Haz lo que quieras conmigo
Entramos los dos en el baño y cierro la puerta de manera innecesaria por costumbre. Solo que esta vez no estoy sola, no tengo intimidad. Yo me siento en la taza del retrete mientras él, con el pene colgando, echa pasta de dientes en el cepillo. Empiezo a orinar. Me tiro un pedo. Sigo orinando. Mi chico me mira y...