Qué días y noches tan calientes pasé después de haberme ido de puta a un putero, noches en que no dejaba de recordar lo riquísimo que me cogió Rigoberto, mi excitación cada noche iba en aumento así que me dije a mi misma: bueno pues ya lo hiciste una vez y no pasó nada malo, al contrario, todo fue super excitante, entonces decidí volver a tener otra aventura extramatrimonial y estaba segura que resultaría igual de rica. Ya conocía el camino al placer.
El sábado por la tarde me llamó mi marido y me dijo que no regresaría a casa hasta la próxima semana, también me dijo: “pues sal a divertirte con tus amigas para que te distraigas”. Luego de muchas palabras de amor, colgó y de inmediato me fui a dar un regaderazo decidida ya a irme nuevamente en busca de sexo.
Me arreglé muy puta casi se me veía todo, llamé a mi amiga y le pregunté si iría a trabajar al congal, siendo afirmativa su respuesta y me dijo que me esperaría. Luego llamé al taxista y le pedí que fuera por mí a las 10 de la noche, cosa que él aceptó.
Ya bien arreglada y perfumada, escuché el claxon del taxista, así que tomé un sweter largo, me lo puse y salí de casa, abordé el taxi. Ramón (así se llama mi taxista) me dio las buenas noches, “hola hoy estás más linda que la vez anterior, te ves espectacular, hasta dan ganas de llevarte a un motel y no al congal”, jajaja reí, “no amigo, llévame al putero”, mientras Ramón conducía, platicábamos de cosas sin sentido y yo evadía asuntos personales.
Llegamos al antro y me preguntó si quería que pasara por mi igual a las 4 de la mañana, claro le dije. Se retiró y yo entré al putero, con la vista recorrí el putero hasta que vi a mi amiga, me fui directo a su mesa y nos saludamos de beso, me dijo, “mírala con que de regreso ¿eh?”, “Jajaja si” le contesté, “y espero pasármela igual o más rico que la otra vez”, jajaja reímos las dos. “Te invito unas copas” le dije, levanté la mano llamando a un mesero y le pedí cuatro copas de vino, brindé con ella porque esa noche fuera especial.
En eso estábamos cuando se acercó un mesero y me dijo que un cliente quería que me fuera a sentar con él y que era un muy buen cliente muy espléndido, que se veía muy chico, pero que ya era mayor de edad pues mostró su identificación.
Eso sí, se notaba que era novato comentó el mesero y que le había dado muy buena propina, mi amiga me dijo, “órale amiga que suerte un nuevecito y todo para ti solita”, así que me paré y el mesero me llevó con el chico “suerte” me dijo, “¿hola amigo quieres estar conmigo?”. “Si” me contestó, “me gustaste mucho y por eso te mandé llamar”, me senté con él en su mesa y yo le pedí al mesero que nos llevara una botella de wisky.
Ya cuando llevó la botella, el chico me tenía abrazada, pero de forma muy tímida, bebimos varias copas y ya el chico entrado en valor, me dijo que él nunca había estado con ninguna mujer y que pronto se casaría, quería que le enseñara a coger para no hacer el ridículo con su novia, “¿me enseñas?“.
Me miró con una cara de chico tierno que no me pude negar, “ok, le dije, pero antes de irnos al hotel, bebamos algunas copas más y bailemos”, “si” me dijo. La intensidad de las luces bajó y tocaban música tranquila, así que tomé de la mano al chico y lo llevé a la pista de baile, ¡no sabía bailar bien! Entonces lo rodee con mis brazos de su cuello y le dije que me abrazara de la cintura, me le fui repegando poco a poco hasta quedar muy juntos, me movía de un lado a otro para que mi cuerpo rozara su pene hasta que sentí que ya lo tenía muy duro, el chico respiraba muy agitado.
Luego nos fimos a sentar a la mesa y seguimos bebiendo más copas, pero era tan tímido que no me tocaba, solo me tenía abrazada, bajé mi mano y le empecé a tocar su bulto, “¿ya estás listo para irnos?”. “Si, me dijo, ya vámonos”. “Ok entonces tendrás que pagar mi salida en la barra y a mí me pagas por adelantado”, me entregó unos billetes y se paró a pagar la salida, salimos del putero y nos fuimos al hotel.
Cuando llegamos al cuarto, el chico no sabía que hacer, así que lo jalé de una mano y lo llevé a la orilla de la cama, lo desvestí todo y que gran sorpresa me llevé, tenía una verga enorme, más grande que la de Rigo.
No resistí las ganas de tocársela y mientras se la recorría le dije, ay chiquito, pero pareces burro, el chico se puso rojo de su cara, entonces yo me empecé a desnudar y lo acosté boca arriba, “espérame deja te pongo el condón”, tomé el condón e intenté ponérselo, pero por más que trataba, no le entraba, hasta que le dije, “bueno pues tu póntelo”, mientras el chico se ponía el condón yo tomé el tubo de lubricante y me unté mucho en mi vagina, y luego le unté en el condón.
Me acosté boca arriba, levanté y abrí las piernas, jalé al chico sobre mi cuerpo, tomé con mis manos su vergota y me la acomodé en la entrada de mi vagina, “ya métemelo, pero despacito ¿eh?”. El chico empezó a empujar su pene y me fue entrando, cuando me entró su cabezota, mi vagina se me abrió exageradamente, de pronto el chico me la metió toda de un empujón, “auchhh me lastimó mucho, espérate”, lo retiré con mis manos, “me estás lastimando, le dije, deja que te enseñe como”, lo retiré y le dije que se acostara el boca arriba, me monté sobre él y me fui metiendo ese monstruote, pero poco a poco, “así mi rey, despacito, así debes meterlo, si no, vas a lastimar mucho a tu novia y no querrá saber más de ti”.
Empecé a subir y bajar sobre su penesote, ¡cómo me sentía abiertota de la raja! Luego puse uno de mis pezones en su boca “bésame rico”, pero el chico parecía bebé, me lo chupaba muy fuerte, “no mi cielo, así no, despacito con tu lengua”, cuando yo me bajaba para meterme su vergota, lo hacía con mucho cuidado para no lastimarme yo solita, de pronto empecé a sentir que mi orgasmo estaba a punto de darse y mis movimientos se hicieron más rápidos hasta que me vine muchísimo, toda mi raja estaba super llena. Cuando terminé mi orgasmo, le dije, “¿ya viste como se debe hacer?”.
Me puse boca arriba y él se subió sobre mí, con mis piernas abiertas y levantadas tomé su pene y me lo acomodé en la raja, el chico empezó a metérmelo, “despacio, le decía yo, métemelo y sácamelo despacito poco a poco mi rey”, el chico muy obediente, me estuvo penetrando, “¿ya ves mi cielo? Así que rico me haces, sigue así”, y era cierto que yo estaba sintiendo riquísimo, cuando me entró casi todo su penesote, me sentí tan llena que tuve mi segundo orgasmo en medio de fuertes gemidos de placer.
Luego me puse a cuatro patas y le dije que me cogiera así, me tomó de la cintura y me volvió a meter su animalote, “despacio por favor métemelo despacio”, “ummmm que rico siento” dijo mi chico, y como que perdió el control de sus movimientos, me apretó con sus manos de la cintura y me lo metió todo muy fuerte, yo sentí un fuerte dolor en mis entrañas, me estaba partiendo en dos, pero me aguanté, sus movimientos ya eran muy bruscos y rápidos, aghhh gemía, mientras yo con la raja toda adolorida seguía aguatando sus embates brutales, ya no aguantaba más el dolor, entonces luego de un grito de mi chico, me metió toda su vergota hasta lo más profundo de mi raja adolorida y se detuvo, empezó a venirse en medio de gritos de placer.
Así me tuvo ensartada hasta que acabó de venirse, luego yo me retiré pues ya no aguantaba más el dolor, él se acostó en la cama y yo me fui al baño, estuve en la regadera hasta que se me pasó el dolor. Salí del baño y el chico seguía con su pitote bien parado, le dije, “bueno mi chico me voy”, “espérate, me dijo, vamos a hacerlo otra vez ¿sí?” casi me rogaba, pero le dije que tenía que regresar al antro, que si quería que me quedara más tiempo tenía que pagarme otra vez, “si” me dijo, tomó su pantalón y sacó su cartera, me dio más dinerito que antes y pues me quedé con él.
Le dije, “báñate para que te limpies”, yo me acosté en la cama esperando a que saliera, ya el dolor había desaparecido. Cuando mi chico salió del baño, vi que su vergota seguía bien firme, ni el baño lo relajó.
Se acostó a mi lado y me empezó a acariciar los pezones, el estómago, la raja, las piernas y yo le agarré su vergota, le dije que ya se pusiera el condón y yo me unté lubricante, esta vez le dije, “mira mi chico, si realmente quieres disfrutar con tu novia, no debes cogértela tan fuerte como me cogiste a mí, tienes que controlar tus movimientos. Tienes una verga hermosa, pero también enorme y eso nos lastima no nos hace felices. Así que tú decides”.
“Gracias, me dijo, pero ya te quiero coger”, así de misionero me volvió a coger, lo tenía que controlar, y aprendió muy rápido, me cogió tan deliciosamente despacio que me provoco 4 super orgasmos además que mi vagina ya estaba dilatada y acostumbrada a ese tamañote.
Le enseñé varias poses y cuando terminamos de coger, me dio las gracias por haberlo enseñado. Esa madrugada cuando llegué a casa, me di un baño y vi como de mi vagina escurrió un hilillo de sangre, me había lastimado la matriz el chico.
Pero créanme, aparte del dolor, fue una cogida tan rica y una sensación de sentirse dominada por un verdadero semental. Dichosa su ahora esposa, que a diario comerá ese camotote.
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Buen relato.. Debes ser genial en la cama.. Q postura te gusta..me encanta seco oral