Pegando un polvo histórico

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Me acuerdo que era jueves de mañana, habíamos quedado para esa tarde corrernos una juerga de esas que se llaman universitarias, Alicante como cualquier ciudad universitaria los jueves eran días de fiesta para los universitarios.

Quedamos Luis, María, Guillermo, Albert, Macu, y yo, Sergio. Todos éramos de pueblos de cerca de Alicante, pero tanto Luis como Macu tenían piso en el mismo Alicante que compartían con otros compañeros.

Comí con Guillermo en la Universidad, mientras los demás iban a cambiarse al piso de Luis, excepto Macu que se iba al suyo. Habíamos quedado a las 18 horas en una cervecería de la conocida Ruta de la Madera de Alicante.

Guillermo y yo, nos íbamos a quedar en casa de Macu, aprovechando que sus compañeras no estaban, y los demás con Luis.

Pronto aparecieron María, Luis y Albert. María era una chica de 1.60 cm, delgada, castaña, ojos verdes, y con unas medidas de 87-60-87 es decir estaba bastante delgada y fibrosa, ella iba con un pantalón vaquero y un simple suéter. Al rato llego Macu, nos sorprendió a todos que fuera maquillada, ya que no solía hacerlo, ella era rubia, 158 cm, muy bonita de cara, ojos marrones, un bonito, pero no grande pecho y un muy buen culo, sus medidas eran 87-61-93. Vestía con un pantalón ajustado negro y un suéter de rayas, la verdad que iba muy guapa, o por lo menos eso me parecía a mí.

Ya estábamos todos, empezamos a chumar cerveza, a reírnos y a charlar, la verdad es que todos nos llevábamos bien. Pronto Albert centró sus comentarios en los malos momentos que estaba pasando con su novia (Sólo Albert, María y yo teníamos pareja), María también empezó a rajar de su novio, y yo por el contra dije que me iba bien, que por otra parte era cierto.

Después del bar, nos fuimos a cenar ya bastante bebidos, en la cena, que fue un reservado empezaron a aflorar temas más picantes, hubo incluso un momento en el que María se levantó y nos enseñó las bragas que llevaba. Albert, no le quitaba ojo. Yendo hacía el pub, Albert empezó a meterle mano a María, todos los demás estábamos bastante sorprendidos, ya que nunca nos habíamos enrollado entre la tropa. Seguimos bebiendo en el Pub, de pronto Guillermo dijo que se sentía mal y se fue a su pueblo.

Como a las 3 de la mañana, Albert y María ya eran uno, los magreos eran constantes, hasta que dijeron a Luis si los llevaba a casa. Luis que para entonces iba bastante borracho no puso ninguna objeción, y nos quedamos sólo Macu y yo. Los dos estuvimos hablando sobre lo alucinante que era, y lo poco que se habían cortado Albert y María, fuimos intimando en nuestra conversación, pero siempre hablando de temas verdaderamente triviales.

Hasta que sobre las 5 y los dos bastante borrachos decidimos ir a casa para descansar. No llevábamos coche por tanto fuimos dando un paseo desde el puerto, Macu, poniendo por excusa el cansancio decidió apoyarse en mí, la verdad es que me sentía raro llevando a otra chica que no fuera mi novia agarrada de la cintura, pero de raro empecé a sentirme agobiado ya que empezaba a excitarme un poco.

Llegamos a casa de Macu, y nos fuimos a la habitación de una compañera de ella, que era donde iba a dormir yo, Macu cogió unas sabanas limpias para cambiarlas. Al entrar a la habitación, me di cuenta que su compañera era verdaderamente desordenada, hasta el punto de que tenía un tanguita beige bastante sexy encima de la cama, los dos empezamos a bromear, normalmente Macu si hubiera ruborizado por el tono de la conversación ya que es bastante tímida, no obstante el alcohol la había desinhibido bastante.

Nos sentamos en la cama charlando y bromeando, hasta que aún no sé cómo, se me ocurrió pedirle que me diera un beso, Macu se negó, pero yo le insistía, hasta que me dijo que estaba dispuesta pero sin lengua, es decir un vulgar pico. Ella ya recostada en la cama, yo me acerqué sobre ella y le di un pico, a continuación le di otro, y otro, ella se quejó diciendo que era trampa, pero yo le dije que total éramos amigos y los picos no eran nada malo, seguí dándole picos hasta que ella entreabrió los labios, momento que aproveché para introducirle la lengua, lenta y cálidamente, el morreo fue de esos que hacen época, no nos separábamos, y mis manos empezaron a jugar con su cuerpo.

De momento le levanté el suéter y apareció ante mí un precioso sujetador negro de encaje, yo baje mi cabeza y empecé a chuparle los pechos por encima del sujetador, hasta que me atreví a desabotonarlo, y a parecieron ante mi dos tetas mejor formadas de lo que me esperaban con dos pezones totalmente excitados de color rosita y de mediano tamaño, empecé a mamárselos con entusiasmo y a la vez con delicadeza, ella comenzó a retorcerse de gusto, en eso yo ya estaba tan alocado que ni me acorde de mi novia.

Le di la vuelta y le saque el suéter del todo. Ella al ponerla de espalda tumbada, me dijo que no le gustaban las cosas raras y le dije que se tranquilizara. Empecé a acariciarle con la lengua toda su espalda, hasta llegar al borde del pantalón, metí la mano por bajo y le desabotone, ella arqueó su cuerpo y le comencé a bajar el pantalón, ante mí, apareció un precioso tanga de encaje y un maravilloso culo, ¡que culo! Por Dios, empecé a chuparle hasta que llegué a su ano, el cual trabajé con mi lengua de manera brutal, ella me decía que hacía y yo ni le contestaba, se retorcía de gusto.

Hubo un momento que empecé a chuparle desde el ano hasta su vagina, ella ya totalmente a cuatro patas, tenía el coño, bastante depilado, con una matilla de pelo rubio, de pronto me apartó, y comenzó a quitarme la ropa, me chupo mis pezones y bajo al pantalón, yo llevaba unos bóxer grises, y empezó a chuparme la polla por encima del mismo, hasta que se atrevió a bajar el bóxer y se metió mis 17 centímetros de golpe, me la mamo a conciencia, de vez en cuando me comía hasta los huevos, hasta que me levantó un poco las piernas y comenzó a chuparme el ojete, nunca lo había probado pero me gusto, para que negarlo.

De pronto y a punto de correrme la aparte y empecé a penetrarla, de manera salvaje, cuando ya no pude más me corrí, fue genial.

Nos quedamos durmiendo en la cama, ya de mañana ella se despertó primero y fue al servicio a ducharse, yo enseguida me levanté y acudí al baño, me metí en la ducha con ella, y estuvimos follando como locos, hasta que al final me atreví y la penetre analmente, ella era virgen por allí, y fue una sensación bestial ya que su culo era verdaderamente estrecho.

Desde ese día nos seguimos enrollando, pero nunca nos hemos complicado y seguimos siendo muy buenos amigos.

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