido sexo la noche anterior.
Me acomodé lo mejor que pude para poder abrirle las nalgas con ambas manos y dejar expuesto su ano y sus labios vaginales. Dentro de esa imagen, para mi era perfecta. Pase mi lengua por su culo haciendo presión como si quisiera penetrarla y la escuche gemir.
-Levanta el culo para mí. apóyate en tus rodillas.
-Si papi. – Levanto su cadera y me dejo una vista perfecta y el hecho de que me haya dicho papi aumento mi excitación de manera exponencial.
Le pedí que abriera sus nalgas con ambas manos para dejarme mamar su culo con total libertar.
Dejé que mis labios y mi lengua hurgaran en se ano hasta donde pudieran llegar mientras los dedos de mi mano derecha la penetraban por la vagina y mi pulgar izquierdo frotaba su clítoris de manera rítmica per fuerte.
De inmediato empezó a resoplar, a gemir. Aumenté el ritmo de mi mano derecha y le metí un tercer dedo. La cogía con fuerza con mi mano mientras la otra frotaba aún más rápido su clítoris. Dejaba que mi lengua recorriera desde el borde de su vagina hasta donde se unían las nalgas. Ya no me podía frenar. La estaba disfrutando tanto que no me percaté de que ya se iba a venir. En un segundo sentí como apretó mis dedos con los músculos internos de su vagina mientras que un chorro salpico mis manos, la cama y parte de mi cara. Sentía el temblor de sus piernas, sus nalgas. Las contracciones de ano presionando ligeramente la puntita de mi lengua.
Se estiró sobre la cama y se puso de lado, respirando agitadamente. Me puse de pie y empecé a caminar hacia la cabecera mientras me frotaba el pene. Nos seguíamos con la mirada hasta que llegue a la altura de su cabeza. Me acerque y la bese apasionadamente mientras lleve una mano a sus tetas. Las tocaba y las apretaba mientras nuestras lenguas peleaban por entrar a la boca del otro.
La puse boca arriba, llevé su cabeza a la orilla de la cama para que quedara a la altura de mi verga. Como si fuera un 69 donde yo quedaba arriba. La embestí por la boca y empecé a meter y sacar mi miembro. Estaba sintiendo tan delicioso cojeármela por la boca hasta que ella me empujo para dejar su boca libre.
-Ya me dolió el cuello un poco, deja me subo un poco mas y te sientas en mi cara.
Me tomó por sorpresa su petición, pero accedí. Nos acomodamos y me recorrí con las rodillas mientras mis testículos iban rosando su frente y su nariz. Ya listos ella abrazo mis piernas y hundió su lengua entre mis nalgas hasta llegar a mi culo. No pude evitar dar un pequeño brinco por reflejo, pero con sus manos apretó aún más fuerte mis piernas y me bajó hacia su boca de nuevo, sentí un estallido de placer que jamás había sentido. Sentir su lengua lamiendo mis nalgas y pasándola por mi ano hizo que la verga casi me explotara.
Me empecé a masturbar y movía mi cadera sobre su boca. Francamente no duré mucho haciendo esto. Me vine en un chorro enorme que cayó en sus tetas y su abdomen. mi culo temblaba a la par de mis piernas y gire para caer de lado junto a ella. No podía dejar de verla y ella con toda maestría recogió mi semen con sus dedos y se lo llevó a la boca, en seguida se incorporó y me beso.
Justo así, con la boca llena de mi leche dejamos que nuestras lenguas lo mezclaran todo hasta que desapareció.
Se levanto, fue hacia el baño y ahora yo me quedé completamente rendido en la cama.
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