Debo confesarles que al principio me costó mucho el diseñar mi fantasía, pues siempre he sido asediada por los hombres y no tenía ninguna necesidad de pensar en algo así, pero desde que un amigo me lo propuso, me entró la curiosidad de desarrollar esa fantasía, la entendí como algo que a mí me gustaría hacer más alla de lo convencional y que me hicieran, algo que me volviera loca de placer, algo que yo pudiera manejar.
Poco a poco fui pensando en cómo me gustaría realizar mi fantasía, y conforme iba avanzando y entrando en detalles, cada vez más me excitaba mucho. Por fin después de varios días de imaginación, ya tengo en mi cabecita la fantasía perfecta que me gustaría mucho realizar.
Como ya saben, soy casada, de 25 años, morena clara, de buen cuerpo bubis redonditas y duritas, talla 36 b, acinturada, caderas de 95 cm y dicen con buenas nalgas, mis piernas son torneadas desde los tobillos hasta los muslos, quizá es lo que más me chulean los chicos en la calle.
He tenido ya varias infidelidades muy excitantes en diferentes lugares, y mi esposo me desea mucho y me coje riquísimo, pero les cuento algo quizá para algunas fuera de lo normal, pero que a mí me gustaría llevar a cabo y disfrutarlo sin límites.
En diferentes ocasiones y por resultarme fácil para conseguir chicos sin consecuencias, me voy a un putero muy elegante y a donde van muchos señores y chavos bien, y me ha resultado tan rico, que ahí desarrollé mi fantasía. Mi amigo me propuso que le consiguiera a alguna sexoservidora para que hiciera feliz un rato a mi marido, incluso dejó entrever además que sedujera a alguna chica bisexual de las que acuden a los muchos puteros del país. Así que con todos estos condimentos preparé mi fantasía.
Será una fantasía que debo compartir con mi maravilloso marido, mi Luis, y quiero recompensarlo por ser tan buen amante y maravilloso marido. Así que alguna mañana en que mi Luis esté en casita, me levantaré de la cama antes que él y no me pondré más ropa que unas tangas rojas de hilo dental, le llevaré a la cama el desayuno y lo chiquearé mucho, toda la mañana lo mantendré en casa y yo seguiré solo en tanga, eso le parecerá extraño y estoy segura que él me preguntará el por qué no me visto.
Yo antes de contestarle me le acercaré mucho, le repegaré todo mi cuerpo y le diré al oído que lo amo tanto, que quiero que ese fin de semana sea maravilloso para los dos, y que quiero que me cumpla todo lo que yo le pida sin renegar, estoy segura que me complacerá, pues trataré de ser lo más sensual que pueda para irlo seduciendo y convenciendo de que me complazca.
Durante la mañana, le desfilaré prácticamente frente a su cara, me moveré muy provocativa enseñándole todo mi cuerpo, me agachare frente a él, me abriré de piernas y pondré mis bubis al alcance de sus manos, servirle unas copas de vino blanco, y a la hora de comida, pedir una pizza a domicilio y cuando llegue el chico decirle a Luis que yo le abriré y que me pondré una bata transparente hacerlo pasar al comedor y que mi esposo se esconda en la cocina para que observe como me ve el chico, luego pagarle y despedirlo.
Cuando el chico se retire, le preguntaré a mi Luis, “¿viste como me vio el pizzero?”. Estoy segura que me dirá que el chico se volvía loquito por mí, y sentarnos a comer la pizza con algunas copas de vino blanco, cuando acabemos de comer, acercarme a el agachándome de tal forma que mis bubis casi queden frente a su boca, pero no dejar que me las bese, llevarlo a sentarnos al sofá y ver algún video porno, y yo estarle acariciando su verga.
Entonces ya como a las 7 de la noche, sabedora de su excitación, decirle que quiero que me lleve a algún putero y estar ahí los dos, que esa noche será especial y que hagamos lo que nunca, destramparnos y dejarnos llevar por la situación, que quiero que él me disfrute como disfrutan a las chicas de los videos porno, que me quiero convertir esa noche en toda una prostituta para él, y que lo disfrutemos los dos.
Yo sé que aceptará, entonces arreglarme bien puta, bien descarada e irnos los dos al putero, sentarnos en una mesa con tubo, cerca de la pista de baile y estar bebiendo los dos, que alguna chica se suba a nuestra mesa y baile para él, yo sé que se pondrá nerviosillo, pero yo animarlo para que acaricie a la chica, y mientras Luis la acaricia, yo agarrarle su verga para que se le pare.
Luego del baile, decirle que me saque a bailar a la pista, que me abrace y que me agarre de las nalgas, para que todos vean que soy su hembra, ya después de varias copas y baile, decirle, “mi amor, esta noche realmente me quiero convertir en toda una puta, de esas que les encantan a ustedes los hombres, quiero que me disfrutes y que no sea tu esposa, sino una sexoservidora más, ¿estamos?”.
Yo sé que aceptará, y le diré que me iré en busca de algún cliente y que no pierda detalle alguno, me pararé de la mesa y me iré sola a otra mesa, hasta que algún cliente me saque a bailar, irnos a bailar frente a la mesa donde esté mi marido y dejarme agarrar todo, y que Luis vea como me acarician, así estar hasta que pueda convencer a dos clientes de irnos a sentar en la mesa donde esté Luis.
Presentarlo como un gran amigo y estar alternando con los tres, seducirlos para que nos vayamos todos al hotel, ya en el cuarto, sentarlos en la alfombra y hacerles una variedad, bailarles e irme desvistiendo frente a ellos enseñarles todo mi cuerpo, abrirme de piernas encuclillarme, ponerme a cuatro patas, y cuando ya estemos todos calientes, irnos los cuatro a la cama, ponerme a cuatro patas en la orilla de la cama y me vayan penetrando uno a uno…
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