Dante, mi amigo del gym

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T. Lectura: 9 min.

¡Hola! Les voy a contar ahora una vivencia que tuve con un maduro con el cual coincidía en el gym.

Mi esposo y mi hijo van todos los días al gym de unos amigos nuestros, nos conocemos desde la secundaria, a mí la verdad me daba pereza hasta hace aproximadamente 2 años y unos 8 meses que me metí al gym también, la verdad yo no quería pero tengo un problemita de salud y pues obviamente me recomendaron hacer un poco de ejercicio, además de que mi esposo y mi hijo casi me obligaron, obviamente no soy de esas modelos matadas que van todos los días tanto en la mañana como en la noche, yo voy y hago un poco de pesas y cardio, más que nada por salud.

Bueno, como les decía yo no soy mucho de hacer pesas, y cuando no hago pesas solamente hago cuando voy 90 minutos de cardio, ahí conocí a Dante, un señor alto, blanco, de barba cerrada, canoso, musculoso, en fin…

Todos los días coincidíamos en el gym, por lo regular yo voy de 6 pm a 8 pm o de 7 pm a 9 pm, nos veíamos y saludábamos como muchos que van al gym, siempre me acompaña mi hijo ya que en ese tiempo iba en la preparatoria y podíamos ir en ese horario, mi esposo no nos acompañaba porque él iba cuando llegábamos de trabajar, es decir de 2 pm a 4 pm.

Pero bueno yo siempre me encontraba a Dante en la escaladora, platicábamos, nos presentamos, él es doctor, divorciado 2 veces, aunque tiene a su pareja, en fin.

A mí la verdad me gustó mucho, porque pues no le ponía ningún “pero” al señor, al pasar los días platicábamos mucho más, y más, hasta que se convirtió a risas esa plática tan amena, yo ya había dejado ir mi imaginación varias veces, ustedes sabrán cómo, pero pues yo sabía que alguien así no me haría caso a mí, una chaparrita, llenita, de pechos grandes, con lonjita, estrías, en fin, al compararme con las buenotas que van, sé que soy una más del montón, sinceramente.

Pero bueno, siguieron corriendo los días, yo pues no podía con la tentación, y mejor me cambiaba de las escaladoras a la caminadora, o a la bicicleta o a la caminadora curva, en fin, trataba de no tenerlo cerca. Sin embargo a dónde iba me seguía, y eso me hacía sentir halagada, hasta que después de platicar durante muchos días del trabajo, de la casa, del ejercicio y de todo lo demás, hablamos de la parte personal e íntima.

Me di cuenta que no le era tan indiferente a pesar de que era una del montón en el gym, me orientaba en algunos ejercicios, me dijo que tenía que hacer pesas para bajar la lonjita y tonificar el cuerpo, que el cardio solamente me iba a bajar pero a dejar flácida. Así que se convirtió digamos en mi coach de ocasión, y digo de ocasión porque había veces que la verdad ni me pelaba y otras veces me ponía la rutina, me ayudaba en los ejercicios, en fin.

Al momento de ponerme la rutina o corregirme los ejercicios, siempre rozaba mis tetas, o mis piernas, mis nalgas, me repegaba mucho su cuerpo a la espalda, en fin, yo solamente disfrutaba hasta su aroma.

Un día de estos, mi hijo no fue al gym, se fue con su novia al cine y me fui sola, mi licra negra, mi tanga, mi top, mi sudadera, mi botella de agua y mi toalla.

Ese día llegué y lo primero que me dijo es “y tú hijo” le contesté, comenzamos con el cardio 10 minutos para calentar, hasta que me dijo “este clima no está como para quedarse aquí, ¿y si vamos a coger?”, así sin medias tintas, yo sorprendida, me sonroje cómo niña de 15 años, lo mire y le dije sin pensarlo que a dónde me llevaría, me dijo “solamente súbete al coche” y me dio las llaves.

Baje de la parte de cardio, coloque mi dedo en el checador para salir y me despedí de Víctor, uno de nuestros amigos dueños del gym y baje hasta el estacionamiento, abrí el coche y subí. Pasaron menos de 5 minutos cuando lo vi bajar, arrancó el auto y me llevo a un sauna.

Pago un sauna privado, según él el hotel más barato del mundo, ya que cobran $100 por persona, entramos, me abrazo y comenzó a besarme, lo bese yo también, aunque me tenía que poner de puntitas, ya que medía 1.90 m según él, en medio de los besos y las caricias, se quitó su licra, su playera y quedó desnudo, se sentó en una banquita que había ahí, bajo mi licra, me quito el top, el sujetador, y quedé solamente en tanga, se levantó de la banca y entró a encender el sauna para que comenzará a salir el vaporcito y se sentía tan rico como salía calientito de dentro del sauna.

Regreso y se volvió a sentar, ahí sentado y yo paradita, comenzó a besar mis tetas, apretaba y chupaba mientras yo solamente disfrutaba la vista, veía como apretaba una teta mientras chupaba la otra, las juntaba y chupaba ambos pezones al mismo tiempo, hasta que sentí como un dedo de él buscaba mi entrada vaginal, así que me agache, quite mi tanga y mientras se calentaba el sauna aún más, metió sus dedos, mientras chupaba mis tetas, yo trataba de no gemir, ya que hay más cuartos de sauna, sin embargo se me salía uno que otro grito, él me hacía la seña de que no gritara hasta que se levantó de la banca abrió la puerta del sauna y entramos.

Ya adentro del sauna seguimos, me besaba y yo también, hasta que no me aguante y tome su verga con mi mano, comencé a jalar mientras él abrazándome por la espalda me tocaba las tetas y me metía sus dedos.

Me volteo y me abrazo, hasta que me sentó en la mitad de otra banquita que estaba en medio del cuarto de sauna, colocó una toalla extendida y me acostó sobre la banca, se arrodilló frente a mí, separó mis piernas y mis labios vaginales, metió sus dedos, comenzó a lamer y a chupar mi clítoris, yo solamente disfrutaba hasta que le dije que se levantará, así que se paró a un lado de la banca y me coloqué de lado, tome su miembro y lo metí a mi boca, mamaba ese miembro delgado y largo como me había enseñado mi esposo, mis amantes y la vida, veía como volteaba sus ojitos mientras yo veía su carita de placer hasta que pare.

Se sentó en la orilla de la banca, abrió sus piernas y así acostada como estaba yo se dispuso a penetrarme, hasta que le dije que se pusiera su condón, me dijo que no pasaba nada, sin embargo le dije que no, ya que a pesar de que lo conocía no dejaba de ser sexo casual, salió al vestidor, y entro con varios de ellos.

Se colocó el preservativo y así sentadito él, y acostadita yo, me la dejo ir toda, mis piernas soltaban y bailaban mientras él me cogía, mis manos se tomaban de la orilla de la banca mientras mis tetas brincaban en cada metida de verga que me daba, al cambiar de posición ahí sentado, me tomo de la cintura, se hizo hacia atrás y me levanto, sin sacar su verga de mí, hasta quedar ambos sentados, aunque él encima de la banca y yo saltando en su verga.

Mientras yo abierta de piernas me apoyaba para moverme y cogérmelo, él solamente me tomaba de la espalda para no caerme, hasta que así sentados como estábamos, se vino, sentí como su pene se fue poniendo grueso y más duro poco a poco hasta que su semen llenó la punta del condón… Yo aún caliente porque no había tenido mi orgasmo, seguí moviéndome despacio, hasta que sentí como se fue haciendo pequeño su miembro poco a poco y así mismo fue saliendo.

Se disculpó, me dijo que era la excitación del momento, además de que le gustaba todo lo que me cargaba, haciendo referencia a mi cuerpo, pasaron los minutos y nos acostamos en la banca, para disfrutar del vapor caliente que salía, era riquísimo, por si alguien no lo ha intentado o no ha ido a algún lugar así, hágalo.

Estábamos platicando, pidió unas bebidas, se las dejan en una bandejita por medio de una pequeña ventanita de madera que está en el vestidor, comenzamos a platicar, comentamos del gym y de lo que había pasado en ese momento, me dijo que había estado muy bien, que ojalá me haya gustado y le dije que si, pero que me faltó llegar a mi, a lo que él dijo que ahorita se arreglaba eso.

Se levantó de la banca, tomo su verga entre sus manos, y comenzó a sacudirla hasta que se puso erecta. Yo solamente mientras estaba acostada veía como su miembro se ponía más y más duro, sin pensarlo 2 veces tire la toalla en el piso, me arrodille, me recogí mi cabello y comencé a mamar de nuevo, aún sabía a semen, comencé a mamar mientras él se limitaba a poner una de sus manos en su cintura y con la otra me tomaba de la cabeza. Me empujaba toda ese pedazo de carne hasta donde lo aguantaba, mientras yo con una mano lo detenía apoyándome en sus piernas, y con la otra detenía el tronco de su verga para seguir mamando y masturbando al mismo tiempo.

Deje de mamar, la saque de mi boca y me pegue con ella en la lengua, me la puse en la cara, me pegue con ella en los labios y le chupe la pura cabecita hasta que me dijo “ponte”.

Levanté la toalla del piso, la extendí en la banca y me puse de perrita, pegue mi pecho a la banca, mis rodillas en una orilla y pare mi colita, quiso meterla sin condón, pero le dije que no, volvió a comentarme que estábamos en confianza que lo dejara, pero le dije nuevamente que no, así que se puso de nueva cuenta el preservativo y mientras, yo con mi zorrita y colita esperándolo.

Se puso el condón y me la dejo ir toda con una fuerza y firmeza exquisita, me cogía mientras me daba de nalgadas, era riquísimo sentir como su verga larga y delgada pegaba en mi útero, yo solamente gemía y le pedía que no parará, que siguiera, obviamente tomaba sus descansos, pero era rico sentirlo dentro.

Hasta que paro, saco su verga de mi zorrita, me dio la mano y me levanto, se sentó en la orilla de la banca y me coloco frente a él pero de espaldas, comenzó a besar mi espalda mientras yo solamente apretaba mis piernas y las movía para rozar mi clítoris con ellas, hasta que me dijo siéntate en mi, así que sentado en la orilla de la banca yo dándole la espalda me senté en su pene, comencé a moverme mientras él me tomaba de las tetas, ambos estábamos sentados, él en la banca y yo en su verga.

Así me movía mientras me apoyaba en mis rodilla, cogía cómo desesperada, me daba unos sentones en ese pedazo de carne que solamente me limitaba a sentir y a concentrarme en mis movimientos, sentí como mi vagina se empezaba a contraer y sabía que era mi orgasmo, así que yo tenía el control de hacerlo llegar, se acostó completamente en la banca, no aguanto más tiempo sentado, y así acostadito y yo sentada seguí cabalgando, me movía y me la metía como y hasta donde yo quería.

Pare y me di la vuelta, le pedí que se acostara bien sobre la banca, colocó unas toallas en su nuca y me subí en él, mis manos apoyadas en su pecho, apretando mis enormes tetas, ambos llenos de sudor y mi vagina llena de verga, mis pies apoyados en sus cuádriceps, y yo cabalgando sabiendo que venía mi orgasmo, mientras él tenía una de sus manos en mis tetas, apretando mis pezones y la otra la tenía en mi garganta, le decía que si, que no parara que apretara mis tetas y que me ahorcara, que eso me excitaba, y mientras le decía eso, colocó sus pies en la orilla de la banca y comenzó a moverse, yo solamente abrí mis piernas, lo abrace y dejé que me cogiera así.

Hasta que sentí como mi vagina se comenzó a contraer aún más, así que decidí moverme yo también, ambos nos movimos y cogíamos hasta que le dije “no pares papi, sigue, cógeme, ya viene” y así fue, no paro hasta que me vine, solté de golpe mi orgasmo y moje toda su pelvis, salió de chorro y eso a él le gustó bastante, siguió moviéndose, mientras yo solamente gemía y le pedía que parará ya que estaba muy sensible.

Me pidió que me levantara, lo saqué de mí y me levanté, me tomo de la cintura y me besó, mientras me besaba tomo sus dedos y comenzó a meterlos a mi vagina. Le pedí su verga, le dije “dame la tuya, cógeme papito, métemela”

Así que me volteo, ambos parados a un lado de la banca comenzó a besar mi espalda de nuevo, mis hombros, mis oídos, mi cuello, hasta que me recargo, puse las palmas de mis manos en la pared, me puse de puntitas y pare mi colita, se colocó detrás de mí, me acomodo tomándome de la cintura y me la metió, me estaba cogiendo así paradita, me nalgueaba mientras me decía

-eres una puta gorda exquisita.

-¿ah sí? ¿Soy exquisita?, le conteste.

Mientras me seguía cogiendo, con una mano me tomo de cuello y con la otra me jalaba del cabello, le dije:

-así papi, me excita que me ahorquen, que me salen del cabello, que sean malos conmigo.

-¿te gusta putita, te gusta?

-así papi, cógeme, dámela toda, dame tu leche.

Dejo de jalar mi cabello, y esa mano la llevo a mi boca, me metió los dedos y yo los chupaba, primero fue un dedo, luego 2 y después tenía 3 dedos en mi boca y su otra mano en la garganta, mientras él me embestía y me cogía con todas sus ganas, saco sus dedos de mi boca y me dijo:

-me vas a limpiar la verga con tu boca.

-asi papi, ajá, yo te la limpio pero no pares.

-¿si? ¿Me vas a chupar la verga y te vas a tragar la leche que me sobre?

-¡si papi, si! No pares, cógeme no pares, dame más, cógeme, soy tu gorda puta, le decía.

Aún recuerdo todas y cada una de sus palabras y de las mías, mientras me seguía ahorcando y jalando del cabello yo ya me había cansado de estar de puntitas sin embargo sentí como su verga se iba haciendo más dura unas gruesa, sabía que su orgasmo estaba cerca y le dije que no parará, que me cogiera más y más. Hasta que así, ambos parados, yo ahorcada y él jalándome del cabello me vine una vez más, sin embargo él también lo hizo, ambos llegamos a nuestro clímax al mismo tiempo.

Solamente oía como estaba agitado y yo igual debido al vapor y el calor que hacía en el cuarto, sin embargo no olvide lo que me dijo, lo saqué de mi, me arrodille frente a él, y le quite el condón para mamar los residuos de leche que quedaron en su pene, mientras él se apoyaba en la pared y veía como con mi lengua y mis mamadas limpiaba su verga de toda esa leche, pase mi lengua por mis labios, trague la leche y le levanté del piso, me besó y ambos nos acostamos de nuevo en la banca hasta que se dió la hora de salir de ahí.

Nos bañamos, nos cambiamos y salimos del vapor, subimos a su coche y me dejó a media cuadra del gym, no me acerco más ya que el gimnasio queda a escasas 4 cuadras o calles de mi casa.

No me ofendió que me dijera gorda, ya que si estoy llenita, no me ofendí ni me sentí mal, mi esposo así me dice de cariño “gordita” y es algo con lo que he vivido toda mi vida y no me da pensar decirlo que si, que estoy llenita, tengo lonjita, estrías, en fin, pero no todas las mujeres somos perfectas y menos las que somos madres.

Les mando un fuerte abrazo y saludos a todos y todas, espero les haya gustado, no ha sido la única vez con Dante, ya que como les dije, coincidimos todos los días en el gym, pero esto que hemos hecho pocas veces no nos impide llevar una amistad y ser amigos dentro del gym.

Aunque a veces sinceramente tardo semanas para volverlo a encontrar ya que es una persona ocupada y al igual que yo tiene la vida fuera de.

Espero les guste y por supuesto contesto y leo sus comentarios, espero me lean para la siguiente. Les mando un fuerte abrazo y un saludo.

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10 COMENTARIOS

  1. Que rica y caliente anécdota, me excita mucho leerte e imaginarte en cada detalle que describes, debe ser un privilegio y deleite disfrutar y sentir tu piel, tus jugos todos tus labios.

  2. Hola Wendy!

    No defraudaste, muy buen relato, aunque lamento que la falta de tiempo provoque que abandones a tus lectores por periodos.

    No sé si seas consiente de que este relato deja una moraleja: “Es más importante el juego, que el juguete”. Me ha pasado, cuando he tenido oportunidad de llegar a la cama con alguna mujer, que por percibirse atractiva y con buen cuerpo, su nivel de ego no permite que la dinámica sexual fluya de la manera en que a los 2 nos permita disfrutar, y como consecuencia el disfrute y el placer no llega al nivel que ha llegado con otras mujeres que simplemente se dejan llevar. Dejaste claro que es más importante la apertura al disfrute, al cachondeo rico y a una buena dinámica sexual, que el mejor cuerpo trabajado en el gym. Además debo confesarte que la mayoría de los hombres no ponemos atención a las estrías que tanto les preocupan a ustedes. Desde el punto de vista masculino, sería una tontería concentrarse en “unos pequeños pliegues”, cuando es mucho mejor concentrarse en un buen par de tetas como las tuyas, o en la avalancha de jugos que tienes por ofrecer con tu squirt cada vez que te vienes, sería como dejar ir lo más por lo menos.

    Por cierto, hiciste que se me antojara esa limpiada de verga con degustación de semen incluida que le diste a Dante.

    Te dejo un beso acompañado de un roce rico de chichi.

    Iván.

  3. Es un gusto poder leer tus relatos y sobre todo que disfrutes tu sexualidad, al igual que tu soy casado pero tengo esa tentación de cojer con mujeres casadas, espero que podamos compartir más cosas como estas, soy de México también.

    • Hola Luis! Gracias por tu comentario, y pues la vida nos trajo aquí para poder disfrutar de ella, así que hay que hacer lo que nos plazca siempre y cuando no afectemos en este caso a nuestras respectivas parejas. Y pues mira, yo también me he acostado con hombres casados, hasta amigos de mi esposo, y amigos o sea de que son muy muy amigos, no sé si me de a entender, y es excitante siempre y cuando se respeten los límites y obviamente haya discreción.

  4. Hola! Muchas gracias por leerme.
    Al principio creeme que si, lloraba al acordarme de que le fuí infiel a mi marido, no podía dormir ni mirarlo a la cara mucho menos a mis hijos, sin embargo, como lo dije en mi primer relato cuando lo hice con un amigo mío la excitación y la adrenalina del momento es tan rica que la culpa se va, vuelve al otro día, si, pero trato de ser una mujer madura y solamente llevar las cosas a dónde deben ir, sexo sin compromiso y punto, además de que solamente de acordarme de que él se metió con quién sabe cuántas en hasta ese momento 11 años de matrimonio me da mucho coraje y por lógica se me quita el remordimiento de conciencia. Libertad la tengo porque nunca he levantado sospechas, mi celular lo dejo donde yo quiera, él no lo toma, mis encuentros los hago cuando estoy segura que no hay nadie en casa o que puedo hacerlos para no poner en riesgo mi relación y mucho menos a mi familia.
    Me gusta el sabor del semen, mi esposo me enseñó a disfrutar su textura y sabor, él prácticamente fue quien me enseñó todo lo que se y eso, lo pongo en práctica con mis amantes para pulirlo y por supuesto darle también más placer a mi marido, y no te miento al decir que también lo hago para complacer a algunos de los hombres que he tenido entre mis piernas, pero de que me gusta el sabor, si, si me gusta.

    Saludos Ricardo!

    • Que linda respuesta!. Gracias. Me imagino que sos ordenada en como separas las cosas de tu familia y el sexo. Me falta leerte los primeros que publicaste.
      En cuanto al sabor, que buena respuesta. Me éxito.
      Me pasa que en mí experiencia personal cuando me vengo. Generalmente es muy abundante y eso me juega en contra…

      • Hola Ricardo! Si, soy ordenada en todos los aspectos, y al igual, separó mi trabajo de mi vida personal, y el placer de mi familia, así debe de ser, esa madurez la debemos alcanzar todos. Y claro, como te comenté, el sabor y la textura son deliciosos, y fíjate que si me han tocado personas así, que se vienen a mares, pero ahora sí que lo que pueda retener en mi boca lo hago, lo que no, pues se derrama en mis pechos o en mi rostro, pero si es excitante el beber el elixir de ustedes, los hombres.

  5. Un gusto leerte. Leí algunos de tus relatos. No te dan culpa hacerlo con otros, tienes libertad se ve y mucha confianza en ti. Se ve que atrasas. Me gusta como termina el relato. Limpiando su pene. Te gusta el sabor o solo para complacer lo haces?. Te dejo un saludo.

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