Confesó que me fue infiel

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T. Lectura: 6 min.

En mis anteriores relatos, les comenté que con mi ex nos divertimos mucho en lo que se refiere al sexo, donde fuera y nos dieran ganas, buscábamos la forma de saciar nuestros deseos y fantasías; esta vez no fue igual.

Por cuestiones de trabajo de ambos, se nos dificultaba vernos por las tardes o días seguidos, la verdad a mí no se me ocurrió que haría lo que me contó, ya que nunca había mencionado que ella tenía esa “fantasía”.

Resulta que en el trabajo que ella consiguió, hasta donde ella me había comentado, la mayoría eran mujeres y los hombres que trabajan con ella eran más jóvenes, así que no le di mucha importancia, aunque me imaginé que sería muy difícil para cualquier hombre no fantasear con ella, sus piernas, su culo redondo y que me encantaba, sus tetas del tamaño perfecto, su mirada que tenía cuando deseaba algo, eran difíciles de que no voltearan a verla, además de que ella me decía que no me preocupara por los “niños” aunque todos dos o tres años menos que ella.

Para no aburrir, aquí está lo que me dijo un día que estábamos a punto de coger después de por lo menos un mes si nada de nada.

Estábamos ya sin casi sin ropa y acostados en la cama, beso tras beso, le empecé a sobar las tetas, a besar su cuello, le quite el bra, me baje a besar sus tetas, mientras bajaba una mano por su espalda y tocaba sus nalgas sobre su panty, ella solo gemía y decía que no parara, que me extrañaba mucho.

I: no pares, en verdad me hacía falta sentir tus manos

Me distrajo un poco su comentario pero seguimos con el faje, comencé a bajar por su abdomen dándole besos y separando sus piernas de poco en poco, hasta tocar su entrepierna ya con humedad en el panty, ella solo gemía y me apretaba a su cuerpo con sus manos e intentaba dirigir mi cabeza a sus labios, me resistí un poco y le dije que lo tomara con calma, que la quería saborear toda.

I: aaaah, es que tu si sabes lo que quieres.

A: ¿qué dijiste?

Me soltó y se me quedó viendo asustada, me detuve y me incorporé hincado entre sus piernas.

I: te tengo que confesar algo, no te molestes, lo dije porque me acosté con un chico del trabajo.

La verdad, aunque muchos fantasean ver a su mujer con otro o con tener un trío, cuando te dicen eso no sabes cómo reaccionar, me le quedé viendo y me senté a su lado.

A: no que no tenía que preocuparme por nadie de tu trabajo.

I: sé que te dije eso, ¿pero recuerdas que la semana pasada nos quedamos hasta tarde para entregar el reporte mensual?

A: si, la verdad muy tarde.

I: ok, ese día, estábamos ya por terminar el reporte y como todos estábamos cansados y con hambre, se nos ocurrió pedir comida, pero nos dijeron que como ya era tarde, no la podían entregar, solo la podrían preparar y que alguien fuera por ella, así que tres de mis compañeros y mi jefa se fueron por la comida, yo me quedé para seguir trabajando junto con Adrián.

A: ah, con que si me dices su nombre, noto mi enojo y continúo.

I: es un “niño”

A: pues ni tanto, porque logro convencerte de coger con él, más bien abusado el cabrón.

I: no te enojes más, cuando vio que se fueron los demás por la comida, se me acercó y me dijo que si no quería otro café, le dije que si y me dijo ahorita se lo traigo, le dije que lo acompañaba, así servía que estiraba las piernas, él iba atrás de mí y cuando llegamos a dónde estaba la cafetera y estaba por servirme el café, me abrazo por atrás y me apretó entre el estante de la cafetera y su cuerpo, intenté voltear y soltarme pero me no pude..

A: no pudiste o no lo intentaste.

I: lo intenté, pero por miedo a tirar la cafetera me detuve y solo la puse en el escritorio, me pego más su cuerpo y puede sentir su verga ya dura en mis nalgas, le dije que ni se le ocurriera seguir, pero me dio la vuelta y sin soltarme me dio un beso e intento meter su lengua, pero no lo deje, como pude logre meter mis brazos entre su cuerpo y el mío y lo separé, pero me tomo de las nalgas y me dijo al oído, la deseo desde que la vi, es muy difícil verla todos los días y llegar a mi casa a masturbarme, imaginarme entre sus piernas y tocar sus nalgas…

Le dije que estaba loco y que solo era un niño, logre soltarme y salí de ahí, pero la verdad me excite un poco al oír eso, nunca imaginé que un “niño” quisiera estar conmigo, yo solo escuchaba y no decía nada, tenía mucho coraje pero también un poco de morbo por lo que pasaría después.

A: ¿entonces que más pasó? ¿Estábamos a punto de comernos y me detuviste por un beso?

I; no te entiendo, ahora quieres saber que más pasó, si estás muy enojado.

A: pues si, no creo que ahí hubiera quedado, si no le diste una cachetada o le dijiste algo como para que no lo volviera a intentar, ¿o si?

I: la verdad no, cuando iba de regreso a mi lugar, como te dije, note que esa situación me excito y note que empezaba a mojarme, estaba a punto de llegar a mi silla, cuando me alcanzó y me dijo que lo disculpara y que no volvería a suceder, que era muy tonto de su parte, al ser yo su jefa, le dije que pensaría si habría consecuencias o no por lo que intento, él se fue entre espantado y yo creo con frustración al no poder llegar más allá; cuando me senté, sentí más mi humedad y me prendí aún más, y como tú y yo habíamos estado sin coger por un buen rato desde que comenzó este trabajo pues la verdad, no supe bien como reaccionar.

A: a mí no me eches la culpa, los dos tomamos nuestros trabajos y nos dijimos que éramos solo nosotros y nadie más.

I: lo sé, pero en ese momento, me nubló la calentura y tome la decisión.

A: ¿de cogerte a ese güey, por lo que te dijo?

I: no te molestes mas, la verdad si, me sentí muy cachonda, así que le llame a los que fueron por la comida y me dijeron que tardarían un poco más por qué le faltó algo y que tuvieron que regresar a recogerlo, me levanté de mi lugar y lo fui a buscar a su lugar, lo encontré sentado en el escritorio, con la cabeza entre sus manos y con los ojos cerrados, cuando sintió que estaba ahí, los abrió y se paró frente de mi, no supo que decir ni hacer, entonces le tome la mano y lo lleve al área de servicio sin decir nada, al entrar ahí, le dije ahorita me dejas como estaba o mejor te vas, no lo dudo y me beso muy fuerte, muy rápido, muy mal la verdad, se notaba que eran sus primeros besos…

Me acerco a su cuerpo y sentí que otra vez se le ponía dura, le puse mi mano en su verga y el me tomo de las nalgas, le dije que con calma, pero no le hizo caso, me intento bajar el pantalón, pero era tan brusco que no pudo, lo separé un poco y yo me baje el pantalón, cuando me vio con el pantalón en los tobillos, abrió aún más sus ojos e inmediatamente se me abalanzó a besarme las piernas y me bajo mi ropa interior, me tocó con brusquedad mis labios, pero como sintió que ya estaba húmeda, me metió un dedo, me dolió un poco, pero mi calentura era más, así que lo deje, me intentaba comer mis labios, literal era muy “novato”…

Aun así me excitaba su forma de intentar, lo ayude un poco separando más mis piernas y tratando de guiarlo, aún estábamos parados, le dije que se detuviera y que me dejara como hacerlo, subió la mirada y se puso de pie, le baje el pantalón y sus calzones juntos, su verga de buen tamaño y dura ya tenía líquido que tanto me gusta.

A: en serio me cuentas hasta con detalles, así sin más.

I: pues mira como estás, ya estás otra vez con la verga dura.

A: pues si no es de palo

I: eso si, entonces lo comencé a masturbar, el aprovecho para volver a besarme y me agarraba las tetas sobre la ropa, mis gemidos eran un poco más fuertes y él me dijo al oído, así te imaginé varias veces, pasó sus manos por mi espalda y llegó hasta mis nalgas las separó e intentó meterme un dedo a la vagina, lo ayude separando una nalga con mi mano y con la otra seguía masturbando, cuando sentí más humedad entre mis piernas, le dije que se sentara en el piso, pero me dijo, así no, así que me volteo, me separa las nalgas y me metió su verga de un golpe a mi vagina…

Estaba por decirle que lo disfrutara más que no fuera tan brusco, y sentí que se vino, me lleno de su leche que fue bastante y se salió, ni siquiera me dejó a mi tener un orgasmo, nada, cuando lo volteo a ver me dice que muchas gracias por cumplir su fantasía, y que además era su primera vez, yo no podía creer lo que escuche, así que le dije que jamás dijera nada y que para la próxima vez lo tomara con más calma y que no fuera tan brusco, me dijo que estaba bien, y que si estaba así de rica como me imagino, solo me quedo ponernos de nuevo la ropa y regresar a nuestro lugar de trabajo. ¿Me tienes que decir algo?

A: la verdad no sé qué pensar, aunque me enojé, también me excité escucharte y con todos los detalles que pusiste, sigo sin pensar más allá.

I: entonces, que va a pasar con nosotros, ¿nos afecta?

A: pues la verdad si, porque me dijiste que no tenía que preocuparme de nada ni de nadie y ve con lo que saliste, entiendo un poco lo de la calentura y quien no quisiera estar contigo, bien sabes que siempre eh dicho que estás muy bien y muy sabrosa, pero la verdad si me siento un poco mal.

I: pero contigo quiero seguir, tu si me haces disfrutar, sabes dónde y como tocar y besar para prenderme.

A: pues eso pensé, pero creo que no puedo más con lo que me sigo imaginando, mejor lo pensamos los dos y decidimos.

Nos vestimos y la lleve a su casa, no nos dijimos ni una solo palabra, al llegar nos dimos un beso y se bajó del carro, entro a su casa y me fui.

Días después nos marcamos, pero solo para vernos y terminar nuestra relación, en ese momento no lo supe digerir.

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