La fantasía de los placeres soñados
Gio entra y sale una y otra vez, suave, deslizante, profundamente. El agujero está lleno de la untuosa película lubricada. Me noto a punto del clímax. Ella me palmotea los cachetes y sigue jodiéndome... y grito sin contenerme cuando el primer espasmo me acomete. Una olea...