Chica mañanera

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T. Lectura: 4 min.

Me desperté sobre las 6 de la mañana, el sol aún no había salido y el frío inundaba mi habitación mientras despertaba cálidamente entre las sábanas y el colchón. Desactivé la alarma, estuve mirando al techo unos segundos para planear todo lo que iba a hacer durante el día (que iba a ser la rutina de siempre): Prepararme sobre las 7, ir a trabajar, volver a las 2, comenzar a estudiar sobre las 4 y cenar a las 10, simple.

Agarré el móvil y comencé a deslizarme entre las historias de la gente en Instagram, al acabar me metí a reels y mi algoritmo no me falló, lo primero que veo es una chica vestida de negro, labios negros oscuros y una mirada atrapante, sentí cositas ahí abajo, dejé escapar un corazón con mis dedos. Seguí scrolleando, mi calentura iba aumentando cada segundo, no pude resistirme, tenía que hacerlo.

Tenía puesto un pijama rosa y unas bragas. Para estar más cómoda y por lo caliente que estaba me desnudé sobre mi cama. Dejé al descubierto mis pezones, tensos y sensibles por el frío de mi dormitorio. Mi coño, suave y depilado, estaba ansioso de que lo manosease. Puse una toalla sobre la cama y me tumbé de nuevo con las piernas abiertas y el coño al descubierto. Pasé las puntas de mis uñas por todo mi cuerpo, recorriendo cada curva y colina de mi figura. Mi respirar hacía que mi vientre subiese y bajase de forma muy sensual.

Comencé con la búsqueda en mi página web favorita de contenido para adultos. Quería algo sexy y femenino… ¿por qué no una mujer masturbándose?. Mientras scrolleaba, ahora en una página porno, me toqueteaba los labios para que no se me enfriase el deseo de masturbarme, ninguna mujer querría empezar un día con un dedeo frustrado ¿no? Quiero pensar que no. Mi vagina estaba cada vez más húmeda con todos los videos que me aparecían pero uno me llamó especialmente la atención. La actriz era bellísima, tenía unas tetas muy lindas, una mirada dulce y un cuerpo perfecto “Este es” pensé en mi cabeza de mujer hormonal y masturbadora crónica.

Me eché lubricante en el coño para después frotarme suavemente y esparcirlo por toda mi entrepierna. Deslizaba mis dedos en círculos sobre mi conejito sensible excitándome mientras la actriz hablaba dulcemente a la cámara con una mirada atrapante por sus ojos claros. Recorrí mi dedo medio entre mis nalgas metiendo ligeramente la yema dentro de mi ano sin que este opusiera resistencia, dejando que mi dedo deslizase dentro de él. Parte del lubricante me lo eché en las tetas haciendo que estas reflejasen la luz de las farolas que penetraban entre los agujeros de la persiana de mi ventana.

El dedo que antes estaba en mi ano me lo metí en la boca para saborear el lubricante de melocotón, mis papilas gustativas y mis hormonas explotaron de placer a sabiendas de que ese sabor tan dulzón provenía directamente de mi culito. La chica se toqueteaba por encima, estaba abierta de piernas con su vulva apuntando directamente a la cámara.

Cuando la modelo empezó a masturbarse comencé yo también. Me metí dos dedos en mi vagina para darme placer mientras miraba a los ojos de la actriz, mi vista recorría su mirada, sus labios, sus tetas, su coño y su ano que tenía un plug azul. Al principio traté de seguir el ritmo lento y sereno de ella pero conforme iba avanzando más rápido me iba dedeando independientemente de lo lento que fuese ella. Me excitaba masturbarme viendo a otra mujer tocarse, me encantaba mirar a sus ojos y saber que siento lo mismo que siente ella, que ambas estamos disfrutando de nuestra sexualidad.

Mi coño estaba más mojado y pringoso que nunca, mis fluidos más el lubricante hacían que el mis dedos estuviesen viscosos. Me metí los dedos en mi boca para de nuevo saborear el melocotón esta vez mezclado con mi líquido vaginal.

La chica del vídeo agarró un vibrador que tenía al lado, se lo puso encima del clítoris y empezó a masturbarse. Yo hice lo mismo: saqué mi juguete del cajón de noche, después de comprobar que aún tenía batería (aunque poca) lo puse encima de mi clítoris y lo encendí. Inmediatamente una sonrisa dibujó mi cara, empecé a soltar ligeros gemidos por lo cachonda y excitada que estaba. Fui frotando la vibrante cabeza del juguete por todo mi coño en círculos.

Cuanto más lo apretaba contra mí más intenso se sentía y más excitación creaba en mi. También introduje la cabeza del vibrador varias veces dentro de mi vagina, se sentía tan placentero que me era imposible no gemir. No tardé en tener un orgasmo acompañado de un agudo grito que me hizo soltar un pequeño chorro que mojó parte de la cama y mis muslos.

Tras el orgasmo me quedé un rato viendo cómo la modelo seguía disfrutando de ella misma. Entonces ella agarró un dildo enorme y empezó a frotar su glande entre sus labios vaginales. Abrí el mismo cajón de los juguetes y agarré un dildo rosa de 16 cm, eché lubricante sobre él, lo masturbé con mis manos para lubricarlo del todo y me lo metí en mi coño mojadísimo, caliente y dilatado. Fui penetrándome con un ritmo lento al igual que la modelo, disfrutando de cada centímetro de mi juguete y de cómo su textura rozaba con mis húmedas y excitadas paredes vaginales. La actriz entonces fue aumentando su ritmo, cosa que yo también hice.

Conforme iba subiendo el ritmo de las penetraciones más excitada me estaba sintiendo y más costaba contenerme los gemidos. Tras un rato follándome con el dildo alcancé el orgasmo por segunda vez soltando otro chorro pero esta vez la chica del video también se corrió encima y gimió por todo lo alto. Ella no paró de masturbarse frenéticamente motivándome a hacer lo mismo, después de mi orgasmo sin segundos de descanso volví a meterme el dildo en el coño y follarme tan rápido como antes. De nuevo, tuve otro orgasmo y otro chorro más potente que me hizo soltar el gemido más alto hasta entonces.

Solté el móvil y empecé a frotarme el clítoris con una mano mientras que con la otra me penetraba a mí misma con mi espectacular dildo el cual estaba mojadísimo. La velocidad y la intensidad con la que me masturbaba eran tan exageradas que hacía mover toda la cama y que mis brillantes y puntiagudos pechos no parasen de botar. Seguí escuchando los gemidos de la modelo cosa que facilitó aún más mi excitación haciendo que alcanzase mi último orgasmo de esa mañana.

El video terminó, yo estaba exhausta y satisfecha con mi trabajo. Me quedé un buen rato tumbada lamiéndome los dedos mientras me tranquilizaba después de tal frenesí sexual. Mi cuerpo volvía a enfriarse. Miré la hora, eran las siete menos cuarto. “Toca prepararse” me dije a mi misma, dando por concluida mi rutina mañanera.

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8 COMENTARIOS

  1. Vaya, moriría por verte acabar. Gracias por escribir esto y ayudarme a acabar también.
    He escrito un relato que espero pronto se publique, me encantaría saber tu opinión.

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