Tengo 55 años, soy casado, tengo 4 hijos, y un profesional ya formado. Un día en la tarde de verano pase a cargar bencina y un chico de unos 22 años se acerca a que le conteste una encuesta. Era delgado, muy educado, bonito algo afeminado, rubio, lampiño. Le acepte llenar la encuesta… al irme me pidió si lo podía llevar al metro. Me pareció gay, era realmente hermoso. Yo jamás he tenido una relación homosexual y siempre he sido fiel a mi señora, Maruja con quien llevo 20 años casado.
En medio de la conversación hablamos de mi trabajo y como soy economista hablamos del emprendimiento y me conto que estaba tratando de poner en pie una herramienta web. Me pregunto si lo podía asesorar y acepté. Nos vimos un jueves confieso que estaba curioso por saber más del muchacho y me sentí cometiendo delito, nada de esto le conté a mi mujer. Por la noche soñé que tenía sexo con el muchacho y definitivamente sentí una atracción homosexual. Estaba curioso y la curiosidad en este plano te dice muchas cosas.
Roberto es delgado, finito, suave, rubio. Charlamos en su departamento y todo se dio de manera muy natural. Reímos y avanzamos harto en nuestra amistad. Lo volví a ver tres veces más ese mes y esa última tarde el champaña me invadió. Al despedirme me abrazó y me dio un beso coqueto en la mejilla, no sé en qué estaba pensando yo, que desvié la boca y le plante un beso en sus labios.
El chico abrió la boca y sentí su lengua escarbar en la mía. Me abraza más fuerte, baja una mano y me palpa la verga, nos transformamos. Fuimos a la cama, lo desnudé; es precioso. Su cuerpo delgado está cubierto de una pelusilla rubia muy suave; su pene es diminuto y tiene preciosas nalgas, lo bese lo chupé, lo acaricie ¡y mi erección era más potente que cuando penetro a mi mujer…! increíble.
Roberto se dejaba, gemía, era una nena. Lo bese en la boca mientras palpaba su cuerpo, puse mi pene en su boca y me mamo mejor que como lo hace mi esposa, me lamia el glande, me besaba el ano (siempre quise que Maruja me lo hiciera y nunca quiso. Esa primera vez, fue excelente, penetre varias veces al muchacho, lamí sus pies, chupe sus dedos, sus piernas, sus brazos, su cuello su espalda y su ano. Groseramente puedo decir que me lo culeé bien culiado.
Me pidió que eyaculara en su boca y le di todo para que tragara. Disfrutó mi semen, como ninguna mujer lo había hecho nunca. Me despedí de Roberto a las 8 de la noche. Varios días estuve pensando en el chico, lo llame y me recibió de nuevo; nos juntamos solo a tener sexo. Me acariciaba mejor que mi mujer, se dejaba penetrar mejor que mi esposa, tenía iniciativa, era cariñoso, amable, erótico y un caliente precioso, además era bello. Varias veces eyacule en su cara, le gustaba que lo dominaran incluso que lo humillaran. Una tarde hicimos un 69 y lo hice eyacular en mi boca, delicioso, era la primera vez que yo probaba semen, trague todo y lo limpie con mi boca. Exquisito.
Hasta que una tarde, me acaricio, me lamio entero y lentamente fui sintiendo su pene pequeño entrar en mi cuerpo. Fue el paraíso, al oído por detrás me susurraba cosas sucias, palabras eróticas, fui poseído por completo y me eyaculó. Desde ese día con Roberto tenemos una intensa relación homosexual, lo mantengo, le doy dinero, es mi amante y complementa mi vida heterosexual con mi esposa, quien aún no sabe nada.
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esta situacion puede ser normal pero,mas normal seria si su esposa participara,en ocasiones cuando hemos hecho un trio chupamos los dos la polla de nuestro amigo o viceversa y aveces cuando el me penetra,mi marido se pone detras del el y lo penetra analmente y con los empujones que mi marido le da al chico,me siento mas llena,Enzo cuando tengas oportunidad se lo comentas a tu mujer
Uffff….. Ya me provocaste una erección, Sandra…
eso es muy bueno que tengas una ereccion,mi marido siempre quiso verme con otro,lo logro en creces,hasta el punto,que a mi me gustaba ver penetrar a otro hombre,mi marido lo acepto y lo mejor es cuando el se corre y la saca, su corrida resbala por los testiculos del que me esta penetrando,llegando hasta mi mojado conejo,un beso
El beso te lo quiero dar yo a ti, en tu mojado conejo hasta donde resbala la corrida de tu marido. Y ya que estamos, puedo recoger la corrida resbalando por los testículos y luego compartirla con un beso en tu boca, niña morbosa…
Me gustaría sentir eso
Exelente relato me gustó mucho a mí me gustaría una experiencia igual donde los dos nos diéramos y recibimos
Hola Armando, ¿y como son tus relaciones? no es parejo el goce con tu novio.?
El es casado y pues los encuentros son muy esporádicos y el otro detalle es que el es solo pasivo
Muy buen relato, pero sin mucho detalle. Me encantó.
Muy buen relato
Muy rico relato
Buen relato, que bueno que se entienden y que por encima de todo respetas a tu familia.