Intercambio en la ciudad
Al otro lado, Pedro gimió, enterrándose hasta el fondo en Elena mientras su cuerpo se tensaba, Elena gimió más fuerte, sus uñas dibujando surcos en su espalda mientras su propio orgasmo la sacudían, sus muslos temblando alrededor de la cintura de Pedro. Durante un largo momento, solo hubo jadeos y cuerpos temblorosos. Luego, poco a ...