Con el mesero en las cabinas

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T. Lectura: 5 min.

Esto pasó en Veracruz, México, hace algunos años en dos ciber cabinas de encuentro gay que frecuentaba para disfrutar mi lado bi.

La dinámica en las cabinas era que, por un chat interno, todos los asistentes nos comunicamos indicando nuestro rol y lo que buscamos (pasivo busca activo o inter etc.) entonces después de una breve charla uno iba a la cabina del otro y empezaba la acción.

Otra forma era que uno caminaba frente a las cabinas que tenían la puerta abierta, y si había química pues te invitaban a entrar.

A mí me gustaba más charla por el chat y si había interés pues me pasaba a la cabina del activo o él iba a la mía.

Una tarde charlando por el chat un activo me dijo que buscaba sexo con un pasivo varonil, pero que antes quería recibir una buena mamada… Se me hizo agua la boca y mi culito empezó a palpitar… ¡Le dije claro! Voy a tu cabina: Al abrir la puerta lo vi sentado con la verga parada, brillosa y húmeda de la punta. Todo estaba oscuro, lo único que iluminaba era la pantalla de la compu, pero en esta ocasión el brillo estaba al mínimo, así que la visión era limitada.

Me arrodillé y después de decir “hola!” tome su verga morena y caliente, la sobé con ambas manos y le empecé a dar lengüetazos en la punta del glande, quería ver esa verga más brillosa y dura que como la encontré, vi que le gustaba eso y lo seguí haciendo unos minutos más, después me metí esa verga gruesa en mi boca lo más que pude, era como de 18 cm, y gruesa, no se decir que tanto, pero creo que ligeramente más gruesa de lo normal, también chupe y lamí sus depilados huevos que estaban grandes y se me antojaron… me gustó tanto chupar esa verga negra que me la metía casi toda en la boca, y hacía que la punta de ese pene chocara con el fondo de mi garganta…

Entonces me dijo: bájate el pantalón… o mejor quítatelo. Lo hice en automático, él se bajó los pantalones a los tobillos y me pidió que me recargara en la base de la silla y estando de pie separó mis piernas. Se puso atrás de mí, se escupió los dedos de una mano y me untó su saliva en la entrada de mi culo, lo cual me produjo un cosquilleo rico. Entonces le dije: métela despacio, al principio me duele un poco, él dijo: ok…

Y entonces acomodó su verga en mi ano, y empezó a empujar despacio una y otra vez mientras sentía como entraba en cada empujón… hasta que sentí que se tallaba contra mis nalgas, y le pregunté: ¿ya entró toda? Y me dijo: ¡Hasta el fondo, disfrútala! entonces empezó a bombearme con su verga una y otra vez con más intensidad. Luego más lento, y luego más rápido… podía sentir sus huevazos contra mi mientras yo disfrutaba al máximo de esa verga y movía mis caderas en círculos y hacia atrás en cada metida que me daba… Seguramente los de otras cabinas podían escuchar mis jadeos, así como yo a veces escuchaba los jadeos de otros pasivos siendo cogidos.

Tal vez me taladró por 20 minutos sin descanso mientras me sobaba la espalda o me acariciaba mis tetillas, y sentía su aliento en mi nuca, lo cual era excitante…

Después de eso empezó a aumentar el ritmo de sus metidas. Sabía que pronto estallaría de placer cuando empezó a jadear y a meterla más duro y hasta el fondo de mí, y como no se puso condón le pedí que terminara afuera, y así lo hizo, un poco de leche quedó en mis nalgas escurriendo y el resto en la pared de la cabina… Se me antojaba probar esa leche o chuparle la verga para limpiarle la leche, pero no dije nada y me quedé con las ganas. Estaba muy excitado y feliz por la cogida que había recibido, le pregunté si era mesero (por su uniforme) me dijo que si, y que ya se iba a trabajar, chocamos los puños de nuestras manos y nos despedimos.

Hasta ese día nuca había tomado leche de macho, pero tenía ganas…

Unas 3 semanas después del primer encuentro con el mesero, volví a las cabinas, y siguiendo la costumbre por el chat empecé a platicar con alguien que buscaba sexo, ¡fui a su cabina y oh sorpresa! era el mesero moreno! Diría que definitivamente nos dio gusto volvernos a encontrar, en esta ocasión la cabina era más grande y tenía un cómodo asiento acojinado en forma circular, me dijo siéntate ahí… Y en cuanto lo hice saco su tremenda verga y la puso frente a mi boca diciendo: ¡chupa putito, chupa!

Y empecé a chupar esa verga negra otra vez, me la metí completa a la boca, la chupaba desde la punta hasta la base del tronco mientras mis manos la recorrían, yo la llenaba de baba y saliva para lubricarla bien para lo que seguía… también lamia sus huevotes y los acariciaba, ese pito se puso bien parado y venoso, y yo trataba de meterlo completo a mi boca pero ya no cabía, así que mientras la tenía al fondo de la garganta con la punta de mi lengua empecé a lamer sus huevos…y la baba escurría de mi boca mientras el empezó con un rico mete y saca en mi boca.. Pensé que me descargaría su leche en mi boca… Entonces me dijo:

Ponte en 4..

Me quité el pantalón, me puse en 4 en el mueble, separó mis piernas, me pidió que abriera mis nalgas y entonces con mi frente en el mueble y mis manos abriendo las nalgas quedé empinado ante él.. Enseguida me la metió de un empujón… vi hasta estrellitas…empezó a cogerme con mucha intensidad, y hasta parecía furia… se escuchaba el “flop flop” en cada metida de tanta saliva que tenía esa verga…

Entonces empezó darme bien “rápido y furioso” sentía la verga hasta el fondo en cada metida, y pude sentir un ritmo: 5 o 6 metidas rápidas y una profunda seguida de movimientos circulares, y las metidas rápidas volvían a empezar.

Yo gemía y jadeaba de placer… y hasta sacaba la lengua del placer que me daba ese ritmo de sexo… cuando tenía como 30 minutos dándome verga, y yo gemía y gemía… escuchamos un ruido en la pared de la cabina, y por la parte de arriba se asomó un chico como de 20 años, nos detuvimos un instante pensando que tal vez quería tomarnos fotos o video… entonces el chico hizo una seña con la mano indicando que solo quería ver, entonces el mesero lo invitó a pasar, entró y se puso a vernos como volvíamos a lo nuestro.

El mesero volvió a cogerme con fuerza e intensidad mientras yo jadeaba y buscaba la posición más cómoda para seguir recibiendo esa verga morena. Entonces el chico “mirón” se sacó la verga y se la jalaba solo, entonces le pedí que se acercara y me metí su verga en mi boca, me cupo completa, la chupaba y succionaba, mientras mi macho me tenía empinado y me enterraba su verga en mi culo de forma intensa, profunda, y más rápido (tal vez se excitó más al verme chupando la verga del chico) le acariciaba los huevos y le seguía succionando su verga… me tomo la cabeza con fuerza mientras me cogía mi boca como si fuera una vagina… de repente descargo su leche en mi boca!

No lo esperaba tan rápido, por lo caliente que yo estaba no dudé en tragarme esa leche de macho que por primera vez recibía en mi boca, no me disgustó, caliente y con la consistencia del atole de avena, pero sin dulce, y como se hace en la películas XXX se la chupé hasta sacarle la última gota, y sin dejarle rastro de semen en el glande, eso me puso más hot!, me sentí como actriz porno… En cuanto el chico recobró el aliento se abrochó el pantalón y se fue.

Casi al mismo tiempo que el chico cerraba la puerta de la cabina el mesero aumentó su ritmo y me la metía mas fuerte y rápido mientras salía de su boca algo que pareció un gruñido… entonces sentí algo nuevo para mi. Algo caliente se derramó dentro de mí y se extendía a cada metida de verga… se vino dentro de mi, no me di cuenta de que no se puso condón, pero me gustó mucho sentir el lechazo caliente dentro de mi. Se estuvo moviendo un ratito hasta que perdió la erección y me la sacó, entonces me giré para ver su verga que aún le escurrida leche y babita… me volvieron las ganas de limpiarle la verga con mi boca como agradecimiento, esta vez sí lo hice…

Me arrodillé frente a él y le chupé la verga como si yo fuera un becerito, aún tenía gotas de leche en la base del tronco, en cuestión de 3 minutos chupé, lamí, y limpié ese pedazo de carne morena. Después de eso se vistió, nos despedimos y se fue a trabajar mientras yo me limpiaba su leche de las nalgas.

Nunca lo volví a ver…

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4 COMENTARIOS

  1. Excelente relato. Que corrí sin tocar mi pene sólo de imaginar lo que estaban haciendo. Y pues yo tampoco he probado leche ajena. Sólo la mía. No la des perdicio siempre me la trago.

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