Nunca es tarde
Llegué muy nervioso. Por fin iba a vestirme totalmente como una mujer y sentir lo que ellas sienten. Después de maquillarme con los labios rojos, el fondo de ojos azul oscuro y un poco de rouge en las mejillas, me puse el pañuelo anudado, la bisutería, el sostén con el relleno que busqué entre trapos de deshecho que guarda mi...