Convencí a Noemi de prostituirse

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Como ya había comentado en el relato “Gordo policía hizo a mi esposa su puta”, yo me llamo Santiago y tengo 33 años y mi esposa, una morocha tetona, con culito manzana y una boca que con verla te alucina qué te la chupe.

Mi trabajo consiste en auxilio a camiones con la parte eléctrica y algunas cosas de mecánica. Es así que un 24 de diciembre, cuando pensábamos ir de compras por eso andaba con Noemi, me llaman porque un camión rompió una manguera de aire, algo sencillo, pero como era el que activa el pulmón llevaría aproximadamente una hora repararlo.

Siempre se llama para coordinar donde verlo que sea cómodo tanto para el chófer como para mí.

Es así que llame y no me atiende, pero al rato me manda un audio diciendo que lo vea cerca de la costanera, era un lugar tranquilo, además de andar varias prostitutas que es lo que el tipo buscaba. Fue ahí que se me prende la lámpara y hago escuchar el audio a mi esposa, diciendo a la vez, te podés ganar unos pesos, ella enojada me dice, porque no lo haces vos el servicio, ahí para que afloje le digo, solo un pete y listo.

Cuando estábamos cerca yo ya no le insistía cuando dice, bueno, pero solo sexo oral, a lo que mi contestación fue, vos arreglas con él, a mí no me conoces.

Fue así que la deje a la vuelta de la esquina y me fui al camión.

Cuando llegue, miraba de reojo cuando venía caminando entonces me acomode de forma que el la vea, a lo que exclamó mira esa putita, así me gustan, hasta el culo te piden que le hagas.

Yo me reía pensando que era obvio si el pagaba pero que a la vez esta vez solo le chuparía. Empecé a reparar lo del camión cuando viene el José, así se llama el chofer, tipo grande de origen boliviano, a preguntar si tenía que entrar a la cabina, a lo que contesto que no y ahí me confirma que ella está en el camión.

A los 15 minutos siento que el camión se meneaba, lo que me llamo la atención ya que era chupar, ya prácticamente había terminado, así que me asome, mirando un espectáculo pornográfico por el espejo, la tenía patita al hombro, y la clavaba como si fuera atravesar, José tenía tremendo pedazo y se la hacía sentir, al mismo tiempo que la besaba y pega un alarido provocado por un orgasmo descomunal.

Le hace chupar nuevamente su pija, un rato, y la hace poner el cuatro, ella estaba en modo sumisa, hacia todo lo que el decía, aprovecho José para meter la lengua donde más le complacía, y luego poniéndose bien atrás de ella, penetra su culito haciendo que ella pegue un grito, apoyando todo su cuerpo en la espalda de ella. Noemi no daba crédito como se la estaba cogiendo, si bien yo ya estaba con la temperatura a full, cuando el, hace decir que le gusta como la coje, por poco me acabo ahí mismo.

Fue esta vez cinco minutos más cuando se para y le termino sobre la cara de Noemi, entrando también en la boca.

Yo antes de que salgan fui de nuevo bajo el camión cerré todo y salí, cuando justo José aparece y me dice.

-Que linda cogida le pegué, quería solo chupar, cuando se descuidó la puse patita al hombro y después me pedía que no se la saque.

Otra vez a full me puse, y me fui al auto, mientras José se iba, quedé asombrado porque mi esposa se dejó coger, y ahora no estaba.

Me fui hasta la estación de servicio pensando que se había ido a limpiar, pero no era así, al rato la veo entrar, con el pelo revuelto y pelo mojado, cuando le preguntó que paso, me dice, ese forro me forzó, pero me gusto, y después le chupe la pija a un pendejo, nos fuimos a comprar y pasamos una noche buena espectacular, sobre todo ella.

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