El frutero me folló en mi casa

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T. Lectura: 3 min.

Hola mis queridos lectores, en el relato anterior les cuento cómo don David el frutero me dio tremenda follada en su local, me pidieron que les contara las otras veces cuando me cogio como un salvaje y aquí estoy para complacerlos.

Como saben estoy muy bien proporcionada de mis nalgas y de mis tetas, piel blanca y muy cerradita de mi concha ya que no tengo hijos.

Está segunda historia con don David ocurrió una semana después de que me follo en su local, después de ese rico y delicioso día no paraba de pensar en la manera en la que me cogio, me chupo y me masturbo con el pepino, nunca creí que fuera hacer algo así, sin embargo me sentía muy excitada todos esos días, mi esposo me cogia pero ya no sentía el mismo placer por culpa de don David, ahora mi concha pedía más y más. No podía dejar de pensar en la enorme verga, gruesa y venosa que me volvió loca. Tenía mucha pena de volver a ir a comprar mi recaudo a su frutería, todos esos días no puse un pie en su local, sin embargo no sabía que mi calentura la fuera a olfatear.

Por la mañana me levanté a servir el desayuno a mi marido, desayunamos juntos y se marcho a su trabajo, como estaba sola en mi casa no traía ropa más que mi sostén y mi tanga de encaje color negra me veía muy rica vestida con ese conjunto así que me puse hacer mi quehacer, puse a lavar la ropa en la lavadora y regresé a la cocina, en ese momento escuché el timbre sonar y pensé que se le olvidó algo a mi marido, muy emocionada porque me viera semidesnuda fui abrir.

Cuál fue mi sorpresa que el que estaba tocando no era nadie más que Don David aquel hombre que me hizo su puta ese día, sentí que se me bajó la sangre hasta los pies y quise cerrar la puerta en ese momento, cosa que él no permitió y me dijo “Hola Andy, ¿asi recibes a todos?

Y le dije “claro que no, pensé que era mi marido” a lo que me respondió “pues ya ves que no, solo vine a dejarte un pequeño obsequio, creí que te hacía falta” y me dio un plátano macho con un condon y le dije que no me molestara más, que fue un error y que no me volviera a hablar ni mucho menos a buscar, en ese momento cerró la puerta y me agarró las nalgas y me dijo “una putita como tú jamás va a querer que la dejen de coger como yo a ti” y me dio un beso, sentí que me moría de lo caliente y le dije aqui no, vamos a mi habitación, con una sonrisa en la boca se fue atrás de mí dándome nalgadas y diciéndome que su verga ya no aguantaba y quería salir.

Llegando a mi habitación me tumbo en la cama y empezó a besarme con mucha pasión, nuestras respiraciones se volvieron más fuertes y me quitó el sostén se metió las tetas en la boca y me las chupó mientras con sus dedos me hacía la tanga para un lado y me palpitaba mi concha diciéndome “mira lo mojada que estás, se nota que ya necesitas unas buenas metidas de pito” y le dije “necesito que me la metas como tú sabes”

Me quitó la tanga y metió su cara en mi concha la chupaba con fuerza y con su lengua juzgaba con mi clitoris haciéndome gemir de una manera tan rica, le dije siéntate en la cama y así lo hizo, me puse de rodillas le desabroche el pantalón y le saqué la verga, salio de golpe, hinchada, venosa y mojada no dude un segundo y me la metí en la boca y la comencé a chupar mientras con mi mano le tocaba los huevos, me la saqué de la boca y le chupe los huevos y así dure varios minutos hasta que me dijo que sentía que se iba a venir pero no quería acabar, quería sentir mi concha y terminar adentro de mí como la putita que soy.

Me recostó en la cama me abrió una pierna y con la cabeza rosita y mojada de su verga me la froto en mi clitoris haciéndome circulitos hasta que tuve un orgasmo y empezó a palpitar mi concha, justo ahí me la metió de un solo golpe, ahhh sentía que me rompía y me bombeaba con fuerza sacaba y metía mientras yo gemia sin piedad me agarraba las tetas y la volvía a meter, me la saco y me puso en cuatro, me dio unas nalgadas, me abrió las nalgas y me besó mi ano mientas sus dedos los metía en mi concha, sentía un placer inexplicable, me dijo que si quería que me metiera el plátano como la vez pasada del pepino, caliente le dije que sí y le puso el condon al plátano.

Y en esa misma posición me lo metió, lo sacaba y lo metía con fuerza, me volvía loca mientras me besaba mi ano, así estuvo bombeándome por un buen rato, finalmente lo saco y se acostó en la cama, me subió arriba de él apunté su verga en la entrada de mi vagina y me senté le di unas buenas montadas, don David venía del placer y me dijo que ya se iba a venir empecé a montarlo más fuerte hasta que dio un gemido fuerte lleno de placer, en ese momento sentí su lechita adentro de mi caliente y su verga hinchada palpitando, fue una experiencia riquísima que cuando la estoy contando me vuelco a poner caliente y me tengo que masturbar.

Finalmente nos cambiamos, lo acompañé a la puerta dándole un apasionado beso y me puse a recoger el condon y limpiar, el plátano me lo comí con chocolate mientras veía una serie porno.

Coméntame algo caliente y dime que te pareció este rico relato.

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7 COMENTARIOS

  1. Que relato tan exitante Andy!!! de imaginarme lo que cuentas, se me puso dura y goteando!! tambien soy de Queretaro. 😉

  2. Wow que rico, como me encantaría ser tu frutero para mamar muy rico tus pechos, mamar tu puchita hatas hacerte venir y después meterte mi verga hasta llenarte de lechita !!!

  3. Que buen relato…. Me encantó de inicio a fin lo cuentas con una soltura increíble… Si querés compartir historias o charlar de estas cosas dejame tu correo… Espero me respondas hermosa. Besos 😘

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